Endocarditis para niños
Datos para niños Endocarditis |
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Bacilos de Bartonella henselae (vista como gránulos negros) en válvula de corazón de paciente con endocarditis.
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Especialidad | cardiología enfermedad infecciosa |
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La endocarditis es una enfermedad que se produce como resultado de la inflamación del endocardio; es decir, un proceso inflamatorio localizado en el revestimiento interno de las cámaras y válvulas cardíacas. Se caracteriza por la colonización o invasión de las válvulas del corazón con formación de vegetaciones compuestas por plaquetas, fibrina, microcolonias de microorganismos y, ocasionalmente, células inflamatorias. Otras estructuras que pueden resultar afectadas son las cuerdas tendinosas, endocardio mural, seno de Valsalva, tabique interventricular e implantes intracardíacos.
De acuerdo con la etiología se clasifican como endocarditis infecciosa si es producida por un organismo infeccioso o no infecciosa si se debe a otras causas.
Historia
La primera descripción documentada de un caso de endocarditis fue realizada en 1646 por Lazare Rivière. Giovanni Battista Morgagni describiría en su obra De sedibus, et causis morborum per anatomen indagatis detalladamente el curso clínico de los pacientes afectados. Sin embargo, no sería hasta 1806 que Jean-Nicolas Corvisart introduce el término vegetación y Jean Baptiste Bouillaud en 1924 los términos endocardio y endocarditis. Dos estudiantes de Rudolf Virchow, Emanuel Fredrik Hagbarth Winge y Theodor Albrecht Edwin Klebs, serían los responsables de establecer la etiología infecciosa de esta enfermedad. William Osler llevaría a cabo importantes descripciones y habría advertido al compositor Gustav Mahler del estado de su salud.
Epidemiología
En países desarrollados, la incidencia de la endocarditis varía entre 1,5 y 6,2 casos por 100 000 habitantes cada año. La incidencia en el resto del mundo parece ser muy similar a la de los países desarrollados y suele ser 2 o 3 veces más frecuente en hombres que en mujeres, estadísticas que no han variado en los últimos 50 años. Anteriormente era más prevalente en adultos con valvulopatía reumática, sin embargo, ha disminuido debido a la terapia antimicrobiana. En la actualidad, el riesgo mayor lo comparten los ancianos, los que dependen medicación intravenosa (en los que aparecen casi exclusivamente sobre la válvula tricúspide) y quienes hayan tenido una sustitución valvular. Los adultos intervenidos de algunos tipos de cardiopatías congénitas en la infancia o adolescencia tienen mayor probabilidad de endocarditis. No es frecuente en niños, en quienes aparece principalmente asociada al uso de catéteres de larga duración, especialmente en recién nacidos prematuros y niños con cáncer. En la población pediátrica, el principal factor de riesgo es la presencia al nacer de una cardiopatía congénita.
Causas
Aunque es generalmente una enfermedad bacteriana (endocarditis bacteriana), los hongos y virus también son considerados como agentes causales de la enfermedad. Por ello es mejor hablar de endocarditis infecciosa. No es infrecuente que no se identifique el organismo responsable del desarrollo de la endocarditis, en cuyo caso se habla de endocarditis bacteriana por germen desconocido.
La mayor proporción de los casos de endocarditis son producidos por un pequeño número de bacterias, las cuales llegan al torrente sanguíneo por portales de entrada, como la cavidad bucal, la piel y las vías respiratorias. Las bacterias más frecuentemente asociadas a la endocarditis infecciosa son:
- Staphylococcus aureus. Es la causa más frecuente de endocarditis en la población general.
- Estafilococos coagulasa-negativos. Casi el 85% son resistentes a la meticilina.
- Streptococcus viridans. Responsable de algunos de los casos de endocarditis subagudas. El concepto de endocarditis subaguda se asociaba a la presentación de casos de larga evolución clínica, y es cada vez menos frecuente en áreas con buen acceso al cuidado hospitalario.
- Streptococcus bovis.
- Streptococcus pneumoniae: 3-7% de los casos de endocarditis en niños.
- Enterococo. Relacionado con manipulaciones urológicas.
- Pseudomonas aeruginosa.
- Especies de Candida.
- Microorganismos del grupo HACEK (Haemophilus parainfluenzae, Actinobacillus hominis, Cardiobacterium, Eikenella corrodens y Kingella kingae) que provienen generalmente de la flora saprofita oral. Forman parte de las llamadas "endocarditis con cultivo negativo", que también pueden ser causadas por Brucella, Bartonella quintana y otra serie de microorganismos de difícil crecimiento en cultivo.
En ciertos casos se nota una combinación concomitante de focos infecciosos, notablemente la tríada de endocarditis, meningitis y neumonía, conocida como la tríada de Osler, especialmente en adultos.
Patología
Aunque la endocarditis afecta al endocardio, lo más frecuente es que la inflamación se extienda a alguna válvula cardíaca. Raramente la infección se hace más severa y penetra en el músculo cardíaco. La gran mayoría de los enfermos que padecen una endocarditis sufren también algún otro tipo de enfermedad cardíaca subyacente asociada a un daño endocárdico.
Diagnóstico
El diagnóstico de endocarditis es actualmente más fácil, debido a la introducción y difusión del uso de la ecocardiografía en la práctica clínica habitual y la mejora progresiva de la calidad de las imágenes. Igualmente, el progreso en las técnicas de hemocultivo ha facilitado el diagnóstico.
Tratamiento
Se hace necesario hospitalizar al paciente con el fin de administrarle tratamiento intravenoso de carácter antibiótico. Después de los primeros días, puede ser planteable el tratamiento ambulatorio si se cumplen una serie de condiciones y es posible garantizar la administración intravenosa ambulatoria. El tratamiento es generalmente prolongado, debido a la necesidad de erradicar la bacteria de las cámaras y válvulas cardíacas. Frecuentemente, este proceso terapéutico se prolonga durante 6 semanas.
Prevención
Solo se han de administrar antibióticos de forma profiláctica a aquellas personas que presentan predisposición a las afecciones cardíacas, previamente a procedimientos dentales. Estos pacientes son los que ya han tenido una endocarditis previa y los que padecen malformaciones congénitas cardíacas.
Se recomiendan revisiones médicas periódicas continuas para los pacientes que de alguna manera tengan antecedentes de endocarditis.
La prevención debe ir dirigida a a erradicar los patógenos del ambiente y evitar la diseminación de los microorganismos de persona a persona. Las posibles fuentes comprenden las vías de acceso vascular temporal y las sondas de drenaje de orina. Estas técnicas invasivas deben cumplir las adecuadas normas de asepsia. La medida más importante para prevenir la diseminación de bacterias de persona a persona es el lavado de manos después de realizar algún procedimiento al paciente.
Véase también
En inglés: Endocarditis Facts for Kids
- Endocarditis de Loeffler