Batalla de Ocaña para niños
Datos para niños Batalla de Ocaña |
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Guerra de la Independencia Española, dentro de las Guerras Napoleónicas Parte de guerra de la Independencia española |
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![]() Plano de la Batalla de Ocaña
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Fecha | 19 de noviembre de 1809 | |||
Lugar | Ocaña, España | |||
Coordenadas | 39°57′N 3°30′O / 39.95, -3.5 | |||
Resultado | Victoria francesa. Disolución de la Junta Central Suprema | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Batalla de Ocaña fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió el 19 de noviembre de 1809. Tuvo lugar cerca del pueblo de Ocaña, en la provincia de Toledo, España. Esta batalla fue parte de la Guerra de la Independencia Española, un conflicto mayor dentro de las Guerras Napoleónicas.
En esta batalla se enfrentaron el ejército francés, liderado por el rey José I Bonaparte y el Mariscal Soult, contra el ejército español, comandado por el general Aréizaga. El ejército francés contaba con unos 40.000 soldados de infantería, 6.000 jinetes y mucha artillería. Por su parte, el ejército español tenía alrededor de 51.869 hombres, incluyendo 5.766 jinetes y 55 cañones.
Contenido
¿Qué fue la Batalla de Ocaña y por qué fue importante?
La Batalla de Ocaña fue una de las batallas más grandes y decisivas de la Guerra de la Independencia Española. Su resultado tuvo un gran impacto en el desarrollo de la guerra, ya que la victoria francesa debilitó mucho la resistencia española.
Preparativos Militares antes del Gran Enfrentamiento
Después de la Batalla de Talavera, el general Francisco de Eguía tomó el mando del Ejército de Extremadura. Siguiendo órdenes de la Junta Central, Eguía se unió al Ejército de La Mancha. Este último ejército se había refugiado en Sierra Morena tras ser derrotado en la Batalla de Almonacid de Toledo.
El ejército español que la Junta Central había logrado reunir era el más fuerte hasta ese momento. Contaba con uniformes, armas y equipo enviados por los aliados británicos. A principios de octubre, este ejército sumaba más de 51.000 soldados de infantería, casi 6.000 jinetes y 35 cañones.
Los franceses, tras su victoria en Almonacid, avanzaron hacia Daimiel. Esto obligó al Ejército de La Mancha a regresar a Sierra Morena. La Junta Central no estaba contenta con la indecisión del general Eguía, quien fue reemplazado por el general Juan Carlos de Aréizaga. Aréizaga había destacado en la batalla de Alcañiz y asumió el mando del Ejército del Centro el 23 de octubre de 1809.
Movimientos de Tropas antes del Enfrentamiento
El 3 de noviembre, el general Aréizaga movió sus tropas hacia Santa Cruz de Mudela y luego a Herencia. El ejército español estaba organizado en varias divisiones de infantería y una de caballería. La caballería española avanzaba rápidamente, haciendo que los jinetes franceses se retiraran.
Hubo algunos pequeños combates, como en la Cuesta del Madero y cerca de Ocaña. El 11 de noviembre, todo el ejército español ya estaba reunido en Ocaña. Los franceses se habían retirado hacia Aranjuez.
Aréizaga intentó cruzar el Tajo el 14 de noviembre, pero una tormenta de tres días lo impidió. Este retraso fue crucial, ya que mientras Aréizaga dudaba, los franceses reunieron todas sus fuerzas en Aranjuez. El rey José Bonaparte y el Mariscal Soult lideraban a 40.000 soldados de infantería, 6.000 jinetes y mucha artillería. A pesar de esto, los franceses esperaron y permitieron que Aréizaga avanzara de nuevo a Ocaña el 18 de noviembre. El 19 de noviembre, el general español pudo establecer sus tropas tranquilamente, sabiendo que los franceses finalmente atacarían.
El Desarrollo de la Batalla de Ocaña
El ejército español se colocó en dos líneas, a la derecha y a la izquierda de Ocaña, con la caballería en los costados. A las diez de la mañana, comenzó el fuego entre los dos ejércitos. El mariscal Mortier dirigió a las divisiones polaca y alemana contra el centro y la derecha del ejército español. Al mismo tiempo, la división de Dessolles se acercó por el frente de Ocaña.
La caballería francesa, bajo el mando del general Sebastiani, realizó un gran movimiento para rodear el flanco derecho español, que era el objetivo principal del ataque.
Los Primeros Ataques y la Resistencia Española
El primer ataque de los soldados polacos fue rechazado por los españoles, quienes avanzaron con fuerza. Solo la artillería francesa pudo detener su avance. La línea polaca se reorganizó y el ejército español atacó de nuevo con más energía. A pesar de los esfuerzos de la artillería francesa, la línea española fue empujada hacia atrás.
Finalmente, las tropas españolas tuvieron que cambiar de posición debido a la amenaza de la caballería de Sebastiani que se acercaba por su flanco. Este movimiento fue difícil, pero algunas tropas lo hicieron con calma, especialmente la 1.ª División, liderada por el brigadier Lacy. Él mismo tomó la bandera del regimiento de Burgos para animar a sus hombres.
El Momento Decisivo de la Batalla
El mariscal Mortier vio que su primera línea estaba cediendo y ordenó a Girard que avanzara con su división contra los españoles. Las tropas españolas, al ver que por su izquierda las fuerzas de Desolles estaban a punto de entrar en Ocaña y que por su derecha la caballería española huía ante la gran cantidad de jinetes franceses, finalmente cedieron y buscaron el apoyo de la vanguardia.
Poco después del mediodía, la caballería francesa, con un rápido movimiento envolvente, logró cortar regimientos enteros y obligó al ejército español a rendirse. En las filas españolas, hubo mucha confusión y pánico. Los jefes y oficiales no pudieron detener la dispersión de sus tropas.
Zayas, a pesar de recibir órdenes contradictorias, se mantuvo en su posición por un tiempo. Pero cuando Ocaña fue ocupada por los soldados franceses, también tuvo que retirarse. Lo hizo de manera ordenada hasta llegar a Dosbarrios, donde finalmente fue alcanzado por la derrota general.
Solo la división de Vigodet logró mantenerse unida y en formación. Esto fue gracias al ejemplo del regimiento de la Corona, que juró no separarse de sus oficiales. Esta división logró salvar cinco cañones y sus carros de municiones. Sirvió de punto de reunión para que se unieran algunos otros grupos de soldados y unos 200 jinetes. Esta columna se dirigió a Yepes, luego a La Guardia, y al encontrar este pueblo ocupado por el enemigo, se dirigió a Turleque. Allí, volvió a ponerse bajo las órdenes de su general en jefe, sin haber perdido ni un solo hombre ni un cañón en su largo camino.
Consecuencias de la Batalla de Ocaña
El general Aréizaga permaneció durante toda la batalla en una de las torres de Ocaña, observando el campo, pero sin dar órdenes ni dirigir el combate. Después, se dirigió a Dosbarrios, La Guardia y Daimiel, donde el 20 de noviembre informó a la Junta Central sobre la catástrofe.
La derrota fue terrible para el ejército español. Aproximadamente 4.000 hombres resultaron muertos o heridos, y entre 15.000 y 20.000 fueron hechos prisioneros. Además, se perdieron 40 cañones, equipajes y provisiones, prácticamente todo el material del ejército español. A pesar de este desastre, el general Aréizaga recibió el agradecimiento de la Junta Central por sus servicios.
Véase también
En inglés: Battle of Ocaña Facts for Kids