Batalla de Aljubarrota para niños
Datos para niños Batalla de Aljubarrota |
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Parte de Crisis de 1383-1385 Guerra de los Cien Años |
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![]() Representación de la batalla en la obra Recueil des croniques d’Engleterre, de Jehan de Waurin.
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Fecha | 14 de agosto de 1385 | ||||
Lugar | Aljubarrota, actual Portugal | ||||
Coordenadas | 39°38′22″N 8°50′40″O / 39.639444444444, -8.8444444444444 | ||||
Resultado | Victoria decisiva de Portugal | ||||
Beligerantes | |||||
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Comandantes | |||||
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Fuerzas en combate | |||||
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La Batalla de Aljubarrota fue un enfrentamiento muy importante que ocurrió el 14 de agosto de 1385. Se libró entre el Reino de Portugal y la Corona de Castilla. Las tropas portuguesas, con apoyo de aliados ingleses, estaban bajo el mando de Juan I de Portugal y su condestable Nuno Álvares Pereira. El ejército castellano, liderado por Juan I de Castilla, contaba con el apoyo de aliados de Aragón, Italia y Francia.
Esta batalla tuvo lugar en el campo de San Jorge, cerca de la villa de Aljubarrota, en el centro de Portugal. La victoria fue para los portugueses. Esto puso fin a las intenciones de Castilla de controlar el trono portugués y a un periodo de incertidumbre en Portugal conocido como la crisis de 1383-1385. También consolidó a Juan I como el primer rey de Portugal de la dinastía de Avís. La paz definitiva con Castilla llegó en 1411 con el tratado de Ayllón.
Para celebrar su triunfo, Juan I de Portugal ordenó construir el Monasterio de Santa María de la Victoria en la Batalla y fundar la ciudad de Batalha (que significa "batalla"). Este monasterio es hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Contenido
¿Qué causó la Batalla de Aljubarrota?
A finales del siglo XIV, Europa vivía un tiempo de grandes cambios. La Guerra de los Cien Años afectaba a Francia, y enfermedades como la peste negra se extendían por todo el continente. Portugal también enfrentaba problemas políticos.
Durante la segunda mitad del siglo XIV, Castilla y Portugal tenían una fuerte rivalidad. El rey Fernando I de Portugal quería el trono de Castilla, lo que llevó a tres conflictos conocidos como las Guerras Fernandinas. En 1383, el rey Fernando I murió sin hijos varones que heredaran la corona. Su única hija, la infanta Beatriz, estaba casada con el rey Juan I de Castilla.
El pueblo portugués no estaba contento con la regencia de la reina Leonor Téllez de Meneses ni con el acuerdo de sucesión. Este acuerdo, el Tratado de Badajoz de 1382, decía que Beatriz y Juan de Castilla se casarían, pero Portugal mantendría su independencia. Sin embargo, Juan de Castilla se proclamó rey de Portugal, rompiendo el acuerdo. Esto provocó un levantamiento en Lisboa. El pueblo pidió a Juan, el maestre de la Orden de Avís (hijo del rey Pedro I de Portugal), que fuera regente y defendiera el país.
Este periodo de incertidumbre se conoce como la crisis de 1383-1385. Finalmente, el 6 de abril de 1385, Juan, maestre de la Orden de Avís, fue proclamado rey por las Cortes en Coímbra. Pero el rey de Castilla no aceptó esto e invadió Portugal en junio de 1385 con su ejército y ayuda de caballería francesa.
¿Cómo se prepararon las tropas portuguesas?
Cuando llegaron las noticias de la invasión, Juan I de Portugal estaba en Tomar con Nuno Álvares Pereira, el condestable del reino, y su ejército. Decidieron enfrentar a los castellanos antes de que llegaran a Lisboa.
Con la ayuda de sus aliados ingleses, el ejército portugués interceptó al ejército castellano en Leiría. Como los castellanos avanzaban lentamente, Nuno Álvares Pereira tuvo tiempo de elegir un buen lugar para la batalla. Eligió una pequeña colina con la cima plana, rodeada por pequeños ríos, cerca de Aljubarrota.
El 14 de agosto de 1385, alrededor de las 10 de la mañana, el ejército portugués se colocó en la parte norte de la colina, mirando hacia el camino por donde esperaban a los castellanos. Siguiendo tácticas de otras batallas del siglo XIV (como Crécy y Poitiers), los portugueses organizaron sus fuerzas así: la caballería desmontada y la infantería en el centro, y los arqueros ingleses en los lados, protegidos por los ríos. Detrás, esperaban los refuerzos liderados por Juan I de Portugal. Desde esta posición defensiva, los portugueses esperaron al ejército castellano.
La llegada del ejército castellano
La primera parte del ejército castellano llegó al lugar de la batalla al mediodía, bajo el fuerte sol de agosto de 1385. Al ver la posición defensiva de los portugueses, el rey de Castilla decidió no atacar de frente. Lentamente, debido a sus 30.000 soldados, el ejército castellano empezó a rodear la colina por el lado este. Las patrullas castellanas habían descubierto que la parte sur de la colina era menos empinada y por ahí querían atacar.
En respuesta a este movimiento, el ejército portugués cambió su posición y se movió hacia la parte sur. Como eran menos soldados y tenían un camino más corto, los portugueses llegaron a su nueva posición al principio de la tarde. Para evitar el nerviosismo, Nuno Álvares Pereira ordenó construir trincheras y trampas delante de la línea de infantería. Esta era una táctica defensiva muy usada por los ejércitos ingleses.
Cerca de las seis de la tarde del 14 de agosto de 1385, los castellanos estaban listos para la batalla. Según lo que escribió el rey de Castilla después, sus soldados estaban muy cansados por la marcha bajo el calor. Pero no había tiempo para retroceder, y la batalla comenzó.
El desarrollo de la batalla

La batalla la inició Castilla con una carga de la caballería francesa. Cargaron a toda velocidad para intentar romper la línea de infantería enemiga. Pero, al igual que en la Batalla de Crécy, los arqueros ingleses en los flancos y las trincheras hicieron la mayor parte del trabajo. Mucho antes de llegar a la infantería portuguesa, la caballería ya estaba desorganizada y confundida. Esto se debió al miedo de los caballos a avanzar por el terreno irregular y a la lluvia de flechas que caía sobre ellos. La caballería sufrió muchas pérdidas y su ataque no tuvo éxito. Los refuerzos castellanos tardaron en llegar, y los caballeros que no murieron fueron capturados.
Después de este primer ataque fallido, el resto del gran ejército castellano entró en la lucha. Su línea era muy larga debido al gran número de soldados. Al avanzar hacia los portugueses, los castellanos tuvieron que desorganizar sus propias líneas para poder pasar entre los dos ríos. Cuando los castellanos estaban desorganizados, los portugueses reorganizaron sus fuerzas, dividiendo la vanguardia de Nuno Álvares Pereira en dos partes para enfrentar la nueva amenaza. Viendo que lo peor estaba por venir, Juan I de Portugal ordenó que los arqueros se retiraran y que los refuerzos avanzaran por el espacio abierto en la línea del frente. En este momento, los portugueses tuvieron que usar a todos sus hombres.
Atrapados entre los flancos portugueses y los refuerzos que avanzaban, los castellanos lucharon con mucha fuerza. En esta parte de la batalla, hubo muchas pérdidas en ambos lados, especialmente del lado castellano y en el flanco izquierdo portugués, conocido como el Ala de los enamorados. Al atardecer, la posición de los castellanos ya no se podía defender. Con el día perdido, Juan I de Castilla ordenó la retirada. Los castellanos huyeron desordenadamente del campo de batalla.
Un caballero de élite de Nuno Álvares Pereira persiguió al rey de Castilla, que estaba enfermo en su litera, y casi lo alcanza, pero fue detenido por la guardia castellana. Los soldados y la gente de los alrededores siguieron a los que huían y no dudaron en atacarlos.
De esta persecución popular surgió una leyenda portuguesa: una mujer llamada Brites de Almeida, conocida como la Panadera de Aljubarrota, que era muy fuerte y tenía seis dedos en cada mano, emboscó y atacó a muchos castellanos que huían. Aunque esta historia es una leyenda, la gran cantidad de pérdidas que hubo después de la batalla es un hecho histórico.
El día después de la batalla
En la mañana del 15 de agosto de 1385, se hizo evidente la gran derrota de los castellanos por la enorme cantidad de pérdidas humanas. Los ríos del campo de batalla estaban teñidos de rojo por la sangre. Entre los fallecidos del lado castellano había personas de muy alto rango social y nobleza, lo que causó un gran dolor entre la nobleza de Castilla. Algunos de los nobles que perdieron la vida fueron:
- Pedro González de Mendoza, señor de Hita y Buitrago.
- Juan Téllez de Castilla, señor de Aguilar de Campoo y primo del rey.
- Juan Fernández de Tovar, Almirante de Castilla.
- Diego Gómez Sarmiento, mariscal de Castilla.
- Juan Alfonso Tello, VI conde de Barcelos, almirante de Portugal que luchó con Castilla.
- Pedro de Aragón, condestable de Castilla.
Muchos grupos de soldados se perdieron por completo. Por ejemplo, del grupo de sorianos, solo regresó un soldado.
La caballería francesa sufrió otra derrota en Aljubarrota frente a las tácticas defensivas de la infantería. Los arqueros los atacaron con miles de flechas, impidiendo que se acercaran. Esto ya había ocurrido en las batallas de Crécy y Poitiers. En el siglo XV, la Batalla de Azincourt demostró que la caballería ya no era tan importante en las batallas, pues era fácil de detener. Años más tarde, la llegada de la artillería, con su gran poder, hizo que la caballería fuera aún menos útil en el combate.
¿Qué consecuencias tuvo la Batalla de Aljubarrota?
Con esta victoria decisiva, Juan I se convirtió en el rey indiscutible de Portugal, siendo el primero de la Casa de Avís. Para celebrar el triunfo y agradecer la ayuda que creía haber recibido, Juan I de Portugal mandó construir el Monasterio de Santa María de la Victoria y fundar la villa de Batalha.
La batalla también ayudó a terminar la primera parte de la Guerra de los Cien Años. Les mostró a los franceses que no podían avanzar más contra Inglaterra. Y como Inglaterra no pudo cambiar la situación en Castilla por falta de apoyo, ambos países firmaron una paz temporal. Esto significó que Inglaterra renunció a la mayoría de sus territorios en Francia.
Véase también
En inglés: Battle of Aljubarrota Facts for Kids
- Brites de Almeida