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Magia para niños

Enciclopedia para niños

La magia, entendida como arte o ciencia oculta, es la creencia y prácticas que buscan producir resultados sobrenaturales mediante rituales, conjuros e invocaciones.

Etimología

Proviene del latín magīa, derivado a su vez del griego μαγεία mageia (‘cualidad de sobrenatural’), y del griego magiké (que presumiblemente se utilizaba en el término «artes mágicas» junto con la palabra tekhné, ‘artes’), el cual es el femenino de magikós (‘mágico’) que proviene de magos (‘uno de los miembros de la clase sacerdotal y erudita’).

Este término proviene del antiguo persa maguš (mágush), que posiblemente proviene de una raíz protoindoeuropea *magh-, ‘ser capaz’, ‘tener la capacidad’.

Desde esa antiquísima palabra protoindoeuropea (de mediados y fines del III milenio a. C.) se produjo también el sánscrito māiā (‘ilusión’, ‘irrealidad’, ‘engaño’, ‘fraude’, ‘truco’, ‘hechicería’, ‘brujería’), que se menciona por primera vez en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.). Esa palabra proviene de la raíz sánscrita māi (‘obrar’, ‘mover’).

Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultas

Magia natural: Se definieron como «la magia natural» todos los fenómenos naturales observables en los cuales interviniera o estuviera presente la materia aunque fueran inexplicables. Así fue considerada y desarrollada la astrología por los persas, cuyos artífices eran llamados «los mágicos o magos», esta devino en la astronomía. Aún en el siglo XVII, el célebre pedagogo y físico alemán Gaspar Schott (jesuita) titulaba sus textos de física (que él mismo elaboraba y luego impartía a su alumnado) «magia acústica y magia óptica» (escritos en latín), en clara alusión al recuerdo del significado etimológico arcaico de la «magia natural», frase reservada en latín para aludir a la fenomenología física todavía inexplicable científicamente en su tiempo, como la luz y el sonido.

Magias no naturales, teologías o filosofías ocultas: En síntesis, una posible definición genérica sería la «idea de establecer un contacto de relación con cualquier tipo de entidad espiritual o mecanismo sobrenatural». Contactos de relación, tales como la invocación, evocación, adivinación, numerología o las cábalas, entre muchos otros. Otra clasificación subjetiva y arcaica establecería a las entidades y mecanismos sobrenaturales.

Etiologías de la magia

  • Entidades materiales y espirituales: El rayo, el fuego, el sol, la oscuridad, estrellas, terremotos, espíritus o almas que habitarían el aire, el agua, bosques, cuevas, el firmamento, lugares específicos de la tierra,los bosques, etc. Se supone actualmente que durante la prehistoria, para la interacción con la «magia de la naturaleza» y con las «magias o filosofías ocultas» se habrían servido los «mágicos» de procedimientos metódicos, en ocasiones rituales, donde se usarían palabras específicas o reservadas e instrumentos dedicados, en ocasiones consagrados, a la intervención o mediación de las entidades materiales y espirituales sobrenaturales de cualquier tipo y que constituyen una segunda etiología.

Magia y religión

Según Caro Baroja, durante mucho tiempo se sostuvo la tesis de que el pensamiento mágico era más antiguo o primitivo que el pensamiento religioso y que los procedimientos mágicos (benéficos o maléficos) "eran anteriores, en conjunto, a los procedimientos propios de las sociedades con una religión organizada y con ritos adecuados para impetrar el favor de la Divinidad o de las divinidades. Del conjuro con que se expresan la voluntad y el deseo... se pasó a la oración, que implica acatamiento y vasallaje". Frazier fue el autor que acabó de perfilar esta teoría, aunque era consciente de que los hechos que se reputaban como mágicos muy a menudo se daban asociados a los considerados como religiosos. En ese caso daba por sentado que los primeros correspondían a una fase diferente y anterior a la de los segundos.

Frazer consideraba que el primer golpe que transformó a la humanidad, para desistir de la magia como regla de fe y práctica, fue reconocer «su impotencia para manejar a placer ciertas fuerzas naturales que hasta entonces se habían supuesto dentro de su mandato». Dentro de esta concepción es posible entender que la inteligencia de las personas comenzaba a percibir que la práctica de la magia no producía precisamente los resultados esperados, que con anterioridad significaban una realidad. A esto le siguió un largo período de un pensamiento reflexivo que hizo la transición hacia la religión de manera gradual, por el mayor conocimiento de las fuerzas con un poder superior al del humano y el desarrollo del conocimiento. Frazer concluyó que el paso definitivo de la magia a la religión se da en «la confesión de la entera y absoluta dependencia del humano con respecto a lo divino», culmina con la sumisión del humano ante la inmensidad del universo.

Julio Caro Baroja afirma, por el contrario, que religión y magia en el mundo antiguo formaban parte de un único sistema. Señala que a Frazer y a sus continuadores ya les resultó muy difícil "separar lo estrictamente mágico de los religioso, en sistemas tales como el de la religión de los egipcios, caldeos y otros pueblos antiguos. Y lo que se deducía a la postre de su inmensa colección de datos y de otras colecciones parecidas era que no solamente los ritos religiosos estaban unidos con enorme frecuencia a los actos mágicos, sino que también cada grupo de creencias religiosas contaba con su Magia particular". Para respaldar su afirmación Caro Baroja demuestra que la magia y la religión en Grecia y en Roma formaban parte de un único sistema.

Caro Baroja concluye:

Creo que solo un abuso de método es el que ha convertido a la Magia en conjunto (y a la Magia clásica en particular) en materia que puede quedar totalmente al margen o solo circunstancialmente adherida a la Religión, susceptible por tanto de estudio aislado. La realidad es que una y otra han estado unidas de modo mucho más estrecho de que se da entender aun en la generalidad de los tratados y así resulta que los campos de acción de una y otra se interferían. Podemos admitir, sí, en bloque, que el campo en el que opera más el pensamiento mágico es el campo del deseo y de la voluntad que ha roto otros vínculos, y que en tanto en cuanto la mente humana se somete de modo fundamental a ideas de acatamiento, agradecimiento y sumisión, sigue dentro del campo de los sentimientos religiosos.
Ahora bien, en un caso u otro, dentro de la vida práctica, entre el sujeto que desea una cosa, buena o mala, incitado por odio o amor y el objeto de su deseo, suele interferirse con frecuencia un tercer elemento que, en unos casos, es esencialmente mago o hechicero y en otros sacerdote. Uno conjura, el otro normalmente ora y sacrifica. Pero a veces también, el sacerdote recurre a prácticas mágicas, a conjuros y el mago a oraciones y sacrificios. [...] A veces, también se combinan un conjuro y una oración, o se suceden. La fluidez de los pensamientos y de las emociones impide dar, pues, valor decisivo a toda separación rígida y formalista de los hechos mágicos y religiosos... Impide también establecer un orden sucesorio cronológico que permita decir que, siempre, un procedimiento (el mágico, por ejemplo) es anterior a otro (el religioso) o viceversa.

Historia de la magia

El término magia deriva de magi, uno de los elementos religiosos incorporados por los magos en la antigua Babilonia. Hubo magos en Roma, en Grecia y en casi todo el mundo occidental y oriental de la Antigüedad, cuando la magia o hechicería populares estaban relacionadas con antiguos ritos de fertilidad e iniciación en el conocimiento en los pueblos llamados bárbaros, principalmente los chinos.

La magia y la hechicería estaban ligadas también a las creencias de pueblos orientales muy antiguos, en los que el mago o brujo era a la vez un sanador y un conocedor del mundo invisible de los espíritus y desempeñaba un papel preponderante en la comunidad.

En Grecia y Roma los adivinos y magos no tenían ya nada que ver con los chamanes, aunque eran consultados sobre todo por los poderes de adivinación de los que se creía estaban dotados.

En la Europa medieval la magia estuvo relacionada con la alquimia y la astrología, actividades ocultas consideradas demoníacas por la Iglesia católica, y que fueron objeto de persecución especialmente durante la Baja Edad Media y la Era Moderna. Unas 500.000 personas resultaron procesadas y gran parte ejecutadas por tribunales civiles y religiosos, acusadas de brujería, a lo largo de casi cinco siglos.

Debe señalarse que ninguna de las grandes religiones acepta las prácticas de la magia (sí consideran que la magia existe como tal), tampoco otras creencias cristianas. En lo que respecta a las religiones judeocristianas en particular, se encuentran bastantes referencias negativas a los magos en el Antiguo y Nuevo Testamento.

El hermetismo (llamado la antigua ciencia en el medievo) influyó en el pensamiento del Renacimiento. Esta pseudociencia se vincula, en algunos aspectos, con el mantenimiento de antiguas creencias que, como la magia, conducían al conocimiento y manejo de las leyes espirituales del universo. En 1463, Cosme de Médici encargó la traducción de la obra de Hermes Trimegisto, que se suponía escrita en el antiguo Egipto pero que, para muchos, data de los primeros siglos de la era cristiana y que es la piedra angular del movimiento hermético o gnóstico (de gnosis, conocimiento).

La adivinación mediante el tarot fue una actividad frecuente en el nacimiento de la Era Moderna y los sistemas de símbolos desarrollados por los cartománticos para el conocimiento de la realidad presente y futura son claramente deudores de otros métodos de adivinación practicados por los magos, entre ellos la lectura del vuelo de las aves y de las entrañas de los animales sacrificados.

Prácticas de simple hechicería, adivinación, astrología, lectura de barajas y de libros oraculares como el antiquísimo I Ching de los chinos, o el alfabeto rúnico de los escandinavos, magia wiccana con las runas brujas o wicca y la magia alquímica con las runas de los sabios magia rúnica. aspectos del hinduismo, el yoga y hasta la creencia en la divinidad de civilizaciones extraterrestres y su presencia entre los humanos constituyeron desde mediados del siglo XX un conglomerado poco articulado que se conoce como movimiento de la Nueva Era (en inglés New Age).

Magia en la actualidad

Actualmente, en el mundo moderno, es muy común creer que existe la magia. Comúnmente se usa la idea de la magia en muchos sitios, principalmente libros, historias, cuentos, animación u otros, en los que la magia aparece como un extraordinario poder de modificar o manipular la naturaleza a voluntad propia. Así mismo, desde el siglo XIX, los espectáculos de magos e ilusionistas son una constante en las artes escénicas, donde se establece un pacto tácito entre espectadores y artistas mediante el que este "hace como que" tiene poderes sobrenaturales con los que impresiona, mediante trucos, a una audiencia presuntamente crédula.

El día 31 de enero se declaró como el día del mago, escogido por ser la fecha en que falleció San Juan Bosco, patrón de los magos, en el año 1888 en Turín.

Véase también

Imágenes

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Magia para Niños. Enciclopedia Kiddle.