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Políticas sobre el calentamiento global para niños

Enciclopedia para niños

Las políticas sobre el calentamiento global son un tema complejo. Esto se debe a que la economía mundial está muy conectada y a que hay muchos intereses relacionados con las causas del calentamiento global. Por eso, el calentamiento global es un desafío ambiental con aspectos muy particulares.

La mayoría de los países del mundo forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El objetivo principal de esta Convención es evitar que las actividades humanas causen un daño peligroso al sistema climático. Según la Convención, esto significa que la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera debe estabilizarse. Así, los ecosistemas podrán adaptarse de forma natural al cambio climático, la producción de alimentos no estará en riesgo y el desarrollo económico podrá continuar de manera sostenible. La Convención se acordó en 1992, pero desde entonces, las emisiones globales han aumentado.

Archivo:Stabilizing the atmospheric concentration of carbon dioxide at a constant level would require emissions to be effectively eliminated (vertical)-es
Para que la cantidad de CO2 en el aire se mantenga estable, las emisiones globales deben reducirse mucho.

Durante las conversaciones, el Grupo de los 77 (un grupo de 134 naciones en desarrollo en las Naciones Unidas) pidió que los países más desarrollados "tomaran la iniciativa" en la reducción de sus emisiones. Esto se justificó porque los países desarrollados han contribuido más a la acumulación de gases de efecto invernadero. Además, las emisiones por persona en los países en desarrollo eran bajas y se esperaba que crecieran para satisfacer sus necesidades de desarrollo.

Esta idea se incluyó en el Protocolo de Kioto de la Convención Marco, que comenzó en 2005. Al aceptar el Protocolo de Kioto, los países más desarrollados se comprometieron legalmente a limitar sus emisiones. Estos compromisos iniciales terminaron en 2012. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no aceptó el tratado. Dijo que "exime al 80% del mundo, incluyendo grandes poblaciones como China e India, y causaría un daño grave a la economía de Estados Unidos".

En la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de 2009 en Copenhague, muchos miembros de la CMNUCC firmaron el Acuerdo de Copenhague. Los países que se unieron al Acuerdo (140 países en noviembre de 2010) buscan limitar el aumento de la temperatura media global a menos de 2 °C. La siguiente Conferencia (COP 16) se realizó en Cancún en 2010. Allí se llegó a un acuerdo, aunque no fue un tratado legalmente obligatorio. En este acuerdo, las partes se comprometieron a tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo era limitar el calentamiento global a 2 °C por encima de las temperaturas de antes de la Revolución Industrial. También se reconoció la necesidad de considerar un objetivo más ambicioso: limitar el aumento a 1.5 °C.

Desafíos especiales del calentamiento global

Los problemas ambientales comunes suelen involucrar a pocas industrias que dañan el ambiente de forma clara. Por ejemplo, una mina de oro que vierte químicos peligrosos en un río y mata a los peces. Sin embargo, el calentamiento global es diferente.

El dióxido de carbono es un gas natural, sin color ni olor, esencial para la vida. Lo producen los animales y lo usan las plantas y algas. Las plantas que quedaron enterradas por millones de años formaron el carbón, el petróleo y el gas. Estos son combustibles que las sociedades modernas usan mucho para su economía. Más del 80% de la energía mundial viene de combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono. Los científicos dicen que el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera se debe a las emisiones de las industrias y lo relacionan con el calentamiento global.

Pero para la gente común, entender esta ciencia es difícil. La importancia de estos combustibles para las economías del mundo, la complejidad de la ciencia y los muchos intereses involucrados hacen del cambio climático un desafío ambiental muy particular.

En resumen, los desafíos especiales del calentamiento global son:

  • Dióxido de carbono y la economía: Casi toda la economía mundial depende de fuentes de energía o métodos de fabricación que liberan gases de efecto invernadero. Esto ocurre en casi todas las etapas de producción, transporte y uso. Como los científicos relacionan el calentamiento global con estos gases, esto afecta a casi todos los aspectos de la economía de un país.
  • Falta de tecnologías energéticas avanzadas: Los combustibles fósiles son abundantes y baratos. Esto dificulta el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas que puedan reemplazarlos. En 2010, más del 91% de la energía mundial venía de combustibles fósiles. Sin fuentes de energía alternativas que sean baratas y eficientes, es difícil que los países acepten políticas que afecten su economía.
  • Industrialización de países en desarrollo: A medida que los países en desarrollo crecen, necesitan más energía. Como las fuentes de energía tradicionales producen dióxido de carbono, sus emisiones están aumentando. Esto ocurre justo cuando la comunidad científica y las organizaciones globales piden que las emisiones disminuyan. Sin acceso a fuentes de energía baratas y eficientes, muchos países en desarrollo ven el cambio climático como un obstáculo para su crecimiento.
  • Cómo medir y quién es responsable: Hay desacuerdos sobre qué medidas usar para seguir el calentamiento global (emisiones totales, por año, solo CO2, deforestación, ganado, o emisiones históricas). También hay desacuerdos sobre qué países deben limitar sus emisiones y en qué etapa de su desarrollo industrial.
  • Países en desarrollo vulnerables y emisiones pasadas: Algunos países en desarrollo culpan a los países desarrollados por haber causado la crisis del calentamiento global. Esto se debe a que los países desarrollados emitieron la mayor parte del dióxido de carbono durante el siglo XX. Los países vulnerables creen que los países desarrollados deben pagar para enfrentar este desafío.
  • Modelos de gobierno global por consenso: Las organizaciones globales que se crearon en el siglo XX funcionan por consenso. Esto significa que es difícil llegar a acuerdos, y cuando se logran, es casi imposible hacerlos cumplir.
  • Grupos de interés con mucha influencia: Hay grupos bien organizados y con mucho dinero que buscan influir en las políticas. Estos grupos pueden ser ambientalistas, de la industria de la energía u otros. Su presión puede distorsionar la discusión sobre el problema.
  • La ciencia del clima y la política: Aunque hay un acuerdo científico sobre el calentamiento global y sus posibles efectos, algunos grupos intentan ocultar o exagerar esta información. Esto hace que la ciencia del calentamiento global se convierta en un tema político, dificultando ver la realidad del problema.

La urgencia del calentamiento global, junto con el hecho de que afecta a casi todos los intereses económicos de un país, pone una gran presión sobre las instituciones globales. Estas instituciones, que en su mayoría son voluntarias, no han podido adaptarse lo suficientemente rápido. Los países en desarrollo, que ven las fuentes de energía tradicionales como clave para su crecimiento, los grupos ambientalistas y la industria de los combustibles fósiles, hacen que la política del calentamiento global sea muy polarizada. La falta de confianza entre países desarrollados y en desarrollo en las conferencias internacionales también añade complejidad. Además, internet y las nuevas tecnologías de comunicación permiten que se difundan muchas opiniones diferentes, lo que dificulta tener una visión objetiva del problema.

Dióxido de carbono y la economía

La mayoría de los países desarrollados dependen de fuentes de energía que emiten dióxido de carbono para gran parte de su economía. La energía de combustibles fósiles es muy importante en áreas como:

  • Agricultura (fertilizantes, riego, siembra, cosecha).
  • Transporte (automóviles, trenes, aviones).
  • Almacenamiento (refrigeración).
  • Defensa nacional (ejércitos, tanques, aviones militares).

Además, el dióxido de carbono de los combustibles fósiles es clave para la electricidad que usamos en:

  • Iluminación.
  • Calefacción.
  • Refrigeración.
  • Producción industrial.
  • Informática y telecomunicaciones.

Otras actividades como la deforestación, la producción de cemento y ladrillos, y la ganadería también emiten gases de efecto invernadero. Se cree que todas estas actividades juntas causan un tercio del calentamiento global.

Debido a que el dióxido de carbono de los combustibles fósiles está tan ligado a la economía de un país, poner impuestos a estos combustibles o limitar su disponibilidad es un tema político delicado. Se teme que esto pueda dañar la economía. Reemplazar combustibles fósiles baratos con energías renovables más caras es visto por muchos como un impuesto oculto que podría empobrecer a la gente. Algunos también temen que esto pueda afectar el equilibrio de poder entre países.

En los países en desarrollo, los desafíos son un poco diferentes. Ellos ven los combustibles fósiles como una fuente de energía barata y probada para impulsar sus economías en crecimiento. A veces, las tecnologías de energías renovables no están disponibles para ellos debido a su costo o a restricciones de exportación de los países desarrollados que las poseen.

La búsqueda de tecnologías energéticas avanzadas

Los combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono siguen siendo abundantes y sus precios son bajos. En 2010, cubrieron más del 80% de las necesidades energéticas del mundo. Las nuevas tecnologías para extraer petróleo y gas hacen que sea más fácil encontrar y usar estos combustibles. Esto retrasa la necesidad de desarrollar energías alternativas.

En 2010, las energías renovables representaron el 16.7% de la energía mundial. Sin embargo, la energía de biomasa (como quemar madera) fue el 11.4%. Esto significa que las energías renovables que no producen dióxido de carbono fueron solo el 4.9% del consumo mundial. La mayor parte de esta energía renovable sin emisiones vino de la energía hidroeléctrica (3.34%). El resto, un 1.56%, provino de tecnologías más nuevas como el etanol, el biodiésel, la energía eólica, la solar, la oceánica y la geotérmica.

La biomasa se consideraba una fuente de energía neutra en carbono a principios de los años 90. Pero estudios más recientes muestran que los bosques maduros y sin tocar almacenan carbono de forma más eficiente que las áreas taladas. Cuando el carbono de un árbol se libera rápidamente a la atmósfera al quemarse, contribuye mucho más al cambio climático que la lenta descomposición de la madera en los bosques. Los estudios actuales indican que "incluso después de 50 años, el bosque no ha recuperado su almacenamiento inicial de carbono" y que "la mejor estrategia es proteger los bosques existentes".

Después de estos ajustes, las energías renovables que no emiten carbono representaron el 4.9% de las necesidades energéticas mundiales en 2010. La energía solar fue el 0.23% y la eólica el 0.51%. Las proyecciones más optimistas muestran que las energías renovables (incluyendo la biomasa) representarán una sexta parte de la producción mundial de energía en las próximas décadas. Esto es mucho menos de lo que se necesita para reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono.

Sin ayuda, los países en desarrollo no suelen tener acceso a tecnologías energéticas avanzadas como la eólica y la solar. Esto los obliga a usar fuentes de energía como los combustibles fósiles y la biomasa. Sin fuentes de energía adecuadas y baratas que reemplacen a los hidrocarburos, es muy poco probable que los países, tanto desarrollados como en desarrollo, acepten políticas que afecten su economía o sus planes de crecimiento. Hasta ahora, los países en desarrollo se han resistido a aceptar metas verificables de dióxido de carbono por miedo a los impactos en sus economías. Además, países como Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Bielorrusia y Ucrania no han ratificado el Protocolo de Kioto, se han retirado de él o no han aceptado un segundo período de compromiso. Esto significa que la extensión del Protocolo de Kioto solo cubre el 15% de las emisiones globales de dióxido de carbono. Una razón importante para estas decisiones es que las tecnologías actuales aún no son suficientes para reemplazar el papel de los combustibles fósiles.

Se ha argumentado que fomentar las energías renovables a través de ayudas económicas y otros mecanismos es el camino para aumentar el uso de tecnologías renovables sin emisiones de carbono. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en 2011, las ayudas a la energía bajan artificialmente los precios para los consumidores, aumentan el precio que reciben los productores o reducen el costo de producción. "Las ayudas para los combustibles fósiles suelen ser mayores que los beneficios. Las ayudas a las energías renovables y tecnologías bajas en carbono pueden traer beneficios económicos y ambientales a largo plazo". En noviembre de 2011, un informe de la AIE dijo que "las ayudas a las tecnologías de energía verde que aún no eran competitivas se justifican para incentivar la inversión en tecnologías con claros beneficios ambientales y seguridad energética". El informe de la AIE no estuvo de acuerdo con las afirmaciones de que las tecnologías de energías renovables solo son viables con ayudas costosas y que no pueden producir energía de forma fiable para satisfacer la demanda. La AIE afirmó que "un conjunto de tecnologías de energía renovable se está volviendo competitivo en costos en un rango cada vez más amplio de circunstancias, y en algunos casos, ofreciendo oportunidades de inversión sin necesidad de apoyo económico específico". Añadió que "la reducción de costos en tecnologías clave, como la eólica y la solar, continuará".

En contraste, las ayudas al consumo de combustibles fósiles fueron de 409 mil millones de dólares en 2010, la mitad de ellos para productos de petróleo. Las ayudas a las energías renovables fueron de 66 mil millones de dólares en 2010 y se espera que lleguen a 250 mil millones de dólares en 2035. La energía renovable recibe ayudas para competir en el mercado, aumentar su volumen y desarrollar la tecnología para que las ayudas ya no sean necesarias. Eliminar las ayudas a los combustibles fósiles podría traer beneficios económicos y ambientales. Si se eliminaran gradualmente las ayudas a los combustibles fósiles para 2020, la demanda de energía primaria se reduciría un 5%. Desde principios de 2010, al menos 15 países han tomado medidas para eliminar gradualmente estas ayudas. Según la AIE, la energía eólica terrestre podría volverse competitiva alrededor de 2020 en la Unión Europea.

Industrialización de los países en desarrollo

Los países en desarrollo consideran el crecimiento económico e industrial como un derecho. La evidencia muestra que se están industrializando. Para impulsar su desarrollo, están usando el dióxido de carbono que emiten los combustibles fósiles como una de sus principales fuentes de energía. Al mismo tiempo, la ciencia y organizaciones globales como la Organización de las Naciones Unidas piden a todos los países que reduzcan sus emisiones de dióxido de carbono. Los países en desarrollo se resisten a esta presión para disminuir el uso de combustibles fósiles si no reciben ayuda significativa, como:

  • Tecnologías energéticas avanzadas.
  • Tecnologías avanzadas para adaptarse al cambio climático.
  • Dinero para adaptarse al cambio climático.

Cómo medir y quién es responsable

Hay grandes desacuerdos sobre qué medidas usar para seguir el calentamiento global. También hay desacuerdos sobre qué países deberían tener restricciones en sus emisiones.

Aunque el planeta no distingue de dónde vienen los gases de efecto invernadero, los países sí se preocupan por estos asuntos. Surgen desacuerdos sobre si se deben usar las emisiones actuales o las emisiones totales acumuladas como medida para cada país. Los países también discuten si un país en desarrollo debe tener los mismos compromisos que un país desarrollado, que ha estado emitiendo dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero por casi un siglo.

Algunos países en desarrollo dicen claramente que necesitan ayuda para poder crecer de una manera que no aumente el dióxido de carbono ni otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. A menudo, estas necesidades se convierten en grandes diferencias en las conferencias mundiales sobre el tema, y las discusiones rápidamente se centran en cuestiones de dinero.

La mayoría de los países en desarrollo no están dispuestos a aceptar límites en sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Por otro lado, la mayoría de los países desarrollados son muy cautelosos en su disposición a ayudar a los países en desarrollo. Además, los países más desarrollados prefieren no participar en tratados de reducción de gases de efecto invernadero si esto significa una disminución de su actividad económica, transferencias de riqueza a países en desarrollo o cambios importantes en el equilibrio de poder global.

Países en desarrollo vulnerables y emisiones pasadas

Algunos países en desarrollo son muy vulnerables al cambio climático. Estos incluyen pequeñas naciones insulares, países de baja altitud o naciones que dependen del agua de glaciares que se están derritiendo. Estos países vulnerables se ven afectados de manera desproporcionada por el cambio climático. Algunos se han organizado en grupos como el Foro de Países Vulnerables al Clima. Como la mayoría de ellos no tienen los recursos para responder a los desastres que los científicos predicen que ocurrirán con más fuerza y frecuencia debido al calentamiento global, estos países exigen que los países ricos paguen por los daños causados por este fenómeno.

Entre los países en desarrollo que se espera que sean afectados se encuentran:

  • Bangladés: Se calcula que para 2050, el aumento del nivel del mar inundará el 17% de su territorio, desplazando a unos 18 millones de personas.
  • Islas Marshall: Los efectos del cambio climático ya se sienten. Los atolones del norte del país sufren sequías más frecuentes, y la mayor parte del archipiélago corre riesgo de inundaciones. Se estima que, como el 90% de la población de estas islas vive en la costa, el aumento del nivel del mar tendrá efectos importantes en todos los aspectos económicos y sociales.

Modelos de gobierno global basados en el consenso

Áreas clave de la política sobre el calentamiento global

Las políticas de los gobiernos sobre el cambio climático y muchos informes oficiales suelen centrarse en una de las siguientes áreas:

  • Adaptación: Se refiere a los cambios sociales y de otro tipo que deben hacerse para adaptarse con éxito al cambio climático. La adaptación puede incluir cambios en la agricultura y la planificación urbana, entre otros.
  • Finanzas: Cómo los países van a pagar la adaptación y la mitigación del cambio climático. Esto puede ser con fondos públicos o privados, o con transferencias de riqueza y tecnología de países desarrollados a países en desarrollo, y cómo se gestionarán esos fondos.
  • Mitigación: Son los pasos y acciones que los países del mundo pueden tomar para reducir los efectos del cambio climático.
  • Tecnología: Se refiere a las tecnologías que necesitan menos emisiones de carbono, ya sea aumentando la eficiencia energética o reemplazando las tecnologías que emiten dióxido de carbono. También incluye las tecnologías necesarias para adaptarse o mitigar el cambio climático. Además, abarca cómo los países desarrollados pueden apoyar a los países en desarrollo para que adopten nuevas tecnologías o mejoren su eficiencia.
  • Pérdidas y daños: Este concepto se mencionó por primera vez en la conferencia de 2012, basándose en parte en el acuerdo de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de 2010 en Cancún. Introduce la idea de que los países vulnerables a los efectos del cambio climático podrían ser compensados económicamente en el futuro por los países que no reduzcan sus emisiones de carbono.

Instituciones políticas globales basadas en el consenso

El principal mecanismo para que el mundo enfrente el calentamiento global es a través de un proceso establecido en un tratado: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Actualmente, hay frustración porque se percibe una falta de avances en este proceso. La CMNUCC ha estado funcionando por más de dieciocho años, pero no ha logrado frenar las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Todd Stern, el enviado de Estados Unidos para el cambio climático, explicó los desafíos del proceso de la CMNUCC así: "El cambio climático no es un problema ambiental común... Implica prácticamente todos los aspectos de la economía de un Estado, lo que hace que los países estén nerviosos por su crecimiento y desarrollo. Cada parte es un asunto económico, tanto como ambiental". También explicó que la CMNUCC, al ser un organismo con más de 190 países y donde las negociaciones se rigen por consenso, puede ser un sistema ineficiente para crear políticas internacionales. Pequeños grupos de países a menudo pueden bloquear el progreso.

La decimoctava Conferencia de las Partes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Doha, Catar, tuvo resultados modestos. En las negociaciones de Doha en 2012, las partes del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático extendieron el protocolo hasta 2020. Los participantes en esta extensión del Protocolo de Kioto, que incluyen a Australia, la Unión Europea y otros países desarrollados, asumieron nuevos objetivos para el período 2013-2020. Canadá, que se retiró del Protocolo de Kioto en 2011, y Estados Unidos, que nunca lo ratificó, se unieron a Nueva Zelanda, Japón, Rusia, Bielorrusia y Ucrania. Estos países declararon que no firmarían un segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto o una extensión del mismo. La razón es la falta de compromisos de los países en desarrollo, que hoy incluyen a los mayores emisores de dióxido de carbono del mundo. Japón y Nueva Zelanda también añadieron que las emisiones de CO2 de sus países son menores en comparación con las de China, Estados Unidos y la Unión Europea. Estas deserciones ejercen una presión significativa sobre el proceso de la CMNUCC. Hasta la fecha, la CMNUCC no ha logrado reducir las emisiones de dióxido de carbono. La última extensión del Protocolo de Kioto solo representa el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, algunos consideran que su proceso es lento, complicado, costoso y un uso ineficiente del dinero de los contribuyentes. Solo en el Reino Unido, el departamento de cambio climático realizó más de 3.000 vuelos en dos años, con un costo de más de 1.500.000 libras esterlinas para los contribuyentes. El resultado de las conversaciones de Doha recibió una respuesta mixta, con los pequeños estados insulares criticando el paquete general. Otros resultados de la conferencia incluyen un calendario para que se adopte un acuerdo global en 2015, que incluya a todos los países.

Como resultado, algunos han sugerido que el modelo de consenso podría ser reemplazado por un modelo de votación por mayoría. Sin embargo, es probable que ese modelo genere desacuerdos en la ratificación de los tratados globales por parte de los países que no estén de acuerdo con ellos, incluso si se aprueban por mayoría de votos en esas instituciones reestructuradas.

Reducciones voluntarias de emisiones

El lento avance de los acuerdos globales obligatorios ha llevado a algunos países a tomar medidas voluntarias. Se han enfocado en actividades alternativas de alto valor. Un ejemplo es la creación de la Coalición de Clima y Aire Limpio para reducir la corta vida de los Contaminantes del Clima por parte de Estados Unidos, Canadá, México, Bangladés y Suecia. Esta coalición busca regular contaminantes de vida corta como el metano, el carbono negro y los hidrofluorocarbonos (HFC). Se cree que estos contaminantes contribuyen hasta un tercio del calentamiento global actual. Su regulación no implica grandes impactos económicos ni mucha oposición. La Coalición (CCAC) se lanzó el 16 de febrero de 2012 para regular estos contaminantes climáticos de vida corta (SLCPs). La creación de la coalición se ve como un paso necesario y práctico, dada la lentitud de los acuerdos globales sobre el cambio climático bajo la CMNUCC.

Como parte de la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en 2010, 76 países, tanto desarrollados como en desarrollo, hicieron promesas voluntarias para controlar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Algunos ven estas medidas voluntarias como un nuevo modelo. En este modelo, los países se comprometen a tomar acciones contra el calentamiento global por su cuenta, fuera de los tratados y obligaciones internacionales. Este mecanismo voluntario, aunque prometedor, no resuelve muchos de los problemas que los países en desarrollo enfrentan al intentar reducir el calentamiento global, adaptarse a él y lidiar con las pérdidas y daños que atribuyen directamente a las emisiones históricas de los países desarrollados.

Grupos de interés con mucha influencia

Existen muchos grupos de interés, organizaciones y empresas que tienen opiniones públicas y privadas sobre el calentamiento global. A continuación, una lista parcial de los tipos de grupos de interés que han mostrado interés en las políticas sobre el calentamiento global:

  • Instituciones financieras: Generalmente apoyan políticas estrictas sobre el calentamiento global, especialmente la implementación de sistemas de comercio de carbono y la creación de mercados que pongan un precio al carbono. Estos nuevos mercados necesitarían infraestructuras de negociación que los bancos están bien posicionados para ofrecer. Las instituciones financieras también están bien preparadas para invertir, comerciar y desarrollar instrumentos financieros que podrían beneficiarse de posiciones especulativas en los precios del carbono y del uso de servicios de corretaje y otras funciones financieras como seguros y derivados.
  • Grupos ecologistas: Suelen tener posturas ideológicas sobre el calentamiento global y están a favor de restricciones estrictas a las emisiones de dióxido de carbono. Como activistas, se dedican a crear conciencia y a recaudar fondos para su causa, con el fin de aumentar aún más la conciencia pública.
  • Compañías de combustibles fósiles: Podrían beneficiarse o perder con regulaciones estrictas sobre el calentamiento global. Una reducción en el uso de combustibles fósiles podría afectar negativamente a estas empresas. Sin embargo, el hecho de que las compañías de combustibles fósiles sean una gran fuente de energía, la principal fuente de dióxido de carbono, y se dediquen a la comercialización de energía, podría significar que su participación en los planes de comercio y otros mecanismos les daría una ventaja única. Esto hace que no esté claro si todas las compañías de combustibles fósiles tradicionales siempre se opondrían a políticas más estrictas sobre el calentamiento global. Por ejemplo, Enron, una empresa de gasoductos tradicional con una gran mesa de negociación, presionó fuertemente al gobierno para que la EPA regulara el CO2. Creían que dominarían la industria energética si podían estar en el centro del comercio de energía.
  • Empresas de energía alternativa: Empresas de energía alternativa como la eólica y la solar generalmente apoyan políticas más estrictas sobre el calentamiento global. Esperan que su participación en el mercado de la energía crezca a medida que los combustibles fósiles se vuelvan más caros debido a sistemas de comercio o impuestos.
  • Compañías de energía nuclear: Las empresas de energía nuclear podrían ver un resurgimiento en un mundo donde los combustibles fósiles son gravados directamente a través de un mecanismo de comercio de carbono. Por esta razón, es probable que las compañías de energía nuclear apoyen políticas más estrictas sobre el calentamiento global.
  • Minoristas y vendedores tradicionales: Los comercios tradicionales, comerciantes y empresas en general responden adoptando políticas que resuenan con sus clientes. Si "ser verde" ayuda a una empresa en general, entonces podrían emprender programas modestos para complacer y alinearse mejor con sus clientes. Sin embargo, dado que la corporación en general no tiene un beneficio de su posición particular, es poco probable que presionen fuertemente a favor o en contra de una postura política más estricta sobre el calentamiento global.
  • Gobiernos: En una discusión política australiana, se mencionó que los gobiernos podrían usar el calentamiento global como justificación para impuestos adicionales.

Las diferentes partes interesadas a veces se unen para fortalecer su mensaje. A veces, las industrias financian organizaciones sin fines de lucro especializadas para crear conciencia y presionar por sus intereses. Las combinaciones y tácticas que usan las diversas partes interesadas son complejas y a veces ilimitadas para promover sus posiciones al público en general.

La ciencia del clima y la política

En la literatura científica, hay un fuerte acuerdo en que las temperaturas globales han aumentado en las últimas décadas. También se cree que esta tendencia es causada principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los humanos. En cuanto a la discusión sobre el calentamiento global, la ciencia actual no duda de su existencia ni de sus causas y efectos.

La politización de la ciencia, es decir, la manipulación de la ciencia con fines políticos, es parte del proceso político. Esto se ve en discusiones sobre temas como el humo del tabaco, el agotamiento de la capa de ozono, el calentamiento global o la lluvia ácida. Sin embargo, por ejemplo, en el caso de la reducción del ozono, la regulación global basada en el Protocolo de Montreal tuvo éxito, a pesar de la gran incertidumbre y la fuerte resistencia. En cambio, en el caso del cambio climático, el Protocolo de Kioto no tuvo el mismo éxito.

Aunque el proceso del IPCC busca encontrar y organizar los resultados de la investigación sobre el cambio climático para lograr un consenso mundial, ha sido objeto de mucha politización. El cambio climático causado por los humanos pasó de ser un tema puramente científico a un tema político global de primer nivel.

El proceso del IPCC enfrenta una paradoja: a pesar de que se ha logrado un amplio consenso científico, esto no impide que los gobiernos sigan metas diferentes, e incluso opuestas. En el caso del agotamiento del ozono, se implementó una regulación global antes de que se estableciera un consenso científico completo.

Un modelo lineal de formulación de políticas, que sugiere que un mayor conocimiento llevará a mejores políticas, no se aplica aquí. La política del conocimiento, que gestiona con éxito los conocimientos y las incertidumbres, requiere una mejor comprensión de la relación entre la ciencia, la comprensión (o falta de ella) del público y la política. Michael Oppenheimer confirma las limitaciones del enfoque de consenso del IPCC y pide evaluaciones más pequeñas de problemas específicos, en lugar de intentos a gran escala como en los informes de evaluación anteriores del IPCC. Oppenheimer afirma que los gobiernos necesitan una exploración más amplia de las incertidumbres futuras.

Historia de las políticas sobre el calentamiento global

Históricamente, las políticas sobre el cambio climático se remontan a varias conferencias a finales de los años 60 y principios de los 70, bajo la OTAN y el presidente Richard Nixon. En 1979 se celebró la primera Conferencia Mundial sobre el Clima. En 1985 se creó el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, y dos años después, en 1987, se firmó el Protocolo de Montreal bajo este Convenio. Este modelo de usar una conferencia marco seguida de protocolos se vio como una estructura prometedora para abordar grandes desafíos globales que involucran a muchos países, como el calentamiento global.

Un año después, en 1988, la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente crearon el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Su objetivo era evaluar el riesgo del cambio climático causado por los humanos. Margaret Thatcher apoyó firmemente al IPCC en 1988 y en 1990 fue clave para fundar el Centro Hadley en Exeter.

En 1991 se publicó el libro La Primera Revolución Global del Club de Roma. Este informe buscaba conectar el medio ambiente, la disponibilidad de agua, la producción de alimentos, la producción de energía, los materiales, el crecimiento de la población y otros elementos en un modelo para el siglo XXI. La forma de pensar sobre las políticas estaba evolucionando para ver el mundo como un sistema integrado, no solo en términos de clima, sino también de necesidades de energía, alimentos, población, etc.

En 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se acordó en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. El marco entró en vigor el 21 de marzo de 1994. La conferencia estableció una reunión anual, llamada Conferencia de las Partes (COP), para seguir trabajando en protocolos que serían tratados aplicables.

En 1995, la frase "prevenir interferencias antropogénicas peligrosas en el sistema climático" (también llamada evitar un cambio climático peligroso) apareció por primera vez en un documento oficial del gobierno, el Segundo Informe de Evaluación del IPCC: Cambio Climático. En 1996, la Unión Europea adoptó el objetivo de limitar el aumento de la temperatura media global a un máximo de 2 °C.

En 1997 se creó el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Su estructura era muy similar a la del Protocolo de Montreal, que estaba bajo el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono. El Protocolo de Kioto tendría reuniones anuales de los miembros, o reuniones CMP. Sin embargo, en el mismo año, el Senado de Estados Unidos aprobó la Resolución Byrd-Hagel, rechazando a Kioto sin más compromisos de los países en desarrollo.

Desde el tratado de la CMNUCC en 1992, se han celebrado dieciocho sesiones de la COP y ocho sesiones de CMP bajo la estructura existente. En ese tiempo, las emisiones mundiales de CO2 han aumentado significativamente y los países en desarrollo han crecido mucho, con China reemplazando a Estados Unidos como el mayor emisor de gases de efecto invernadero. Para algunos, la CMNUCC ha logrado un progreso importante al ayudar a que el mundo sea consciente de los peligros del calentamiento global y ha avanzado en la solución del desafío. Para otros, el proceso de la CMNUCC ha sido un fracaso debido a su incapacidad para controlar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Desde 2010, se han discutido varias propuestas para un sistema climático global, como la Plataforma de Durban para la Acción Mejorada, que pide un nuevo acuerdo global para 2015.

En 2015 se firmó el Acuerdo de París. Este acuerdo, que reemplazaría el Protocolo de Kioto en 2020, se generó en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Mantiene el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y reconoce la necesidad de crear políticas para reducir las consecuencias futuras y presentes del cambio climático. La mayor diferencia con el acuerdo de Kioto es que las metas nacionales se construyen de forma diferente. Dependen de la acción política para gestionar las medidas, en lugar de ser un acuerdo legalmente obligatorio.

El 1 de junio de 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el Acuerdo de París era debilitante, desventajoso e injusto, rechazando el consenso científico. Anunció que se retiraría de dicho acuerdo, que para entonces había sido firmado por 195 países. Como Estados Unidos era el segundo mayor emisor de CO2 en el mundo en 2017, este anuncio generó muchas críticas de empresas, estados y organizaciones internacionales, ante la preocupación por el daño irreparable que causaría el cambio climático si no se actuaba según los informes.

En 2020 comenzó la aplicación del Acuerdo de París. Estados Unidos tardó 3 años en salir formalmente de dicho Acuerdo. Otros 7 países que no pertenecen son: Eritrea, Irán, Irak, Libia, Sudán del Sur, Turquía y Yemen.

En 2021 se organizó la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), presidida por el Reino Unido. En ella se acordó el Pacto de Glasgow para el Clima. Este Pacto reafirmó el compromiso de los países de limitar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) a un aumento máximo de 1.5 °C. Hubo dos diferencias importantes en este acuerdo respecto a los anteriores: la inclusión de la reducción del carbón como fuente de energía y la eliminación gradual de ayudas a los combustibles fósiles. Esto es importante porque la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del carbón, el petróleo y el gas. Muchos países han criticado el acuerdo por mencionar solo "reducir" el carbón, en lugar de priorizar su "eliminación".

Acontecimientos políticos importantes sobre el cambio climático

  • 1969: Por iniciativa del presidente estadounidense Richard Nixon, la OTAN intentó establecer una tercera área civil y planeó convertirse en un centro de investigación e iniciativas en el ámbito civil, especialmente en temas ambientales. Daniel Patrick Moynihan, delegado de Nixon ante la OTAN, propuso que la OTAN abordara desafíos internacionales como la Lluvia ácida y el efecto invernadero. La OTAN tenía conocimientos, experiencia en coordinación internacional de investigación y acceso directo a los gobiernos. Después de un inicio entusiasta, el gobierno alemán reaccionó con escepticismo. La iniciativa fue vista como un intento de Estados Unidos de recuperar terreno internacional después de la guerra de Vietnam. Sin embargo, los temas y el esfuerzo de coordinación y preparación interna ganaron impulso en conferencias e instituciones civiles en Alemania y otros lugares durante el gobierno de Brandt.
  • 1972: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, dirigida por los ganadores del Premio Nobel Willy Brandt y Olof Palme. Alemania vio la necesidad de mejorar la cooperación en la investigación internacional sobre el efecto invernadero.
  • 1978: Informe Brandt, que trató el efecto invernadero en la sección de energía.
  • 1979: Primera Conferencia Mundial sobre el Clima.
  • 1987: Informe Brundtland.
  • 1987: Protocolo de Montreal sobre la restricción de los CFC que dañan la capa de ozono. Demostró que es posible una acción internacional coordinada en temas ambientales a nivel mundial.
  • 1988: Se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) por dos organizaciones de las Naciones Unidas, la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para evaluar el "riesgo de cambio climático causado por el hombre".
  • 1992: Se formó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para "impedir interferencias humanas peligrosas en el sistema climático".
  • 1996: La Unión Europea adoptó el objetivo de un aumento máximo de 2 °C en la temperatura media global.
  • 25 de junio de 1997: El Senado de los Estados Unidos aprobó la resolución Byrd-Hagel, rechazando a Kioto sin más compromisos de los países en desarrollo.
  • 1997: Se acordó el Protocolo de Kioto.
  • 2001: George W. Bush se retiró de las negociaciones de Kioto.
  • 16 de febrero de 2005: El Protocolo de Kioto entró en vigor (sin incluir a EE. UU. ni a Australia).
  • 2005: Se implementó el primer sistema de comercio de emisiones de carbono (Unión Europea).
  • Julio de 2005: La 31.ª cumbre del G8 incluyó el cambio climático en su agenda, pero hizo relativamente poco progreso concreto.
  • Noviembre/diciembre de 2005: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; la primera reunión de las Partes del Protocolo de Kioto, junto con la 11.ª Conferencia de las Partes (COP11), para planificar nuevas medidas para el período 2008-2012 y más allá.
  • 30 de octubre de 2006: Se publicó el Informe Stern. Fue la primera contribución completa al debate sobre el calentamiento global por un economista. Sus conclusiones llevaron al gobierno del Reino Unido a prometer acciones urgentes para reducir aún más las emisiones de CO2 de Europa y comprometer a otros países a hacer lo mismo. Analizó las consecuencias del cambio climático, las medidas para reducirlo, las posibles medidas de adaptación y las perspectivas de cooperación internacional.
  • 26 de junio de 2009: La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley de Energía Limpia y Seguridad, la "primera vez que cualquiera de las Cámaras del Congreso había aprobado un proyecto de ley destinado a frenar los gases que atrapan el calor que los científicos han relacionado con el cambio climático".
  • 2015: El Acuerdo de París fue acordado entre 192 países y la Unión Europea el 12 de diciembre de ese año. Este acuerdo establece compromisos relacionados con la reducción de emisiones de CO2 y la adaptación a los impactos del cambio climático.
  • 1 de junio de 2017: Donald Trump anunció que se retiraría del Acuerdo de París.
  • 2020: Finalización del Protocolo de Kioto y comienzo de la aplicación del Acuerdo de París. Estados Unidos se retiró formalmente del Acuerdo de París.
  • 2021: Estados Unidos regresó al Acuerdo de París con Joe Biden. Se organizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), donde los países adoptaron un nuevo plan de políticas contra el cambio climático, el Pacto de Glasgow para el Clima. El objetivo es limitar el aumento de la temperatura anual a un máximo de 1.5 °C, reduciendo la dependencia energética de combustibles fósiles y energías contaminantes no renovables.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Politics of climate change Facts for Kids

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Políticas sobre el calentamiento global para Niños. Enciclopedia Kiddle.