Consejo Nacional de Defensa para niños
Datos para niños Consejo Nacional de Defensa |
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Localización | |||||
País | España | ||||
Información general | |||||
Jurisdicción | ![]() |
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Tipo | organización | ||||
Sede | Madrid | ||||
Sistema | Dictadura militar | ||||
Organización | |||||
Presidente | Segismundo Casado José Miaja Menant |
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Composición | Véase Composición | ||||
Historia | |||||
Fundación | 5 de marzo de 1939 | ||||
Disolución | 28 de marzo de 1939 | ||||
Sucesión | |||||
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El Consejo Nacional de Defensa fue un grupo de personas que tomó el control del gobierno en la parte de España que aún estaba bajo el control de la Segunda República Española. Esto ocurrió después de un movimiento militar liderado por el coronel Segismundo Casado contra el gobierno de Juan Negrín.
Este movimiento, que tuvo lugar en Madrid el 5 de marzo de 1939, buscaba terminar la Guerra civil española. Se esperaba lograr un acuerdo entre los militares para limitar las consecuencias anunciadas por el bando ganador, liderado por el general Francisco Franco. También se quería evitar que el gobierno de Negrín, apoyado por el Partido Comunista de España y una parte del Partido Socialista Obrero Español, prolongara el conflicto. Negrín pensaba que alargar la guerra hasta que comenzara un conflicto mayor en Europa podría salvar a la República.
Contenido
¿Por qué se formó el Consejo Nacional de Defensa?
La situación antes del Consejo
El presidente del gobierno republicano, Juan Negrín, se había trasladado a Francia con sus ministros el 8 de febrero de 1939. Esto sucedió después de que el bando sublevado ganara la Ofensiva de Cataluña, que terminó el 10 de febrero. Ese mismo día 8, los sublevados habían tomado Menorca, y las autoridades republicanas locales se fueron pacíficamente en barcos británicos. Además, la Unión Soviética había dejado de enviar suministros a la República el 5 de febrero.
Negrín y sus ministros regresaron a España días después y se instalaron en un lugar llamado "Posición Yuste", cerca de Petrel, en Alicante. Esta ubicación estaba cerca de un aeródromo militar en Monóvar, lo que les permitiría salir rápidamente de España si fuera necesario. El Partido Comunista de España (PCE), aliado de Negrín, también se había instalado cerca de Elda y Monóvar, lo que facilitaría la salida de sus líderes.
La situación militar de la República era muy difícil después de la caída de Cataluña. Aunque el Ejército Popular tenía muchos soldados, los generales republicanos Antonio Escobar y Manuel Matallana Gómez informaron a Negrín el 12 de febrero que las tropas no tenían suficiente ropa, comida ni armamento. Tenían muy pocos fusiles de reserva y poca protección aérea. Por ello, pidieron negociar con el bando sublevado, ya que consideraban que la guerra estaba perdida para la República.
A pesar de las peticiones de los militares para negociar el fin de la guerra, Negrín y el PCE insistieron en seguir resistiendo. El general José Miaja los apoyó al principio. El PCE creía que una "gran guerra europea" (entre Gran Bretaña y Francia contra Alemania e Italia) salvaría a la República.
La decisión final para el movimiento militar se tomó el 26 de febrero de 1939. Ese día se supo que el gobierno de Francisco Franco había sido reconocido por Gran Bretaña y Francia. La República solo controlaba la zona sureste del país, y parecía que el triunfo de Franco era cuestión de tiempo. El 28 de febrero, Manuel Azaña renunció a la presidencia de la República desde París. Azaña también se había negado a regresar a España.
Con esta situación, los militares que planeaban el movimiento vieron que Negrín no tenía una autoridad fuerte y que muchos líderes republicanos estaban desanimados. Esto llevó a que militares, republicanos de izquierda, socialistas y anarquistas (sin incluir a los comunistas ni a los socialistas que apoyaban a Negrín) se unieran. Su objetivo era formar un gobierno "sustituto" para intentar negociar la paz con las fuerzas de Franco. Diego Martínez Barrio también se negó a ser presidente y a volver a España.
¿Cómo se desarrolló el Consejo Nacional de Defensa?
El movimiento de Casado y la creación del Consejo
El 2 de marzo, Negrín intentó calmar los rumores de un levantamiento. Hizo algunos ascensos militares y cambios en los mandos, nombrando a militares cercanos al PCE en puestos importantes. Sin embargo, solo pudo nombrar al oficial Francisco Galán como jefe de la guarnición de Cartagena, donde estaba la flota naval republicana. Pero Galán no pudo evitar que los oficiales y marineros se amotinaran el 4 de marzo. Ellos tomaron los barcos y huyeron a Argelia, diciendo que querían evitar que las tropas comunistas se apoderaran de los navíos. Una vez en el Norte de África, entregaron la flota a las autoridades francesas.
La rebelión de Cartagena fue seguida por un levantamiento militar en Madrid el 5 de marzo, dirigido por el coronel Segismundo Casado. Negrín intentó hablar con los rebeldes desde la "Posición Yuste", pero no los convenció. La presidencia del Consejo se le ofreció al líder socialista Julián Besteiro, quien era muy popular. Él no aceptó, pensando que un militar debía presidirlo dadas las circunstancias, pero sí aceptó ser consejero. Así, la presidencia quedó en manos del general Miaja.
Las tropas republicanas comunistas respondieron al movimiento atacando Madrid los días 6 y 7 de marzo. También se enfrentaron a los batallones anarquistas de Cipriano Mera, que fueron a Madrid para apoyar al Consejo. Era como una "guerra interna" dentro de uno de los bandos de la Guerra civil española. Negrín y su gobierno intentaban mantener la lealtad de algunos jefes militares cercanos al PCE para seguir resistiendo.
Mientras tanto, los asesores soviéticos que estaban con el PCE preparaban su evacuación el 6 de marzo, dando por perdida la República. En la mañana del 6 de marzo, llegó la noticia a Petrel y Elda de que las tropas de Alicante se unían a Casado. Esto aceleró la salida del Gobierno y de los principales líderes del PCE. Esa misma tarde, Negrín abandonó España en avión desde Monóvar con sus ministros. Horas después, los asesores soviéticos y la cúpula del PCE también salieron desde el mismo lugar. Ese día, el Consejo Nacional de Defensa seguía luchando contra los comunistas en Madrid. En Ciudad Real, las tropas comunistas se opusieron al Consejo, pero las tropas del Ejército de Extremadura del General Escobar las detuvieron.
Cuando las unidades del PCE supieron que sus líderes y los asesores soviéticos habían huido, se confundieron mucho. Intentaron seguir luchando, pero pronto se rindieron al darse cuenta de que estaban solos y sin instrucciones. El 11 de marzo, después de varios días, los comunistas dejaron las armas a cambio de que Casado no tomara medidas contra ellos.
Conversaciones con Franco
El 12 de marzo, el Consejo Nacional de Defensa tomó medidas contra los líderes comunistas que habían luchado contra su autoridad en Madrid. También dictó normas urgentes para reducir la influencia comunista en el ejército, como eliminar los comisarios políticos y la estrella roja de los uniformes. Inmediatamente, el Consejo intentó llegar a un acuerdo de paz con el gobierno de Francisco Franco. Sin embargo, las autoridades de Franco insistían desde febrero en que solo aceptarían la rendición sin condiciones de la República.
El 8 de febrero, el gobierno de Franco había creado en Burgos la Ley de Responsabilidades Políticas. Esta ley declaraba responsables a casi todas las personas, civiles o militares, que hubieran apoyado activamente al bando republicano desde el 18 de julio de 1936. Al conocerse esta ley en la zona republicana, creció el temor a las consecuencias, ya que la norma daba a Franco un poder total para actuar contra los simpatizantes del antiguo Frente Popular.
El 19 de marzo, Franco aceptó recibir a los enviados republicanos. El día 23, Casado envió a los coroneles Garijo y Ortega a Burgos para negociar directamente con el bando de Franco. El Consejo Nacional de Defensa esperaba que, si Franco no aceptaba condiciones de paz, al menos garantizara que no habría consecuencias graves. Sin embargo, como Gran Bretaña y Francia ya habían reconocido al gobierno de Franco, y después de la gran victoria en la Ofensiva de Cataluña, el bando sublevado quería una rendición sin condiciones de la República. Sabían que la República se sentía vencida y no podía resistir más. Esto evitó un acuerdo de última hora entre militares que pudiera dar legitimidad a los republicanos para formar una oposición y dificultar la autoridad del nuevo líder.
Ese mismo día 23 se llevaron a cabo las conversaciones. Los enviados de Franco repitieron que solo aceptarían la rendición sin condiciones de las tropas republicanas. Añadieron que en dos días la aviación de la República debía ser entregada a los de Franco, y que el 27 de marzo se detendrían los combates en todos los frentes para que las tropas de Franco avanzaran. Ante esto, las fuerzas republicanas solo debían rendirse y entregar sus armas. Sobre las temidas consecuencias, Franco solo ofreció una vaga promesa verbal de "justicia para quienes no hubieran cometido acciones graves", sin dar más detalles. Tampoco se aceptó la petición republicana de una "rendición por zonas" para dar tiempo a los refugiados que quisieran salir de España.
Los enviados de Casado pidieron en vano veinticinco días para cumplir estas exigencias, pero se les negó. Solo se les permitió escribir un documento para proceder a la rendición de forma pacífica, ya que las tropas de Franco simplemente avanzarían cuando terminara el plazo fijado. Finalmente, el 25 de marzo, los enviados de Franco protestaron porque la aviación republicana aún no se había entregado. Acusaron a Casado de "no controlar a sus tropas y no estar en condiciones de negociar". Los enviados republicanos regresaron a Madrid la mañana del 26 para acelerar la entrega de la aviación, pero ya era tarde. En la madrugada del 27 de marzo, Franco no esperó más y ordenó a sus tropas iniciar la ofensiva.
El final del Consejo
El 27 de marzo, Franco ordenó a sus ejércitos avanzar en una ofensiva final. Casado ordenó a las tropas de la República que se rindieran sin resistencia. Sin embargo, en las semanas anteriores, muchos soldados republicanos ya habían abandonado sus puestos sin que sus oficiales lo impidieran. Durante el día 27, los de Franco capturaron a 30.000 prisioneros en la primera línea del frente y tomaron todas las localidades que pudieron. Al saber de esta situación, el Ejército Popular Republicano se disolvió en todo el frente: divisiones y regimientos se desintegraron al saber que los de Franco estaban cerca. Los soldados abandonaron sus posiciones y armas para regresar a sus casas.
Al mismo tiempo, muchos simpatizantes republicanos (incluyendo personas que habían ocupado puestos en la administración), socialistas, anarquistas y comunistas, huyeron en masa hacia las ciudades de la costa mediterránea, las más alejadas del frente. Esperaban salir de España en algún barco para evitar las consecuencias que el bando sublevado ya había anunciado para los vencidos. Se formaron largas filas de refugiados en los muelles de Alicante, Valencia y Cartagena, esperando una evacuación inmediata en barcos extranjeros, ya que la flota republicana había huido a Argelia.
El 28 de marzo, los de Franco tomaron Madrid sin resistencia y arrestaron a Julián Besteiro, quien había decidido quedarse con los civiles madrileños y no huir. Casado salió de Madrid hacia Valencia la mañana del 28, dejando el Consejo Nacional de Defensa prácticamente disuelto ese mismo día. Al anochecer del 28 de marzo, los de Franco también tomaron todo el frente republicano de Extremadura y Andalucía, de nuevo sin resistencia.
La salida de España de Casado y los miembros del Consejo
Los miembros del Consejo Nacional de Defensa, excepto Julián Besteiro, habían salido de Madrid el día 27 por orden de Franco. Él no quería que estuvieran presentes cuando entraran las tropas de Franco, por lo que no tuvieron problemas con los grupos que apoyaban a Franco en secreto y que ya controlaban la capital. Al día siguiente llegaron a Valencia.
Casado había hablado con el cónsul británico en Valencia sobre la posibilidad de que su gobierno les ayudara a él y a los miembros del Consejo Nacional de Defensa a salir de España. Esto fue después de que las "negociaciones" con los representantes del general Franco para lograr una "paz honrosa" no tuvieran éxito. El cónsul habló con su gobierno, que al principio se mostró reacio. Sin embargo, cuando Casado llegó a Valencia, el cónsul británico Goodden le dijo que fueran a Gandía, donde les esperaba un buque de guerra británico para que pudieran salir de España. Gandía era un puerto visitado por los británicos porque era gestionado por una empresa de esa nacionalidad. Un día después, el 29 de marzo, el Jefe de Falange de Valencia le pidió a Casado que hablara por radio a mediodía a los valencianos para calmar los ánimos, ya que la tensión aumentaba en la ciudad por la presencia cada vez más visible de grupos que apoyaban a Franco.
Luego, Casado y su grupo, que en ningún momento fueron molestados por los representantes de Franco en Valencia, se dirigieron a Gandía, a donde llegaron a las cuatro de la tarde. El problema que encontraron fue que el puerto de Gandía estaba lleno de refugiados esperando embarcar, lo que dificultaría la subida al barco británico. El propio Casado o el gerente del puerto, Edwin Apfel, convencieron a los refugiados de que fueran a Alicante, prometiéndoles que allí encontrarían barcos mercantes británicos en los que podrían huir. Mientras tanto, una compañía de infantes de marina desembarcó del crucero Sussex para asegurar el embarque.
En la madrugada del jueves 30 de marzo, Casado, junto con 143 hombres, 19 mujeres y 2 niños, embarcó en el buque británico "Galatea". A esas mismas horas, el general Miaja, que llevaba días en Valencia, salía de España en avión hacia Orán. La mañana del sábado 1 de abril, fueron trasladados a otro buque británico, el buque hospital Maine, que zarpó hacia Marsella a las 4 de la tarde, llegando a las 6:30 horas del 3 de abril a la ciudad francesa. Desde allí fueron a Gran Bretaña. La operación de embarque en Gandía fue vigilada en todo momento por el barco mercante armado de Franco Mar Negro, que no intervino.
El 14 de abril de 1939, dos semanas después de que terminara la guerra civil española, se presentó un informe en la Cámara de los Comunes de Londres. Este informe, de una delegación del Comité Internacional, señalaba que el desvío de los refugiados de Gandía a Alicante "causó la pérdida, sin duda, de algunos miles de vidas".
¿Quiénes formaron el Consejo?
El Consejo se formó con los siguientes miembros (excepto la presidencia, los demás eran consejeros):
Presidencia | José Miaja Menant (militar) |
Estado | Julián Besteiro Fernández (PSOE) |
Gobernación | Wenceslao Carrillo Alonso-Forjador (PSOE) |
Defensa | Segismundo Casado López (militar) |
Hacienda y Economía | J. González Marín (CNT) |
Trabajo | Antonio Pérez García (UGT) |
Justicia | Miguel San Andrés Castro (IR) |
Instrucción Pública y Sanidad | José del Río (UR) |
Comunicaciones y Obras Públicas | Eduardo Val Bescós (CNT) |