Rosales (Riello) para niños
Datos para niños Rosales |
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pueblo | ||
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Ubicación de Rosales en España | ||
Ubicación de Rosales en la provincia de León | ||
País | ![]() |
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• Com. autónoma | ![]() |
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• Provincia | ![]() |
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• Comarca | Omaña | |
• Partido judicial | Partido judicial de León | |
• Municipio | Riello | |
Ubicación | 42°46′08″N 6°02′01″O / 42.768888888889, -6.0336111111111 | |
• Altitud | 1320 m | |
Población | 17 hab. (INE 2017) | |
Código postal | 24127 | |
Pref. telefónico | 987 | |
Rosales es un pequeño pueblo que se encuentra en la comarca de Omaña, en la provincia de León, en España. Está a unos 56 kilómetros al noroeste de la ciudad de León. Este pueblo forma parte del antiguo Concejo de la Lomba de Campestedo.
Contenido
Geografía de Rosales
Rosales se ubica en el extremo oeste de la Lomba, a 1320 metros de altura. Se asienta en la ladera sur del Cueto Rosales, una montaña de 1557 metros. Desde la cima del Cueto, en un día despejado, se puede ver todo el valle del Omaña. También se divisa la Cordillera Cantábrica, desde el Catoute (2117 m) hasta el Espigüete (2450 m), en la provincia de Palencia.
El pueblo está cerca de Folloso, a menos de 2 kilómetros al este. Otros pueblos cercanos son Santibáñez de Arienza y Vegarienza en el valle del río Omaña. También están Cirujales en el Valle Gordo y Andarraso en la ladera sur del Carbaín (1470 m). A poco más de 1 kilómetro al sur de Rosales, fluye el río Negro. Este río atraviesa la Lomba de oeste a este y se une al Omaña. Al sur del río Negro, destacan los picos del Zurragón (1372 m), Geijo Blanco (1446 m) y Cueto de las Gallinas (1489 m).
Para llegar a Rosales, se toma la carretera CV-128-5 desde la LE-493. Se puede acceder desde Riello o el Castillo.
Cómo se organiza el pueblo
Las casas y edificios de Rosales se agrupan en cuatro zonas. Al oeste está el Curriello, y al norte, la Solana. El Oseo es donde se encuentra "el bailadero", un lugar tradicional de reunión. Al sureste y en la parte más baja, está el barrio de Abajo o barrio del Convento, donde se sitúa la iglesia. Al sur del pueblo, hay muchos prados y huertas que se riegan.
El clima en Rosales
El clima de Rosales es un poco continental. Esto significa que los veranos son cortos y calurosos, y los inviernos son largos y fríos. Suele nevar bastante en invierno, y hay riesgo de heladas durante unos 8 o 9 meses al año. Los veranos son calurosos, pero la temperatura cambia mucho entre el día y la noche. Las lluvias son un poco menos frecuentes que en los valles del norte de la Cordillera Cantábrica.
La geología del terreno
Los suelos alrededor de Rosales se formaron en el período Precámbrico. Son suelos ácidos y tienen muchas rocas de origen volcánico. Generalmente, son suelos poco fértiles. Sin embargo, al bajar hacia el fondo del valle, donde se acumulan los sedimentos, la tierra es más rica. Cerca del río Negro, las rocas son del período Cámbrico y hay más roca caliza.
Historia de Rosales
Rosales tiene una historia muy interesante que se remonta a tiempos antiguos.
Primeros habitantes y épocas antiguas
Antes de la llegada de los romanos, la zona del río Omaña estaba habitada por tribus astures. Cerca de Rosales, en un lugar llamado «Campovalle», se encontró un hacha de bronce. Esto sugiere que hubo personas viviendo aquí mucho antes de la época romana. También quedan restos de un castro (un tipo de fortaleza antigua) llamado Santa Colomba.
De la época de la ocupación romana, se conservan restos de un camino y un canal. Estos se usaban para la extracción de minerales. Se han encontrado piezas de cerámica y restos de paredes que indican que hubo un asentamiento antiguo cerca de la ubicación actual del pueblo. También se hallaron restos de una iglesia antigua y lápidas en unas huertas a unos 2 kilómetros del pueblo. Una de estas lápidas tiene una inscripción que la sitúa en el reinado de Alfonso VI. Se cree que en este lugar hubo una abadía de monjes cluniacenses. Ellos habrían impulsado el desarrollo de Rosales durante los primeros tiempos de la reconquista.
El Señorío de los Condes de Luna
En el siglo XIV, Don Diego Fernández de Quiñones, el primer Conde de Luna, tomó el control de los territorios gobernados por los concejos de Omaña. El conde impuso un impuesto a los habitantes, llamado «pan del cuarto». Este impuesto consistía en pagar la cuarta parte del grano que cultivaban.
En la segunda mitad de ese siglo, los habitantes de La Lomba de Campestedo, Traversales y Omaña iniciaron pleitos (demandas legales). Estos pleitos terminaron en 1526 con una sentencia de la Chancillería de Valladolid. La sentencia solo reconocía a los Condes de Luna el derecho a cobrar una pequeña cantidad de dinero por vecino. Sin embargo, los vecinos de Rosales no estuvieron de acuerdo y siguieron luchando legalmente durante siglos sin éxito. El pueblo no se libró de esta carga hasta después de 1811, cuando las Cortes de Cádiz eliminaron los señoríos.
Rosales en la era moderna
A pesar de los cambios en España a partir del siglo XIX, la vida en Rosales no cambió mucho. Esto se debió al aislamiento del pueblo y a la falta de infraestructuras. La situación mejoró en la segunda mitad del siglo XX. En 1961, se amplió el camino desde El Castillo hasta la iglesia. Este trabajo se hizo con la ayuda de los vecinos de Folloso, Andarraso, Ponjos, Murias de Ponjos y Santibáñez de Arienza. Gracias a esto, se pudo transportar madera de las tierras comunales. La venta de esta madera financió la instalación de la luz eléctrica en el otoño de ese mismo año. La electricidad venía de un generador en el molino de Castro de la Lomba. En 1978, se mejoró y asfaltó la carretera del Castillo, facilitando el acceso al pueblo.
A pesar de estas mejoras, la gente siguió emigrando del pueblo. La población ha disminuido desde principios del siglo XX, cuando tenía 173 habitantes en 1920. La despoblación se aceleró a partir de los años 50. Hoy en día, Rosales tiene pocos habitantes fijos, aunque muchas casas se usan como segundas residencias.
Cómo se administra Rosales
Antiguamente, la forma de gobierno de los pueblos de Omaña era el concejo. El concejo se encargaba de que los vecinos trabajaran juntos. Por ejemplo, organizaban el uso de pastos y montes, el cuidado del ganado y la limpieza de la nieve. También construían caminos y fuentes, y realizaban muchas otras tareas para el bien de todos. El pueblo tenía sus propias ordenanzas para regular el riego y el uso de los pastos, y para poner multas a quienes no las cumplieran.
El concejo de Rosales formaba parte del Concejo de la Lomba de Campestedo. La capital de este concejo estaba en Campo de la Lomba. En 1970, los pueblos de la Lomba se unieron al ayuntamiento de Riello. Con la creación de las comunidades autónomas, el concejo se convirtió en una EATIM. Esta entidad es gobernada por un alcalde pedáneo y una junta vecinal.
La EATIM se encarga de administrar el patrimonio del pueblo, construir y reparar fuentes, y mantener los caminos rurales, montes y ríos. También se ocupa de la limpieza de las calles.
La economía de Rosales
La economía de Rosales se basó durante mucho tiempo en la agricultura y la ganadería. Se cultivaba centeno, hortalizas, lino y árboles frutales. También se criaban vacas, ovejas, cabras, cerdos y aves de corral. El pueblo tenía molinos hidráulicos en el río Negro para moler el grano. También había hornos para fabricar cal con la piedra caliza de la zona. Era una economía de subsistencia. Esto significa que las familias producían y fabricaban casi todo lo que necesitaban. Los pocos ingresos que obtenían se usaban para comprar azúcar, vino, telas u otros productos que no se hacían en el pueblo. También invertían en tierras y animales. Estos intercambios se hacían principalmente en los mercados de Riello y El Castillo.
En los años 60, la economía del pueblo mejoró. Esto fue gracias a la mejora de los caminos y a la emigración de muchas personas. Al haber menos gente, quedaban más tierras disponibles. Con la llegada de vehículos, los vecinos pudieron vender más leche. Las tierras que antes se usaban para cultivar alimentos, ahora se usaban para pastos. Las minas de Valdesamario y Laciana ofrecieron otra forma de ganar dinero además de la ganadería. Sin embargo, las oportunidades económicas seguían siendo menores que en las ciudades. El envejecimiento de la población y la falta de planes para atraer a más gente han llevado a la situación actual de abandono.
Patrimonio cultural de Rosales
El edificio más importante de Rosales es la iglesia parroquial. Fue construida a finales del siglo XVIII y restaurada en 1997. La parte delantera tiene un techo de piedra con forma de bóveda de cañón. La parte trasera tiene un techo de madera cubierto con losas. Originalmente, el techo era de pizarra, pero durante la restauración se cambió a teja. La torre termina en una espadaña, algo común en la zona. De la parte superior cuelgan dos campanas, una grande y otra pequeña con un sonido más agudo. Las campanas se usaban para llamar a los vecinos, con toques diferentes para cada ocasión: para misa, rosario, reuniones del concejo, avisos de tormenta o incendio, etc.
La iglesia actual reemplazó a una más antigua. Esta estaba en un monasterio dedicado a San Mateo, del que hoy no quedan restos. De la iglesia antigua se conserva una talla de San Mateo del siglo XVI y la parte delantera del Altar Mayor. El retablo del Altar Mayor es de estilo neoclásico. El altar del Bendito Cristo está hecho de madera pintada. Es de estilo churrigueresco, con columnas retorcidas y decoradas con hojas de vid y racimos de uvas. En el centro hay una imagen grande de Cristo crucificado. A un lado, hay una imagen de la Virgen del Rosario, y al otro, una pequeña talla de santa Colomba del siglo XVI, que viene de la antigua ermita con su nombre. En la parte de atrás de la iglesia está el coro, sostenido por una viga de madera pintada y una barandilla de madera decorada.
Cultura y tradiciones
Rosales es un pueblo con muchas tradiciones, algunas compartidas con otros pueblos de La Lomba de Campestedo y de la provincia de León.
Costumbres populares
Algunas de las costumbres más destacadas del pueblo son:
- La queima de la vieya: Se queman manojos de paja en una hoguera al inicio de la primavera.
- Echar el rastro: Se esparce paja por el camino entre la casa de la novia y la del novio la noche antes de la boda.
- El palo de los pobres: Los vecinos se turnaban para dar alojamiento a las personas sin hogar. Se indicaba la casa donde se habían quedado la vez anterior con un palo de madera.
- La zafarronada: Un desfile de carnaval.
- La sitera: Una trampa para animales salvajes (como lobos o zorros). Se colgaba un trozo de carne fresca cerca de una casa donde esperaban los cazadores.
- El filandón y el calecho: Reuniones de vecinos para pasar el rato contando historias o jugando a las cartas. Los filandones se hacían en las casas, sobre todo en las noches de invierno. Algunos aprovechaban para hacer tareas domésticas, como hilar. Los calechos solían ser al aire libre.
- Juego de bolos leoneses.
- El samartino: La tradición de la matanza del cerdo.
- Cantata navideña: Las jóvenes componían canciones sobre los sucesos divertidos del año en el pueblo.
- Romerías y procesiones: Se realizan en festividades. La fiesta principal en Rosales es el Corpus, diez días después del día de Corpus Christi. Otro evento importante es la romería de Pandorado, el 15 de agosto. Es tradicional que estas procesiones vayan encabezadas por el pendón del pueblo.
Leyendas de Rosales
El pueblo tiene muchas historias y leyendas que se han transmitido de boca en boca. Muchas de ellas son religiosas, sobre milagros de santos o de la Virgen. Otras se basan en hechos históricos, como la historia de Ares de Omaña. También hay leyendas de carácter más antiguo, que comparten elementos con el folclore del noroeste de España, como la presencia de «moros» y tesoros escondidos.
- El milagro de Pandorado: Se cuenta que, ante una sequía que amenazaba la cosecha, los habitantes de La Lomba pidieron ayuda a la Virgen. Ella respondió con una lluvia milagrosa. En agradecimiento, la gente de la zona empezó a ir cada año al santuario de la Virgen, que desde entonces se llama Virgen de Pandorado, por el color dorado de los campos cuando maduran las espigas.
- La Peña de la Mora: Así se llama en Rosales a una piedra grande de unos dos metros de altura (posiblemente un menhir) que está en las montañas al sur del pueblo. La leyenda dice que una mujer la subió hasta allí sobre su cabeza mientras hilaba, desde el río Negro.
- El encanto de la Fuente de la Plata: Se cuenta que una pastora, al beber de una fuente cerca del nacimiento del río Negro, vio un hilo de plata en el manantial. Tiró de él y empezó a enrollarlo hasta hacer un ovillo muy grande. Cuando llegó la hora de recoger el ganado y volver al pueblo, la pastora cortó el hilo. Este, en lugar de quedarse en el suelo, se metió de nuevo en el manantial hasta desaparecer. Entonces se oyó una voz que decía:
-
- Devanar, devaneste,
- pero no acabeste;
- si una vuelta más hubieras dao,
- una devanadera de oro hubieras sacao.
- Devanar, devaneste,
Personas importantes
César Morán Bardón
El Padre César Morán nació en Rosales en 1882. Fue un religioso agustino, con estudios en filosofía y teología. También fue un arqueólogo y etnógrafo que aprendió por sí mismo. Se dedicó a investigar construcciones prehistóricas y el folclore popular de Salamanca, Zamora y León. Falleció en Madrid en 1951.
El 22 de agosto de 1987, se le rindió un homenaje en Rosales. Se le dedicó un monumento junto a la iglesia y la calle principal del pueblo lleva su nombre.
Bernardino Álvarez Melcón
El beato P. Bernardino Álvarez Melcón nació el 31 de agosto de 1903. Fue un sacerdote agustino y un experto en derecho. Fue superior del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue reconocido por su fe el 28 de octubre de 2007 en Roma por Benedicto XVI. Su día de celebración es el 6 de noviembre. El 12 de agosto de 2008, se le hizo un homenaje en Rosales y se colocó una placa en la iglesia en su honor.
Véase también
- La Lomba de Campestedo
- Omaña