Memorial de Agravios (1760) para niños
La Representación o Memorial de Agravios de 1760 fue un documento muy importante presentado por representantes de las ciudades de Zaragoza, Valencia, Palma de Mallorca y Barcelona. Estas ciudades representaban a los antiguos territorios de la Corona de Aragón.
Este documento fue entregado al rey Carlos III de España al principio de su reinado. En él, los representantes de la antigua Corona de Aragón explicaron los problemas que enfrentaban desde que el rey Felipe V de España había establecido los Decretos de Nueva Planta. También propusieron soluciones para mejorar la situación.
Aunque el rey Carlos III no le dio mucha importancia en ese momento, este documento es muy significativo. Muestra el descontento que existía en los territorios de la antigua Corona de Aragón con las nuevas leyes que buscaban que toda España tuviera las mismas normas. También revela el deseo de recuperar algunas de las formas de gobierno y leyes propias que tenían antes de 1714.
Contenido
El Memorial de Agravios de 1760: Una Petición Importante
¿Qué fue el Memorial de Agravios?
El Memorial de Agravios de 1760 fue una petición formal. En ella, los representantes de los territorios de la antigua Corona de Aragón expresaron sus quejas. Querían que el nuevo rey, Carlos III, supiera los problemas que habían surgido. Estos problemas se debían a los cambios en las leyes y la forma de gobierno.
El documento no criticaba al rey Felipe V, padre de Carlos III. En cambio, decía que los problemas venían de una mala aplicación de las nuevas leyes. También señalaba que las leyes de Castilla no se ajustaban bien a la forma de ser de la gente de la Corona de Aragón.
¿Por qué se presentó este documento?
Después de que dos reyes de la familia Borbón, Felipe V de España y Fernando VI de España, gobernaran con un poder muy centralizado, había mucha expectativa. La gente esperaba cambios con la llegada al trono de Carlos III de España.
Ocho representantes, dos por cada una de las cuatro ciudades principales de la antigua Corona de Aragón, entregaron este documento al rey. Lo hicieron cuando asistieron a las Cortes (una especie de reunión importante) para jurarle lealtad como nuevo monarca. Este era un procedimiento tradicional en las antiguas Cortes de Aragón.
Los representantes explicaron que querían que los territorios de la Corona de Aragón fueran felices bajo el reinado de Carlos III.
Problemas con el gobierno de las ciudades
Antes de los Decretos de Nueva Planta, las ciudades de la Corona de Aragón eran gobernadas por sus propios ciudadanos. Estos eran elegidos por sorteo cada año. Esto permitía que la gente participara activamente en el gobierno de sus ciudades.
Sin embargo, después de los Decretos de Nueva Planta, los gobernantes de las ciudades eran elegidos directamente por la familia Borbón. Estos nuevos gobernantes tenían poco poder real. Además, los corregidores (funcionarios del rey) y las Reales Audiencias (tribunales de justicia) tenían mucho control. Esto llevó a un mal gobierno y a que muchos puestos importantes fueran ocupados por personas de Castilla.
Los representantes pidieron que se investigara cómo gobernaban los pueblos. También sugirieron que se recuperara el antiguo sistema de gobierno municipal. Creían que esto evitaría muchos gastos y problemas para los habitantes.
La importancia de las Diputaciones del General
Otro punto importante que los representantes pidieron fue la restauración de las Diputaciones del General. Estas eran instituciones que representaban a cada territorio (Aragón, Valencia, Cataluña). Estaban formadas por representantes de la iglesia, la nobleza y la gente común. Su objetivo era trabajar por el bien de todos.
Los representantes argumentaron que estas instituciones no iban en contra del poder del rey. Al contrario, ayudarían a evitar problemas y a usar mejor los impuestos. Creían que las diferencias en las leyes y el gobierno entre los reinos de España no afectaban la unidad del país.
¿Quién debía ocupar los cargos públicos?
Los Decretos de Nueva Planta también cambiaron una ley que hacía que los castellanos fueran considerados "extranjeros" en la Corona de Aragón. La idea era que todos los españoles pudieran trabajar en cualquier lugar. Sin embargo, en la práctica, muchos castellanos ocuparon cargos en la Corona de Aragón. En cambio, la gente de la Corona de Aragón no conseguía puestos importantes en Castilla.
Los representantes se quejaron de esta situación. Señalaron que había muchos puestos en la administración, la iglesia y el ejército que eran ocupados por castellanos. Mientras tanto, las puertas estaban cerradas para la gente de la Corona de Aragón.
Por ello, no pidieron que se volviera a la antigua ley de "extranjería". En su lugar, solicitaron que se diera preferencia a los habitantes de cada territorio para ocupar los cargos públicos en su propia región. Argumentaron que esto era justo y beneficioso.
El idioma y la administración
Los representantes también destacaron un problema relacionado con el idioma. Antes de 1714, muchos documentos legales y escritos estaban en latín y en catalán/valenciano. Los castellanos no siempre entendían bien estos idiomas. Esto podía causar problemas en la justicia.
Además, para la predicación de la fe católica, la gente común de Valencia, Mallorca y Cataluña hablaba principalmente catalán/valenciano. No entendían bien el castellano. Por eso, era necesario que los obispos y sacerdotes de esas zonas fueran personas nacidas o criadas allí. Así podrían comunicarse mejor con la gente. Compararon esta situación con lo que ocurría en las Indias, donde los sacerdotes aprendían las lenguas locales para enseñar el mensaje de Cristo.