Iuliu Maniu para niños
Datos para niños Iuliu Maniu |
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![]() Retrato de Iuliu Maniu, c. 1928-30
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![]() Primer ministro de Rumanía |
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10 de noviembre de 1928-7 de junio de 1930 | ||
Monarca | Miguel I de Rumania | |
Predecesor | Vintilă Brătianu | |
Sucesor | Gheorghe G. Mironescu | |
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Primer ministro de Rumanía | ||
13 de junio de 1930-10 de octubre de 1930 | ||
Monarca | Carol II | |
Predecesor | Gheorghe G. Mironescu | |
Sucesor | Gheorghe G. Mironescu | |
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Primer ministro de Rumanía | ||
19 de octubre de 1932-14 de enero de 1933 | ||
Monarca | Carol II | |
Predecesor | Alexandru Vaida-Voevod | |
Sucesor | Alexandru Vaida-Voevod | |
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Información personal | ||
Nacimiento | 8 de enero de 1873 Bădăcin, Reino de Hungría, Imperio austrohúngaro |
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Fallecimiento | 5 de febrero de 1953 Cárcel de Sighet, República Popular de Rumania |
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Sepultura | Cemetery of the Poor in Sighet | |
Nacionalidad | Austrohúngara y rumana | |
Religión | Greco-católico | |
Lengua materna | Rumano | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | abogado | |
Partido político | Partido Nacional Campesino | |
Firma | ||
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Iuliu Maniu (nacido en Bădăcin el 8 de enero de 1873 y fallecido en Sighet el 5 de febrero de 1953) fue un importante político rumano. Su carrera comenzó en su tierra natal, que entonces era parte de Austria-Hungría, y continuó más tarde en Rumanía. Fue líder del Partido Nacional Rumano de Transilvania antes y después de la Primera Guerra Mundial. También fue uno de los fundadores del Partido Nacional Campesino junto con Ion Mihalache. Maniu llegó a ser primer ministro de Rumanía en tres ocasiones, entre 1928 y 1933.
Contenido
Los primeros años de Iuliu Maniu
Su juventud y primeros pasos en la política (1873-1914)
Iuliu Maniu nació en una familia rumana en Bădăcin, cerca de Șimleu Silvaniei. Esto fue en el Reino de Hungría, que en ese momento formaba parte del Imperio austrohúngaro. Nació el 8 de enero de 1873. Su padre, Ioan Maniu, era abogado y su familia tenía una buena posición económica.
Iuliu Maniu estudió secundaria en los liceos de Zalău, Blaj y Cluj. Más tarde, estudió Derecho en la Universidad de Cluj, la Universidad de Budapest y la Universidad de Viena. Obtuvo su título de doctor en 1896. Durante sus años universitarios, presidió una asociación de estudiantes serbios, croatas, eslovacos y rumanos. Este fue su primer contacto con la política.
Maniu se unió al Partido Nacional Rumano de Transilvania y el Banato (PNR) y formó parte de su dirección desde 1897. Representó a su partido en el Parlamento de Budapest varias veces. Allí se hizo conocido por oponerse firmemente a las políticas húngaras en Transilvania.
Se estableció en Blaj y trabajó como abogado para la Iglesia católica oriental, a la que pertenecía. Maniu fue influenciado por Simion Bărnuțiu, un amigo cercano de su padre. También trabajó como profesor de Derecho en la Academia de Teología de Blaj. En 1906, fue elegido diputado al Parlamento de Budapest, donde defendió con fuerza sus ideas nacionalistas rumanas.
Después de aconsejar al archiduque Francisco Fernando sobre sus planes para reorganizar los territorios austrohúngaros, Maniu empezó a considerar la unión de Transilvania con el Reino de Rumania. Esto ocurrió después del asesinato del archiduque en Sarajevo en 1914. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, las autoridades austrohúngaras lo enviaron al frente, ya que sospechaban que deseaba una victoria del enemigo.
La personalidad de Maniu
El ambiente religioso y sus experiencias como opositor en el Parlamento húngaro influyeron mucho en la personalidad de Maniu. Desarrolló una actitud de oposición constante y una gran rectitud, a veces tan fuerte que parecía inflexible. Esto le ganó una gran admiración entre sus seguidores y un profundo rechazo de sus oponentes, quienes a menudo se sentían desesperados por su postura inquebrantable.
Su integridad personal y su honestidad no eran compartidas por muchos de sus partidarios. Esto llevó a que lo acusaran de hipocresía. Su actitud crítica y de oposición también le causó un problema mayor: a veces tendía a retirarse o renunciar como protesta en situaciones que habrían requerido una acción más directa. Su forma de ser, virtuosa pero a veces pasiva, se refleja en un discurso que dio durante la Gran Depresión en 1932:
Hoy la nación está sin sus derechos constitucionales, estamos al borde de la quiebra económica y moral. Vemos la anarquía en el corazón de la gente y el odio creciendo en las provincias; entre el ruido de esta creciente desintegración, apenas se puede escuchar la voz de la conciencia nacional, única e indivisible... En estos momentos difíciles me piden que los guíe. No lo haré. Cuentan tanto con inteligencia como con conciencia. Les ruego que recuerden los sufrimientos que llevaron a la unidad nacional.
Liderando el Partido Nacional Rumano
Junto con otras figuras importantes de la época, como Vasile Goldiș, Gheorghe Pop de Băsești, el sacerdote ortodoxo Miron Cristea y Alexandru Vaida-Voevod, Maniu llevó a cabo una intensa campaña para la unión con Rumanía. Esta campaña culminó al final de la guerra en la Asamblea de Alba Iulia el 1 de diciembre de 1918. Allí, los representantes rumanos de Transilvania pidieron separarse de Austria-Hungría. El 2 de diciembre, Maniu se convirtió en el jefe del Directorio Transilvano, un puesto similar al de gobernador provisional del territorio.
Después de la creación de la "Gran Rumanía", el PNR participó en el Gobierno central en Bucarest. Formaron un gabinete liderado por Vaida-Voevod en alianza con el Partido Campesino de Ion Mihalache. Pronto tuvieron conflictos con uno de los principales partidos tradicionales del antiguo reino, el Partido Nacional Liberal (PNL), dirigido por Ion Brătianu. Esto ocurrió cuando el Partido Campesino empezó a pedir una gran reforma agraria.
Después de que el rey Fernando disolviera el Parlamento, Maniu se enfrentó a los principales políticos del país. Esto fue por la abolición del Directorio Transilvano en abril de 1920 por parte del nuevo primer ministro Alexandru Averescu, con el apoyo de los liberales. Como resultado, Maniu se negó a asistir a la coronación de Fernando como "rey de la Gran Rumanía" en Alba Iulia en 1922. Él interpretó esta ceremonia como un intento de someter a la Transilvania, que tenía varias religiones, a la ortodoxia rumana. Al mismo tiempo, el PNR rechazó las medidas de centralización del gobierno incluidas en la nueva Constitución de 1923, apoyadas por Brătianu. El PNR exigió que cualquier reforma constitucional fuera aprobada por una asamblea constituyente y no solo por una votación en el Parlamento. Temiendo que el PNL tomara el control total de la política rumana, el PNR se unió al Partido Campesino en 1926. Juntos crearon un nuevo partido: el Partido Nacional Campesino (PNȚ). Maniu fue nombrado presidente de este partido y lo dirigió sin interrupción durante los siguientes siete años, y de nuevo entre 1937 y 1947.
En el Partido Nacional Campesino durante el periodo democrático
A pesar de sus éxitos en las elecciones, el PNȚ no llegaba al poder porque el rey tenía la prerrogativa de encargar la formación de Gobierno a quien quisiera. Fernando eligió a Brătianu, Averescu y al príncipe Barbu Știrbey, dejando a Maniu de lado. Maniu protestó públicamente e intentó organizar una marcha de campesinos hacia Bucarest, similar a la Asamblea de 1918 en Alba Iulia, en mayo de 1928. Irónicamente, la marcha terminó con los organizadores pidiendo al Gobierno trenes para llevar a la gente a sus casas, después de haberlo criticado duramente durante los discursos.
Maniu ejerció mucha presión sobre el último Gobierno de Ion Brătianu y, tras su fallecimiento, sobre el de su hermano Vintilă. Incluso intentó impedir que Rumanía obtuviera un préstamo internacional para estabilizar la economía y dificultó el funcionamiento del Parlamento, que estaba controlado por una gran mayoría de liberales gracias a elecciones manipuladas. En política exterior, Maniu se mostró dispuesto a considerar las propuestas de Lord Rothermere para revisar el Tratado de Trianon.
Cuando la muerte de Fernando se acercaba, Maniu empezó a negociar un posible regreso de Carol a Rumanía. Le propuso que se coronara en Alba Iulia, sin seguir la Constitución, y que refundara el Estado. Estas negociaciones terminaron abruptamente cuando las autoridades pidieron a Gran Bretaña que expulsara al príncipe desheredado de su territorio.
El PNȚ solo logró llegar al poder en noviembre de 1928, después de la muerte del rey Fernando y del principal de los Brătianu (Ion Bratianu). En las elecciones de ese año, el partido se unió a los socialdemócratas y al Partido Alemán.
El primer gobierno de Maniu (1928-1930)
El 9 de noviembre de 1928, los regentes encargaron a Maniu formar Gobierno. El PNȚ llegó al poder en un ambiente de gran entusiasmo y optimismo. Dos días después, Maniu formó un Gobierno solo con miembros de su partido. Entre ellos estaban figuras destacadas como Gheorghe Mironescu en Asuntos Exteriores, Alexandru Vaida-Voevod en Interior, Ion Mihalache en Agricultura y Virgil Madgearu en el Ministerio de Comercio e Industria. Maniu hizo varias declaraciones, diciendo que el objetivo de su gabinete era establecer por primera vez un gobierno verdaderamente constitucional. También declaró su disposición a aceptar capital extranjero para mejorar la economía del país y su voluntad de ayudar a la agricultura.
En las elecciones del 12 de diciembre de 1928, consideradas libres, el partido de Maniu, aliado con los socialdemócratas y el Partido Alemán, recibió un apoyo abrumador. Obtuvo cerca del 80% de los votos y 348 escaños (333 de ellos del PNȚ). Los liberales solo lograron 13 escaños, y el resto de los partidos, cifras similares. A pesar de que Maniu había criticado antes la ley electoral de 1926 —que daba una gran mayoría al partido que alcanzara el 40% de los votos—, los nacionalcampesinos no la eliminaron y se beneficiaron de ella, al igual que sus predecesores.
La primera tarea del Gobierno fue estabilizar la moneda y conseguir el crédito de estabilización que el gobierno anterior no había logrado. Esto se consiguió en febrero de 1929, al obtener 72 millones de dólares para estabilizar la moneda y mejorar los ferrocarriles. También se obtuvo otro crédito de 30 millones a cambio de ceder el monopolio nacional de cerillas. Se creó entonces el Instituto de Monopolios Estatales para respaldar el crédito. Un experto francés llegó a Rumanía para supervisar la reforma de la Hacienda pública y la aplicación del crédito. El Gobierno se esforzó por mejorar las finanzas públicas y atraer capital extranjero. En marzo, se reformó el Banco Nacional, haciéndolo más independiente del Gobierno y dándole más poder para mantener la estabilidad de la moneda. En julio, se aprobaron leyes para reformar la contabilidad y la organización del presupuesto estatal, buscando un mejor control de las finanzas públicas, aunque con poco éxito.
En 1929 también hubo una serie de incidentes que causaron conflictos entre el Gobierno y la izquierda. Por ejemplo, la detención y condena a prisión de un antiguo líder comunista por entrar ilegalmente al país desde la Unión Soviética. También la dura represión de la huelga de los mineros del valle de Jiu (que el Gobierno investigó, castigando a la policía y militares implicados en la masacre) y los incidentes en la frontera de Besarabia.
En julio, tras descubrirse un plan para derrocar al Gobierno, se crearon grupos paramilitares de apoyo al Gobierno. En octubre, un ataque contra Vaida-Voevod hirió a una persona inocente debido al maltrato policial, y se acusó al Consejo de Ministros.
Sin embargo, el principal punto débil del gobierno de Maniu fue la economía, que no mejoraba. El crédito se había usado principalmente para pagar deudas antiguas, y las cosechas de 1927 y 1928 fueron malas, lo que requirió fondos para ayudar a las zonas más pobres. En 1929, aunque la cosecha fue excelente, no se pudo exportar en grandes cantidades y el precio del grano en los mercados internacionales empezó a bajar. La crisis de los precios de los productos agrícolas se agravó en 1930, lo que llevó a varios países agrícolas, incluida Rumanía, a unirse para intentar mejorar la situación, sin éxito.
En 1929 y 1930, también se aprobaron leyes para descentralizar y dar autonomía a las regiones del país. Se eliminó la censura y se permitió la venta de propiedades agrícolas.
La muerte de uno de los regentes en octubre y la elección unilateral de su reemplazo por los nacionalcampesinos fue criticada por la oposición. Esto aumentó la insatisfacción con la regencia y el deseo del regreso del príncipe Carol.
En 1930, la recuperación económica no llegó y la prensa de la oposición siguió criticando duramente al Gobierno. Este respondió aprobando una ley contra la difusión de rumores que dañaran el crédito del Estado, lo que llevó a la confiscación de varios periódicos. En las elecciones municipales de marzo, se notó una disminución de la popularidad del Gobierno y una cierta recuperación de la oposición del PNL. Después de poco más de un año en el poder, el entusiasmo por el PNȚ disminuyó al notarse la falta de un programa de gobierno planificado, la ineficacia en algunos departamentos y los errores de algunas medidas. La falta de cambios en el sector agrícola fue el principal problema sin resolver. En 1929, cuando las deudas de los campesinos alcanzaban un valor igual a la producción industrial del país de un año, el Gobierno de Maniu no pudo implementar un sistema de crédito que aliviara la situación. Aprobó una ley que permitía a los campesinos vender las tierras adquiridas en la reforma agraria de la posguerra, lo que llevó a muchos a malvenderlas, agobiados por sus deudas. El PNȚ, en el poder, se mostró más como un partido de la clase media —la facción que representaba Maniu— que como un partido campesino —la facción representada por Mihalache—.
Las promesas de cambios radicales, la inexperiencia y desorientación del Gobierno, y las circunstancias (funcionarios controlados por la oposición liberal, crisis económica mundial, fuerte oposición, mantenimiento de la ley electoral de 1926...) hicieron que el apoyo al Gobierno de Maniu disminuyera poco a poco.
El regreso de Carol y los últimos gobiernos del PNȚ (1930-1933)

El 6 de junio de 1930, el príncipe Carol, que había sido desheredado, aterrizó en Rumanía, después de semanas de rumores sobre su regreso. Maniu, que había mantenido contacto con el príncipe y apoyaba su vuelta, anunció que el Gobierno había aprobado su regreso y renunció. Esto dio paso a un breve mandato de su compañero de partido Gheorghe Mironescu, quien eliminó la ley que impedía a Carol subir al trono. Pocos días después, cuando el principal partido de la oposición (el Partido Nacional Liberal) se dividió por su postura hacia el príncipe, Maniu volvió a liderar el Gobierno. Esta vez, el economista Mihail Manoilescu, partidario del príncipe, formó parte del gabinete.
Maniu nunca había aceptado de buen grado que Carol fuera apartado de la sucesión y que se estableciera una regencia. Consideraba la posibilidad de contar con el apoyo de un nuevo rey, como los liberales habían tenido el de Fernando I. Además, era consciente del apoyo popular a Carol. Sin embargo, Maniu no estaba a favor de la proclamación inmediata de Carol como rey sin que este renunciara a su compañera y se reconciliara con su esposa, debido a su carácter estricto. Ante la presión popular a favor de Carol, Maniu finalmente cedió, para renunciar en octubre ante el regreso de la compañera del rey, Magda Lupescu, a quien no aceptaba.
Le sucedió otro gabinete del PNȚ, con Mironescu a la cabeza, de carácter provisional. Esto se debió al deseo del rey de formar un Gobierno de coalición, lo cual no se logró. Maniu no formó parte de este gabinete. La renuncia de Maniu marcó la entrega del poder efectivo de un partido que había logrado un inmenso apoyo popular a un monarca que, aunque popular, no era parte del gobierno representativo y era conocido por su actitud hostil hacia las disputas políticas.
Después de varios gobiernos del PNȚ, en los que Carol alternó a Maniu con el más conservador Vaida-Voevod, y que tuvieron que enfrentar el empeoramiento de la Gran Depresión y el descontento social que causó, Carol decidió prescindir del partido y encargar la formación de un nuevo gabinete a los liberales del PNL.
Maniu había reemplazado a Vaida-Voevod en octubre de 1932, después de la renuncia de este. Vaida-Voevod había iniciado negociaciones con la Unión Soviética a las que se había opuesto el influyente Nicolae Titulescu, quien logró su cese. Las relaciones entre el rey y Maniu siguieron siendo tensas. El monarca nombró a militares de su confianza para ciertos puestos civiles, incluido el prefecto de Bucarest. Ante la imposibilidad de destituirlos, el ministro de Interior renunció y Maniu le siguió en enero de 1933; Vaida-Voevod volvió a presidir el Consejo de Ministros.
El último gabinete del PNȚ, con Vaida-Voevod a la cabeza, duraría hasta noviembre de 1933. En ese momento, el crecimiento del movimiento de ultraderecha de la Guardia de Hierro, protegida por Vaida-Voevod, disgustó al rey. La Guardia criticaba al rey, a su compañera (judía) y a sus allegados. El Gobierno tampoco había logrado solucionar la crisis económica.
Durante las dictaduras
Los gobiernos de Carol (1937-1940)
La política del país se fue transformando cada vez más en un sistema autoritario centrado en el rey y en un movimiento fascista, la Guardia de Hierro, que no dejaba de crecer en influencia.
A finales de 1937, Maniu llegó a un acuerdo electoral con el líder de la Guardia, Corneliu Zelea Codreanu. El objetivo era evitar las habituales manipulaciones del Gobierno en las próximas elecciones. Este acuerdo fue una gran sorpresa para los defensores de la democracia, dada la diferencia entre ambos partidos. Se considera un error político de Maniu, quien dio una apariencia de respeto al movimiento de Codreanu, al mismo tiempo que le impedía criticar a una organización claramente antidemocrática y mostraba la falta de confianza del partido en sus propias fuerzas, a diferencia del pasado.
El monarca intentó entonces conseguir el apoyo de algunas figuras de los partidos, como Ion Duca del PNL y Armand Călinescu del PNȚ, mientras aplicaba una dura represión a la Guardia.
En el segundo juicio contra Codreanu a principios del verano de 1938, Maniu testificó, junto a otras figuras como Ion Antonescu, a favor del acusado, quien fue condenado de todas maneras.
Después de las pérdidas de territorio en el verano de 1940 (cesión de Besarabia y el norte de Bucovina a la Unión Soviética a finales de junio, del norte de Transilvania a Hungría por el segundo arbitraje de Viena a finales de agosto, y del sur de Dobrudja a Bulgaria por el Tratado de Craiova a principios de septiembre), Carol tuvo que ceder el poder al general Ion Antonescu y exiliarse. Esto dio paso al Gobierno de coalición entre Antonescu y la Guardia, que proclamó el Estado Nacional Legionario y se alió inmediatamente con las Potencias del Eje. Durante la crisis, Maniu, al igual que su oponente del partido liberal Constantin Brătianu, se había negado a participar en el nuevo Gobierno del general sin la previa abdicación del monarca.
El Estado Nacional Legionario y el gobierno de Antonescu (1940-1944)
Tras la renuncia y exilio del rey, Antonescu intentó entregar el poder a los políticos, pero estos no lo aceptaron y decidieron apoyar a Antonescu. Maniu declaró años más tarde en el juicio del general:
Sentí que tenía la autoridad moral, el apoyo del ejército y la inclinación al poder... Por esas razones declaré que el mariscal Antonescu no era la única alternativa, sino la mejor.
El general propuso entonces formar un Gobierno de unidad nacional, pero fracasó. Maniu fue el primero en abandonar las conversaciones ante las exigencias de la Guardia de Hierro, que no aceptaba. El posterior abandono de Brătianu y los liberales obligó a Antonescu a entenderse solo con la Guardia, que había aumentado su popularidad, y proclamar el Estado Nacional Legionario.
El PNȚ sobrevivió en una situación de semiclandestinidad. Después de que Antonescu eliminara a la Guardia en enero de 1941, el PNȚ obtuvo cierto reconocimiento del nuevo gobierno. De hecho, Maniu pudo mantener varias conversaciones con el general sobre temas importantes para el país. Entre ellos, Maniu pidió que se detuviera la persecución de los judíos y su traslado a las nuevas provincias más allá del Dniéster. Sobre el maltrato y expulsión de los judíos, Maniu se quejó al general ya en agosto de 1942, lo que molestó a Antonescu. En septiembre, ante las declaraciones de los líderes occidentales contra los crímenes contra los judíos, Maniu declaró:
Lo he dicho y lo seguiré diciendo: pagaremos caro el maltrato de los judíos.
Antonescu permitió la oposición de Maniu y Dinu Brătianu del PNL. Ellos criticaron repetidamente al general por carta. Antonescu les ofreció varias veces cederles su puesto, pero ellos rechazaron las ofertas o las ignoraron. Antonescu permitió las reuniones secretas de los grupos de Maniu y Brătianu, a pesar de saber que se usaban para acordar críticas al líder, que luego eran usadas por la BBC. También recibió duras críticas de los alemanes por su permisividad. Antonescu también permitió a Maniu mantener conversaciones para lograr la paz con los Aliados Occidentales en 1943 y 1944, y no las impidió, a pesar de conocerlas. Además, Antonescu protegió a Maniu de la ira de los alemanes en varias ocasiones.
Maniu se opuso a la invasión de la Unión Soviética, aceptando solo la recuperación de los territorios cedidos en el verano de 1940:
Los ejércitos rumanos no deben pisar territorios que no nos pertenecían. Un imperialismo rumano sería condenado por el mundo entero.
Estaba convencido de la victoria de la Unión Soviética y desconfiaba de participar del lado alemán y húngaro en una invasión de un aliado de los británicos.
A principios de 1943, a pesar de su deseo de abandonar la guerra, Maniu aconsejó prudencia al rey ante la impaciencia de este, que quería terminar inmediatamente la alianza con Alemania, argumentando el gran número de tropas alemanas en territorio rumano.
A finales de 1943, se ofreció a viajar al extranjero para negociar la salida de Rumanía de la guerra. Los aliados exigieron el envío de un representante que estuviera dispuesto a rendir el país ante los tres principales aliados (Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética). Se mantuvieron varios contactos y el 13 de abril de 1944, Maniu y Antonescu recibieron las condiciones aliadas. Maniu las aceptó, a diferencia del general. Maniu decidió entonces continuar sus esfuerzos para liberar al país de la alianza alemana, aunque sospechaba que los Aliados Occidentales estaban dispuestos a dejar a Rumanía a la Unión Soviética. El 20 de abril aceptó las condiciones aliadas, al mismo tiempo que sugería otras. Los soviéticos exigieron en mayo que Maniu aclarara si aceptaba sin condiciones las propuestas aliadas, cosa que hizo el 11 de junio. El día 22 envió un plan de acción a los Aliados. A esta comunicación le siguieron dos meses de pausa por parte aliada, debido a la negociación paralela que desarrollaron los soviéticos con el Gobierno de Antonescu, que no llegó a buen término.
En agosto de 1944, Maniu fue uno de los conspiradores que planearon el golpe de Estado que apartó a Antonescu del poder e hizo que Rumanía cambiara de bando en la guerra. Después de algunos retrasos, el inicio de una nueva ofensiva soviética, como Maniu había solicitado a los Aliados, hizo que los conspiradores se reunieran el 21 de agosto de 1944 para fijar como fecha definitiva el 26 del mismo mes. Ante la inesperada partida del general al frente, la fecha del golpe tuvo que adelantarse. Maniu tuvo que pedir a Gheorghe Brătianu que convenciera a Antonescu de ir al palacio real para discutir la solicitud de un armisticio a los Aliados. Para ello, Antonescu exigió el apoyo de Maniu y de Dinu Brătianu. Incapaz de encontrar a ninguno, Gheorghe Brătianu no logró convencer a Antonescu para que acudiera a la cita con el monarca, que ya había decidido arrestarlo. Tras ser convencido finalmente de acudir, fue detenido y, al encontrarse ausente Maniu, se nombró al general Sănătescu primer ministro del nuevo Gobierno. Maniu fue nombrado ministro sin cartera, como otros dirigentes de los principales partidos.
En oposición a los comunistas
El armisticio y el tratado de paz (1944-1947)
Maniu no formó parte de la delegación rumana que fue a Moscú para firmar el armisticio. Esto dio la impresión de que no estaba de acuerdo con las condiciones impuestas al país. Aunque aceptó la cesión del norte de Bucovina y Besarabia, no lo hizo de buen grado. Fue ministro sin cartera en el Gobierno del general Sănătescu, junto con otros políticos importantes. Dejó el Gobierno cuando el general tuvo que renunciar a finales de 1944 por presiones soviéticas.
A partir de entonces, Maniu se convirtió en el principal opositor a la influencia soviética y defensor de los Aliados occidentales. Su partido se convirtió en el blanco de la hostilidad del Partido Comunista (PCR).
Después de los enfrentamientos en las calles entre los partidarios de Maniu y los comunistas en febrero de 1945, y su derrota en las elecciones de noviembre de 1946, que fueron manipuladas por el Gobierno procomunista de Petru Groza, el PCR logró arrinconar al PNȚ. Al mismo tiempo, consiguió la colaboración de algunos de sus antiguos miembros, como Nicolae L. Lupu y Anton Alexandrescu.
En un telegrama al Departamento de Estado, el representante estadounidense Burton Berry escribió:
The Department well knows that Maniu has stood out boldly as a champion of pro-Allied action and sentiment in Rumania even during the dark days of the Antonescu dictatorship. He has an enormous political following in the country and I believe the respect in which all Rumanians hold him eclipses that held for any other Rumanian. Because of what he has been and what he is it seems important that he be preserved from slipping into sharing the general conviction that the dissolution of the Rumanian state is now in progress.El Departamento sabe bien que Maniu se ha destacado con valentía como un defensor de la acción y el sentimiento proaliados en Rumanía, incluso durante los días difíciles del gobierno de Antonescu. Tiene un enorme número de seguidores políticos en el país y creo que el respeto que todos los rumanos le tienen es mayor que el que tienen por cualquier otro rumano. Por lo que ha sido y es, parece importante que no se le dé la impresión generalizada de que ahora está en marcha la disolución del Estado rumano.
El 25 de noviembre de 1946, Maniu y Brătianu publicaron un comunicado. En él, después de enumerar las irregularidades de las elecciones pasadas, anunciaron que sus diputados no asistirían al Parlamento, al que no reconocían. Estados Unidos y Gran Bretaña tampoco reconocieron los resultados. El tratado de paz con Rumanía se firmó el 10 de febrero de 1947. Su artículo tercero obligaba al país a garantizar las libertades civiles de los ciudadanos, pero esto no fue respetado.
Detención y fallecimiento (1947-1953)
Después de las elecciones, el Gobierno se preparó para acabar con la oposición. En primavera, hubo otra ola de arrestos de líderes de la oposición. En julio, varios líderes del partido, incluido Ion Mihalache, fueron arrestados cuando intentaban salir del país. Maniu y el resto de la dirección del partido fueron detenidos y el partido fue prohibido. Ion Mihalache fue acusado de haber intentado salir del país en avión para establecer un Gobierno en el exilio (véase «Caso Tămădău»). Acusado de traición, fue juzgado en noviembre junto a Maniu en un proceso manipulado que los condenó a cadena perpetua a trabajos forzados. Esto equivalía, dada su avanzada edad, a una condena a muerte. Maniu admitió haber intentado que algunos miembros del partido se establecieran en el extranjero y realizaran actividades contra el Gobierno, justificándolas por la imposibilidad de llevar a cabo una oposición parlamentaria.
El juicio, junto con la supresión de los grupos de oposición, marcó un momento importante en la toma del poder por los comunistas.
Iuliu Maniu falleció en 1953 en la prisión de Sighet y fue enterrado en una fosa común en el patio.
Véase también
En inglés: Iuliu Maniu Facts for Kids