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Diabetes mellitus tipo 1 para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Diabetes mellitus tipo 1
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Círculo azul, símbolo universal de la diabetes.
Especialidad diabetología
Sinónimos
  • Diabetes de tipo 1
  • Diabetes infantojuvenil
  • Diabetes juvenil
  • Diabetes dependiente de la insulina
  • Diabetes insulinodependiente
  • Diabetes mellitus dependiente de la insulina (DMDI)
  • Diabetes mellitus insulinodependiente (DMID)
  • Diabetes mellitus juvenil
  • Diabetes sacarina de tipo 1.

La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad autoinmune que afecta el metabolismo del cuerpo. Se caracteriza por la destrucción de las células beta del páncreas. Estas células son las encargadas de producir insulina, una hormona muy importante.

Cuando las células beta se destruyen, el cuerpo no puede producir suficiente insulina. Esto causa una falta total de insulina. La diabetes tipo 1 suele aparecer en personas jóvenes, a menudo antes de los 30 años. Es menos común que la diabetes mellitus tipo 2, afectando principalmente a niños y adolescentes. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones diarias de insulina para vivir.

Esta enfermedad se presenta en todos los grupos de personas. Sin embargo, es más común en el norte de Europa y en Cerdeña. La posibilidad de tener diabetes tipo 1 está relacionada con varios factores genéticos. Aun así, solo un pequeño porcentaje de pacientes tiene familiares con la enfermedad.

La diabetes tipo 1 y la celiaquía a veces aparecen juntas. Esto se debe a que comparten algunas bases genéticas y formas en que el sistema inmunitario funciona.

¿Qué tan común es la diabetes tipo 1?

No se sabe con exactitud cuántas personas tienen diabetes tipo 1 en el mundo. Sin embargo, su número está aumentando rápidamente. Cada año, hay un incremento de aproximadamente el 3% en niños y adolescentes.

Este tipo de diabetes representa entre el 5% y el 10% de todos los casos de diabetes mellitus. En niños y adolescentes, esta cifra sube al 80% o 90%. Afecta por igual a niños y niñas. Aunque los adultos también pueden desarrollar diabetes tipo 1, es más común que se diagnostique en adolescentes.

En Estados Unidos, la edad promedio de diagnóstico es de 24 años. Si un gemelo idéntico tiene diabetes tipo 1, el otro gemelo tiene un 60% de probabilidad de desarrollarla. Si los gemelos no son idénticos, el riesgo es similar al de otros hermanos, alrededor del 8%.

Si la madre tiene diabetes, el riesgo para el hijo es del 2% al 3%. Si el padre tiene diabetes, el riesgo es del 5% al 6%. Si ambos padres tienen la enfermedad, el riesgo aumenta al 30%.

¿Por qué ocurre la diabetes tipo 1?

La mayoría de los casos de diabetes tipo 1 (aproximadamente el 95%) se deben a una combinación de factores ambientales y genéticos. Estos factores hacen que el sistema inmunitario del cuerpo ataque por error a sus propias células beta. Las células beta son las que producen insulina en el páncreas.

Este ataque destruye las células beta de forma gradual e irreversible. La persona desarrolla la falta de insulina cuando cerca del 90% de estas células ya han sido destruidas. Los factores ambientales no solo inician el daño, sino que también pueden acelerar o retrasar la destrucción de las células.

Factores genéticos y la diabetes tipo 1

Existe una parte genética en la diabetes tipo 1. Sin embargo, los genes por sí solos no son suficientes para que la enfermedad aparezca. Se necesita la interacción con ciertos factores ambientales.

La diabetes tipo 1 está muy relacionada con ciertas moléculas en nuestros genes. Estas moléculas se llaman HLA-DR3 y HLA-DR4. El 55% de las personas con diabetes tipo 1 tienen el HLA-DR3/DQ2. Otro gen importante que aumenta el riesgo es el HLA-DQ8. Cuando estos genes están alterados, el sistema inmunitario puede confundirse. Esto hace que ataque a las propias células del cuerpo, como si fueran extrañas.

Las personas con el gen DR3 también tienen un riesgo mayor de desarrollar otras enfermedades autoinmunes y celiaquía. La relación entre diabetes tipo 1 y celiaquía se conoce desde hace años. Ambas enfermedades comparten genes y mecanismos del sistema inmunitario. Se estima que un 6% de las personas con diabetes tipo 1 también tienen celiaquía. Sin embargo, muchos casos de celiaquía no se diagnostican porque no presentan síntomas digestivos claros.

Factores ambientales que influyen

Infecciones y la diabetes tipo 1

Se ha sugerido que algunas infecciones por virus podrían influir en el desarrollo de la diabetes tipo 1. La idea es que la respuesta del sistema inmunitario contra el virus también podría atacar a las células beta del páncreas. Se han investigado virus como los enterovirus, citomegalovirus, paperas, rubeola y rotavirus. Sin embargo, los resultados no son definitivos. Algunos estudios sugieren que ciertos enterovirus podrían incluso proteger contra la diabetes tipo 1.

Una teoría llamada "hipótesis de la higiene" intentó explicar el aumento de casos en niños pequeños. Esta teoría decía que la falta de exposición a gérmenes podría favorecer las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, estudios recientes indican que los hábitos de higiene modernos no parecen ser un factor importante en la causa de la diabetes tipo 1.

La dieta y la diabetes tipo 1

Algunos estudios sugieren que la gliadina, una proteína del gluten, podría estar relacionada con la diabetes tipo 1. El gluten puede aumentar la permeabilidad del intestino. Esto permite que sustancias que causan inflamación pasen a la sangre. En personas con predisposición genética, esto podría desencadenar una respuesta autoinmune. Introducir cereales con gluten muy temprano en la dieta podría aumentar el riesgo. Eliminar el gluten de la dieta podría proteger contra el desarrollo de la diabetes.

También se ha investigado si algunas proteínas de la leche de vaca aumentan el riesgo. Sin embargo, los estudios han mostrado resultados diferentes. La lactancia materna parece tener un pequeño efecto protector contra la diabetes tipo 1.

Productos químicos y la diabetes tipo 1

Algunos productos químicos pueden dañar las células beta del páncreas. Por ejemplo, el pirinurón, un veneno para ratas, fue retirado del mercado porque podía causar diabetes tipo 1 si se ingería accidentalmente.

Otro químico, la estreptozocina, es tóxico para las células beta. Se usa en investigaciones para crear diabetes tipo 1 en animales. También se usa para tratar ciertos tipos de cáncer de páncreas.

Otras causas de diabetes tipo 1

Otros factores que pueden llevar a la diabetes tipo 1 incluyen:

  • La extirpación quirúrgica del páncreas (pancreatectomía).
  • Nacer sin páncreas o sin células productoras de insulina.
  • Daño al páncreas por otras enfermedades, como la pancreatitis crónica o la fibrosis quística.
  • El síndrome de Wolfram.
  • Ciertos trastornos genéticos, como el síndrome de Down o el síndrome de Turner.

¿Cómo afecta la diabetes tipo 1 al cuerpo?

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune crónica que no tiene cura. En esta enfermedad, las células beta del páncreas se dañan. Estas células producen poca o ninguna insulina. La insulina es una hormona que permite que el azúcar (glucosa) entre en las células del cuerpo para darles energía.

Cuando no hay suficiente insulina, la glucosa se acumula en la sangre. Esto puede causar problemas. Por ejemplo, la glucosa se puede pegar a otras moléculas, lo que puede dañar los vasos sanguíneos. Además, como las células no pueden usar la glucosa para obtener energía, el cuerpo empieza a quemar grasas y proteínas. Esto puede causar sensación de hambre y pérdida de peso.

El uso de grasas como energía produce sustancias llamadas cuerpos cetónicos. Si hay demasiados cuerpos cetónicos, la sangre se vuelve ácida. Esto se llama cetoacidosis y puede ser muy peligroso, llevando incluso al coma. Finalmente, el exceso de glucosa se elimina por la orina, arrastrando mucha agua. Esto causa mucha sed y la necesidad de orinar con frecuencia.

El desarrollo de la diabetes tipo 1 es gradual. Pueden pasar varios años antes de que aparezcan los síntomas. La enfermedad se desarrolla porque el sistema inmunitario ataca a las propias células beta del páncreas. Esto puede ocurrir por:

  1. Predisposición genética: Algunas personas nacen con genes que las hacen más propensas a la enfermedad. Esto puede hacer que su sistema inmunitario no reconozca bien sus propias células.
  2. Factores desencadenantes: Después de una infección viral, estrés o exposición a toxinas, el sistema inmunitario puede activarse. En la diabetes tipo 1, el sistema inmunitario ataca por error a las células beta sanas.
  3. Reacción inmunitaria: El cuerpo produce anticuerpos contra sus propias células beta. Estos anticuerpos se pueden detectar en la sangre meses o años antes de que aparezca la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la diabetes tipo 1?

Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer de repente. Algunos de los más comunes son:

  • Cansancio (fatiga)
  • Mucha sed (polidipsia)
  • Orinar mucho (poliuria)
  • Mucho apetito (polifagia)
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de peso, aunque se coma más
  • Cambios de humor
  • Problemas para dormir
  • Visión borrosa
  • Sentir hormigueo o perder la sensibilidad en los pies
  • Cara enrojecida o pálida

La celiaquía en personas con diabetes tipo 1 es difícil de detectar. Esto se debe a que a menudo no hay síntomas digestivos. O los síntomas se confunden con un mal control de la diabetes. Por eso, la celiaquía se diagnostica a menudo después de la diabetes tipo 1. Tener ambas enfermedades aumenta el riesgo de complicaciones, como daños en la retina.

¿Cómo se diagnostica la diabetes tipo 1?

Para diagnosticar la diabetes, se pueden usar los siguientes exámenes:

  • Análisis de orina: Se busca glucosa y cuerpos cetónicos en la orina.
  • Exámenes de sangre:
    • La glucosa en sangre en ayunas debe ser de 126 mg/dl o más en dos ocasiones.
    • La glucosa en sangre sin ayunar es de 200 mg/dl o más, y la persona tiene síntomas como mucha sed y cansancio. Esto debe confirmarse con un examen en ayunas.
    • El nivel de insulina en la sangre es bajo o indetectable.
    • Se miden los niveles de hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3 a 6 meses.

¿Cómo se trata la diabetes tipo 1?

El tratamiento inmediato busca controlar los niveles altos o bajos de glucemia (azúcar en la sangre). También trata la cetoacidosis diabética, una complicación grave. Los síntomas de la diabetes pueden aparecer de forma repentina y ser graves. Por eso, a veces es necesario quedarse en el hospital al principio. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones diarias de insulina.

Es muy importante seguir el tratamiento médico para evitar problemas y mejorar la calidad de vida.

Los objetivos a largo plazo del tratamiento son:

  • Vivir más tiempo.
  • Reducir los síntomas.
  • Prevenir complicaciones como problemas de visión, problemas de riñón o problemas del corazón.

Estos objetivos se logran con:

  • Control cuidadoso de los niveles de glicemia (azúcar en la sangre).
  • Educación por parte de profesionales de la salud.
  • Ejercicio regular.
  • Cuidado especial de los pies.
  • Uso de insulina.
  • Planificación de las comidas y control del peso.

Existe un medicamento llamado teplizumab que puede retrasar el inicio de la enfermedad.

La insulina y su uso

La insulina ayuda a que el azúcar salga de la sangre y entre en las células. Todas las personas necesitan insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina. Por eso, deben inyectársela todos los días.

La insulina se inyecta generalmente debajo de la piel. A veces, se usa una bomba de insulina, que libera la insulina de forma continua. Hay diferentes tipos de insulina, que actúan a distinta velocidad y duración. El médico decidirá qué tipo es el mejor.

Las inyecciones suelen ser de una a cuatro veces al día. Al principio, los padres o un adulto aplican las inyecciones a los niños. Hacia los 14 años, la mayoría de los jóvenes pueden inyectarse solos.

Las personas con diabetes necesitan saber cómo ajustar la cantidad de insulina en diferentes situaciones:

  • Cuando hacen ejercicio.
  • Cuando están enfermos.
  • Cuando comen más o menos alimentos.
  • Cuando viajan.
  • Cuando hay cambios en el estado de ánimo.

La dieta en la diabetes tipo 1

La planificación de las comidas es clave en la diabetes tipo 1. Ayuda a que la comida y la insulina trabajen juntas para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables. Si las comidas y la insulina no están equilibradas, el azúcar puede subir o bajar demasiado. Es importante limitar los carbohidratos de rápida absorción.

Algunas pautas básicas incluyen:

  • Seguir la dieta indicada por el médico o nutricionista.
  • Comer a horas regulares cada día.
  • Saber cuánta comida extra se necesita antes de hacer ejercicio.

Las personas con diabetes tipo 1 y celiaquía no diagnosticada tienen más dificultades para controlar el azúcar. También tienen un mayor riesgo de problemas en los riñones y la retina. Una dieta sin gluten estricta puede mejorar los síntomas de la diabetes y proteger contra complicaciones a largo plazo.

La actividad física y la diabetes tipo 1

Hacer ejercicio regularmente ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre. Incluso puede disminuir la cantidad de insulina necesaria. También ayuda a quemar calorías y mantener un peso saludable.

Las personas con diabetes tipo 1 deben tener precauciones especiales antes, durante y después del ejercicio. Es importante:

  • Usar calzado adecuado para evitar lesiones en los pies.
  • Controlar los niveles de azúcar antes y después del ejercicio.
  • Llevar algo con azúcar de acción rápida en caso de que el azúcar baje demasiado.
  • Usar un brazalete de identificación de diabéticos.
  • Hacer ejercicio todos los días y a la misma hora.
  • Ajustar la dieta o la insulina si la intensidad del ejercicio cambia.

¿Cómo se controlan los niveles de azúcar?

El control del azúcar en la sangre se hace midiendo la glucosa en una pequeña gota de sangre. Esta prueba se debe hacer regularmente. Le dice a la persona con diabetes qué tan bien está funcionando su tratamiento.

Los resultados ayudan a ajustar la dieta, la actividad física o los medicamentos. Los exámenes se hacen generalmente antes de las comidas y al acostarse. Si la persona está enferma o estresada, puede necesitar hacer más pruebas.

El aparato para medir el azúcar en la sangre se llama glucómetro. Se pincha el dedo con una aguja pequeña (lanceta) para obtener una gota de sangre. Se coloca la sangre en una tira reactiva y el aparato muestra el resultado en segundos.

Llevar un registro exacto de los resultados ayuda al paciente y al médico a planificar el mejor control de la diabetes.

Las personas con diabetes deben revisar sus niveles de Hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3 a 6 meses. La HbA1c mide el promedio de azúcar en la sangre durante los últimos 2 o 3 meses. Ayuda a saber qué tan bien está funcionando el tratamiento a mediano plazo.

Cuidado de los pies en la diabetes

La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios. Esto puede hacer que sea difícil sentir lesiones o presión en los pies. Una persona podría no notar una herida en el pie hasta que se infecte gravemente.

Además, la diabetes afecta el sistema inmunitario, lo que dificulta combatir infecciones. Pequeñas infecciones pueden empeorar rápidamente y causar daños graves, incluso la necesidad de amputar.

Para prevenir lesiones en los pies, una persona con diabetes debe revisarlos y cuidarlos a diario:

  • Revisar los pies cada día y reportar cualquier herida o signo de infección.
  • Lavar los pies a diario con agua tibia y jabón suave, secándolos muy bien.
  • Suavizar la piel seca con loción.
  • Usar zapatos cómodos y que ajusten bien.
  • Hacer ejercicio diario para mejorar la circulación.
  • Visitar a un podólogo para problemas en los pies. Nunca intentar quitar callosidades uno mismo.
  • Quitarse los zapatos y calcetines en las visitas al médico para que los examine.
  • Dejar de fumar, ya que el tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.

¿Cómo tratar el azúcar bajo (hipoglucemia)?

El nivel bajo de glucemia, llamado hipoglucemia, puede ocurrir por demasiada insulina, mucho ejercicio o poca comida. La hipoglucemia puede aparecer rápidamente. Los síntomas suelen aparecer cuando el azúcar baja de 60 mg/dl. Si baja de 40 mg/dl, es muy peligroso y puede causar coma.

Los síntomas más comunes son:

  • Dolor de cabeza
  • Hambre
  • Nerviosismo
  • Temblores
  • Sudoración fría
  • Debilidad
  • Irritabilidad
  • Mareos
  • Dificultad para hablar
  • Pérdida del conocimiento

Si aparecen estos síntomas y se tiene un glucómetro, hay que medir el azúcar. Si está bajo, se debe comer algo con azúcar: jugo de frutas, azúcar o una bebida azucarada normal. Si no se tiene el equipo, se debe consumir azúcar de todas formas. Los síntomas deben desaparecer en 15 minutos. Si no, se debe consumir más azúcar y volver a verificar.

Si los síntomas empeoran (confusión, convulsiones o pérdida del conocimiento), se debe aplicar una inyección de glucagón. Si no se tiene glucagón, hay que llamar a emergencias de inmediato.

¿Cómo tratar los niveles altos de cetonas?

Cuando no hay suficiente insulina, el azúcar se acumula en la sangre. El cuerpo busca otras formas de energía y usa la grasa. Al quemar grasas, se producen moléculas llamadas cuerpos cetónicos. Si se acumulan en la sangre y la orina, son tóxicas. Esta condición se llama cetoacidosis diabética. Si no se trata, puede llevar a un coma diabético o incluso a la muerte.

Señales de que la cetoacidosis está empeorando:

  • Respiración rápida y profunda
  • Piel y boca secas
  • Cara enrojecida
  • Aliento con olor a frutas
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor de estómago
  • Cansancio

Apoyo emocional y psicológico

La diabetes es una enfermedad crónica que requiere nuevas rutinas. Muchas de estas rutinas son médicas y pueden ser difíciles, pero son esenciales para controlar la enfermedad. También implica cambios en los hábitos de vida, la alimentación y la actividad física.

Saber que se tiene una enfermedad crónica puede ser un gran impacto. Implica un cambio en la forma de vivir. Es importante expresar las emociones y sentimientos que surgen. Esto ayuda a adaptarse a la diabetes.

La información adecuada y la edad en que se diagnostica son importantes. La forma en que una persona ve el mundo es diferente en cada etapa de la vida. Por eso, es importante que un equipo de profesionales ayude al paciente a hacerse responsable de su tratamiento poco a poco.

La familia es el ambiente social más influyente. La aparición de la diabetes en un miembro afecta a toda la familia. Cada persona reacciona de forma diferente. Es importante reconocer las diferencias que la diabetes trae, sin exagerarlas. Esto puede llevar a un mejor ajuste emocional y social. El apoyo de familiares y amigos es muy necesario.

Seguimiento médico de la diabetes tipo 1

El control de la diabetes tipo 1 es personalizado por un médico. Depende de la edad del paciente, de cuánto tiempo lleva con la enfermedad, de cómo controla el azúcar y si tiene complicaciones. También hay situaciones especiales como el embarazo o el ejercicio físico que requieren medidas específicas. Este control individualizado suele incluir:

  • Hemoglobina glucosilada (HbA1c): Es un promedio trimestral del nivel de azúcar en la sangre. Un nivel alto de HbA1c indica riesgo de complicaciones a largo plazo.
  • Revisión de los lugares donde se inyecta la insulina.
  • Medición de la estatura, el peso y el índice de la masa corporal (IMC).
  • Control de la presión arterial.
  • Examen de los pies, la piel, la vista y los dientes.
  • Preguntar sobre el consumo de tabaco.
  • Historial familiar de enfermedades del corazón.
  • Examen de la retina (parte del ojo).
  • Niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
  • Pruebas para detectar problemas en los riñones.
  • Posible apoyo psicológico para seguir el tratamiento.
  • Detección anual de otras enfermedades autoinmunes asociadas, como:
- Pruebas para la celiaquía.
- Pruebas para problemas de la tiroides autoinmunes.

¿Qué complicaciones puede tener la diabetes tipo 1?

Las complicaciones son problemas que necesitan atención médica. Algunas son:

  • Daños en los nervios: Se llama neuropatía diabética. El azúcar alto en la sangre puede dañar los nervios. Esto puede afectar la capacidad de sentir dolor o controlar los músculos.
  • Problemas oculares: Incluyen daños en la retina, glaucoma y cataratas. Se recomienda una revisión anual de los ojos.
  • Problemas en los pies: Como cambios en la piel, mala circulación y deformidades. Es crucial usar calzado adecuado, visitar al podólogo y revisar los pies a diario.
  • Infecciones: En la piel, el tracto genital femenino y las vías urinarias. Es importante tener buena higiene.
  • Enfermedad renal (nefropatía diabética): Daño a los riñones.
  • Problemas del corazón y vasos sanguíneos: Como dolor en el pecho (angina), problemas de circulación en las piernas y el cerebro, y presión arterial alta.

¿Cuál es el pronóstico de la diabetes tipo 1?

El pronóstico para las personas con diabetes varía. Los estudios muestran que un control estricto del azúcar en la sangre puede prevenir o retrasar las complicaciones en los ojos, los riñones y el sistema nervioso. Sin embargo, pueden aparecer complicaciones incluso en personas que controlan bien su enfermedad.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Type 1 diabetes Facts for Kids

Enlaces externos

  • En MedlinePlus hay más información sobre Diabetes mellitus tipo 1


de:Diabetes mellitus#Diabetes Typ 1

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