Real Acuerdo para niños
El Real Acuerdo fue una institución importante en el gobierno del Imperio español en América y, más tarde, en algunas regiones de España después de los cambios introducidos por el rey Felipe V de España.
Estaba formado por el virrey (en América) o el capitán general (en España) junto con los oidores de la Real Audiencia. Era la autoridad más alta en un grupo, aunque siempre estaba bajo la supervisión del virrey o del capitán general.
El Real Acuerdo en América: Un Consejo para el Virrey
Al principio, el Real Acuerdo no era una reunión fija. Solo se juntaba cuando el virrey necesitaba el consejo de los oidores de la Real Audiencia en situaciones muy importantes o difíciles. Los oidores eran expertos en leyes, por lo que sus opiniones eran muy valiosas.
Con el tiempo, estas reuniones se hicieron más comunes. Después de discutir un tema, el virrey pedía a los oidores que escribieran su decisión para darle un respaldo legal. A este documento se le llamó "real acuerdo". Por eso, la reunión del virrey con los oidores también empezó a llamarse Real Acuerdo.
Aunque las decisiones del Real Acuerdo no eran obligatorias para el virrey, él solía seguirlas. Esto le ayudaba a compartir la responsabilidad de sus decisiones con el Consejo de Indias o con el rey. Así, el Real Acuerdo se convirtió en el principal consejo para los virreinatos en América.
El Real Acuerdo en España: Cambios con la Nueva Planta
Después de la Guerra de Sucesión Española, el rey Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta. Estos decretos cambiaron las leyes y las instituciones de los antiguos reinos de la Corona de Aragón.
Estas regiones se convirtieron en "provincias". La máxima autoridad era el capitán general, quien representaba al rey en asuntos civiles, militares y judiciales. Sin embargo, el capitán general debía gobernar junto con la Real Audiencia, de la cual era presidente. Juntos, formaban el Real Acuerdo.
La Real Audiencia tenía dos funciones:
- Gobernar la provincia, formando el Real Acuerdo con el capitán general.
- Administrar justicia como el tribunal más alto, sin la participación del capitán general.
A veces, había desacuerdos entre el capitán general y los miembros de la Audiencia. El historiador Enrique Giménez explica que el Real Acuerdo se hizo oficial para resolver estos conflictos. Por ejemplo, en el Reino de Valencia, el capitán general quería mantener el orden con métodos militares. La Audiencia, en cambio, prefería que los expertos en leyes tuvieran más participación en la administración.
Para solucionar esto, Felipe V decidió en 1716 aplicar la misma estructura que ya había aprobado para Cataluña. La Audiencia quedó bajo la presidencia del Capitán General. Así, la autoridad militar tenía más peso en este organismo que representaba al rey.
Una tarea importante del Real Acuerdo era supervisar a los municipios. Se aseguraban de que cumplieran las órdenes del Consejo de Castilla y de los Secretarios del Despacho en Madrid.
El Real Acuerdo fue eliminado por las Cortes de Cádiz en un tiempo de grandes cambios. Sin embargo, fue restablecido por el rey Fernando VII en 1814. Finalmente, fue suprimido de forma definitiva con el triunfo de la Revolución liberal española, marcando el fin de una institución que combinaba el gobierno y la justicia.