Decreto de Nueva Planta de Cataluña para niños
El Decreto de Nueva Planta de Cataluña fue una ley muy importante que el rey Felipe V de España publicó el 16 de enero de 1716. Esto ocurrió un tiempo después de que terminara la Guerra de Sucesión Española en Cataluña. Con este decreto, se crearon nuevas formas de gobierno y leyes, inspiradas en las de Castilla. Estas nuevas leyes reemplazaron a las que Cataluña tenía antes, las cuales fueron eliminadas cuando la ciudad de Barcelona se rindió el 12 de septiembre de 1714.
Así, el rey Felipe V castigó a Cataluña por haber apoyado al Archiduque Carlos en 1705. El Archiduque Carlos había sido proclamado rey con el título de Carlos III de España por Cataluña y otros territorios de la Corona de Aragón. Al igual que pasó con los reinos de Valencia, Aragón y Mallorca, que fueron conquistados por los ejércitos de Felipe V, el Principado de Cataluña dejó de ser un territorio con sus propias leyes. Desde entonces, Cataluña se convirtió en una "provincia" del Reino de España.
Contenido
¿Qué pasó antes del Decreto de Nueva Planta?
La idea de unir los reinos
En 1626, el Conde-Duque de Olivares, un importante consejero del rey Felipe IV de España, propuso una idea. Quería que todos los reinos de la Monarquía Hispánica (como España se llamaba entonces) contribuyeran con soldados y dinero para defenderse. Esto era para que el rey tuviera más poder en todos sus territorios, igual que lo tenía en Castilla.
Olivares le dijo al rey que lo más importante era que se convirtiera en "Rey de España". Esto significaba que no solo fuera rey de Portugal, Aragón o Valencia, sino que lograra que todos estos reinos tuvieran las mismas leyes que Castilla. Él creía que así el rey sería el más poderoso del mundo.
La Guerra de Sucesión Española en Cataluña

Cuando el rey Carlos II de España murió sin hijos, dejó su trono a Felipe de Anjou. Felipe fue proclamado rey y viajó a Zaragoza y Barcelona para jurar las leyes de esos reinos. En Barcelona, juró las Constituciones catalanas en 1701. En esas reuniones, llamadas Cortes, se creó un tribunal para asegurar que el rey y sus funcionarios respetaran las leyes catalanas.
Mientras tanto, el Archiduque Carlos también quería ser rey de España. Formó una alianza con otros países europeos que no querían que la misma familia (los Borbones) gobernara Francia y España. Esta alianza declaró la guerra en 1702. En España, esta guerra se convirtió en una guerra civil a partir de 1705, entre los que apoyaban a Felipe V y los que apoyaban al Archiduque Carlos.
En 1705, el Archiduque Carlos logró entrar en Barcelona. Poco después, convocó unas Cortes donde se decidió que la Casa de Borbón (la familia de Felipe V) nunca podría heredar el trono de España. Así, los catalanes unieron su destino al Archiduque Carlos. Felipe V intentó recuperar Barcelona en 1706, pero no lo consiguió.
Las relaciones entre el Archiduque Carlos y los catalanes no siempre fueron fáciles. Él necesitaba dinero y los catalanes querían mantener sus privilegios.
Después de que las tropas del Archiduque Carlos se retiraran de Cataluña en julio de 1713, los catalanes decidieron seguir luchando contra Felipe V. Esta resistencia terminó el 12 de septiembre de 1714, cuando las tropas de Felipe V tomaron Barcelona. Desde ese momento, se empezaron a eliminar las instituciones de gobierno tradicionales de Cataluña. Este proceso terminó legalmente con el Decreto de Nueva Planta.
¿Cómo se creó la Nueva Planta?
Cuando los territorios de la Corona de Aragón (incluyendo Cataluña) apoyaron al Archiduque Carlos, los consejeros de Felipe V y de Luis XIV de Francia empezaron a pensar en cambiar la forma de gobierno. La idea que ganó fue la de eliminar las leyes y las instituciones propias de los territorios "rebeldes" de la Corona de Aragón. Se pensaba que, aunque fueran leales al rey, siempre lo serían más a su propia tierra.
La victoria de Felipe V en la batalla de Almansa en 1707, que llevó a la conquista de Valencia y Aragón, aceleró las decisiones. Cuando el duque de Berwick entró en Valencia, advirtió que el reino no tendría más privilegios que los que el rey quisiera darle.
Melchor de Macanaz, un consejero de Felipe V, propuso que el rey aprovechara la situación para dejar de ser un "rey esclavo" de las leyes antiguas y se convirtiera en un rey con poder absoluto en toda España.
Finalmente, el 29 de junio de 1707, Felipe V publicó el Decreto de Nueva Planta, que eliminaba las leyes de Aragón y Valencia.

Cuando se negociaba la paz en Europa (la Paz de Utrecht) en 1712, la reina Ana de Inglaterra intentó que Felipe V perdonara a los españoles que habían apoyado al Archiduque Carlos, especialmente a los catalanes, y que mantuvieran sus leyes. Pero Felipe V se negó.
El 13 de julio de 1713, se firmó el tratado de paz entre Gran Bretaña y España. En este tratado, Felipe V garantizaba la vida y los bienes de los catalanes, pero solo prometía que tendrían los mismos privilegios que los habitantes de Castilla.
En las negociaciones de Rastatt en 1714, el tema de los catalanes fue muy difícil. Felipe V quería aplicar en Cataluña y Mallorca la misma "Nueva Planta" que ya había puesto en Valencia y Aragón. El 6 de marzo de 1714, se firmó el tratado de Rastatt, pero Felipe V no se comprometió a mantener las leyes de Cataluña y Mallorca. Él le dijo a su abuelo Luis XIV que no quería devolverles sus privilegios porque eso anularía su autoridad y causaría más problemas.
Incluso Luis XIV aconsejó a su nieto que fuera menos severo con los catalanes, tratándolos como un padre. Pero Felipe V no le hizo caso, decidido a castigar a quienes se habían rebelado.
La eliminación de las leyes e instituciones de Cataluña
Cuando el Duque de Berwick llegó al asedio de Barcelona en julio de 1714, llevaba órdenes de Felipe V. Estas órdenes decían que los que resistieran debían ser tratados con el máximo rigor para que sirviera de ejemplo. Berwick pensó que la orden era excesiva, pero la cumplió.
El 13 de septiembre, al entrar en Barcelona, Berwick disolvió las Cortes catalanas y las tres instituciones principales de gobierno: el Brazo militar de Cataluña, la Diputación General de Cataluña y el Consejo de Ciento. También eliminó el cargo de virrey de Cataluña y la Audiencia de Barcelona. Los cargos municipales fueron ocupados por personas leales a Felipe V. Con todas estas medidas, el Principado de Cataluña dejó de existir como un estado con gobierno propio.
La prohibición de llevar armas
Una de las medidas fue prohibir a la gente llevar y guardar armas, incluso cuchillos. Esta prohibición se mantuvo por muchos años, a pesar de las quejas de la gente que necesitaba defenderse de animales salvajes. Para muchos catalanes, el derecho a llevar armas era muy importante, y esta prohibición fue una gran humillación.
El Decreto de Nueva Planta del 16 de enero de 1716
¿Cómo se hizo el Decreto?

La tarea de crear las nuevas instituciones fue compleja. Se hicieron propuestas muy estrictas, como la de Melchor de Macanaz, que quería que los nuevos gobernantes de los municipios catalanes fueran castellanos para que el gobierno se pareciera totalmente al de Castilla.
Finalmente, el Decreto de Nueva Planta para Cataluña fue redactado por el jurista catalán Francesc Ametller y el intendente José Patiño. Patiño quería que la autoridad del rey estuviera por encima de la ley y que el rey pudiera decidir sobre los impuestos. Se decidió mantener el derecho civil catalán (leyes sobre matrimonios, herencias, contratos), a diferencia de lo que se hizo en Valencia. Esto se hizo para evitar una gran confusión y para que la gente pudiera seguir trabajando y produciendo.
El Decreto fue firmado el 9 de octubre de 1715 y se publicó el 16 de enero de 1716. Tenía 15 páginas y 59 puntos. Aunque el Decreto no eliminó todas las leyes catalanas, les dio un carácter secundario. Esto significaba que las leyes catalanas se seguirían usando solo si no contradecían lo establecido en el Decreto.
Unos versos anónimos de la época muestran la tristeza que sintió la gente en Cataluña por la Nueva Planta:
Unas esperadas paces
unos humos de narices
nos hicieron infelices,
sólo falta a nuestra queja
una Planta que nos deja
sin muebles y sin raíces.
Cincuenta años después, un embajador austriaco escribió que los catalanes eran trabajadores, valientes y amaban la libertad. Decía que todavía hoy se veían pruebas de su esfuerzo a pesar de los impuestos y la dureza con que eran gobernados.
Las nuevas instituciones de la Nueva Planta
La nueva organización de gobierno creada por el Decreto de Nueva Planta buscaba asegurar el control político y militar de Cataluña. Para ello, se estableció una administración militarizada, similar a la de Valencia y Mallorca:
- Capitán General y Real Audiencia: el Real Acuerdo. El capitán general reemplazó al antiguo virrey de Cataluña y se convirtió en la máxima autoridad civil y militar. La Real Audiencia era el principal tribunal de justicia y también tenía funciones de gobierno. Junto con el capitán general, formaban el Real Acuerdo, que representaba al rey en Cataluña.
- Superintendencia: Esta institución se encargaba de administrar los bienes del rey y el nuevo impuesto llamado catastro. Este impuesto se impuso en toda Cataluña y era una forma de que todos reconocieran la autoridad del rey. La Superintendencia tomó las funciones de otras instituciones que fueron eliminadas.
- Corregimientos. Las antiguas divisiones territoriales fueron reemplazadas por doce corregimientos. Al frente de cada uno estaba un corregidor, que casi siempre era un militar castellano. Su misión principal era asegurar el dominio del rey y eliminar las antiguas formas de gobierno.
- Ayuntamientos borbónicos: los regidores. Los ayuntamientos adoptaron el modelo de Castilla. Los cargos de regidores eran nombrados por el rey o por el capitán general. Se eliminó el sistema anterior donde los representantes eran elegidos por sorteo. Esto hizo que la administración local fuera controlada por la nobleza y dejara fuera a otros grupos sociales.
El fin de las "prohibiciones de extranjería"
El Decreto de Nueva Planta eliminó la norma que impedía a personas de otros reinos de España ocupar cargos en Cataluña. Ahora, todos los súbditos del rey podían trabajar en cualquier provincia. Aunque esto abría oportunidades para los catalanes en otras partes de la monarquía, al principio significó que muchos no catalanes ocuparan cargos en Cataluña. Sin embargo, esta medida también ayudó al comercio, facilitando que los productos catalanes llegaran a todo el mercado español.
La imposición del castellano como lengua oficial
El Decreto de Nueva Planta de 1716 estableció que los juicios en la Real Audiencia se harían en castellano. Antes se usaba el latín. Al año siguiente, se dio una instrucción secreta a los corregidores para que introdujeran el castellano en todas partes de forma discreta.
Aunque el castellano se convirtió en la lengua oficial de la administración, el catalán siguió siendo muy usado por la gente en su vida diaria. La obligación de usar el castellano en la enseñanza primaria y secundaria no se decretó hasta 1768. A lo largo del siglo XVIII, el comercio con otras partes de España también motivó a la gente a aprender castellano.
El uso del castellano, del latín y del catalán en la justicia
El artículo 5 del Decreto de Nueva Planta de 1716 decía que los casos en la Real Audiencia se llevarían en castellano. Sin embargo, como no se eliminaron todas las leyes antiguas, los encargados de los juicios debían conocer el latín y el catalán para entender los documentos antiguos.
En los tribunales de menor nivel, se permitió que los litigantes usaran el catalán. Pero en 1778, el rey Carlos III de España ordenó que los jueces dejaran de usar el latín en las sentencias, porque la gente no lo entendía. Quería que se escribieran en castellano para que fueran más claras para todos.
El cierre de universidades y la creación de la Universidad de Cervera
El Decreto ordenó el cierre de las siete universidades que existían en Cataluña antes de 1714 (Barcelona, Lérida, Gerona, Tarragona, Vich, Solsona y Seo de Urgel). La razón oficial fue que los estudiantes habían causado problemas durante la guerra.
En su lugar, se creó una única universidad en Cervera. Esta universidad tuvo el derecho exclusivo de publicar todos los libros de estudio, lo que le daba un gran control sobre las ideas y el idioma. Cervera fue elegida porque era una ciudad pequeña y tranquila.
Algunos historiadores creen que la creación de la Universidad de Cervera fue como una "Nueva Planta cultural" para Cataluña. Aunque fue una medida de control, también buscaba mejorar la educación universitaria en la región.
¿Qué consecuencias tuvo el Decreto?
Después de 300 años, los historiadores siguen debatiendo si el Decreto de Nueva Planta fue positivo, negativo o neutral para Cataluña.
Opiniones de historiadores fuera de Cataluña
Muchos historiadores de fuera de Cataluña ven el Decreto de Nueva Planta de forma positiva. Por ejemplo, el historiador británico John Lynch cree que la derrota de 1714 no fue una catástrofe. Dice que Cataluña se recuperó poco a poco, la gente siguió produciendo y vendiendo, y la identidad y la lengua catalana sobrevivieron. Lynch concluye que, a medio plazo, los catalanes obtuvieron la posibilidad de crecer económicamente, con un mercado protegido en Castilla y acceso a América para sus productos.
Antonio Domínguez Ortiz también piensa que la recuperación fue rápida. La población de Barcelona, por ejemplo, creció mucho. Esto se debió a la liberalización del comercio con América y a la eliminación de las aduanas internas.
La visión de los historiadores catalanes
Entre los historiadores catalanes, y algunos de fuera como Pierre Vilar, predomina la idea de que el Decreto de Nueva Planta significó que el "estado catalán dejó de existir". Cataluña se convirtió en una "provincia" de la Monarquía, donde se impuso un modelo de gobierno centralizado y absoluto.
Josep Fontana cree que los catalanes habían formado una identidad propia como "pueblo" o "nación" a lo largo de muchos años. Por eso, los gobernantes de Felipe V no entendieron que la asimilación requería métodos diferentes a la imposición de nuevas leyes.
Fontana también dice que la idea de que la política económica de los Borbones fue la causa del crecimiento económico catalán en el siglo XVIII es un "mito". Él cree que los comerciantes catalanes se beneficiaron de algunas circunstancias nuevas, como la unidad del mercado interior y el comercio con América, pero que la política económica del rey no tuvo un efecto positivo en general.
El balance final de Fontana es muy negativo. Considera que la corrupción era común en el gobierno de los Borbones. Como resultado, la sociedad civil en Cataluña, a través de gremios y otras asociaciones, tuvo que luchar contra los ayuntamientos corruptos. También surgieron nuevas instituciones impulsadas por la burguesía, como la Junta de Comercio.
Roberto Fernández Díaz critica la visión de algunos historiadores catalanes. Él cree que el "resurgir catalán" del siglo XVIII se debió al dinamismo de la sociedad catalana, pero también a las reformas del gobierno de los Borbones. Según Fernández, las relaciones entre catalanes y el gobierno fueron más de colaboración que de enfrentamiento, y resultaron positivas para el progreso de la mayoría de los catalanes.
Fernández reconoce que persistía un sentimiento de nostalgia por las leyes perdidas y el deseo de tener más capacidad de autogobierno. Sin embargo, también señala que gran parte de la sociedad catalana se fue adaptando a la realidad española. Para Fernández, muchos catalanes sentían una especie de "bipatriotismo", donde ser catalán era compatible con sentirse parte de España.
En resumen, según Roberto Fernández, el Decreto de Nueva Planta, aunque fue un cambio radical, no causó un daño significativo al crecimiento económico, el desarrollo social y la cultura catalana, excepto en el ámbito de la lengua literaria. La nueva organización institucional trajo estabilidad, no solo por la autoridad del rey, sino también porque la mayoría de la sociedad catalana vio que sus vidas mejoraban.
Más información
- Tratado de Viena (1725)
- Austracistas
- Exilio austracista
- Caso de los catalanes
- Catastro (impuesto)
- Memorial de Agravios (1760)
- Real Academia de Buenas Letras de Barcelona
- Real Academia Militar de Matemáticas y Fortificación
- Real Junta Particular de Comercio de Barcelona
- Compañía de Comercio de Barcelona