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Oville para niños

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Datos para niños
Oville
localidad
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Oville ubicada en España
Oville
Oville
Ubicación de Oville en España
Oville ubicada en la provincia de León
Oville
Oville
Ubicación de Oville en la provincia de León
País Bandera de España.svg España
• Com. autónoma Flag of Castile and León.svg Castilla y León
• Provincia Bandera de León.svg León
• Comarca Alto Porma
• Municipio Boñar
Ubicación 42°54′31″N 5°20′55″O / 42.908730555556, -5.3485583333333
• Altitud 1.277 metros
Población 23 hab. (INE 2017)
Gentilicio Ovillejos
Código postal 24853
Pref. telefónico 987
Fiesta mayor Santiago Apóstol 25 de Julio
Patrón San Adriano (8 de septiembre) / Santiago Apóstol (25 de julio)

Oville es una localidad que se encuentra en el municipio de Boñar, en la provincia de León, al noroeste de España. Está a 1.200 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la Montaña Oriental Leonesa, dentro de la Comarca del Alto Porma. También forma parte del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.

El nombre Oville viene de la palabra latina "ovile", que significa un lugar cerrado para guardar ovejas, como un redil.

¿Dónde se encuentra Oville?

Oville está a la derecha del río Porma, a unos 8 kilómetros de Boñar. Para llegar, hay que ir hacia el Puerto de San Isidro y tomar un desvío de 3 kilómetros en la carretera LE-331, cerca de Remellán.

En Oville, las primeras casas y las últimas tienen una diferencia de altura de casi 90 metros. Las casas tradicionales están hechas con paredes de piedra y puertas y ventanas de madera. Tienen patios, corredores de madera y tejados de teja roja.

La historia de Oville

¿Cómo vivían los primeros habitantes?

Los primeros grupos de personas que vivieron en esta zona fueron los Cántabros y los Astures. Los ríos Esla y Porma marcaban la frontera entre ellos.

Estrabón, un geógrafo antiguo, describió cómo vivían estos pueblos celtas hace mucho tiempo (entre el 1.700 y el 800 a.C.) hasta que llegaron los romanos en el año 19 a.C. Se alimentaban de frutas, castañas y bellotas, con las que hacían pan. Criaban cabras y caballos, y usaban manteca en lugar de aceite. Bebían agua y una bebida hecha de cebada.

Vestían con ropa adornada y se sujetaban el pelo con una cinta. Construían pequeños poblados circulares con casas de piedra y paja, con calles estrechas y muros altos para protegerse. Usaban madera para muebles y barro para utensilios. También extraían metales para hacer herramientas y armas.

Estrabón cuenta que estos pueblos eran muy fuertes. Las mujeres trabajaban en el campo.

La llegada de los romanos

La Cordillera Cantábrica fue el último lugar que los romanos conquistaron en la península ibérica. Después de la victoria romana, la zona cambió mucho: se reorganizó el territorio, se empezó a hablar latín en lugar de las lenguas locales, y llegaron nuevas costumbres y una nueva religión.

Cuando los romanos llegaron en el año 19 a.C., muchos habitantes de la montaña del Porma fueron vendidos como esclavos o se unieron al ejército romano. La mayoría trabajó en las minas de hierro de Oville, Ferreras y Adrados. También se criaba ganado y se cultivaba centeno, lino y trigo. Se mejoraron las calzadas romanas, y una de ellas iba desde Lancia por el río Porma hasta el Puerto de San Isidro.

En el siglo I, el pueblo de los Vadinienses se expandió por las orillas de los ríos Porma, Esla, Curueño y Yuso.

Oville en la Edad Media

La primera vez que se menciona Oville en un documento escrito es el 26 de junio de 1449. Se habla de la iglesia de San Adrián de Oville. En un registro de 1468 de la Catedral de León, la parroquia de Oville aparece como parte del arciprestazgo de Rueda.

Oville en el Diccionario de Sebastián de Miñano (1826)

En un diccionario de 1826, se describe Oville como una localidad con 66 vecinos y 254 habitantes. Se dedicaban a cultivar centeno, legumbres y a la ganadería.

La tradición de la trashumancia

Desde la Edad Media, Oville fue un lugar importante para la trashumancia, que es cuando los pastores mueven sus rebaños entre diferentes pastos según la estación. El nombre "Ovile" (redil) viene de esta actividad. El valle de Oville era ideal para el pastoreo en verano por su geografía y sus pastos. Hoy en día, algunos vecinos siguen teniendo ganado.

Una tradición relacionada con la trashumancia eran las "machorras". Era una fiesta popular para despedir a los pastores que regresaban al sur en otoño. Los pastores daban ovejas y vino al pueblo para una comida en la que se preparaban platos como la caldereta o la chanfaina. La chanfaina es un plato popular en España que se hace con pan, agua, pimentón, hígado de oveja, aceite y especias.

Esta fiesta se perdió a finales de los años 50, pero los jóvenes del pueblo la recuperaron hacia 1980. Ahora coincide con la fiesta de San Adriano, el 4 de septiembre.

Oville durante la Guerra Civil Española (1936-1939)

Oville fue un lugar importante durante los primeros años de la guerra civil española (1936-1939) debido a su ubicación estratégica. El pueblo sufrió mucho, y muchos vecinos tuvieron que abandonar sus casas y pertenencias.

Cuando un bando tomó el pueblo, construyeron defensas como trincheras y fortines en los montes cercanos. Después, el pueblo fue afectado por los combates. Muchos vecinos se fueron a ciudades o pueblos cercanos como Boñar o Valdecastillo, donde fueron ayudados por la gente.

En 1937, los combates se intensificaron. Las tropas de un bando, al retirarse hacia Asturias, incendiaron el pueblo para intentar frenar el avance del otro bando. Oville quedó muy dañado.

Después de la guerra, muchos vecinos regresaron y encontraron sus casas destruidas. Con mucho esfuerzo, decidieron reconstruir sus hogares. Aunque se crearon planes para ayudar a los pueblos afectados, Oville no recibió ayuda y fueron sus propios habitantes quienes lo levantaron de nuevo. Aún hoy se pueden ver restos de fortificaciones en las montañas.

El puerto de Oville

El puerto de Oville es conocido como el Puerto de Fuentes. Antiguamente, tenía varios corrales y chozos para el ganado. Hoy se conserva el Corral de la Collada de la Piedra, y un chozo que fue convertido en refugio. El Pico del Prado Llano, de 1.722 metros de altitud, domina el puerto.

De la Pradera del Janetín, al pie del Pico del Prado Llano, nace un arroyo que llega a la fuente de La Gorgorita.

Geología de Oville

El terreno de Oville está formado principalmente por areniscas, calizas, pizarras y cuarcitas. También hay dolomías, conglomerados y carbón.

Las minas de Oville

Los primeros habitantes de Oville, los romanos vadinienses, estaban interesados en extraer hierro y cobre de la zona.

También se sabe que se extrajo carbón y cobre en el siglo XIX y principios del XX. Entre los años 60 y 1982, hubo dos canteras a cielo abierto para extraer cuarcita en las zonas de "tras de la peña" y "Robledo".

En los lugares llamados El Navajón y El Picote, se pueden ver pequeñas canteras antiguas.

La piedra de las canteras de Oville se usó para construir casas e iglesias. Los vecinos de Oville han sido canteros (trabajadores de la piedra) durante siglos. La ermita de San Roque en Boñar, de 1788, se construyó con piedra de Oville.

Actualmente, sigue activa una mina a cielo abierto llamada "mina de Valdecastillo". De ella se extraen cuarcitas blancas que se usan para fabricar vidrio.

También se extrajeron gravas cerca del pueblo para arreglar la carretera C-331 de Boñar al Puerto de San Isidro en 1991 y 1992.

La Formación Oville

Oville da nombre a una formación geológica que se originó en el Cámbrico Medio (hace unos 541 millones de años). Se caracteriza por pizarras verdes con fósiles de trilobites. El resto de la formación tiene capas de areniscas, limolitas y pizarras.

Esta formación tiene un grosor variable. La parte de abajo, con pizarras verdes, se apoya sobre calizas. Es común encontrar fósiles de trilobites y braquiópodos. Estos materiales se depositaron en una zona de poca profundidad en la plataforma continental.

Fiestas y patrones de Oville

San Pelayo (26 de junio)

En 2006, los vecinos de Oville, con ayuda del Ayuntamiento de Boñar, reconstruyeron la ermita de San Pelayo. Esta ermita, que data del siglo XVII, se cree que pudo haber albergado los restos de San Pelayo en su camino a Oviedo. Cada año, alrededor del 26 de junio, se celebra una romería (peregrinación) a la ermita, que está a varios kilómetros del pueblo, para una misa y una comida.

San Pelayo fue un cristiano que vivió en el siglo X. Fue martirizado por su fe y su pureza. Su día en el santoral católico es el 26 de junio. Sus restos fueron trasladados a León y luego al monasterio benedictino de Oviedo.

Santiago Apóstol (25 de julio)

El 25 de julio se celebran las fiestas en honor a Santiago Apóstol, que es uno de los patrones de Oville. Él preside el altar de la ermita a la que está dedicada, que es del siglo XVII.

San Adriano (8 de septiembre)

El 8 de septiembre se celebran las fiestas en honor a San Adriano, el otro patrón de Oville. La iglesia parroquial está dedicada a él. En esta fecha también se celebra la fiesta de las machorras.

Iglesias y ermitas de Oville

La reconstrucción de la iglesia de San Adriano

La iglesia parroquial de San Adriano, construida en 1767, fue incendiada y casi destruida durante la guerra civil española en 1937. Los vecinos del pueblo, con la ayuda del párroco Don Carlos Santos Vega, reconstruyeron el templo con mucho esfuerzo y unión. Fue reinaugurada en 1982.

La iglesia tiene una nave rectangular y un ábside. La bóveda es de piedra y las paredes están encaladas. En el lado izquierdo de la iglesia, al norte, está el cementerio del pueblo.

La espadaña (la parte superior de la fachada donde están las campanas) se derrumbó en una tormenta a finales de los años 40 y también tuvo que ser reconstruida. Los vecinos de Oville demostraron ser muy hábiles en la cantería y la construcción. Una de las campanas del campanario viene de Vegamián, un pueblo que quedó bajo el agua por el embalse del Porma. La otra campana se trajo de la otra iglesia de Oville, la de Santiago Apóstol.

El Sarrón de la Forada

El Sarrón de la Forada es el arroyo principal de Oville. Nace en un manantial y desemboca en el río Porma. Debido a los desniveles del pueblo, muchas fuentes aumentan el caudal del arroyo, como la que nace en "El Janetín" y da origen a la fuente de "La Gorgorita".

El afluente que nace en "La Picota" marcaba el antiguo camino para llegar a Oville. Se cree que los primeros habitantes llegaban al valle por este camino, por eso la primera ermita de Oville se construyó cerca de él.

Los más mayores recuerdan que en el siglo XX se llegaba al pueblo desde Remellán por un camino estrecho. Después de la guerra, se construyó el acceso actual con maquinaria y explosivos.

Las cimas de Oville

El Cueto Ancino: "el K2 leonés"

El Cueto Ancino, con 1.783 metros de altitud, es una de las montañas más atractivas de la provincia de León. Está entre Oville, Nocedo y Valdeteja. Su cara oeste es muy empinada y forma la entrada a las "Hoces de Valdeteja". Desde Oville se puede subir por su cara este, que es la ruta más sencilla y bonita.

La Campayagua

La Campayagua, con 1.651 metros de altitud, es la cima que se ve al entrar en Oville mirando al norte. Es parte de la misma formación que el Cueto Ancino. Es común ver vacas pastando libremente en verano, y también rebecos y ciervos. Se puede acceder a ella desde varios puntos.

El Pico del Prado Llano

El Pico del Prao Llano, con 1.721 metros de altitud, domina el pueblo de Oville al oeste y lo comparte con Montuerto. Aquí se encuentra el refugio de "La Collada de la Piedra" y el puerto ganadero de Oville. Es una cima muy apreciada por los montañistas por sus vistas y su fácil acceso.

Los molinos de Oville y la fuente de La Gorgorita

Oville siempre ha sido un pueblo con un fuerte sentido de comunidad. Los "hacenderas", que son trabajos que todo el pueblo realiza para el beneficio común, han ayudado a mantener su patrimonio.

En 1752, se mencionan tres molinos en Oville. Carlos Morán Rodríguez documenta la existencia de hasta siete molinos en diferentes épocas.

La fuente de La Gorgorita, junto a la carretera, dio nombre al molino más importante del pueblo. Este molino, de unos 15 metros cuadrados, se usaba para moler cereales y legumbres para hacer harinas y piensos para el ganado.

A mediados del siglo XX, con el desarrollo industrial, este molino dejó de usarse. Sus restos fueron aprovechados por algunos vecinos. En una ocasión, un empresario intentó llevarse los últimos restos del molino, pero los vecinos lo impidieron. Este suceso motivó a los vecinos a recuperar los restos y reconstruir el lugar para conservar su historia.

La fuente de La Gorgorita tiene agua mineral de excelente calidad durante todo el año. El Ayuntamiento de Boñar incluso capta agua de esta fuente para abastecer a otros pueblos. Esta fuente nace de la unión de dos manantiales.

Fauna y flora de Oville

Oville, con sus valles profundos y montañas altas a 1.200 metros de altitud, es un lugar ideal para observar la fauna salvaje de la Montaña Leonesa.

Como es un pueblo con poco tráfico y pocos vecinos, los animales se sienten seguros. Es común ver lobos ibéricos, águilas reales y osos pardos. También hay zorros rojos, gatos monteses, ciervos, rebecos, corzos y jabalíes. Entre los reptiles, se encuentran la víbora cantábrica y el lución. También hay liebres, conejos, perdices, codornices y diversas aves.

En sus arroyos, es raro encontrar truchas o cangrejos.

La vegetación incluye encinas, pinos, álamos, manzanos, perales, cerezos, nogales, castaños, hayas, acebos, tejos, avellanos, manzanilla, tomillo, orégano, té, arándanos, brezo y espino albar.

En los valles y puertos pastan vacas (generalmente de raza parda alpina), caballos hispano-bretones, ovejas merinas, cabras y burros.

El concejo, las hacenderas y el "común"

La "hacendera" es un trabajo que todo el pueblo realiza para el beneficio de todos. Oville es un pueblo con orígenes humildes, aislado por su geografía y la nieve en invierno.

Cuando los vecinos no podían hacer algo solos, se ayudaban entre sí o con pueblos cercanos. Así surgieron las hacenderas.

Oville es conocido por este espíritu solidario. Entre 1980 y 1997, bajo el liderazgo del párroco Carlos Santos Vega, se realizaron muchas obras importantes en el pueblo gracias a las hacenderas.

Se construyó la escuela, se transformó en Teleclub, se reconstruyó la iglesia de San Adriano, se instaló la antena de televisión, se arregló la plaza de la ermita, se recuperó la ermita de San Pelayo, se arregló el camino a la iglesia y el cementerio, y se recuperó el molino de la Gorgorita y su fuente. Todo esto fortaleció la unión de los vecinos.

La economía de Oville en los siglos XIX y XX

Hasta finales del siglo XX, la gente de Oville vivía de una economía de subsistencia. Esto significa que producían casi todo lo que necesitaban para vivir. Criaban ganado para carne, leche y productos lácteos como quesos y mantequillas. Cultivaban cereales como centeno, trigo y cebada para harinas, y legumbres como garbanzos y lentejas. Tenían huertos con tomates, cebollas y lechugas. También obtenían huevos de gallinas y otras aves.

Fabricaban sus propios jabones, herramientas, muebles y textiles con lana. Extraían minerales, carbón, piedra y arcilla de las canteras. La madera se usaba como combustible y para construcciones. Los hombres y mujeres de Oville eran hábiles en oficios como la cantería, carpintería, agricultura, ganadería y albañilería.

La economía no permitía mucha riqueza. La mayoría se dedicaba a la agricultura y la ganadería, y algunos trabajaban como jornaleros o en pequeños negocios. La escasez era tal que muchos jóvenes trabajaban como criados en otras casas solo a cambio de comida.

En estas economías de subsistencia, se aprovechaban todos los recursos, lo que ayudaba a mantener un equilibrio con la naturaleza. La UNESCO ha reconocido a la Montaña Leonesa por tener muchas reservas de la biosfera, gracias a la buena relación entre el hombre y el medio ambiente. Todo se aprovechaba, desde la ceniza de la lumbre hasta el abono del ganado.

Las cuadras solían estar junto a las casas para facilitar el cuidado de los animales. Las tareas de pastoreo y agricultura se coordinaban. El sistema de "veceras" permitía que los vecinos se turnaran para cuidar el ganado, mientras los demás hacían otras tareas.

El aislamiento de Oville, con inviernos largos y mucha nieve, hizo que los vecinos desarrollaran un fuerte espíritu de ayuda mutua. Esto se acentuó aún más por las consecuencias de la Guerra Civil Española entre 1936 y 1937, cuando el pueblo fue afectado por los combates.

La emigración de los jóvenes a otras ciudades y países en busca de estudios y trabajo mejoró la situación de las familias, pero fuera del pueblo. La venta de ganado, la bajada de precios de la leche, la falta de servicios y el cambio de una economía de subsistencia a un mercado globalizado, provocaron que la población de Oville disminuyera a partir de los años 80.

¿Cuánta gente vive en Oville?

Según un diccionario de 1831, Oville tenía 254 habitantes.

Según el Instituto Nacional de Estadística:

  • En 1950, Oville tenía 151 vecinos y 33 viviendas.
  • En el año 2000, tenía 56 vecinos.
  • En 2005, tenía 43 vecinos.
  • En 2010 y 2015, tenía 27 vecinos.
  • En 2020, tenía 21 vecinos.

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