Palacio Episcopal de Córdoba para niños
El Palacio Episcopal de Córdoba, España, se encuentra en el corazón del casco histórico de la ciudad. Este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. El palacio está justo enfrente de la Mezquita-catedral de Córdoba.
Con un tamaño de 14.000 metros cuadrados, es uno de los edificios más grandes del centro de Córdoba. En su patio se encuentra la escultura de la Fuente del Elefante, un símbolo del arte de la época califal.
En mayo de 2019, comenzaron obras para preparar el palacio como Centro de Recepción de Visitantes de la Mezquita-catedral. Estas obras terminaron el 28 de octubre de 2021. Durante los trabajos, se encontraron restos de una letrina (un tipo de baño antiguo) del Alcázar andalusí. Las obras para convertirlo en museo empezaron en octubre de 2024 y se espera que se inaugure en septiembre de 2025.
Contenido
Historia del Palacio Episcopal
El Palacio Episcopal fue construido sobre el antiguo Alcázar andalusí. De este antiguo alcázar aún se conservan los baños califales y parte de la muralla. Algunos de los torreones de la muralla se integraron en la fachada actual del palacio.
La Casa del Obispo en el siglo XVI
Después de la conquista cristiana en 1236, el rey Fernando III entregó el edificio a Lope de Fitero, el nuevo obispo de Córdoba. Desde entonces, ha sido la sede del Obispado de Córdoba y se le conocía como "casa del obispo" durante la Edad Media.
La primera gran remodelación cristiana fue en el siglo XV, cuando se construyó un pequeño palacio de estilo gótico. De esa época solo quedan dos ventanas con arcos puntiagudos y el escudo del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. También se encontraron restos arqueológicos llamados "baños del obispo".
Después de que la reina Isabel I cediera el Alcázar de los Reyes Cristianos a la Inquisición, la mayoría de los reyes de Castilla que visitaban Córdoba se quedaban en el Palacio Episcopal.
Juan Álvarez de Toledo construyó la "galería del obispo" en el siglo XVI. Del obispado de Leopoldo de Austria, sobrino del emperador Carlos V, solo se conserva una escalera de caracol y parte de una puerta renacentista con su escudo. Después del Concilio de Trento, el edificio pasó a llamarse oficialmente Palacio Episcopal.
Cambios del obispo Mardones (1607-1624)

La mayor transformación del palacio la realizó el obispo Diego de Mardones en el siglo XVII, especialmente en la parte este. Muchos historiadores creen que la mayor parte del palacio actual es de esta época.
El obispo Mardones hizo grandes cambios en la fachada oriental. La restauró, añadió grandes ventanas y construyó un tercer piso, donde se puede ver su escudo. También construyó las torres norte y sur, que le dan un aspecto imponente al pal palacio. La entrada principal también fue obra suya, con su escudo a ambos lados. Para hacer estos cambios, en 1617, el obispo destruyó el antiguo "sabat" del califa cordobés al-Hakam II. El "sabat" era un puente-pasadizo que conectaba el antiguo Alcázar andalusí con la parte más sagrada de la Mezquita, para uso exclusivo del califa.
El obispo también construyó la galería oriental del patio de Recibo, también conocido como patio de Carruajes. Esta galería tiene seis arcos de medio punto. Fue cerrada a finales del siglo XIX o principios del siglo XX y recuperada en las obras de restauración de 2021. La parte norte del patio de Carruajes también fue construida durante su obispado, como lo demuestran sus escudos.
Una de las obras más importantes de este obispo fue el patio central. Es de forma cuadrada y tiene 28 arcos de medio punto con columnas toscanas. Las primeras dos plantas también tenían galerías, pero en el siglo XVIII se cerraron con ventanas. En la segunda planta hay una sala con una cúpula, pero no se sabe para qué se usaba.
Otras obras del siglo XVII
El obispo Domingo Pimentel de Zúñiga estableció la cárcel episcopal en la parte oeste del patio de Recibo. Su entrada se encuentra ahora en el seminario de San Pelagio, a donde fue trasladada en el siglo XX. Francisco de Alarcón encargó una serie de retratos de todos los obispos y las galerías para colocarlos. También mandó construir un salón para las reuniones de la diócesis.
Obras del obispo Cebrián (1742-1752)
El 22 de julio de 1745, un gran incendio dañó gran parte del palacio. Después del incendio, el obispo Miguel Vicente Cebrián construyó la capilla de la Virgen del Pilar entre 1742 y 1752. Tiene una sola nave y altares con mármol blanco y negro. El retablo principal, con la imagen de la Virgen del Pilar, y los retablos menores, dedicados al arcángel San Miguel y Santo Tomás de Aquino, fueron hechos en 1750 por Pedro Duque Cornejo. El obispo Martín de Barcia terminó la capilla con los dos retablos restantes, el de Santa Bárbara y el de San Martín de Tours, hechos entre 1760 y 1770 por Alonso Gómez de Sandoval. También mandó hacer la campana de la espadaña.
Después del incendio, la escalera barroca reemplazó a la anterior. Fue construida durante el obispado de Cebrián, con mármol negro y un techo de bóveda ovalada. La decoración de yeso es de varios colores y destaca una figura de un monaguillo sobre la lámpara. También hay una escultura del Sagrado Corazón. Los tapices muestran temas de música y dialéctica. El obispo Cebrián también fue el responsable de cerrar los espacios entre las columnas de las plantas primera y segunda para crear viviendas y oficinas. Además, construyó los graneros y la casa para personas necesitadas.
Construcciones más recientes
Baltasar Yusta y Navarro fue el encargado de construir las escaleras que llevan al Salón del Trono, que datan de 1782. Su decoración se inspira en la obra "Idea del Buen Pastor" de Núñez de Cepeda. En las paredes hay ángeles con símbolos del obispado, y en la pared norte, óvalos con imágenes de San Eulogio y el obispo Osio. En la pared sur están los apóstoles San Juan y San Pablo.
La expulsión de los jesuitas en 1767 hizo que muchos documentos llegaran al Palacio Episcopal. Por eso, el obispo Francisco Garrido de la Vega encargó al arquitecto Ventura Rodríguez en 1772 la creación de una biblioteca para guardarlos. Ventura construyó un ala al sur del patio de Recibo, con acceso por la calle Amador de los Ríos. Las obras terminaron en 1803, cuando Agustín Ayestarán y Landa era el nuevo obispo y colocó su escudo en la entrada. La colección de libros aumentó de nuevo después de la abolición de la Inquisición.
Durante la Guerra de Independencia Española, las tropas francesas de Dupont saquearon el Palacio Episcopal y el Palacio de Viana. Más tarde, en el siglo XX, se hicieron las vidrieras de la escalera barroca, una nueva entrada desde la fachada este al patio central con su reja de hierro, y la nueva fuente del patio. Los antiguos graneros se convirtieron en el Colegio de San Rafael, que hoy es la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Expropiación parcial
En 1970, el Cabildo de Córdoba decidió derribar varias habitaciones en la zona norte que estaban en ruinas. Esto, junto con excavaciones que mostraron restos arqueológicos del antiguo Alcázar andalusí, llevó al Ayuntamiento de Córdoba a expropiar parte del complejo en 1972. Los límites exactos se definieron en 1994. El Ayuntamiento restauró su parte para uso cultural, con obras realizadas por el arquitecto Carlos Luca de Tena entre 1980 y 1984, para convertirla en la Biblioteca Provincial de Córdoba. La inauguración fue el 17 de septiembre de 1984.
A principios del siglo XXI, se han realizado algunas obras de restauración, especialmente para conservar las galerías y la antigua cocina. En 2012, comenzó un proceso de restauración de la fachada del edificio que duró seis meses. En abril de 2021, se anunció que una ventana que da al interior de la Librería Diocesana se convertiría en una puerta de acceso.
Museo Diocesano
El obispo José Antonio Infantes Florido decidió transformar la zona del palacio en el Museo Diocesano en 1980. Esto fue porque la residencia del obispo se había trasladado al Seminario de San Pelagio décadas antes. Las primeras colecciones incluían unas 500 piezas desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, como objetos de orfebrería, tapices, cuadros y libros corales. En el patio principal se exhiben esculturas de animales, como la Fuente del Elefante, una fuente de agua de la época califal que fue trasladada en 1988 desde Sierra Morena para la apertura del museo. Las obras del museo, que tuvieron lugar entre 1982 y 1987, también fueron realizadas por Carlos Luca de Tena. El costo, de más de 43 millones de pesetas, fue pagado en parte por el Ministerio de Obras Públicas y en parte por la Caja de Ahorros de Córdoba (CajaSur).
El Museo abrió sus puertas en 1989. Además, en 1990, Luca de Tena construyó el salón de actos del Palacio. Un acuerdo con CajaSur estableció que la gestión sería compartida durante diez años, y el obispado recuperó la gestión completa en 1999. Sin embargo, el Museo cerró en 2006 para albergar oficinas administrativas de la Diócesis.

Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Episcopal Palace, Cordoba Facts for Kids