Oráculo de Delfos para niños
El oráculo de Delfos fue un lugar muy importante en la Antigua Grecia. Estaba en un gran espacio sagrado dedicado al dios Apolo. Se ubicaba en un valle, cerca del monte Parnaso, en la actual villa de Delfos, Grecia.
De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales. Uno de los más conocidos era la fuente Castalia. Estaba rodeada de laureles, árboles sagrados para Apolo.
Las leyendas cuentan que en el monte Parnaso se reunían las musas. Ellas eran diosas del canto y la poesía. También se juntaban las ninfas de las fuentes, llamadas náyades. En estas reuniones, Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
Originalmente, este lugar se llamaba Pito. Se hizo muy famoso en el mundo griego desde mediados del siglo VIII a. C..
Contenido
¿De dónde vienen los nombres de Delfos y Pito?
El nombre de Delfos
Hay varias ideas sobre cómo surgió el nombre de Delfos. Una dice que viene de Delfino, un dragón mitológico. Este dragón cuidaba el oráculo antes de que llegara Apolo.
Otra historia cuenta que Apolo se transformó en delfín. Lo hizo para atraer un barco de Creta. Quería que la gente de ese barco fueran sus sacerdotes. Los cretenses llegaron a tierra y fundaron una ciudad. Se les encargó ser sacerdotes del templo y adorar a Apolo como "Apolo Delfinio". Esto recordaba su transformación en delfín. Por eso, al templo de Apolo también se le llamó Delfinion.
El nombre de Pito
El santuario se construyó en un lugar conocido como Pito. Este nombre se relaciona con una gran serpiente o dragón. Se llamaba Pitón y, según la mitología, vigilaba el oráculo original.
De la palabra "Pitón" vienen los nombres "pitia" o "pitonisa". Así se llamaba a las sacerdotisas del templo. Ellas eran quienes interpretaban las respuestas del oráculo.
¿Cómo empezó el santuario?
Se han encontrado pruebas de que hubo personas viviendo cerca de Delfos desde hace mucho tiempo. Esto incluye el Neolítico y la época micénica. El santuario como tal apareció más tarde. Primero hubo un altar, y luego un templo.
Una historia antigua, contada por Diodoro Sículo, dice que un pastor notó algo extraño. Sus cabras se comportaban raro cerca de una grieta de donde salían vapores. El pastor se acercó y empezó a decir cosas sobre el futuro. Cuando la noticia se extendió, muchas personas fueron allí. Pero a veces, durante el trance, saltaban a la grieta y desaparecían. Por eso, se decidió elegir a una mujer para que hablara por todos. Le construyeron un trípode para que estuviera segura.
La mitología también conecta el nombre de Pito con la serpiente Pitón. Esta serpiente era hija de la diosa Gea (la Tierra). Vigilaba un oráculo dedicado a su madre. La versión más conocida dice que Apolo mató a Pitón con su arco. Así tomó posesión del oráculo para guiar a los hombres.
¿Cómo funcionaba el oráculo en la antigüedad?
No hay una descripción completa de cómo se hacían las consultas. La información viene de diferentes épocas y a veces no coincide.
La Pitia o Pitonisa


La Pitia era elegida sin importar su clase social. Solo se pedía que su vida fuera ejemplar. Su nombramiento era para toda la vida. Se comprometía a vivir siempre en el santuario. Cuando el oráculo estaba en su mejor momento, se necesitaban hasta tres pitonisas. Así podían atender todas las consultas. En tiempos de menos actividad, solo había una.
Según Diodoro Sículo, al principio la pitia era una joven. Pero después de un incidente, se decidió que no se elegiría a ninguna menor de cincuenta años. Aun así, debían vestirse como doncellas.
Las consultas se hacían un día al mes, el día 7. Se creía que era la fecha de nacimiento de Apolo. En invierno no había oráculo, pues se pensaba que Apolo viajaba a otro lugar.
Los días de consulta, la Pitia se purificaba en la fuente Castalia. Luego hacía ofrendas a Apolo. Después, los sacerdotes echaban agua fría sobre una cabra. Si la cabra temblaba, era señal de que Apolo estaba listo para las consultas. Entonces se sacrificaba la cabra en el altar de Apolo.
Los consultantes eran de todo tipo, desde reyes hasta gente humilde. Primero se purificaban con agua de las fuentes de Delfos. Luego se establecía un orden de consulta. Pagaban una tarifa y ofrecían un sacrificio en el altar. Finalmente, el consultante hablaba con la Pitia.
Se sabe que la Pitia se sentaba en un trípode. Este estaba en un lugar llamado «áditon», al fondo del templo de Apolo. Áditon significa "lugar sagrado de acceso prohibido".
Algunos autores antiguos describieron cómo la pitia recibía la inspiración. La idea principal es que el trípode estaba sobre una grieta profunda en la roca. De esa grieta salían gases que hacían que la mujer entrara en un estado especial y su cuerpo se agitara. Otros creían que era el agua de la fuente Casotis lo que la hacía hablar. Algunos también mencionan que masticaba hojas de laurel.
Una vez inspirada, la pitia daba respuestas. Un sacerdote las interpretaba y las escribía en forma de verso. Luego se las entregaba al consultante.
Los griegos antiguos consideraban que el oráculo era una forma válida de conectar con sus dioses. Por eso, el oráculo fue respetado por más de mil años.
Investigaciones recientes han encontrado que debajo del templo de Apolo se cruzan dos fallas geológicas. Por las fisuras en las rocas pueden filtrarse gases como etano, metano y etileno. Estos gases podrían causar un estado parecido al trance en una persona.
Consejos del oráculo a Creso
Creso fue el último rey de Lidia. Se cuenta que consultó al oráculo antes de invadir el territorio persa. Quería saber si era un buen momento. El oráculo le dijo: "Creso, si cruzas el río Halys, destruirás un gran imperio". Creso pensó que destruiría el imperio persa. Pero el imperio que se destruyó fue el suyo. Lidia pasó a manos de los persas. Este es un ejemplo de cómo las respuestas podían ser ambiguas. El oráculo no siempre adivinaba el futuro, sino que daba consejos.
Según Jenofonte, Creso preguntó cómo podría vivir el resto de su vida felizmente. El oráculo respondió: "Si te conoces a ti mismo, Creso, realizarás la travesía felizmente". Esto significa que para ser feliz, hay que conocer y aceptar los propios límites.
La Sibila
Algunas tradiciones dicen que la primera pitia de Delfos se llamó Sibila. Su nombre se hizo tan popular que se usó para todas las sacerdotisas. El filósofo Heráclito de Éfeso fue el primero en hablar de las sibilas. Se creía que venían de Asia y que de alguna manera reemplazaron a las antiguas pitias.
El recinto sagrado o témenos
Gracias a los escritos de Pausanias y a las excavaciones, sabemos cómo era el recinto sagrado.
Una cerca sagrada, llamada períbola, rodeaba todo el santuario. Desde la esquina sureste, comenzaba la vía sacra. Esta subía por la montaña, pasando por pequeños edificios llamados tesoros y monumentos. Llegaba hasta el templo de Apolo y continuaba hasta el estadio, en lo más alto. Los visitantes entraban por la puerta principal de esta vía.
En el valle hay cientos de olivos plantados. Se dice que es el olivar más grande del mundo.
Los tesoros eran pequeñas capillas. Allí se guardaban las ofrendas y donaciones. Eran muy valiosas, como joyas. Algunos de los tesoros conocidos eran:
- Tesoro de los cireneos
- Tesoro de los cnidios
- Tesoro de los sifnios
- Tesoro de los sicionios
- Tesoro de los tebanos
- Tesoro de los corintios
- Tesoro de los etruscos
- Tesoro de los atenienses (el único restaurado).
Delante del templo de Apolo estaba el altar para los sacrificios. También se construyó un teatro (en el siglo IV a. C.) y un estadio. Este último tenía 7000 asientos para los espectadores. Allí se celebraban los juegos píticos, que comenzaron en el año 582 a.C. También había un hipódromo, que aún no se ha encontrado.
Por todo el recinto había estatuas de mármol o bronce. Eran regalos de reyes o ciudades, en agradecimiento al oráculo.
Los dioses del santuario
- Apolo Pitio era el dios principal. Pero en invierno, el dios Dioniso tomaba protagonismo. Se creía que Apolo viajaba al norte. Por eso, el templo tenía decoraciones diferentes. En un lado se esculpió a Apolo, Artemisa y Leto. En el otro, la reunión de fieles de Dioniso.
- El santuario de Atenea Pronea estaba en la terraza de Marmaria. Pronea significa "la que está antes del templo". Allí había dos templos, uno para Atenea y otro para Artemisa. También estaban el tesoro eólico y el dórico. Cerca de ellos, estaba el tholos o rotonda de columnas del siglo IV a. C..
- En el siglo V a. C. se empezó a adorar a Asclepio. Él era un dios importante de la medicina e hijo de Apolo.
El ónfalo
El ónfalos significa el ombligo del mundo. La leyenda dice que el dios Zeus soltó dos águilas desde puntos opuestos del Universo. Las águilas se encontraron en Delfos. Allí, una piedra cónica llamada ónfalos marcaba el lugar. La piedra, con forma de medio huevo, fue encontrada cerca del templo de Apolo.
Estas piedras que representan el ombligo del mundo eran un símbolo del centro. Eran el lugar donde se creía que comenzaría el mundo. Al ponerlas en un sitio, lo hacían sagrado y lo convertían en un centro religioso. El ónfalos de Delfos hizo que este santuario fuera el centro religioso de toda Grecia.
Se ha estudiado mucho esta roca. Los investigadores no sabían si era la original o una copia. Finalmente, se concluyó que era una copia de la época helenística o romana.
Estudios recientes de arqueólogos franceses han mostrado que el ombligo y una columna estaban conectados. El ombligo de piedra se colocaba sobre un trípode de bronce. Este trípode lo sostenían tres bailarines sobre la columna. Los atenienses ofrecieron esta efigie a Apolo.
En algunas monedas encontradas en el recinto se ve la imagen del ónfalos. Se representa como un punto en el centro de un círculo. La piedra se exhibe en el museo de Delfos.
Historia del santuario
Se sabe por la arqueología y escritos antiguos que en el siglo VIII a. C. ya había edificios sagrados en Delfos. Pausanias, un historiador griego, cuenta que los tres primeros templos se construyeron con laurel, cera de abeja y plumas, y bronce.
En esa época, Apolo ya era famoso en lugares lejanos. Las ofrendas encontradas en las excavaciones lo demuestran. Había caballos de Tesalia, trípodes del Peloponeso y objetos de Creta.
Con el tiempo, las ofrendas aumentaron, sobre todo las de bronce. Se encontraron escudos, cascos, calderos con cabezas de grifos y estatuillas.
Época de mayor esplendor
A finales del siglo VII a. C. se construyeron templos especiales para Apolo y Atenea. Eran de piedra, con columnas dóricas. Sus restos se usaron para construir nuevos templos más tarde.
A principios del siglo VI a. C. ocurrieron dos cosas importantes en Delfos. Una fue la llegada de la anfictionía. La otra, la reorganización de los Juegos Píticos.
La anfictionía era una unión religiosa de 12 pueblos de Grecia central. Se reunían en el santuario de Deméter. Como el oráculo de Delfos era más famoso, trasladaron allí su sede. Esta decisión llevó a las llamadas guerras sagradas, que fueron tres.
Los Juegos Píticos se celebraban al principio cada 8 años. Luego se acortó a 4 años y se alternaban con los Juegos Olímpicos. Incluían pruebas atléticas, carreras de caballos y concursos de música. En Delfos se construyó un teatro y un hipódromo para estos juegos, que eran muy importantes.
El santuario se hizo muy rico después de la primera guerra sagrada. Algunas ciudades griegas querían controlar el santuario. Esto les daba prestigio sobre otras ciudades y reinos. Hubo muchas donaciones, tanto de griegos como de otros pueblos. El rey Creso de Lidia hizo un regalo muy valioso: un león de oro sobre una base de lingotes de oro y un cuenco de oro que pesaba mucho.
En la primera mitad del siglo VI a. C. se construyeron unos 12 tesoros alrededor del templo de Apolo. Este templo se quemó en el año 548 a.C. Su reconstrucción fue lenta. El nuevo templo, más grande, se terminó en el año 505 a.C. Fue construido gracias a una familia de Atenas llamada Alcmeónidas.

Las ofrendas y construcciones de tesoros en esta época fueron muchas:
- Tesoro de los sifnios, en el 525 a.C. Tenía figuras gigantes y relieves que mostraban batallas de dioses. Sifnos era una isla griega con minas de oro.
- Tesoro de los atenienses, el más importante. Fue ofrecido después de la batalla de Maratón. Atenas también ofreció un pórtico para recordar su victoria sobre los persas. En este tesoro se puede ver un texto sobre la Pitaida. Era una procesión que los atenienses enviaban a Delfos para recordar un evento en el monte Parnaso.
- En el 480 a.C., Gelón, un gobernante de Sicilia, derrotó a los cartagineses. Donó al oráculo un trípode con una figura de Niké (la victoria) de oro.
- Policelo, un príncipe siciliano, ganó en los Juegos Píticos. Ofreció al santuario una escultura de bronce de una cuadriga. De ella se conserva el famoso auriga de Delfos, encontrado en 1896.
Problemas en el siglo IV a. C.
Durante este siglo, el santuario de Delfos sufrió varias catástrofes:
- En el 370 a.C. hubo un terremoto que destruyó el templo.
- Del 350 a.C. al 340 a.C. fue la tercera guerra sagrada. Causó mucha destrucción. Los focidios lucharon para controlar el oráculo. Se apoderaron de los mejores tesoros del santuario. Fundieron el oro y la plata para pagar a sus soldados. Pero luego, Filipo II de Macedonia tomó el control y obligó a los focidios a devolver lo robado.
- En el 330 a.C. ocurrió la cuarta guerra sagrada. Esto llevó a la batalla de Queronea en el 338 a.C. Los macedonios ganaron y tuvieron el control de Grecia.
Los siglos III y II a.C.
Durante el periodo helenístico, se construyeron un teatro y un estadio nuevos.
Los etolios (gobernantes de Delfos) hicieron muchas ofrendas. Pero los más generosos fueron los reyes de Pérgamo. Ellos ofrecieron dinero y ayuda para mantener el santuario. El rey Átalo I regaló un gran conjunto monumental.
De esta época son las inscripciones en los muros de los edificios. Se pueden leer textos sobre "derechos honoríficos" y sobre "la liberación de esclavos". Apolo garantizaba esta liberación después de pagar una suma.
El declive del oráculo
El oráculo empezó a perder importancia con la llegada de los romanos, en el siglo I a. C.. Aunque seguía siendo respetado, tenía menos visitantes. En el siglo I a. C. se talló una fuente en la pared de la garganta Castalia.
Los fondos para mantener el santuario disminuyeron. La hierba crecía entre los edificios, la madera se pudría y había suciedad. Hubo un incendio en el templo de Apolo que el emperador Domiciano mandó reparar. El escritor griego Plutarco (que fue administrador del santuario) escribió sobre el "abandono" que sentía en Delfos.
A pesar de todo, la anfictionía seguía reuniéndose. Organizaban los Juegos Píticos y levantaban estatuas a emperadores romanos. El oráculo seguía siendo consultado. Pero las preguntas eran diferentes. Ya no se pedía consejo sobre guerras o gobernantes. Se preguntaba sobre viajes, matrimonios y asuntos personales. El oráculo dejó de influir en la política. Tuvo un último momento de esplendor bajo los Antoninos, en el siglo II. Los emperadores mantenían correspondencia con el oráculo.
El emperador romano Adriano también visitó Delfos. Allí hizo levantar una estatua en honor a su amigo Antínoo.
Herodes Ático, un político griego muy rico, donó parte de su fortuna a Delfos. Ayudó a reconstruir las gradas del estadio.
Pero en el siglo II d. C., el santuario recibía más visitantes curiosos que fieles. La gente iba a ver las ruinas, no a usarlo como lugar sagrado. En el año 87 a.C., Sila se llevó muchas riquezas. Lo mismo hizo el emperador Nerón. En el siglo IV, el emperador romano Constantino I el Grande se llevó a Constantinopla una de las pocas piezas grandes que quedaban: la columna serpentina.
En el siglo III, varios pueblos saquearon Grecia Central. En Delfos, destruyeron algunas estatuas. El resto se cayó después de un decreto del emperador Teodosio el Grande. Este decreto buscaba acabar con los "ídolos del paganismo". Así, el oráculo de Delfos cerró definitivamente en el año 390. Con el tiempo, la desolación fue total.
El fin del culto
El lugar de Delfos nunca estuvo deshabitado. Después de que se olvidó su propósito original, sus ruinas se cubrieron. Se construyó una pequeña ciudad sobre ellas.
Tras la ocupación romana y la llegada del cristianismo, en el siglo V, Delfos fue sede de un arzobispado. El oráculo fue desmantelado. Se construyeron iglesias usando el mármol de los monumentos. Así, se borró casi toda evidencia del gran oráculo de Delfos. En el siglo XVIII, los expertos dudaban sobre la ubicación exacta del santuario. Gracias a un hallazgo casual, comenzaron los estudios y excavaciones.
Las excavaciones arqueológicas

En 1676, Jacques Spon (francés) y George Wheler (inglés) llegaron al lugar del santuario. Era un pueblo llamado Castri. Vieron inscripciones con la palabra Delphi en una iglesia y en algunas casas. En ese momento, solo fue una noticia para los historiadores. No hubo excavaciones.
Dos siglos después, en 1840, un arqueólogo alemán, Karl Otfried Müller, descubrió parte del gran muro poligonal del santuario. Esto impulsó más trabajos. Llegaron más arqueólogos franceses y alemanes. Poco a poco, encontraron indicios de la joya arqueológica que se escondía allí. Pero era difícil excavar por la presencia del pueblo.
En 1881, los gobiernos griego y francés acordaron trasladar el pueblo de Castri a otro sitio. La nueva ciudad se llama Delfí. Entre 1892 y 1901, hubo una gran actividad arqueológica. Se encontraron piezas, restos de estatuas (con cara, manos y pies de marfil y cabello de oro), piedras de edificios y columnas rotas.
Años después, la Escuela Francesa de Arqueología y el Ayuntamiento de Atenas ayudaron con las restauraciones. Se restauraron:
- El tesoro de los atenienses, reconstruido pieza a pieza.
- El templo de Apolo, del que quedan algunas columnas.
- El estadio, el mejor conservado de la Antigüedad.
- El tholos.
- La fuente Castalia.
- El ágora romana.
- El altar de Quíos.
- Varias columnas.
Muchas piezas se llevaron al museo de Delfos. Entre ellas, el famoso auriga de bronce, la Esfinge de Naxos, los mellizos de Argos y una copia romana del ónfalos.
Un deslizamiento de rocas causó daños en 1935. A partir de 1936, se hicieron nuevas excavaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial y la guerra civil griega, muchos objetos arqueológicos se enterraron para protegerlos. Se desenterraron en 1952.
En la década de 1970, se excavó en la cueva Coricia. Allí se encontraron miles de figurillas. Otra campaña de excavaciones en la década de 1990 investigó los primeros tiempos de Delfos. Se encontró un hueso de león del siglo VI a. C.. También se realizó un estudio geológico del lugar.
Más información
- Afirmaciones del oráculo de Delfos
- Adivinación en la Antigua Grecia
- Oráculo griego
- Templo de Apolo en Delfos
- Auriga de Delfos
- Conócete a ti mismo