Masada para niños
Datos para niños Masada |
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![]() ![]() Patrimonio de la Humanidad de la Unesco |
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Localización | ||
País | ![]() |
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Datos generales | ||
Tipo | Cultural | |
Criterios | iii, iv, vi | |
Identificación | 1040 | |
Región | Europa y América del Norte | |
Inscripción | 2001 (XXV sesión) | |
Masada (también escrita Massada o Masadá) es una antigua fortaleza ubicada en la cima de una montaña aislada. Se encuentra en el desierto de Judea, cerca del mar Muerto, en Israel. Su nombre viene del hebreo y significa "fortaleza".
Masada es famosa por su papel en la primera guerra judeo-romana, también conocida como la Gran Revuelta Judía. Durante esta guerra, las tropas del Imperio romano sitiaron la fortaleza. Los defensores, al ver que la derrota era inevitable, tomaron una decisión extrema para evitar ser capturados.
Hoy en día, Masada es un lugar importante para el turismo y tiene un gran significado para el pueblo judío. Representa un símbolo de resistencia y afirmación antes de la dispersión de los judíos por el mundo. En 1966, Masada fue declarada parque nacional de Israel. Desde 2001, es parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Contenido
Geografía de Masada
Masada se encuentra en el borde oriental del desierto de Judea, cerca del valle del Rift del Jordán. Está a unos 5 kilómetros de la costa suroeste del mar Muerto, frente a la antigua península de Lisán, cerca de la frontera con Jordania.
Esta montaña es un ejemplo de horst, una formación geológica joven. No ha sido muy afectada por la erosión del agua ni por la vegetación, debido al clima seco de la zona. Sus capas de roca están hechas de dolomía y caliza de origen marino.
La montaña tiene una forma parecida a una pirámide sin punta, con una cima plana. Esta cima está a unos 450 metros sobre el nivel del mar Muerto y a 63 metros sobre el nivel del mar Mediterráneo. La meseta mide hasta 645 metros de largo y 315 metros de ancho, cubriendo un área de 9.3 hectáreas.
Dos barrancos, llamados Nahal Masada y Nahal Ben Ya'ir, separan la meseta de la llanura. Los acantilados del lado este tienen 400 metros de altura, y los del lado oeste, 100 metros. Esto hace que los únicos caminos naturales para subir a la cima sean muy difíciles. Uno es el "Camino de la Serpiente" en el este, muy sinuoso. El otro es el "Camino de la Roca Blanca" en el oeste, por donde los romanos construyeron una rampa para atacar la fortaleza.
Historia de la Ocupación
Las primeras señales de que hubo gente viviendo en Masada son de la Edad del Cobre, hace unos 6.000 años. Se encontraron restos en cuevas del acantilado sur, como plantas, tejidos y cerámica. Esto sugiere que eran grupos de personas que se movían de un lugar a otro, algo común en el desierto de Judea en esa época.
También se hallaron restos de cerámica de la época del Templo de Salomón (entre los siglos X y VI a.C.), pero no hay pruebas de construcciones de ese tiempo.
Masada en la Antigüedad
Varios historiadores antiguos mencionan Masada. Estrabón la llama Moasáda, y Plinio la nombra Masada. Sin embargo, el historiador judeorromano Flavio Josefo es quien da más detalles en su libro La guerra de los judíos.
Según Josefo, la fortaleza fue construida por el sumo sacerdote Jonathán, que se cree que fue el rey asmoneo Alejandro Janneo (103-76 a.C.). Se han encontrado monedas y decoraciones de estuco de la época de Janneo, lo que apoya esta idea. En ese tiempo, Masada era un refugio pequeño, no tan importante como lo sería un siglo después.
La Época de Herodes
Años más tarde, después de que los romanos conquistaran Judea, el rey Herodes usó Masada como refugio. Llevó a su madre, su prometida y su hermana allí durante una invasión de los Partos en el año 40 a.C. La familia de Herodes, con 800 defensores, fue sitiada por los partos. Se quedaron sin agua, pero una lluvia inesperada llenó las cisternas, permitiéndoles resistir.
Herodes fue a Roma y consiguió el apoyo de Marco Antonio y Octaviano. El Senado romano lo nombró rey de Judea. Herodes regresó a Judea, que había sido abandonada por los partos, y recuperó el control. En el año 37 a.C., sitió Jerusalén con ayuda romana, tomó la ciudad y capturó a Antígono.
Una vez que Judea estuvo bajo su control, Herodes decidió fortificar Masada. Aprovechó su ubicación aislada en el desierto y sus defensas naturales, rodeada de acantilados. Masada también serviría como un posible refugio si su propio pueblo se rebelaba, ya que muchos judíos no lo querían por su origen y por su alianza con Roma. Además, era un lugar de descanso personal con vistas impresionantes del desierto, el oasis de Ein Guedi y el mar Muerto.
La Primera Guerra Judeo-Romana
En el año 66 d.C., setenta años después de la muerte de Herodes, comenzó la primera guerra judeo-romana. La principal fuente de información es el libro La guerra de los judíos de Flavio Josefo. Aunque Josefo no estuvo en Masada durante su caída, usó informes oficiales y relatos de supervivientes.
Según Josefo, los zelotes y los sicarios fueron grupos importantes en la revuelta. Los sicarios, un grupo más extremo, tomaron Masada por sorpresa y vencieron a la guarnición romana. Encontraron en la fortaleza muchas armas y materiales para fabricar más. Los almacenes estaban llenos de comida como trigo, legumbres, aceite, dátiles y vino, bien conservados por el clima seco. También había huertos y canales que recogían agua de lluvia en cisternas subterráneas. La fortaleza estaba lista para resistir un asedio largo.
El Asedio de Masada
Asedio de Masada | ||||
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Primera guerra judeo-romana | ||||
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Fecha | 72–73 (fecha tradicional) 73–74 (fecha propuesta) |
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Lugar | Masada, en el actual Israel | |||
Coordenadas | 31°18′56″N 35°21′14″E / 31.315555555556, 35.353888888889 | |||
Resultado | Victoria romana decisiva | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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Después de la captura de Masada, llegaron más sicarios y sus familias. Lanzaron ataques contra pueblos cercanos y unidades romanas. La primera guerra judeo-romana terminó en el año 70 con la destrucción de Jerusalén por Tito. Solo quedaban tres fortalezas desafiando a Roma: Herodión, Maqueronte y Masada. Masada se convirtió en refugio para personas de Jerusalén.
Para acabar con los rebeldes de Masada, el gobernador romano de Judea, Lucio Flavio Silva, marchó hacia la fortaleza. Llevaba un ejército de unos 9.000 hombres, incluyendo una legión romana (la Legio X Fretensis). Construyó ocho campamentos alrededor de la fortaleza y una muralla para rodearla. Esta muralla fue construida por los legionarios para asegurar el éxito del asedio.
Solo había dos caminos para subir a la fortaleza. El "Camino de la Serpiente" era muy estrecho y empinado, lo que hacía imposible un ataque por ahí. El otro camino, en el lado oeste, era menos difícil. Silva eligió este último. Después de muchos intentos fallidos de romper las murallas, ordenó construir una rampa gigante (llamada agger).
La rampa se construyó desde un promontorio llamado la Roca Blanca, a unos 150 metros por debajo de la cima de Masada. La construcción duró varias semanas, usando miles de toneladas de piedras y tierra. Fue una de las estructuras de asedio más grandes de la época romana. La rampa alcanzó unos 100 metros de altura. Josefo no menciona que los sicarios hicieran grandes esfuerzos para detener la construcción. Se cree que esto pudo deberse a la falta de recursos de los sicarios o a que la rampa fue construida por prisioneros judíos, a quienes los sicarios no querían atacar.
El Asalto Final
Unos tres meses después de empezar la construcción, y siete meses después del inicio del asedio, la rampa se terminó en la primavera del año 73. En su cima, se colocó una torre de asedio de unos 30 metros de altura. Desde la torre, los soldados romanos disparaban para mantener a los sicarios alejados. Un ariete golpeaba continuamente la muralla hasta que se abrió una brecha.
Sin embargo, los romanos descubrieron que los sicarios habían construido una segunda muralla detrás de la primera. Esta muralla estaba hecha de capas alternas de piedras y madera, lo que la hacía muy resistente a los golpes del ariete. Por la tarde, Silva ordenó incendiar la muralla interior. Un fuerte viento avivó las llamas, lo que los romanos interpretaron como una buena señal. Silva dejó una fuerte guardia para evitar que los judíos escaparan por la noche, planeando el asalto final para el día siguiente.
Dentro de Masada, los sicarios sabían que el ataque romano era inminente. Según el relato de Josefo, el líder de los sicarios, Eleazar ben Yair, reunió a sus hombres esa noche. Les propuso que pusieran fin a sus vidas para evitar ser capturados y sometidos por los romanos. Los hombres mataron a sus familias, y luego eligieron a diez de ellos para acabar con el resto. Finalmente, uno de esos diez acabó con la vida de los demás. Antes de morir, prendió fuego a la fortaleza, pero dejó los depósitos de comida intactos para mostrar que su decisión no era por desesperación.
A la mañana siguiente, los legionarios romanos entraron en la fortaleza. Se encontraron con un silencio total y los cuerpos sin vida de los defensores. Flavio Josefo dice que murieron 960 personas, excepto una anciana y una mujer con sus cinco hijos, que se habían escondido. Ellas contaron las últimas palabras de Eleazar. Los romanos se impresionaron por la valentía de los sicarios. Josefo escribió: "Cuando allí se toparon con el montón de muertos, no se alegraron, como suele ocurrir con los enemigos, sino que se llenaron de admiración por la valentía de su resolución y por el firme menosprecio de la muerte que tanta gente había demostrado con sus obras."
La caída de Masada se sitúa tradicionalmente el 15 de Nisán, el primer día de Pésaj, en abril del año 73. Otros estudios sugieren que pudo haber sido en la primavera del año 74.
Masada Después de la Conquista
Con la conquista de Masada, la primera guerra judeo-romana terminó. Después de la caída de la fortaleza, el gobernador Silva retiró sus tropas, dejando una unidad auxiliar en Masada. Esta unidad permaneció allí hasta principios del siglo II.
Masada estuvo deshabitada hasta principios del siglo V, cuando fue visitada por San Eutimio y su discípulo Domiciano. Ellos construyeron una capilla que se convirtió en un pequeño monasterio de monjes bizantinos. La conquista árabe en el siglo VII puso fin a esta comunidad, y Masada fue abandonada. Desde entonces, el lugar histórico cayó en el olvido.
Descubrimiento y Excavaciones
A partir del siglo XIX, con el crecimiento de la arqueología, se hicieron avances para encontrar la fortaleza. En 1807, el explorador alemán Ulrich Jasper Seetzen vio la meseta, pero la identificó incorrectamente. Fue en 1838 cuando dos estadounidenses, Edward Robinson y Eli Smith, identificaron correctamente Masada desde el oasis de Ein Guedi.
El interés por Masada creció. En 1842, el misionero estadounidense Samuel Wolcott subió a la cima y realizó la primera descripción moderna de la fortaleza, confirmando muchos detalles de Josefo.
Otros exploradores como Félicien de Saulcy (1851) y Emmanuel Guillaume Rey (1858) visitaron Masada y trazaron los primeros planos. Aunque tenían algunos errores, ayudaron a entender la fortaleza. Henry Baker Tristram también dibujó un plano detallado en 1864 y 1871.
En 1867, el capitán británico Charles Warren identificó correctamente el "Camino de la Serpiente" en el lado oriental. Años después, en 1875, Claude Reignier Conder hizo el plano más realista hasta ese momento.
En 1905, el ingeniero alemán G. D. Sandel descubrió el sistema de recolección de agua. En 1909, Alfred von Domaszewski y Rudolf Ernst Brünnow estudiaron el sistema de asedio romano. Las fotografías aéreas de la RAF (1924-1928) y los trabajos de Adolf Schulten (1932) ampliaron el conocimiento sobre los campamentos romanos.
La traducción del libro de Josefo al hebreo y un poema llamado Masada (1927) acercaron la historia de Masada a la comunidad judía en Palestina. Después de la guerra de independencia de Israel, Masada se convirtió en un símbolo nacional. En 1953, se descubrió el "Camino de la Serpiente" y el palacio septentrional.
En 1955 y 1956, varias instituciones israelíes realizaron expediciones cortas. Descubrieron gran parte del palacio septentrional y verificaron los informes sobre los almacenes y el palacio occidental.
Gran Excavación Arqueológica (1963-1965)
El interés por Masada creció tanto que se decidió hacer una gran excavación arqueológica en la cima. Esto no solo era importante para la ciencia, sino también como símbolo nacional para el joven estado de Israel. La misión arqueológica fue dirigida por Yigael Yadin y se llevó a cabo en dos fases, de 1963 a 1965, sumando once meses de trabajo.
Se invitó a voluntarios de todo el mundo a participar, y más de 5.000 personas de 28 países, además de israelíes, acudieron. Los voluntarios trabajaron en turnos de dos semanas.
La excavación confirmó gran parte de la información de Flavio Josefo. Se excavó el 97% de la zona construida de la fortaleza. El 3% restante se dejó sin excavar para que los visitantes pudieran ver cómo era antes de la intervención. También se realizaron trabajos de restauración y conservación.
Se encontraron muchos objetos, como decoraciones de estuco, monedas, cerámica, pergaminos, ropa, armas, alimentos y semillas. Incluso se hallaron restos humanos de 28 personas, identificadas como los rebeldes judíos. Estos restos fueron sepultados con honores militares en la fortaleza el 7 de julio de 1969.
Intervenciones Posteriores
Los trabajos de restauración continuaron en 1966. Se levantaron los muros caídos del palacio occidental, la sinagoga y los almacenes, y se conservaron los frescos del palacio septentrional.
Más tarde, Ehud Netzer dirigió varias excavaciones en 1989 y entre 1995 y 2000. En 1995, Gideon Foerster también dirigió una nueva excavación en el campamento romano y la rampa.
Descripción de la Fortaleza

2. Viviendas de los sicarios
3. Celdas de los monjes bizantinos
4. Cisterna
5. Viviendas de los sicarios
6. Baño ritual (mikve)
7. Puerta del sur (puerta de la cisterna)
8. Viviendas de los sicarios
9. Cisterna subterránea
10. Fortaleza meridional
11. Cisterna
12. Palacete
13. Falso Columbarium
14. Taller bizantino de mosaicos
15 y 16. Palacetes
17. Baño público (piscina)
18 a 21. Palacio occidental:
18. Ala de servicio
19a y 19b. Zona de viviendas
20. Almacenes
21. Edificios administrativos
22. Torre del curtido
23. Puerta bizantina occidental
24. Torres columbaria
25. Sinagoga
26. Capilla bizantina
27. Edificio de la guarnición
28 a 38. Palacio septentrional:
28. Residencia del comandante
29. Cantera
30. Cuarteles del comandante
31. Torre vigía
32. Edificios administrativos
33. Puerta
34a y 34b. Almacenes
35. Sala de baños
36. Puerta del foso
37 a 39. Residencia de Herodes:
37. Terraza superior
38. Terraza intermedia
39. Terraza inferior.
Otros puntos de interés:
A. Casamata donde se hallaron varios pergaminos
B. Salón del trono de Herodes
C. Mosaico de colores
D. Brecha de la muralla por donde entró el ejército romano
E. Tesoro de siclos de plata
F. Lugar donde se hallaron varios pergaminos
G. Estancia donde se encontraron tres esqueletos.
Palacio Septentrional
Este palacio se encuentra en el norte de la meseta y es el centro de las construcciones de la fortaleza. Fue usado por Herodes durante sus visitas a Masada. El complejo está protegido por una puerta (33) y tiene varios edificios. Incluye un edificio de baños (35), grandes almacenes (34a y 34b), un edificio administrativo (32), la residencia del comandante (28) y sus cuarteles (30), y las habitaciones reales en tres terrazas: superior (37), intermedia (38) e inferior (39).
Edificio de Baños
El edificio de baños (35) estaba en el centro del palacio septentrional. Al principio se pensó que era una torre, pero se encontraron más de doscientas columnas de arcilla y un doble suelo (un hipocausto), además de tuberías de cerámica en las paredes. Esto demostró que era un caldarium, una sala de vapor. El suelo tenía mosaicos y luego fue reemplazado por baldosas blancas y negras. Había una gran bañera de cuarzo y otra rectangular para baños calientes.
Junto al caldarium estaban las otras salas de un baño romano: el tepidarium (sala templada), el frigidarium (sala fría con piscina) y el apodyterium (vestuario). El tepidarium tenía un suelo de baldosas y frescos en las paredes. El apodyterium era similar en tamaño al caldarium y sus paredes también tenían pinturas. El techo pudo haber tenido decoraciones geométricas y florales. En una esquina del apodyterium se encontró una pequeña piscina construida más tarde, posiblemente durante la revuelta judía.
Se accedía al edificio de baños desde un patio al este, que tenía un suelo de mosaico. También se encontraron restos de pilares y capiteles de estilo nabateo en los lados del edificio.
Almacenes
Una gran parte de la residencia septentrional se usaba para almacenar provisiones. Estos almacenes se dividían en dos áreas: una más pequeña al norte (34b) y una más grande al sur (34a), separadas por un pasillo. Ambas áreas tenían habitaciones largas (cuatro en el norte y diez en el sur), de 26 por 4 metros, dispuestas de norte a sur.
Cuando se excavaron, los muros estaban casi completamente derrumbados debido a terremotos. Tuvieron que ser restaurados antes de la excavación. Una vez que se retiraron los escombros, se encontró ceniza y vigas quemadas en el suelo, lo que indica que el techo fue destruido por un incendio. También se hallaron cientos de recipientes de cerámica, rotos a propósito por los defensores judíos para que no cayeran en manos romanas. Estos recipientes contenían aceite, vino o harina. La mayoría eran de la época de Herodes, pero fueron reutilizados durante la revuelta. Algunas inscripciones en hebreo en los recipientes mostraban que se usaban para los diezmos sacerdotales, lo que demuestra que se seguían las leyes judías incluso durante el asedio.
Cada almacén guardaba un tipo específico de provisiones. En una de las habitaciones, había tres pozos circulares en el suelo, probablemente para contener vasijas y facilitar el vertido de líquidos. No se encontraron armas en los almacenes, pero sí estaño y otros metales. También se hallaron cien monedas de bronce, que posiblemente se usaban como vales para el racionamiento.
Estructuras de Asedio Romanas
Los restos romanos del asedio de Flavio Silva incluyen la rampa (agger), ocho campamentos para los soldados y una circumvallatio, una muralla construida alrededor de la meseta de Masada. Estas estructuras están bien conservadas gracias al clima seco del desierto de Judea y a que están lejos de zonas habitadas, lo que evitó que sus materiales fueran reutilizados.
La muralla de asedio se construyó después de los campamentos. Fue hecha de piedra seca porque no había ríos ni bosques en el desierto. Tenía una longitud total de 3.65 kilómetros y rodeaba toda la meseta de Masada, incluso las zonas empinadas. La muralla medía 2 metros de grosor y 3 metros de altura originalmente, aunque hoy está más baja debido a los terremotos y la erosión. En su lado este, la muralla tenía doce torres. Cinco de los seis campamentos romanos más pequeños estaban pegados a la muralla.
Turismo en Masada
Hay varias formas de llegar a Masada. Una ruta es por la carretera 3911 desde Arad, que lleva al acceso occidental de la fortaleza, donde está la rampa romana. Otra ruta desde Arad es por la carretera 31 hacia el sureste, pasando por Neve Zohar y luego hacia el norte, hasta el acceso oriental de Masada. Aquí se encuentran las instalaciones turísticas, como un hotel, museo, restaurante y tiendas. La última ruta es desde el oasis de Ein Guedi por la carretera 90, hacia el sur, también hasta el acceso oriental.
Véase también
En inglés: Masada Facts for Kids