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Justo del Río para niños

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Justo del Río Velasco (nacido en Burgos el 14 de mayo de 1894 y fallecido en la misma ciudad el 6 de junio de 1985) fue un importante folclorista español. Se dedicó a investigar y recopilar la música y los bailes tradicionales de la provincia de Burgos.

¿Quién fue Justo del Río Velasco?

Justo del Río Velasco nació en Burgos. Desde muy joven, mostró un gran interés por las artes, especialmente la pintura. A los dieciséis años, viajó a Francia para estudiar pintura. Al regresar a Burgos, abrió su propio negocio como pintor y decorador.

Sus Pasiones y Habilidades

Justo del Río tenía muchas aficiones. En 1916, ayudó a fundar el Club Ciclista Burgalés. Le encantaban las motocicletas y fue uno de los primeros en Burgos en tener su propio coche. Usaba este coche para viajar por la provincia con sus amigos y colaboradores, buscando y recogiendo información sobre el folclore. También le gustaba mucho la fotografía y tenía su propio cuarto para revelar fotos. El teatro fue otra de sus grandes pasiones.

Aunque empezó a pintar muy joven, la pintura fue más bien un pasatiempo privado. Solo en 1968 se mostraron algunas de sus obras al público. Incluso a los 90 años, dibujó un cuaderno para sus nietos.

Su Trayectoria Musical y Folclórica

En 1922, Justo del Río se casó con Francisca. Ese mismo año, se unió al Orfeón Burgalés, un coro, como barítono. A partir de 1927, bajo la dirección de Antonio José Martínez Palacios, comenzó a formarse musicalmente. Fue entonces cuando, junto a su maestro, empezó a viajar por la provincia para buscar y recopilar piezas musicales tradicionales. Esta labor ya la había hecho antes Federico Olmeda.

Desde 1940, Justo del Río se dedicó por completo a organizar el Grupo de Danzas del Orfeón Burgalés.

El Nacimiento del Grupo de Danzas

El grupo de danzas surgió gracias a un evento especial en Madrid en marzo de 1940. El Ayuntamiento de Burgos propuso que el Orfeón participara con un pequeño grupo de baile. Justo seleccionó a doce niñas de la escuela de música. Ellas usaron trajes prestados de diferentes pueblos y bailaron al ritmo de dulzaineros del Ayuntamiento. Presentaron danzas que se bailaban tradicionalmente en fiestas como la del Corpus. ¡Fue un gran éxito!

Animado por esta experiencia, Justo creó las Escenas Castellanas. Eran representaciones teatrales con un guion sencillo que combinaban canciones tradicionales cantadas por el Orfeón y bailes interpretados por las niñas. Otros miembros del Orfeón, como María Cruz Ebro, Eduardo Valero y Salvador Puig, le ayudaban con los guiones. Justo se encargaba de la coreografía, basándose en bailes reales. Para la música, contaba con los maestros Amoreti y Sarmiento. También diseñaba los decorados, con la ayuda de otros pintores del Orfeón, Alberto Retes y Alfredo Zárate. Justo incluso tocaba instrumentos de percusión y los diseñaba si era necesario.

Las Romerías Castellanas

Más tarde, Justo organizó las Romerías Castellanas. Su objetivo era ayudar a los pueblos de la provincia que habían quedado un poco olvidados después de un conflicto importante. Quería recuperar y mostrar lo más auténtico del folclore a través de sus fiestas. El Orfeón Burgalés ofrecía su ayuda para las misas y procesiones tradicionales, y los pueblos se comprometían a organizar estas celebraciones. Se aprovechaba para hacer concursos, mostrar trajes típicos, decorar carretas y plazas, y sacar a la luz otros elementos tradicionales. La primera romería fue en 1944 en Rabanera del Pinar y la última en Espinosa de los Monteros en 1967.

La Recuperación de Trajes Regionales

Otro aspecto importante del trabajo de Justo del Río fue la recuperación de los trajes regionales. Esto se consolidó con la Exposición del Traje Provincial (Burgos, 1948) y la I Exposición de Traje Regional (1949). Justo pedía prestados trajes en los pueblos para vestir a las chicas de su grupo. Si no era posible, recreaba los trajes basándose en los elementos tradicionales que encontraba en sus viajes. Una novedad de sus exposiciones fue presentar los trajes en su contexto, recreando escenas como una cocina tradicional o un baile. También incluía otras piezas antiguas como cerámica, utensilios y joyas. Su trabajo en esta área fue continuado por José María González-Marrón, un experto en la vestimenta tradicional de Burgos.

Su Libro: Danzas Típicas Burgalesas

Como resultado de su investigación, Justo del Río publicó en 1959 su libro Danzas típicas burgalesas. En él, incluyó la música, muchos esquemas de coreografías, fotografías, detalles sobre el vestuario y notas que tomaba durante sus viajes.

Debido a diferencias de opinión con la dirección del Orfeón Burgalés, Justo decidió separar su grupo de danzas de la institución. Así se formó la Asociación de danzas burgalesas Justo del Río.

Desde ese momento y durante el resto de su vida, Justo del Río trabajó muchísimo, poniendo en práctica los resultados de sus investigaciones. Su labor fue reconocida con muchos premios y menciones.

Su fallecimiento, el 6 de junio de 1985, fue un evento muy importante en Burgos. Miembros de su grupo llevaron su cuerpo en hombros hasta la iglesia de San Cosme y San Damián, al ritmo de la jota burgalesa. Todos los grupos de danzas, vestidos con sus mejores galas, participaron en la despedida a este gran maestro del folclore de Burgos.

Reconocimientos y Premios

  • Medalla de Bronce del Milenario de Castilla (1943).
  • Asesor y maestro de danza del Grupo de Danzas de la Sección Femenina (1949).
  • Profesor de danza típicas castellanas del Conservatorio Municipal de Música de Burgos (1951-1967).
  • Medalla de Plata de la Provincia concedida por la Diputación de Burgos (1965).
  • Título de Buen Vecino de Burgos, otorgado por el Ayuntamiento de Burgos (1966).
  • Mejor Folclorista del año, otorgado por Radio Juventud (1969).
  • Medalla de Plata del Instituto Internacional Francisco Suárez (1972).
  • Medalla de Bronce, otorgada por el Ayuntamiento de Burgos (1973).
  • Insignia de Oro de la Asociación de Danzas Burgalesas Justo del Río (1974).
  • Castellano de Pro, otorgado por el Consejo Comunero (1985).

Sus Obras Publicadas

  • Estampas Castellanas (1940)
  • Danzas típicas burgalesas (1959)
  • "Danzas burgalesas: jota serrana". En: Revista de folklore, vol. 1, n.º 1 (1981), p. 34-36

Las Romerías Castellanas que Organizó

Detalles sobre Danzas Típicas Burgalesas

Este libro es la obra más importante de Justo del Río. Se publicó en 1959 y ha tenido dos reediciones, aunque incompletas, la última en 1981.

Contó con la ayuda de Ramón Inclán Leiva, quien escribió la parte descriptiva bajo el seudónimo de Ignotus. El prólogo fue escrito por el abogado José María Codón.

El libro es muy práctico. Incluye 85 transcripciones musicales, principalmente de piezas instrumentales tocadas por dulzaineros. Cada composición viene con dibujos, esquemas, instrucciones para bailar, fotografías y algunos datos históricos o etnográficos. Las danzas están clasificadas por zonas y se recogen bailes de 35 pueblos.

Algunas de estas danzas ya aparecían en el Cancionero de Federico Olmeda y en otros cancioneros de la época. Las transcripciones musicales de Justo del Río no eran muy exactas, ya que él no era músico, aunque contaba con la ayuda de Domingo Amoreti. A veces, se dice que "inventó" algunas melodías o completó lo que sus informantes no le daban, según sus propios gustos.

A pesar de estas pequeñas imperfecciones, el libro es una muestra muy completa del folclore de la provincia. Incluye unas treinta danzas de paloteo y algunas danzas del Día del Corpus de la capital. También están bien representados los bailes más conocidos como la jota, el agudillo y la rueda. Algunas piezas son muy populares, como La Tarara y Las carrasquillas.

Aunque su obra es muy importante, algunos aspectos generan debate. Por ejemplo, el hecho de que agrupe bajo el título de "danzas" piezas que en realidad son solo bailes populares, donde no hay una coreografía fija. En cuanto a las danzas con coreografía o ritual, se duda si todas son completamente originales. Miguel Manzano Alonso (2001, 87) señala que a veces parece que Justo del Río buscó y adaptó melodías para coreografías que ya tenía en mente. Sin embargo, Justo del Río siempre se mantuvo fiel a los elementos populares.

Manzano también menciona que, en algunas melodías de paloteo, Justo del Río sacrificó partes de las danzas, quizás por razones estéticas, lo que descontextualizó los fragmentos.

A pesar de estas licencias, no podemos negar que Justo del Río "restauró" y "devolvió" el folclore de Burgos, que se había perdido en muchos pueblos. Hoy en día, los grupos de danzas que se reúnen cada verano en el certamen patrocinado por la Diputación siguen bailando las danzas y coreografías que Justo del Río "rescató" en los años 40 y 50 por toda la geografía burgalesa. Sin su trabajo, el folclore de Burgos sería muy diferente.

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