La Mahoma para niños
La Mahoma es un muñeco de la tradición de los gigantes y cabezudos usado en la celebración de las festividad tradicional española de Moros y Cristianos.
La Mahoma del municipio alicantino de Biar es la más reconocida entre todas, ya que recibe una gran admiración en su pueblo. Se le presta a la localidad vecina de Villena durante un tiempo, pero la mayoría del año (septiembre a mayo) se encuentra en Biar, ya que pertenece a dicho municipio como bien indican las letras en grande que se sitúan en su dorsal.
El trato del término como femenino puede deberse a una omisión de una palabra femenina intermedia (la Mahoma), a una atracción popular ya que el término acaba en a, o a una combinación de ambas.
Características y uso
Consiste en una figura de gran cabeza, articulada y vestida con el traje tradicional de moro, que representa al profeta Mahoma. Se coloca en el castillo en que se realizan las embajadas durante el espacio de tiempo que va entre la embajadada mora y la cristiana, simbolizando de esta manera el dominio musulmán de la población. Se retira al acabar la embajada cristiana, ya que la victoria de éstos simboliza que el castillo vuelve a ser cristiano.
Historia
Esta tradición está relacionada con los gigantes y cabezudos aragoneses y catalanes y viene de la Edad Media. Hay constancia de su utilización en Jaén ya en 1463, y también aparece con el nombre de Aduar o Papaz en Alicante, Alcoy y Orihuela a lo largo del siglo XVIII. En Biar aparece documentada desde 1838 en el Semanario Pintoresco Español, pero es muy probable que ya existiera con anterioridad, pues en el artículo se dicho semanario ya aparece la tradición de compartirla con Villena. En estas últimas localidades se da la peculiaridad de que comparten la misma figura, que Biar cede a Villena al acabar sus fiestas de Moros y Cristianos con la celebración del Ball dels Espies (Danza de los Espías). Hasta entrado el siglo XX la figura se destrozaba o destruía de forma más o menos completa. Según Teodoro Llorente, que describió las fiestas de Villena alrededor de 1900, durante el siglo XVIII se le hacía estallar la cabeza con pólvora, apareciendo también esta tradición en la referencia de 1838.
Tanto del artículo de 1838 en el Semanario Pintoresco Español, como en Vida del Excmo. Sr. D. Joaquín María López, publicada en 1857 por Fermín Caballero, se puede deducir que la misma efigie era originalmente compartida también con diversas poblaciones vecinas (se menciona Castalla y Yecla) pero Villena y Biar debieron llegar a una clase de acuerdo para evitar perder la imagen de su ámbito geográfico de influencia, haciéndose más caro el tener que construir una nueva cada año.
Tras el Concilio Vaticano II algunas poblaciones, como Elda y Petrel, suprimieron la tradición al no considerar que se correspondiera con los nuevos aires aperturistas hacia el Islam que éste proclamaba. Además, la mayoría de las localidades han suprimido la representación de la quema de la efigie del profeta a fin de no herir sensibilidades ni ofender a la comunidad musulmana.
Véase también
- Moros y Cristianos
- Moros y Cristianos de Villena
- Gigantes y cabezudos