Tomás Bretón para niños
Datos para niños Tomás Bretón |
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![]() Fotrografía de 1904.
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Información personal | ||
Nacimiento | 29 de diciembre de 1850 Salamanca |
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Fallecimiento | 2 de diciembre de 1923 Madrid |
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Sepultura | Cementerio de la Almudena | |
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Compositor, director o directora de orquesta y musicólogo | |
Empleador | Real Conservatorio Superior de Música de Madrid | |
Géneros | Ópera, sinfonía y zarzuela | |
Instrumento | Violín | |
Distinciones |
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Firma | ||
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Tomás Bretón y Hernández (nacido en Salamanca el 29 de diciembre de 1850 y fallecido en Madrid el 2 de diciembre de 1923) fue un importante compositor, violinista y director de orquesta español.
Tuvo un papel muy destacado en la música española a finales del siglo XIX. Es conocido por su famosa obra La verbena de la Paloma, que es un tipo de obra musical teatral llamada sainete lírico. También compuso óperas importantes como La Dolores y Los amantes de Teruel.
Contenido
La vida de Tomás Bretón: Un viaje musical
Tomás Bretón nació en Salamanca en 1850. Sus primeros estudios de música los hizo en la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy en su ciudad natal. Para ganarse la vida, tocaba en pequeñas orquestas, teatros e iglesias de la provincia.
A los 16 años, se mudó a Madrid. Allí, un director de orquesta llamado Luis Rodríguez de Cepeda le prometió un puesto en su orquesta. En Madrid, Tomás siguió tocando en orquestas de teatros de zarzuela y continuó sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Su maestro fue Emilio Arrieta. En 1872, Tomás Bretón y Ruperto Chapí ganaron el primer premio de composición del Conservatorio.
Estudios en Europa y primeros éxitos
Después de trabajar varios años en pequeños teatros, en 1880 recibió una beca de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Esta beca le permitió estudiar en otros países. Vivió en Roma, Milán, Viena y París entre 1881 y 1884.
Durante este tiempo, pudo trabajar en obras más grandes. Creó el oratorio El Apocalipsis y su ópera Los amantes de Teruel. Contó con el apoyo de Guillermo Morphy, el conde de Morphy, quien le ayudó a que Los amantes de Teruel se estrenara. Cuando esta ópera se presentó en el Teatro Real de Madrid, Tomás Bretón se convirtió en una figura clave para la ópera española.
Director de orquesta y maestro
Tomás Bretón también fue un gran director de orquesta. Primero dirigió la Unión Artístico Musical (1878-1881), que él mismo fundó. Luego, dirigió la Sociedad de Conciertos de Madrid, la orquesta más importante de la ciudad, entre 1885 y 1891. Con él, los conciertos en Madrid se hicieron más estables, incluyendo música española y obras nuevas de otros países.
En 1901, Tomás Bretón se convirtió en el director del Conservatorio de Madrid. Mantuvo este puesto hasta su jubilación en 1921. Durante su dirección, trabajó para modernizar la enseñanza de la música y buscar colaboraciones internacionales. Falleció en Madrid el 2 de diciembre de 1923.
Las obras de Tomás Bretón
Tomás Bretón dedicó gran parte de su vida a la ópera. Aunque también fue director de orquesta y del Conservatorio, y compuso mucha música sinfónica y de cámara, la ópera era su verdadera pasión. Siempre tuvo un libreto (el texto de una ópera) en el que trabajar.
Escribió muchos textos, dio conferencias y discursos entre 1885 y 1919. En ellos, defendía la importancia de la ópera española. Criticaba la falta de interés en la música de su época y proponía ideas para mejorar la ópera en España.
¿Por qué la ópera en español?
Según Bretón, lo más importante era usar el idioma español en la ópera. Incluso sugirió traducir las óperas de otros países al español, como se hacía en Alemania o Inglaterra. Creía que esto ayudaría a crear un estilo musical propio, que incluyera temas y canciones de España.
Mezclando estilos musicales
Bretón no tenía miedo de combinar en sus obras las formas de hacer ópera de otros países europeos. Le gustaba la grandeza de la ópera francesa, el desarrollo musical de las obras de Wagner y la tradición italiana, que sentía cercana a la española.
La ópera nacional: Más que cultura

Para Bretón, el desarrollo de la ópera española no era solo una cuestión cultural, sino también económica. Pensaba que impulsaría la creación de teatros y producciones nacionales. Esto beneficiaría a la economía de España, ya que el dinero iría a artistas españoles en lugar de a cantantes y compositores extranjeros. Además, veía un gran mercado potencial en los países de habla hispana en América.
Bretón no solo habló de la ópera nacional, sino que también la puso en práctica. Compuso varias óperas para mostrar sus ideas. Su primera ópera fue Guzmán el Bueno (1876). Aunque fue un trabajo de estudiante, su estreno fue difícil, lo que demostraba lo poco que los teatros españoles apoyaban la ópera.
Gracias a su beca en Roma (1881-1884), Bretón pudo trabajar en una ópera más compleja: Los amantes de Teruel. Esta obra se estrenó en 1889 después de mucha discusión. Bretón tuvo que escribir el libreto él mismo porque no había escritores españoles interesados en la ópera. En su música, mezcló el estilo de Wagner con la tradición italiana. Las voces eran muy importantes, pero también había un gran desarrollo musical con temas que se repetían, como si fueran ideas musicales.
En su ópera Garín o l'eremita di Montserrat (1892), su música mostró más madurez. Buscó romper con las estructuras musicales cerradas para crear un drama más fluido, parecido a las ideas de Wagner. En esta obra, todos los elementos musicales se unían mejor con la historia, incluyendo algunos motivos populares catalanes.
En sus primeras óperas, Bretón usó modelos europeos sin preocuparse mucho por el carácter español, salvo pequeños detalles. Él creía que la ópera nacional se basaba solo en el uso del idioma español. Sin embargo, en La Dolores (1895), que él llamó por primera vez "ópera española", incluyó elementos populares. En La Dolores, la música popular se usaba para representar el ambiente real de la historia, como la famosa jota al final del primer acto. Los elementos de la música popular se integraban completamente en la obra, desde pequeñas melodías hasta el uso de la cadencia "andaluza" en las escenas más dramáticas.
Es curioso que Bretón no siguiera la línea de La Dolores en su siguiente ópera, ya que había sido un gran éxito. En Raquel (1900), volvió a los modelos de drama histórico. Bretón elegía los temas que le parecían más emocionantes. En Raquel, lo más original fue la forma en que caracterizó musicalmente el ambiente exótico y oriental de los personajes hebreos, con danzas y cantos especiales. El propio Bretón la consideró su "mejor ópera".
Raquel también le trajo problemas con el Teatro Real, que no le pagó sus derechos. El poco interés por la ópera española en este teatro fue muy grande en los años siguientes. Sin embargo, esta situación le dio a Bretón más libertad en sus últimas obras. Además, su buena posición económica y social, al ser director del Conservatorio de Madrid desde 1901, le ayudó.
Así, en Farinelli (1902), exploró la música histórica. En Don Gil de las calzas verdes (estrenada en 1914), cambió el drama por la comedia, algo poco común en la ópera. Su última ópera fue Tabaré (1913), un proyecto original basado en una epopeya uruguaya. En esta obra, se notaba la influencia de Wagner y usó sonidos atrevidos para representar el ambiente americano. Con todas estas obras, Bretón mostró su estilo único y maduro.
Sinfonías: Música para orquesta
Tomás Bretón compuso tres sinfonías completas. Una obra de juventud, Sinfonía a grande orquesta «La necesidad» (1867-1868), quedó incompleta.
La Sinfonía nº1 en Fa mayor fue compuesta en 1872 para la Sociedad de Conciertos de Madrid. Se estrenó el 22 de marzo de 1874. Tiene la estructura clásica de cuatro movimientos:
- I Allegro moderato
- II Andante
- III Scherzo
- IV Final Allegro.
La Sinfonía nº2 en Mi bemol mayor fue compuesta entre 1882 y 1883, mientras estaba en Viena. Sigue el estilo de Ludwig van Beethoven, con referencias a su Sinfonía Heroica. Se estrenó el 2 de marzo de 1890, dirigida por el propio Bretón. Sus movimientos son:
- I Andante assai - Allegro moderato
- II Andante
- III Presto
- IV Allegro impetuoso
La Sinfonía nº 3 en Sol mayor (1905) no fue una obra completamente nueva. Era una versión para orquesta de su Quinteto para cuerda y piano de 1905, cuya partitura original no se ha conservado. Se estrenó el 12 de mayo de 1906. También tiene cuatro movimientos:
- I Allegro non tanto
- II Andante con moto
- III Scherzo
- IV Allegro.
Estas sinfonías han sido recuperadas y grabadas en tiempos modernos, lo que permite que más personas conozcan la música sinfónica de Tomás Bretón.
Otras composiciones importantes
Tomás Bretón fue un compositor muy prolífico. Además de sus óperas y sinfonías, escribió numerosas zarzuelas y obras de cámara.
Zarzuelas destacadas
- Los dos caminos (1874)
- El campanero de Begoña (1878)
- La verbena de la Paloma (1894): Esta es quizás su obra más famosa. Es un sainete lírico de un acto que se estrenó el 17 de febrero de 1894.
- El clavel rojo (1899)
- Covadonga (1900)
- La paz del campo (1906)
Música de cámara
- Cuarteto de cuerda en Sol (1866)
- Trío en mi mayor (1893) para piano, violín y violonchelo
- Cuarteto de cuerda en re mayor (1902)
- Quinteto para piano y cuerda (1905)
- Cuarteto de cuerda en do menor "Dramático" (1907)
- Cuarteto de cuerda en mi Mayor (1909)
- Sexteto para viento (1909)
- Cuatro piezas españolas para violín, violonchelo y piano
- Canciones sobre poesías de Bécquer
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Tomás Bretón Facts for Kids