Golpe de Estado de julio de 1936 en Barcelona para niños
Datos para niños Golpe de Estado de julio de 1936 en Barcelona |
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Parte de Golpe de Estado en España de julio de 1936 | ||||
![]() Soldados y guardias de asalto atrincherados en Edificio Telefónica.
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Fecha | 19 - 20 de julio de 1936 | |||
Lugar | Barcelona, España | |||
Coordenadas | 41°24′07″N 2°10′17″E / 41.401944, 2.181389 | |||
Resultado | Victoria decisiva republicana | |||
Consecuencias |
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El levantamiento militar de julio de 1936 en Barcelona fue un intento de un grupo de militares de tomar el control de la ciudad. Este evento, que ocurrió entre el 19 y 20 de julio de 1936, fue parte de un movimiento más grande en toda España contra el gobierno de la Segunda República Española. Sin embargo, en Barcelona, el levantamiento no tuvo éxito, lo que fue clave para que tampoco triunfara en toda Cataluña.
Desde la mañana del 19 de julio, algunas unidades del ejército en Barcelona salieron de sus cuarteles. Su objetivo era avanzar hacia el centro de la ciudad y ocupar lugares importantes para controlarla. Días antes, ya había habido levantamientos en otras partes de España. El general Francisco Llano de la Encomienda, jefe militar de Barcelona, no apoyaba este movimiento. A pesar de ello, una parte de sus tropas se unió al levantamiento.
Las fuerzas leales al gobierno, como la policía y la Guardia de Asalto, se organizaron para defender la ciudad. A ellos se unieron unidades de la Guardia Civil. Además, muchos trabajadores de la ciudad, especialmente los de la CNT, formaron grupos de defensa. Estos grupos se enfrentaron a los militares sublevados. Al final del día 19, los militares habían sido derrotados en gran parte. Su líder, el general Manuel Goded, fue capturado. Los últimos puntos de resistencia fueron controlados el 20 de julio.
La derrota de este levantamiento en Barcelona fue una victoria importante para el gobierno de la República. Sin embargo, después de estos eventos, los grupos de trabajadores armados, especialmente los anarquistas, tuvieron mucho poder en la ciudad. Esto marcó el inicio de un periodo de grandes cambios sociales en España.
Contenido
¿Qué pasó antes del levantamiento en Barcelona?
Barcelona durante la República
Barcelona es la capital de Cataluña y siempre ha sido una ciudad importante para las ideas republicanas. Cuando se proclamó la Segunda República Española en 1931, Barcelona la aceptó rápidamente. Esto llevó a que el nacionalismo catalán (la idea de que Cataluña es una nación con su propia cultura y derechos) se hiciera muy fuerte. Se creó la Generalidad de Cataluña para atender estas demandas.
En 1934, algunos nacionalistas catalanes de izquierda intentaron proclamar un "Estado catalán" dentro de España. Sin embargo, este intento no tuvo suficiente apoyo y terminó rápidamente. En Barcelona, las ideas políticas eran muy variadas. Había grandes sindicatos de trabajadores y también importantes empresas y bancos. Esto hacía que la ciudad fuera un lugar con muchas tensiones entre diferentes grupos.
El plan del levantamiento
El general Emilio Mola fue uno de los principales organizadores del levantamiento militar en España. Él sabía que Barcelona sería un lugar difícil de controlar. Esto se debía a que la ciudad tenía un fuerte movimiento de trabajadores. El general Francisco Llano de la Encomienda, jefe militar de Barcelona, era leal al gobierno de la República.
Sin embargo, no todos los oficiales pensaban igual. Algunos, como el general Álvaro Fernández Burriel y el general Justo Legorburu Domínguez-Matamoros, estaban a favor del levantamiento. El plan era que las unidades militares de los cuarteles de las afueras de la ciudad se dirigieran al centro. Querían tomar la Plaza de Cataluña y los edificios importantes del gobierno y las comunicaciones. Creían que así controlarían la ciudad fácilmente.
Pero los militares sublevados no contaban con el apoyo de las fuerzas de seguridad. La Guardia Civil y el Cuerpo de Seguridad y Asalto eran leales al gobierno. La Generalidad de Cataluña también tenía sus propios agentes, los Mozos de Escuadra, que se mantuvieron fieles. Además, la fuerza aérea en Barcelona también apoyaba al gobierno.
Días previos al levantamiento
Pocos días antes del 19 de julio, la policía detuvo a varios oficiales implicados en el plan. Les encontraron documentos importantes. Las autoridades de la Generalidad, con ayuda del teniente coronel Vicente Guarner Vivancos, prepararon un plan para defenderse. Mientras tanto, muchos atletas extranjeros llegaban a Barcelona para unas Olimpiadas Populares que estaban planeadas.
El 17 de julio, el levantamiento militar comenzó en Melilla y otras zonas de Marruecos. Al día siguiente, se extendió a las Islas Canarias y Sevilla. Las noticias de estos eventos llegaron a Barcelona el 18 de julio. Los militares sublevados en Barcelona continuaron con sus preparativos.
Los sindicatos de trabajadores, como la CNT y la UGT, pidieron armas al gobierno catalán para defenderse. Al principio, el presidente Lluís Companys se negó, por miedo al desorden. Sin embargo, sí entregó algunas armas a grupos de jóvenes nacionalistas catalanes. La CNT, impaciente, empezó a buscar armas en depósitos secretos y tomó por asalto algunos lugares, incluyendo un barco-prisión llamado Uruguay. Convocaron una huelga general para el día siguiente.
A pesar de la tensión, el general Llano de la Encomienda informó a Companys que todo estaba tranquilo en los cuarteles. Los militares sublevados esperaban la llegada del general Goded desde Mallorca. Las noticias de otros levantamientos en España hicieron que los sublevados en Barcelona perdieran el factor sorpresa.
Los combates en Barcelona
El inicio del levantamiento
A pesar de lo que le habían dicho, el presidente Companys no pudo dormir la noche del 18 al 19 de julio. Salió a pasear y se enteró de que el levantamiento había comenzado.
Muy temprano, los soldados de los cuarteles fueron despertados. A algunos se les dijo que iban a detener un levantamiento de anarquistas. A otros, que iban a desfilar por la ciudad.
Alrededor de las 4:00 de la mañana, los militares sublevados comenzaron a salir de sus cuarteles. Algunas unidades, como el Regimiento de Infantería «Badajoz» n.º 13, se dirigieron a la Plaza de Cataluña. Allí, algunos guardias de asalto se unieron a ellos. Ocuparon parte del edificio de Telefónica, pero fueron atacados y tuvieron que refugiarse en otros edificios cercanos, sufriendo muchas bajas.
Otras unidades militares también se unieron al levantamiento, como el Regimiento de Caballería «Montesa». Lograron ocupar la Plaza de España y la Plaza de la Universidad. Sin embargo, una de sus columnas fue casi destruida al encontrarse con la resistencia de los guardias de asalto.
El 7.º Regimiento de Artillería ligera también se sublevó, pero sus tropas fueron atacadas por guardias de asalto. Muchos cañones quedaron abandonados en las calles.
Una columna del Regimiento de Artillería de Montaña n.º 1, al mando del capitán Luis López Varela, intentó tomar la Estación de Francia y el Puerto. Pero se encontraron con una fuerte resistencia de guardias de asalto y trabajadores armados. Sufrieron muchas bajas y tuvieron que retirarse.
La llegada del general Goded
En las Islas Baleares, el general Goded declaró el estado de guerra a las 7:30 de la mañana. Rápidamente tomó el control de Mallorca e Ibiza. Goded debía ir a Barcelona cuando escuchara una señal por radio. A las 8:45, los sublevados de Barcelona emitieron la señal, y Goded partió en un hidroavión.
Alrededor de las 12:30, el general Goded llegó al puerto de Barcelona. Se dirigió a la Capitanía General. Allí, el general Francisco Llano de la Encomienda aún intentaba detener el levantamiento. Goded lo destituyó y tomó el mando de las fuerzas sublevadas.
El fracaso del levantamiento
Las tropas sublevadas tuvieron que luchar mucho en las calles desde el principio. Lograron tomar algunos puntos como el Castillo de Montjuic, parte de Telefónica, la Plaza de Cataluña, el Hotel Ritz, la Plaza de España y el Hotel Colón. Pero sufrieron muchas bajas. Los trabajadores levantaron barricadas en toda la ciudad para detenerlos. Las fuerzas de seguridad se unieron a la resistencia.
Los edificios que los sublevados habían tomado estaban aislados y no podían ayudarse entre sí. El general Goded ordenó bombardear el aeródromo de El Prat, que seguía fiel al gobierno. Pero la orden fue cancelada. En cambio, aviones de El Prat bombardearon a las columnas sublevadas, causando confusión.
Hacia el mediodía, los militares sublevados habían perdido el control de algunos edificios. La lucha estaba estancada. Por la tarde, Goded intentó que la Guardia Civil se uniera a la rebelión. Pero el general José Aranguren, jefe de la Guardia Civil en Cataluña, se negó y se puso a las órdenes del presidente Companys.
Poco después, los hoteles Ritz y Colón, el edificio de Telefónica, la Plaza de Cataluña y la Plaza de la Universidad fueron tomados por las fuerzas leales. Las milicias y las fuerzas de seguridad rodearon la Capitanía General, donde Goded seguía resistiendo. Por la tarde, el edificio fue tomado y Goded fue hecho prisionero.
Desde la Generalidad, Goded fue obligado a emitir un mensaje por radio. En él, pidió a los militares que seguían luchando que dejaran las armas:
La suerte me ha sido adversa y he caído prisionero; si queréis evitar que continúe el derramamiento de sangre, quedáis desligados del compromiso que teníais conmigo.
Este mensaje se escuchó en toda España y dio ánimo a los que apoyaban al gobierno.
Los últimos combates
Al anochecer del 19 de julio, solo quedaban dos puntos de resistencia en Barcelona: el cuartel de Atarazanas y el cuartel de San Andrés. El 20 de julio, los combates continuaron, pero los sublevados ya habían perdido la batalla. El cuartel de San Andrés fue abandonado por los militares y los trabajadores anarquistas tomaron el control de su gran arsenal, obteniendo miles de fusiles.
Al mediodía, el Cuartel de las Atarazanas también se rindió. Durante estos combates, el líder anarquista Francisco Ascaso falleció. Algunos militares sublevados que se habían refugiado en un convento decidieron rendirse a la Guardia Civil. Sin embargo, una multitud de personas se abalanzó sobre el lugar, causando un gran desorden.
El fracaso del levantamiento en Barcelona fue decisivo. En otras ciudades de Cataluña, como Lérida y Gerona, también hubo intentos de levantamiento, pero al saber lo que pasó en Barcelona, las tropas regresaron a sus cuarteles. En Tarragona y Manresa no hubo ningún movimiento militar.
¿Qué pasó después?
Cambios políticos
Después del levantamiento fallido, la ciudad de Barcelona quedó en gran parte bajo el control de las milicias de trabajadores. Ellos tenían muchas armas de los arsenales militares. Aunque los anarquistas y las fuerzas leales habían trabajado juntos para derrotar a los sublevados, la realidad era que los trabajadores armados tenían ahora mucho poder en la ciudad.
Por esta razón, la noche del 20 de julio, líderes anarquistas como Juan García Oliver, Abad de Santillán y Buenaventura Durruti se reunieron con el presidente Lluís Companys. Companys les ofreció la posibilidad de tomar el poder o colaborar con el gobierno. Los líderes anarquistas eligieron colaborar. De esta reunión surgió el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, que se convirtió en el verdadero gobierno de Barcelona durante muchos meses. Esto marcó el comienzo de un periodo de grandes cambios sociales.
La situación en la ciudad no fue fácil. Hubo muchos conflictos y enfrentamientos en los meses siguientes, que llevaron a los Sucesos de mayo de 1937. Sin embargo, el control del gobierno republicano en Barcelona ayudó a reducir las actividades de grupos que apoyaban a los sublevados.
Desorden y consecuencias
Los oficiales y líderes del levantamiento que fueron capturados fueron llevados al Castillo de Montjuic y luego a un barco-prisión llamado Uruguay. Allí fueron juzgados por las autoridades. El 11 de agosto, los generales Goded y Fernández Burriel fueron condenados y ejecutados. Otros líderes del levantamiento también fueron ejecutados días después.
En Barcelona, la presencia de muchas personas armadas y sin control causó un periodo de desorden. Hubo incidentes violentos y desorden en la ciudad. Algunos líderes de las nuevas autoridades toleraron o contribuyeron a esta situación. Pocos días después del levantamiento, a principios de agosto, hubo un aumento de la violencia en Barcelona.
Véase también
En inglés: July 1936 military uprising in Barcelona Facts for Kids