Sebastián de Solís para niños
Datos para niños Sebastián Solís |
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Información personal | ||
Nacimiento | siglo XVI Toledo |
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Fallecimiento | 1630 o 1631 Jaén |
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Nacionalidad | España | |
Información profesional | ||
Área | escultura, arquitectura y talla | |
Movimientos | Renacimiento, Barroco | |
Obras notables | Calvario Niño Jesús |
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Sebastián de Solís (nacido en Toledo alrededor de 1550 y fallecido en Jaén entre 1630 y 1631) fue un importante escultor, arquitecto de retablos y creador de imágenes religiosas, conocido como imaginero. Su estilo artístico se basó en el romanismo, una corriente que combinaba la fuerza del arte romano con la expresividad. Recibió influencias de grandes artistas como Alonso Berruguete y Gaspar Becerra.
Como imaginero, Sebastián de Solís tenía un estilo muy particular. Sus figuras de madera se distinguen por tener rostros con forma cuadrada y una barbilla redondeada. Sus manos eran grandes y muy expresivas, y las mangas de sus ropas tenían pliegues apretados y paralelos en los puños.
Contenido
Sebastián Solís: Un Artista del Renacimiento y Barroco
Sebastián de Solís fue un artista que vivió en una época de grandes cambios en el arte, entre el Renacimiento y el Barroco. Sus obras, especialmente los retablos, son un ejemplo de cómo se mezclaban estos estilos en la provincia de Jaén.
La Vida de Sebastián Solís
Los padres de Sebastián de Solís, Gonzalo Ortiz y María de Rojas, eran de Fuente Obejuna en Córdoba. Sebastián se casó con Francisca de Villena en Almagro, Ciudad Real.
Llegó a Jaén en 1578 y se estableció cerca de la Iglesia de San Ildefonso. A pesar de alcanzar una buena posición económica, como lo demuestran documentos de compra de casas y terrenos, vivió toda su vida en la misma calle.
Se cree que alrededor de 1603, su esposa se mudó a Madrid con sus hijos, donde falleció en 1622. Por esa misma época, también murió uno de sus hijos, Gaspar. Después de estas pérdidas familiares, y siendo un hombre muy religioso, Sebastián se hizo "clérigo de menores" (una especie de sacerdote) hacia 1622.
Aunque en su testamento pidió ser enterrado en la Iglesia de San Ildefonso, se piensa que, debido a su avanzada edad (cerca de ochenta años), se fue a Granada con su hermana Jerónima o a alguna residencia para sacerdotes. Allí falleció entre 1630 y 1631. Su hijo, Juan de Solís, también se convirtió en un escultor, siguiendo los pasos de su padre.
Su Carrera como Artista
El primer trabajo documentado de Sebastián de Solís es de 1582. Fue el encargo del retablo mayor de la iglesia de San Bartolomé en Jaén. Al principio, se le conocía como "entallador" (alguien que talla madera).
A partir de 1585, empezó a usar el título de "escultor" en todos sus contratos. En 1593, el obispo de Jaén, Francisco Sarmiento de Mendoza, lo nombró "Visitador y Veedor General de Obras". Este cargo, creado por primera vez, significaba que Solís debía supervisar y revisar todas las obras en las iglesias del obispado. Su sueldo lo pagaban las propias iglesias que visitaba.
Por ejemplo, en 1611, visitó la iglesia parroquial de Huelma. Allí, Solís encontró una solución para arreglar la bóveda de la capilla mayor, que estaba en riesgo. En 1628, fue nombrado Notario de una institución histórica llamada el Santo Oficio de la Inquisición en Córdoba.
¿Cómo eran las Obras de Sebastián Solís?
Los retablos en la provincia de Jaén, entre 1580 y 1640, estaban en una etapa de transición. Pasaban del Manierismo (un estilo que exageraba las formas) y el protobarroco (el inicio del Barroco) al Barroco completo.
Sebastián de Solís organizaba la arquitectura de sus retablos de forma piramidal. Generalmente, tenían dos pisos con tres "calles" (secciones verticales) y dos "entrecalles" (espacios más estrechos entre las calles), con un remate en la parte superior llamado "ático".
Sus obras muestran una evolución. Al principio, como en el retablo de la iglesia de San Bartolomé, predominaba la horizontalidad. Luego, en retablos como los de Cambil y Villanueva de la Reina (este último desaparecido), la línea vertical se hizo más importante. Su última obra atribuida, la Capilla Dorada de la Catedral de Baeza (1618), también muestra esta verticalidad.
En sus retablos, Solís usaba pináculos (elementos decorativos puntiagudos) y nichos (huecos en la pared para colocar esculturas) lisos y dorados. Con el tiempo, hizo los nichos más profundos para que sus esculturas tuvieran más espacio. Los relieves (esculturas que sobresalen de una superficie) solían estar en las calles laterales, enmarcados por columnas y frontones (elementos decorativos con forma de triángulo). En las entrecalles, colocaba esculturas de bulto (figuras completas y tridimensionales).
El Retablo de San Bartolomé
Este retablo, ubicado en la Iglesia de San Bartolomé en Jaén, se conserva casi igual a como lo hizo Solís. Su estructura se adapta a la forma poligonal de la capilla mayor.
Tiene una base llamada "banco" o "predela" con relieves, y se une a las paredes laterales con "ménsulas" (soportes que sobresalen de la pared) sostenidas por pequeños ángeles. El retablo tiene dos pisos y un remate en la parte superior (el ático).
El primer piso tiene columnas de estilo dórico, y el segundo piso tiene columnas de estilo corintio. En la calle central, hay nichos para el sagrario (donde se guarda la Eucaristía) en el primer piso y para la imagen de San Bartolomé (que fue reemplazada después) en el segundo.
El ático, en la parte superior, representa a Jesús crucificado, la Virgen María y San Juan. Está coronado por un frontón con un busto de Dios Padre. La decoración incluye pináculos, escudos, bustos que representan la Caridad y la Fe, y jarrones con "grutescos" (adornos con figuras fantásticas).
El Retablo de Cambil
Este retablo, con forma piramidal, se adapta perfectamente a la pared plana de la iglesia de la Encarnación en Cambil. Tiene un solo piso y un ático.
El piso está organizado con columnas corintias. En sus bases, hay pedestales sobre ménsulas, y entre ellos se encuentran relieves de San Roque, San Juan y San Mateo. En las calles laterales, hay relieves de la Visitación y la Natividad de Jesús, coronados por pequeños frontones. En las entrecalles, hay nichos con esculturas de bulto.
En la parte central, dentro de un arco de medio punto, hay un relieve de la Anunciación. Debajo de este, estaría el sagrario, que ya no se encuentra allí. El ático, que ocupa la calle central y las entrecalles, tiene escudos en sus extremos con frontones rectos. Sobre ellos, hay tallas aladas que representan la Esperanza y la Caridad. La parte central está ocupada por un Calvario (Cristo crucificado, la Virgen y San Juan). En nichos a ambos lados, están las figuras de San Marcos y San Lucas. El retablo se remata con el busto de Dios Padre.
El Retablo de Villanueva de la Reina
Este retablo de Villanueva de la Reina tenía una estructura muy similar al de Cambil. Lamentablemente, fue completamente destruido durante un conflicto en 1936. Solo se conserva una fotografía y un comentario sobre él.
Este retablo era el principal de la iglesia de la Natividad y ocupaba toda la cabecera. Se destacaba por la verticalidad de su estructura, con tres calles en el ático que se elevaban desde un pedestal. Esta obra podría ser la última de la serie que comenzó con el retablo de San Bartolomé. En el de Villanueva, se notaba claramente el estilo protobarroco de principios del siglo XVII.
La descripción de este retablo como de la "escuela de Berruguete" se debe probablemente a que Solís conocía bien la obra de Alonso Berruguete, especialmente la de la Sacra Capilla del Salvador en Úbeda.
En la parte central del primer piso, bajo un arco de medio punto, había una Virgen con Niño. En las entrecalles, estaban las figuras de San Pedro y San Pablo. En las calles laterales, había relieves de la Adoración de los Magos y los Pastores. Junto a las columnas que formaban estas calles, y de la misma altura, había grandes pináculos que partían de grandes ménsulas en la base inferior.
En los extremos del ático, los espacios estaban ocupados seguramente por las cuatro Virtudes. La parte central mostraba la imagen del Calvario (Cristo crucificado, María y Juan), y sobre ellos, un frontón partido donde aparecía en el tímpano el busto de Dios Padre bendiciendo.
Otras Creaciones Importantes
Sebastián de Solís también realizó otras obras notables:
- Un Calvario, San Juan, Nuestra Señora de los Dolores y una María Magdalena para la cofradía del Santo Sepulcro y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo de Jaén.
- Un Niño Jesús en 1595, también en Jaén.
- El Calvario del retablo mayor de la Catedral de Jaén.
- La figura de San Pedro del Retablo mayor de la Catedral de Jaén.
- Un Cristo con la cruz a cuestas, de 1598, en Mancha Real, Jaén.
- El retablo mayor de la iglesia de Santa María de Andújar (desaparecido).
- Un Crucificado del Retablo de la Iglesia de San Andrés (Baeza) en Jaén.
- Se le atribuye el Crucificado titular de la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración de Baeza, fundada en 1603.
Galería de imágenes
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Capilla Dorada. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza