Julián Sanz del Río para niños
Datos para niños Julián Sanz del Río |
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![]() Julián Sanz del Río (c.1860), por Miguel Pineda Montón. Ateneo de Madrid.
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Información personal | ||
Nacimiento | 10 de marzo de 1814 Torrearévalo (España) |
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Fallecimiento | 12 de octubre de 1869 Madrid (España) |
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Sepultura | Cementerio Civil de Madrid | |
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo, profesor universitario, jurista, pedagogo y escritor | |
Cargos ocupados | Catedrático de universidad | |
Empleador |
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Estudiantes | Francisco Giner de los Ríos y Federico de Castro y Fernández | |
Julián Sanz del Río (nacido en Torrearévalo, Soria, el 10 de marzo de 1814 y fallecido en Madrid el 12 de octubre de 1869) fue un importante pensador, experto en leyes y educador español. Es conocido por traer a España una corriente de pensamiento llamada krausismo. Fue maestro de figuras destacadas como Francisco Giner de los Ríos y amigo de Fernando de Castro y Pajares. Su trabajo como educador fue muy importante para cambiar la forma de pensar en España y para modernizar el sistema de enseñanza de su época.
Contenido
La vida de Julián Sanz del Río
¿Cómo fue la formación de Julián Sanz del Río?
Julián nació a principios del siglo XIX en un pequeño pueblo de Soria. Sus padres, Gregoria y Vicente, eran agricultores con pocos recursos. En 1824, al quedarse sin padres, su tío materno Fermín, que era sacerdote, se hizo cargo de él.
Su tío le enseñó las primeras letras en el Seminario Conciliar de San Pelagio de Córdoba. Entre 1830 y 1833, Julián estudió Derecho en la Universidad de Granada. Continuó sus estudios en 1834 en la Real Universidad de Toledo, donde obtuvo un título en leyes.
Después, regresó a Granada para completar sus estudios universitarios, logrando los grados de licenciado y doctor. Allí comenzó a trabajar como profesor de Derecho Romano.
En 1836, se mudó a Madrid y terminó sus estudios de Derecho en la Universidad Central en 1840. Dos años después, fue profesor sustituto de leyes. En 1843, fue nombrado profesor interino de Historia de la Filosofía en la Universidad Complutense. Ese mismo año, el ministro de Gobernación, Pedro Gómez de la Serna, lo envió a Alemania para que ampliara sus conocimientos.
Su viaje a Alemania y el krausismo
En Alemania, Julián Sanz del Río conoció a importantes pensadores del krausismo, una filosofía que promueve la razón, la moralidad y la libertad individual. Se reunió con Heinrich Ahrens en Bruselas, un seguidor de Krause, el fundador de esta corriente. También conoció a otros pensadores en Heidelberg, como el jurista Röder y el historiador Georg Weber, en cuya casa se hospedó.
La muerte de su tío Fermín en 1844 lo obligó a regresar a España. Después de un tiempo de reflexión, volvió a la universidad en Madrid. En 1845, obtuvo una cátedra (puesto de profesor principal) de Ampliación de Filosofía. Sin embargo, renunció a ella porque sentía que no estaba lo suficientemente preparado.
Un tiempo de retiro y su regreso a la enseñanza
Entre 1845 y 1854, Julián Sanz del Río se retiró a Illescas, un pueblo de Toledo. Allí se casó con Manuela Jiménez en 1856. Durante este tiempo, animó a otros colegas a crear un grupo para estudiar y debatir sobre la ciencia y la filosofía. Esto llevó a la formación del primer "Círculo Filosófico".
Finalmente, en 1854, regresó a la enseñanza. Como profesor de Filosofía del Derecho, Sanz del Río inspiró tanto a sus alumnos que ellos iniciaron un movimiento intelectual muy importante. Este movimiento buscaba una gran reforma en la educación y otros cambios en la sociedad. Esto culminó con la creación de la Institución Libre de Enseñanza en 1876, una institución que él no llegó a conocer, ya que falleció en 1869.
Desafíos y su expulsión de la universidad
El trabajo de Julián Sanz del Río, que buscaba traer nuevas ideas de Europa y modernizar la educación, encontró oposición. Aunque era una persona íntegra y religiosa, algunos lo veían como una amenaza al sistema educativo de la época.
Fue objeto de una larga campaña de críticas y fue expulsado de su puesto de profesor en 1867. Esta decisión fue firmada por el ministro Manuel Orovio Echagüe. Lejos de desanimarse, Sanz del Río escribió un texto defendiendo su conducta, llamado Carta y cuenta de conducta.
La expulsión de Sanz del Río provocó una fuerte reacción de rechazo entre sus alumnos y otros seguidores del krausismo, como Joaquín Costa, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar.
El retorno y el final de su vida
El 19 de octubre de 1868, tras un importante cambio político en España conocido como la "Gloriosa", Julián Sanz del Río fue repuesto en su cátedra. También le ofrecieron ser rector de la Universidad de Madrid, pero no aceptó. Sin embargo, sí aceptó el cargo de decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central el 1 de noviembre. Un mes después, renunció por motivos de salud.
Se retiró a su casa en Illescas durante un año. Falleció en Madrid en el otoño de 1869, a los cincuenta y cinco años. Cinco años después, su colega Fernando de Castro y Pajares también falleció. Ambos descansan en el cementerio civil de Madrid.
Su legado: "Y sin embargo se mueve"
Alrededor de 1850, después de muchos años en los que la educación y la cultura en España estaban controladas por un solo grupo, la honestidad intelectual de Sanz del Río y su interés por la filosofía y la ciencia lo pusieron en una situación similar a la de Galileo Galilei. Si Galileo fue criticado por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol, Sanz del Río fue criticado por fomentar el pensamiento crítico en sus alumnos, animándolos a ser honestos y libres a través de las ideas del krausismo.
El profesor Joaquín Casalduero explica que, desde que Felipe II prohibió a los españoles estudiar en el extranjero en 1559 (excepto en algunas universidades), pasaron tres siglos hasta que el ministro Pedro Gómez de la Serna envió a Julián Sanz del Río a estudiar a la Universidad de Heidelberg en Alemania. Esto marcó el fin de una época en la que España se había aislado de algunas ideas europeas. Sin buscar venganza, Sanz del Río dio el primer paso para conectar a España con el resto del continente a través de la renovación intelectual y moral de su universidad.
La calidad humana de Sanz del Río se vio cuando, al regresar de Heidelberg y darse cuenta de que no se sentía lo suficientemente preparado para enseñar, renunció a su puesto. Nueve años después, en 1854, cuando sintió que ya estaba listo, regresó. Lo más valioso que transmitió a sus alumnos fue su "integridad intelectual", es decir, su honestidad y coherencia en el pensamiento.
Un maestro que inspiró a otros
Ramiro Ledesma Ramos dijo en 1929: "Hace unos sesenta años, en la década de 1860, llegó a nuestro país un grupo admirable de personas que trajeron una filosofía. Estos fueron los krausistas y su único maestro, maestro de todos: Sanz del Río."
Esta cita muestra la importancia de Sanz del Río como un maestro que inspiró a muchos. Santiago Valentí Camp en 1922, en su estudio Ideólogos, teorizantes y videntes, menciona a varios de sus alumnos que se convirtieron en figuras importantes en el pensamiento español de la segunda mitad del siglo XIX.
Entre sus alumnos destacados estuvieron Luis María Pascual, Agustín Pascual González, Fernando de Castro y Pajares, Emilio Castelar, Nicolás Salmerón, Francisco Giner de los Ríos (quien quizás fue su principal continuador), Gumersindo de Azcárate y Eugenio Maria de Hostos. Muchos de ellos llegaron a ocupar puestos importantes como profesores y en la política, asistiendo a sus clases durante varios años.
Sus escritos
Julián Sanz del Río prefería enseñar hablando y no publicaba muchos de sus propios estudios. Esto también les pasó a dos de sus seguidores y maestros, Giner de los Ríos y Cossío. Por eso, su obra (libros, artículos, traducciones) es variada y a veces difícil de encontrar.
Además de traducir manuales sobre el Krausismo y algunos libros que publicó en vida, la mayor parte de su legado se encuentra en ediciones que sus alumnos y herederos llevaron a la imprenta. Algunos de estos títulos son: Análisis del pensamiento racional (1877), Filosofía de la muerte (publicada por Manuel Sales y Ferré en 1877) y sus Cartas inéditas (publicadas por Manuel de la Revilla).
Entre sus obras más importantes se encuentran:
- Lecciones para el sistema de filosofía analítica de Krause (1850)
- Sistema de filosofía; Metafísica. Primera parte, análisis) (1860)
- Ideal de la Humanidad para la vida (1860)
- Doctrinal de Lógica (1863)
- Programas de Psicología, Lógica y Ética
- Lecciones sobre el sistema de la Filosofía (1868)
- Sistema de filosofía; Metafísica. Segunda parte, síntesis (1874)
- Análisis del pensamiento racional (1877)
- Filosofía de la muerte (1877)
Muchas de sus obras que no se publicaron en vida pudieron ver la luz en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.
Su visión sobre la religiosidad
También es notable su Discurso pronunciado en la Universidad Central en la solemne inauguración del año académico de 1857-1858. Este texto no solo es un ensayo educativo, sino también un ejemplo de buena prosa en español. En él, Sanz del Río explica su visión sobre cómo la moral y la espiritualidad se relacionan con la vida de las personas.
Galería de imágenes
Véase también
- Krausismo
- Institución Libre de Enseñanza