Salud mental para niños
La salud mental es el bienestar que una persona siente en su mente y en sus emociones. Es como un equilibrio que te permite llevarte bien con los demás, manejar los desafíos de la vida, entender lo que pasa a tu alrededor y sentirte bien contigo mismo. Esto te ayuda a tener una buena calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la salud mental es tan importante como la salud física. No se pueden separar, porque tu mente y tu cuerpo están conectados.
Para saber cómo está la salud mental de alguien, se observa cómo se comporta en su día a día. Por ejemplo, cómo resuelve problemas, cómo maneja sus responsabilidades, cómo se cuida, cómo enfrenta el estrés y cómo se relaciona con sus amigos y familiares. Lo importante es enfocarse en lo que la persona hace bien y en sus fortalezas.
Es bueno saber que tener un problema de salud mental no significa que una persona sea menos inteligente. De hecho, muchas personas con estos desafíos tienen una inteligencia normal o incluso muy alta. Sin embargo, algunos problemas pueden dificultar la concentración o la toma de decisiones. Para cuidar tu salud mental, puedes meditar, hacer ejercicio, comer sano, dormir lo suficiente y hablar con tus seres queridos.
Contenido
- ¿Por qué es importante la salud mental?
- Aspectos de una mente sana
- Señales de que algo no anda bien
- Conexión entre la salud mental y física
- ¿Qué es la higiene mental?
- La cultura y la salud mental
- Salud mental en la adolescencia
- ¿Qué ha pasado antes?
- Promoción de la salud mental
- Resultados
- Véase también
¿Por qué es importante la salud mental?
La salud mental influye en cómo piensas, sientes y actúas en diferentes situaciones. Te ayuda a manejar el estrés, a llevarte bien con otras personas y a tomar decisiones importantes. Es fundamental en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la tercera edad.
Según la OMS, los problemas de salud mental representan una parte importante de las enfermedades en el mundo. Si no cuidamos nuestra salud mental, podemos sentirnos tristes o muy preocupados, como en el caso de la depresión o la ansiedad.
Cuidar la salud mental no es solo tratar los problemas cuando aparecen, sino también prevenirlos. Esto se logra fomentando un ambiente donde las personas se sientan bien consigo mismas, tengan buenas relaciones y reciban apoyo desde pequeños. No solo los expertos como psicólogos son responsables, sino también los gobiernos, las familias, los vecinos, los medios de comunicación y las escuelas. A veces, los prejuicios hacen que sea difícil pedir ayuda.
Aspectos de una mente sana
Los expertos dicen que todas las personas tenemos aspectos sanos y otros que pueden ser más difíciles de manejar. Por ejemplo, la capacidad de aceptar cuando las cosas no salen como queremos (tolerar la frustración) es muy importante. Esto nos ayuda a pensar y a entender el mundo.
Una mente sana es cuando te sientes bien, eres consciente de tus habilidades, puedes enfrentar los desafíos diarios y trabajar de forma productiva.
En muchos lugares, no hay suficientes recursos para la salud mental. La mayoría de la ayuda se enfoca en tratar enfermedades graves en hospitales. Sin embargo, es mejor que la salud mental sea parte de la atención médica básica, que se ofrezca en hospitales generales y que haya servicios de apoyo en las comunidades.
Para promover la salud mental, se necesitan programas médicos, sociales y del gobierno que trabajen juntos. El objetivo es asegurar que los niños crezcan con una mente sana y evitar problemas en el futuro. Prevenir la inestabilidad emocional es clave.
En resumen, la salud mental es un estado de bienestar que te permite usar tus habilidades mentales, sociales y emocionales para vivir bien cada día.
Señales de que algo no anda bien
Algunos expertos han descrito características que pueden indicar que la salud mental de una persona no está en su mejor momento. Entender esto nos ayuda a ver lo compleja que es la salud mental.
- Sufrimiento: Es como un "dolor del alma", una sensación de malestar. A veces, se debe a causas físicas, pero otras veces, es un dolor emocional que viene de pensamientos, recuerdos o situaciones difíciles.
- Comportamiento que no ayuda: Se refiere a acciones que no te permiten adaptarte bien a tu entorno. Si una persona no puede manejar los problemas o los cambios en su vida, puede sentirse frustrada y tener conflictos con los demás.
- Pérdida de control: Significa que una persona no puede anticipar o controlar sus propias reacciones. Alguien que pierde el control puede actuar de forma impulsiva o agresiva, lo que puede traer problemas.
Conexión entre la salud mental y física
Es fundamental entender que la salud mental y la salud física están muy unidas. Las enfermedades del cuerpo y las de la mente tienen una conexión clara. Un experto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó que los problemas de salud mental y física deben tratarse juntos, con estrategias que consideren a la persona de forma completa.
La directora de la OPS mencionó que en América, el número de personas con problemas mentales ha aumentado mucho, y que la mayoría no recibe tratamiento. Por ejemplo, en México, el 80% de los pacientes diagnosticados no habían recibido ayuda en el año anterior. Esto muestra la necesidad de más atención y apoyo.
¿Qué es la higiene mental?
Hace mucho tiempo, en 1908, un psiquiatra llamado Clifford Whittingham Beers habló de la "higiene mental". Él fundó un comité para defender los derechos de las personas con problemas mentales. Otro psiquiatra, William Glasser, explicó que la higiene mental es como la higiene física: se trata de prevenir y mantener la salud.
Es importante diferenciar entre "salud mental" y "condiciones de salud mental". La salud mental es el bienestar general, mientras que las "condiciones de salud mental" se refieren al estudio y tratamiento de las enfermedades mentales. Para diagnosticar y tratar estas condiciones, los profesionales usan guías como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
La cultura y la salud mental
La salud mental se entiende de diferentes maneras en distintas culturas. Lo que se considera "saludable" puede variar según la sociedad, las creencias y las experiencias de cada persona. Sin embargo, hay algunos puntos en común, como el bienestar personal y la capacidad de ser independiente.
La OMS dice que no hay una única definición de salud mental, ya que siempre estará influenciada por la cultura y las ideas de cada lugar.
Un punto en el que muchos expertos están de acuerdo es que "salud mental" y "enfermedad mental" no son lo mismo que "opuestos". Es decir, no tener un problema mental no significa automáticamente que tengas una salud mental perfecta. Y tener un problema mental no siempre impide que disfrutes de una buena salud mental.
Los modelos que estudian la salud mental de forma completa incluyen ideas de la antropología, la educación, la psicología, la religión y la sociología. Muchos profesionales de la salud mental también reconocen la importancia de las creencias religiosas y espirituales en el bienestar de las personas.
Un modelo de bienestar propone cinco áreas clave:
- Esencia o espiritualidad
- Trabajo y ocio
- Amistad
- Amor
- Autodominio
Y doce sub-áreas:
- Sentido del valor
- Sentido del control
- Sentido realista
- Conciencia emocional
- Capacidad de lucha
- Solución de problemas y creatividad
- Sentido del humor
- Nutrición
- Ejercicio
- Sentido de autoprotección
- Control de las propias tensiones
- Identidad cultural
Todos estos puntos son importantes para tener una vida sana y un buen bienestar mental.
¿Qué son los trastornos psicosomáticos?
Los trastornos psicosomáticos son un ejemplo claro de cómo la mente y el cuerpo se conectan. Cuando algo afecta tu bienestar mental o emocional, puede manifestarse en tu cuerpo. Estos trastornos buscan entender cómo un evento psicológico puede estar relacionado con un cambio físico.
El cerebro recibe, interpreta y guarda información del ambiente y de nuestro propio cuerpo. Esto nos ayuda a enfrentar la realidad y a mantener el equilibrio. La información se transmite a todo el cuerpo a través de los sistemas nervioso y endocrino (hormonas). El sistema nervioso actúa rápido pero por poco tiempo, mientras que las hormonas actúan más lento pero por más tiempo.
Así, los trastornos psicosomáticos tienen características especiales que pueden ayudar a entender el origen de una enfermedad. A veces, la causa de una enfermedad tiene un origen emocional o psicológico. Esto significa que hay una relación entre lo que sientes en tu mente y una enfermedad específica en tu cuerpo.
¿Cómo afectan los trastornos psicosomáticos al cuerpo?
Una característica de los trastornos psicosomáticos es que el cuerpo se desequilibra por la influencia del ambiente. Cuando nuestros mecanismos de defensa no funcionan bien ante situaciones difíciles, puede haber una disfunción en algún órgano. Sin embargo, casi siempre, la causa de una enfermedad no es solo un factor, sino una combinación de varios.
La comunicación entre el cerebro y los diferentes sistemas del cuerpo (nervioso, endocrino e inmunológico) se relaciona y da origen a los síntomas psicosomáticos. Por ejemplo, el hipotálamo en el cerebro controla la secreción de hormonas, que a su vez regulan el funcionamiento de otras glándulas. El sistema inmunológico, que nos defiende de enfermedades, también es influenciado por factores hormonales y neuronales.
La importancia de la aceptación social
Que las personas con desafíos de salud mental sean aceptadas en la sociedad es la mejor ayuda y prevención. Sin embargo, en muchos lugares, estas personas sufren discriminación, incluso por parte de sus propias familias o en los servicios de salud. Les cuesta encontrar trabajo, estudiar o ser parte de la comunidad. La falta de información sobre lo que significa un problema mental contribuye a esta marginalización.
Los jóvenes son especialmente vulnerables a los problemas de salud mental, y son el grupo que menos busca ayuda. Si reciben apoyo y aceptación social, pueden superar muchos desafíos. La discriminación y el estigma social hacen más difícil el proceso de recuperación para quienes tienen problemas de salud mental, afectando su empleo, acceso a seguros y tratamientos.
Reflexiones importantes
Algunas personas que han recibido tratamientos cuestionan si los desequilibrios químicos son la única causa de los problemas mentales. También señalan que algunos manuales de diagnóstico simplifican demasiado los problemas. Hay grupos que defienden los derechos humanos y promueven opciones de tratamiento que no se basen solo en medicamentos, sino también en el apoyo social y humano.
También se ha criticado que algunos grupos de salud mental promueven enlaces a compañías farmacéuticas.
El psicólogo británico James Davies opina que la medicación generalizada no siempre ha dado buenos resultados, excepto en los casos más graves. Para él, muchas razones de los problemas mentales son sociales, por lo que es importante mejorar las condiciones de vida en la sociedad.
Es fundamental reconocer los desafíos que enfrentan los adolescentes hoy en día, como las redes sociales, la presión escolar y el ciberacoso. Debemos crear un ambiente donde se sientan cómodos compartiendo sus emociones y pidiendo ayuda. El apoyo emocional en la familia es clave; sin él, los problemas de salud mental pueden empeorar.
Las escuelas también deben ser activas en la prevención y el tratamiento. Invertir en programas que enseñen a manejar la ansiedad y la depresión, y fomentar la comunicación abierta, puede hacer una gran diferencia. La ayuda temprana es esencial para los adolescentes.
Salud mental en la adolescencia
La adolescencia comienza alrededor de los 12 años y termina cerca de los 20. Es una etapa de muchos cambios físicos y emocionales. Hoy en día, los jóvenes sienten más presión que nunca por las redes sociales, la escuela y las expectativas familiares. Esta situación, donde las comparaciones son constantes, ha llevado a que muchos adolescentes tengan problemas de salud mental que a veces no se ven. Por eso, es importante hablar de estos temas y buscar soluciones para que los jóvenes puedan vivir de forma más equilibrada.
Durante la adolescencia, el cerebro se desarrolla mucho. Hay un crecimiento rápido de neuronas y conexiones, luego se eliminan las conexiones menos eficientes (poda neuronal), y finalmente, las conexiones se hacen más rápidas y estables. Todos estos cambios hacen que el cerebro sea más eficiente para tareas de pensamiento.
Los adolescentes desarrollan un pensamiento abstracto, lo que significa que pueden imaginar diferentes posibilidades y pensar en situaciones hipotéticas, yendo más allá de lo concreto. También desarrollan un razonamiento moral más complejo, lo que les permite entender lo correcto y lo incorrecto.
En cuanto al desarrollo social y de la personalidad, los adolescentes buscan su identidad. Exploran nuevos intereses y evalúan sus habilidades. A veces, pueden ser indecisos o seguir mucho a otros, lo que les ayuda a encontrar su lugar en la sociedad. Enamorarse también es una forma de autodefinirse y de explorar pensamientos y sentimientos con otra persona.
Algunos problemas de salud mental pueden aparecer en la adolescencia, como los trastornos de aprendizaje (dislexia, discalculia), de atención (TDA, TDAH) o de alimentación (obesidad, anorexia nerviosa, bulimia). Estos pueden tener causas genéticas, biológicas o ambientales.
Los trastornos de aprendizaje, como la dislexia, son problemas cognitivos que afectan el aprendizaje. Los trastornos por déficit de atención, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), tienen una base neurológica y afectan la concentración y el control de impulsos.
Los comportamientos de riesgo en la adolescencia pueden ser muy perjudiciales. La nutrición, por ejemplo, está muy relacionada con la salud psicológica. La obesidad, la anorexia nerviosa (preocupación extrema por la comida y comer muy poco) y la bulimia (comer grandes cantidades y luego provocarse el vómito) son problemas de alimentación que afectan a muchos adolescentes y están relacionados con las presiones sociales sobre la belleza.
El trastorno de estrés postraumático también afecta a los adolescentes, especialmente a las mujeres, debido a experiencias difíciles como accidentes o la pérdida de seres queridos. Consiste en revivir esos sucesos a través de recuerdos o pesadillas. Si se presentan síntomas como hiperactividad, cansancio o falta de memoria, es importante buscar ayuda profesional.
¿Qué ha pasado antes?
Los adolescentes de hoy enfrentan más problemas de salud mental que antes. La OMS dice que alrededor del 16% de los adolescentes en el mundo tienen algún tipo de problema mental, siendo la depresión y la ansiedad los más comunes. La presión académica y social ha aumentado, y sienten que deben cumplir con estándares muy altos.
Las redes sociales influyen mucho. Al ver vidas "perfectas" en plataformas como Instagram o TikTok, los jóvenes se comparan constantemente, lo que genera ansiedad e inseguridad. La presión por las buenas notas también aumenta el estrés. Si a esto le sumamos la falta de apoyo emocional en casa, es fácil entender por qué la salud mental de los adolescentes se ve afectada.
El ciberacoso es otra preocupación, ya que el acoso en línea agrava la ansiedad y la depresión. El aislamiento social, por falta de apoyo o por acoso, puede ser muy dañino.
La pandemia de COVID-19 también ha tenido un gran impacto. Las medidas como el distanciamiento social y el confinamiento, aunque necesarias, han generado una crisis que afecta especialmente a niños y adolescentes. La capacidad de adaptarse a situaciones difíciles (resiliencia) es clave. Muchos adolescentes han enfrentado adversidades como enfermedades de sus padres, problemas económicos o conflictos familiares, y la pandemia pudo intensificar estas situaciones.
Promoción de la salud mental
Promover la salud mental significa que todas las personas, no solo las que tienen un diagnóstico, necesitan cuidar su bienestar mental. Se trata de crear una sociedad donde todos se sientan comprometidos con el bienestar de la mente. Esto se logra dando recursos para que las personas puedan mejorar su salud mental y llevar una vida sana.
Para promover la salud, se necesitan cosas como la paz, la educación, una vivienda segura, buena alimentación, ingresos estables, un ambiente sano y equidad. También se deben crear políticas saludables, fortalecer la acción de la comunidad, crear ambientes de apoyo, desarrollar habilidades personales y mejorar los servicios de salud.
Las acciones para promover la salud mental deben considerar todos sus aspectos: la biología del cerebro, la personalidad y el ambiente. Las medidas sobre la biología se limitan a veces a medicamentos cuando ya hay un problema. Las medidas sobre la personalidad buscan una mayor armonía en la forma de ser de cada uno, a través de terapias o estilos de vida saludables. Las medidas ambientales dependen de la sociedad, fomentando valores y bienestar, y del entorno cercano, como la familia, amigos y las instituciones a las que pertenecemos.
La psicología positiva también se interesa por la salud mental. La "promoción de salud mental" incluye varias estrategias:
- A nivel individual: Motivar a la persona a usar sus propios recursos, mejorando su autoestima, resolviendo conflictos y siendo más seguro en sus relaciones o en el trabajo.
- A nivel comunitario: Fomentar la inclusión social y desarrollar estructuras de apoyo en el trabajo, el estudio y la ciudad.
- A nivel oficial: Que los gobiernos se comprometan con planes que reduzcan las barreras sociales y económicas, dando igualdad de oportunidades a todos, especialmente a los más vulnerables.
La salud mental debe cuidarse durante toda la vida, especialmente en niños y adolescentes. Los jóvenes son más propensos a la depresión debido a los cambios físicos, psicológicos y sociales de la adolescencia. Algunas estrategias para promover su salud mental son: hablar con un adulto que los ayude a entender sus sentimientos, tratarlos con respeto y evitar castigos que puedan dañarlos. Los adultos deben ser un ejemplo de vida saludable.
Resultados
- El 25% de los adolescentes ha tenido episodios de ansiedad severa, siendo las redes sociales y el rendimiento escolar las principales causas.
- El 17% de los adolescentes ha sido diagnosticado con algún tipo de depresión, siendo más común en mujeres que en hombres.
- Las redes sociales ejercen una gran presión en los jóvenes para ser "perfectos", lo que afecta su autoestima y genera comparaciones negativas.
- La presión académica y el miedo al fracaso son las principales fuentes de estrés para muchos adolescentes, lo que puede llevar a un agotamiento emocional.
- Los adolescentes que no tienen apoyo emocional en su familia tienen el doble de probabilidades de desarrollar problemas de salud mental. El ambiente familiar y la comunicación son muy importantes para su bienestar.
|
Véase también
- Calidad de vida
- Día Mundial de la Salud Mental
- Enfermedad mental
- Psiquiatría
- Psicología
- Psicopedagogía
- Psicoterapia
- Salud mental durante la pandemia de COVID-19
- Sector salud
- Sensibilidad de procesamiento sensorial
- Trabajo social