Historia de Apoquindo para niños
La región de Apoquindo, en Chile, tiene una historia muy antigua y fascinante. Ha sido habitada por diferentes grupos de personas a lo largo de miles de años, desde cazadores-recolectores hasta las culturas que construyeron grandes imperios.
Contenido
- La historia de Apoquindo: Un viaje en el tiempo
- Los primeros habitantes de Apoquindo
- Descubrimientos del periodo agroalfarero temprano
- La llegada de los incas a Apoquindo
- La conquista española y la fundación de Santiago
- La sublevación de los promaucaes
- Apoquindo durante la Colonia
- Los pueblos de indios
- La Hacienda de Apoquindo
- La Independencia de Chile
- Apoquindo en la República de Chile
- La chacra o fundo de Santa Rosa de Apoquindo
- La Guerra Civil de 1891
- Los Baños de Apoquindo
- El Estadio Italiano
- El Festival de Piedra Roja
- El incidente de Apoquindo
La historia de Apoquindo: Un viaje en el tiempo
Los primeros habitantes de Apoquindo
Los primeros grupos humanos llegaron a la cuenca de Santiago, donde se encuentra Apoquindo, hace unos 12.000 años. Eran principalmente nómadas, lo que significa que no vivían en un solo lugar, sino que se movían de un sitio a otro. Se dedicaban a la caza de animales y a la recolección de plantas.
Hace mucho tiempo, entre el 6000 a. C. y el 2500 a. C., esta zona estaba llena de pasto, hierbas y árboles grandes. Era el hogar de animales gigantes, como el perezoso americano, el mamut, el mastodonte y el tigre dientes de sable. También había animales más pequeños como guanacos, pumas, caballos americanos, conejos y vizcachas. Lamentablemente, la caza excesiva de estos animales gigantes por parte de los humanos llevó a su desaparición.
Alrededor del año 800 d. C., las personas comenzaron a establecerse de forma permanente en la zona. Formaron comunidades agrícolas cerca del río Mapocho. Cultivaban alimentos como porotos, papas y maíz, y también criaban auquénidos (animales parecidos a las llamas).
Descubrimientos del periodo agroalfarero temprano
En 1964, se encontraron objetos muy interesantes en la zona de La Dehesa. Estos hallazgos incluían piezas de cerámica pulida, herramientas para hilar (llamadas torteros), cuentas para collares y adornos corporales como tembetás y orejeras.
Durante las construcciones en La Dehesa, se descubrieron varios sitios arqueológicos con restos de entierros. Estos pertenecían a la cultura Bato, que vivió en esta región en el periodo agroalfarero temprano. Estos descubrimientos fueron importantes porque mostraron que la cultura Bato no solo vivía en la costa, sino también en el interior.
También se encontraron montículos de rocas, conocidos como "casas de piedra", en lugares cercanos a la cordillera, como La Dehesa y El Arrayán. En la quebrada de Ramón, se hallaron palos quemados en rocas, lo que sugiere que pudo ser un lugar especial o ritual. Incluso en la cima del cerro de Ramón se encontraron cerámicas, que eran utensilios de los antiguos habitantes.
La llegada de los incas a Apoquindo
Cuando el Imperio inca se expandió, llegó hasta esta parte de Chile. El líder inca Huara-Huara se estableció en la orilla sur del río Mapocho, en lo que hoy conocemos como Apoquindo, Vitacura y Lo Barnechea. Bajo su mando estaba Butacura, quien era el jefe del ejército y dio su nombre a la comuna de Vitacura.
Los incas habían desarrollado sistemas de riego avanzados en la cuenca del Mapocho. Cuando los conquistadores españoles llegaron en 1536, tomaron el control de estas tierras y sus sistemas de riego. A partir de 1545, los españoles comenzaron a repartir estas tierras a sus principales líderes. Muchos líderes indígenas y sus comunidades fueron asignados a trabajar para los españoles, pero muchos también siguieron viviendo en sus tierras ancestrales. Tanto españoles como indígenas continuaron usando las acequias construidas por los incas.
La conquista española y la fundación de Santiago
En 1541, Inés de Suárez, una mujer que acompañaba a Pedro de Valdivia, ordenó la ejecución de algunos líderes indígenas para asustar a Michimalonco, un jefe que estaba atacando Santiago. No está claro si entre ellos estaba el líder de Apoquindo, pero se sabe que el jefe de esa zona se llamaba Picuncahue.
La fundación de Santiago fue el inicio de la toma de tierras indígenas por parte de los españoles. Las tierras de los indígenas huaicoches, que vivían a orillas del río Mapocho, fueron tomadas y se les llamó "La Dehesa del Rey". Los huaicoches fueron reubicados varias veces hasta que finalmente se unieron al pueblo indígena de Apoquindo.
En esa época, existían pequeños poblados como Picuncahue, Lo Fontecilla, Tabancura (que luego se llamó Las Mercedes), Mollecura, Vitacura, Tobalaba y Apoquindo. En Apoquindo, donde hoy se encuentra Los Dominicos, había aguas termales.
Acequias incas al oriente de Santiago
Al este de Santiago, había una acequia (un canal de agua) construida por la cultura Aconcagua y los habitantes de Apoquindo. Esta acequia llegaba hasta la nueva ciudad española. Cuando los españoles exploraron la zona, encontraron varios poblados con casas de quincha (barro y paja) y techos de totora, cerca de las fuentes de agua y rodeados de un bosque nativo con árboles como quillayes, peumos y canelos.
Estas tierras pertenecían al líder indígena Picuncahue. Pedro de Valdivia entregó estas tierras a Inés de Suárez como una encomienda, lo que significaba que ella tenía derecho a recibir tributos y trabajo de los indígenas de Apoquindo.
Inés de Suárez se casó con Rodrigo de Quiroga, y las tierras pasaron a sus descendientes. Con el tiempo, la propiedad se dividió en chacras (pequeñas fincas).
La sublevación de los promaucaes
Después de una derrota en 1541, Michimalonco se refugió en Cuyo (Argentina). En 1549, regresó a Chile para buscar la paz con los españoles. Se reunió con otros líderes indígenas, como Trangolonco, Chingaymanqui, y los jefes de Colina, Lampa, Apoquindo, Maipún, Melipilla y Puangue.
Michimalonco les aconsejó llegar a un acuerdo con los españoles, diciendo que era mejor vivir en paz que morir. Reconoció que tendrían que trabajar para los españoles, pero creía que podrían evitar abusos si conocían mejor a los conquistadores.
Michimalonco se sometió a Pedro de Valdivia y le ofreció oro y ganado. Valdivia aceptó, con la condición de que los indígenas no se opusieran a la evangelización, aceptaran el sistema de encomiendas y trabajaran en las minas. Michimalonco aceptó, sellando la paz.
Apoquindo durante la Colonia
En 1578, el gobierno de Santiago decidió usar las aguas del estero de Ramón para abastecer la Plaza de Armas. Hoy, esta cuenca sigue siendo una fuente importante de agua y un lugar con mucha biodiversidad que se busca proteger.
Los pueblos de indios
Hasta 1580, las tierras indígenas tenían un reconocimiento, aunque fuera tácito. Los mapuches de Apoquindo dependían de líderes como Picuncahue y Tabuncura. Los españoles comenzaron a pedir tierras que estaban ocupadas por los indígenas. Así, en Apoquindo, Vitacura, Tobalaba, Ñuñoa y Macul, se entregaron tierras a varios conquistadores.
Sin embargo, los hacendados (dueños de grandes fincas) avanzaron sobre las tierras indígenas. La población indígena disminuyó y muchos fueron obligados a trabajar en las haciendas, lo que dificultó que cultivaran sus propias tierras. Por eso, se decidió delimitar las tierras indígenas y agrupar a los mapuches en "pueblos de indios".
La Tasa de Gamboa, una ley de 1580, buscaba que los indígenas vivieran juntos en pueblos y evitar su esclavitud. En el caso del Pueblo de Apoquindo, las tierras estaban ocupadas por el líder Diego Guanaquero y 37 indígenas. Aunque tenían una posesión reconocida de 427 cuadras (más de 600 hectáreas), estas tierras estaban ocupadas por un capitán español. La libertad de los mapuches era solo de nombre, ya que no tenían propiedad legal sobre sus tierras. La encomienda de Apoquindo se extinguió lentamente, ya que las autoridades españolas no reconocían el derecho de herencia a los indígenas.
La Hacienda de Apoquindo
Durante el siglo XVIII, la Hacienda de Apoquindo fue propiedad de la familia Santa Cruz. Luego fue comprada por Antonia Portusagasti y su esposo Juan Cranisbro, quienes construyeron una iglesia. Al morir Cranisbro sin herederos, dejó su casa y la iglesia a la orden de los dominicos, con la condición de que fundaran un lugar de retiro para los campesinos. Más tarde, la hacienda fue comprada por un novicio de la orden, José María Urmeneta, quien la donó a los dominicos.
La Independencia de Chile

En 1811, el prior de la orden, fray Justo Santa María del Oro, construyó más edificios en el convento. Durante la Patria Vieja (el periodo inicial de la independencia de Chile), el convento sirvió de refugio para los patriotas y de cárcel para los realistas. Se cuenta que Manuel Rodríguez se disfrazó de monje para escapar de los españoles allí.
Apoquindo en la República de Chile
En 1824, Urmeneta dejó de ser monje e intentó recuperar la hacienda. Diez años después, llegó a un acuerdo con los dominicos, quienes le pagaron 12.000 pesos por las tierras.
La chacra o fundo de Santa Rosa de Apoquindo
La historia de la chacra de Santa Rosa de Apoquindo es larga. Fue entregada por primera vez a un español en 1621. A lo largo de los años, pasó por muchas manos, siendo vendida y heredada por diferentes familias. En 1869, fue comprada por el almirante Manuel Blanco Encalada.
Finalmente, en 1899, la propiedad fue adquirida por Eugenio Guzmán Irarrázaval, quien la renombró Santa Rosa de Apoquindo en honor a su esposa, Rosa Montt Montt. En 1919, pasó a su hijo Roberto Guzmán Montt, quien fue el primer alcalde de Las Condes. La propiedad fue la residencia de sus descendientes hasta 2004, cuando la donaron a la Municipalidad de Las Condes para que se convirtiera en un museo.
La Guerra Civil de 1891
En 1891, el convento de Los Dominicos fue utilizado para dar refugio a personas que eran perseguidas por sus ideas políticas.
Los Baños de Apoquindo
Estos baños termales estuvieron en funcionamiento desde 1840 hasta 1942. Varios autores los describieron, mencionando cuatro fuentes principales: Cañita, Piedra, Litre y Hierro. En 1890, se realizó el primer análisis químico de estas aguas.
Ignacio Domeyko sugirió en 1850 que se construyera un hospital allí para la recuperación de pacientes. Hay relatos y fotos de finales del siglo XIX y principios del XX que muestran que en la zona de la avenida Vital Apoquindo y Cristóbal Colón, donde hoy está el hospital de carabineros, existía un balneario termal con aguas de una vertiente de la cordillera. Se anunciaban sus baños termales y de barro en la prensa. Hace unas décadas, aún se podían ver algunos restos de estos baños en la quebrada al norte del hospital. Este lugar se conocía como Baños de Apoquindo. En una época, los baños producían una agua mineral llamada Vital Apoquindo, nombre que hoy lleva una avenida.
Cuando Rosa Montt falleció en 1919, Roberto Guzmán Montt se quedó con la Casona de Santa Rosa de Apoquindo, y los baños quedaron en manos de los hermanos Guzmán Montt. Ellos construyeron instalaciones para aprovechar las vertientes naturales. Amigos y familiares iban a bañarse en piletas de piedra llenas de estas aguas saludables. Una fuente, llamada "El Sapo" por los locales, era considerada un lugar especial con propiedades curativas desde tiempos antiguos.
La existencia de estos baños termales se debe a la falla de Ramón, una falla geológica activa que atraviesa la zona de Apoquindo.
El Estadio Italiano
El 24 de septiembre de 1941, se fundó una sociedad para comprar la chacra El Carmen de Apoquindo. El objetivo era crear un "campo recreativo italiano".
El Festival de Piedra Roja
En octubre de 1970, se realizó el primer festival hippie del país en el sector de la Piedra Rajada. La prensa lo llamó por error "Piedra Roja". Una gran roca, conocida como Piedra Rajada, marcaba el lugar. Esta roca fue removida en 2008 para construir casas.
El incidente de Apoquindo
El 21 de octubre de 1993, ocurrió un incidente en la avenida Apoquindo. Un grupo de personas asaltó un banco y mató al vigilante. En el enfrentamiento con la policía, que interceptó el microbús en el que huían, fallecieron siete personas: tres de los asaltantes, tres pasajeros del bus y un policía. Además, hubo doce heridos.