Alonso de Herrera para niños
Alonso de Herrera fue un importante pintor español que vivió entre los años 1555 (aproximadamente) y 1624. Nació y falleció en Segovia. Es conocido por sus obras de arte religioso, especialmente los retablos que pintó para iglesias y capillas en diferentes lugares de España.
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¿Cómo fue la vida de Alonso de Herrera?
Alonso de Herrera comenzó su formación artística en El Escorial, un lugar muy importante para el arte en esa época. Allí, pintó algunas tablas para las celdas. A partir de 1575, ya se encontraba trabajando en Segovia.
Primeros trabajos y colaboraciones
Herrera realizó varios retablos en pueblos como Pedraza, Castiltierra y Navas de San Antonio. También trabajó en Madrid, en la localidad de Cercedilla. Lamentablemente, muchas de estas primeras obras ya no existen.
Una de sus obras más antiguas que aún se conservan son las tablas del retablo del Rosario en Duruelo (Segovia). En 1588, colaboró con el escultor Jerónimo de Amberes en el retablo del Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla en Segovia. También hizo unas pinturas sobre tela llamadas sargas para Aldealengua de Pedraza y Otero de Herreros.
En esa misma época, la familia Mexía de Tovar le encargó el retablo de la ermita de San José en Villacastín. Más tarde, esta misma familia le pidió otro retablo para su capilla en la iglesia de San Sebastián. Para este último, Herrera trabajó junto a Mateo Imberto en 1597, creando retablos dedicados al Rosario y a Santa Ana. El diseño de todas estas obras fue del jesuita Andrés Ruiz, y la mayoría de las esculturas las hizo Pedro Rodríguez.
Obras importantes a principios del siglo XVII
Alrededor del año 1600, Alonso de Herrera pintó la parte de las imágenes y las sargas del retablo de Santiago en la catedral de Segovia. Este retablo fue hecho por Pedro de Bolduque y encargado por Francisco Gutiérrez de Cuéllar, quien era el contador mayor del rey Felipe II.
En 1602, Herrera pintó los retablos de los Santos Juanes en Hontoria. En 1605, realizó las pinturas del retablo mayor de la iglesia de Santa María en Mojados (Valladolid).
Evolución de su estilo
Más tarde, Herrera trabajó en el retablo de la iglesia de Garcillán (1608) y en dos pinturas para la iglesia de la Asunción en Cabezuela. Un poco después, pintó el retablo de San Bartolomé, que hoy se encuentra en el Museo de Segovia. En esta obra, se puede ver que su estilo se volvió más naturalista, influenciado por el pintor Juan Fernández Navarrete.
Por esas fechas, también trabajó en la iglesia de Santiago en Turégano. Sus últimas obras, como los lienzos del retablo de la iglesia de San Andrés de Segovia (1617) y de la iglesia de San Juan Evangelista de Santibáñez de Valcorba (Valladolid), muestran completamente este cambio hacia un estilo más natural, aunque sin perder del todo sus toques anteriores.
Otras obras y legado
Alonso de Herrera también pintó las sargas del convento de Santa Isabel en Segovia. En la iglesia de Santo Tomás de la misma ciudad, se encuentra su obra La Duda de Santo Tomás, que es una copia de una pintura de Alonso Sánchez Coello para la catedral.
Además, hay obras suyas en el Monasterio de El Parral (La crucifixión), en el palacio Episcopal de Segovia (Noli me tangere) y en la iglesia de Adrados (un retablo). Se cree que un pequeño lienzo de los Santos Juanes en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial y un par de dibujos en la Biblioteca Nacional también son suyos.
Alonso de Herrera fue el suegro del pintor Tomás de Prado, quien desarrolló la mayor parte de su carrera en Valladolid.