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Sublevación de Jaca para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Sublevación de Jaca
Parte de Restauración borbónica en España
Avance des troupes sur Jaca.jpg
Tropas gubernamentales avanzan hacia Jaca
Contexto del acontecimiento
También conocido como Sublevación del 12 de diciembre
Fecha Del 12 al 13 de diciembre de 1930
Sitio Jaca
Impulsores Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández
Influencias ideológicas de los impulsores Republicanismo
Gobierno previo
Gobernante Alfonso XIII
Forma de gobierno Dictablanda de Dámaso Berenguer
Gobierno resultante
Gobernante Alfonso XIII
Forma de gobierno Dictablanda de Dámaso Berenguer

La sublevación de Jaca fue un levantamiento militar que ocurrió el 12 de diciembre de 1930. Su objetivo era oponerse a la monarquía española del rey Alfonso XIII, durante el gobierno del general Berenguer. Aunque este levantamiento fue detenido y sus líderes, los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández, perdieron la vida, sus consecuencias fueron muy importantes. Cuatro meses después, se proclamó la Segunda República Española.

El levantamiento comenzó en Jaca, donde se declaró la República desde el Ayuntamiento. Se formó la primera alcaldía republicana, mostrando que el movimiento era tanto civil como militar. Al mismo tiempo, dos grupos de soldados, liderados por los capitanes Galán y Sediles, salieron hacia Huesca, la capital de la provincia.

El 14 de diciembre, un consejo de guerra (un juicio militar) condenó a los capitanes Galán y García Hernández a perder la vida. En marzo, muchos otros militares fueron juzgados y condenados por su participación. El capitán Salvador Sediles, también condenado a muerte, fue perdonado gracias al apoyo popular. Poco después, tras las elecciones del 12 de abril, el rey Alfonso XIII se fue del país y la República fue proclamada en toda España. Por eso, a los participantes de la sublevación de Jaca se les reconoció como "mártires" de la República.

¿Qué pasó antes de la sublevación?

Tras la renuncia de Miguel Primo de Rivera el 29 de enero de 1930, el rey Alfonso XIII nombró al general Dámaso Berenguer Fusté como nuevo jefe de gobierno. Este periodo se conoció como la "dictablanda", una etapa final de la dictadura.

El 30 de enero, el nuevo gobierno, con Berenguer también a cargo de la Guerra, tomó posesión. Berenguer prometió que su gobierno buscaría la paz y el regreso a la normalidad constitucional, incluyendo la convocatoria de elecciones generales.

¿Qué fue la amnistía?

Berenguer concedió una amnistía, que es un perdón oficial, a las personas condenadas por delitos relacionados con levantamientos o desobediencia política. También intentó calmar a los militares que planeaban un levantamiento, pero no cumplió sus promesas. Esto hizo que tanto civiles como militares republicanos se volvieran más decididos a actuar.

¿Qué fue el Pacto de San Sebastián?

El Pacto de San Sebastián fue una reunión importante que tuvo lugar en San Sebastián el 17 de agosto de 1930. Fue organizada por la Alianza Republicana y asistieron representantes de casi todos los partidos que querían una república. Aunque no se escribió un acta oficial, se acordó una estrategia para terminar con la monarquía de Alfonso XIII y proclamar la Segunda República Española. En octubre de 1930, se unieron al Pacto dos organizaciones socialistas, el PSOE y la UGT. Este pacto es considerado un paso clave hacia la proclamación de la Segunda República.

El levantamiento de Jaca

¿Cómo se preparó la sublevación?

En diciembre de 1930, se esperaba que el levantamiento ocurriera pronto. Finalmente, el Comité Revolucionario, después de varios retrasos, fijó la fecha para el lunes 15 de diciembre. El capitán Fermín Galán Rodríguez, del regimiento de Infantería Galicia número 19, estaba a cargo del levantamiento en Jaca. Galán había llegado a Jaca en junio, después de ser perdonado y salir de la prisión militar de Montjuic. Allí había estado por participar en un intento de derrocar la Dictadura de Primo de Rivera en 1926.

En Jaca, Galán contactó con otros militares que querían participar en un levantamiento contra la monarquía. Entre ellos estaban los capitanes Ángel García Hernández, Salvador Sediles y Miguel Gallo, y otros oficiales.

Desde Jaca, Galán también contactó con civiles, especialmente con sindicalistas de Zaragoza y con Ramón Acín, un artista y profesor de Huesca. Acín lo puso en contacto con el "comité revolucionario" de Madrid. Galán quería que el movimiento fuera rápido, pero otros líderes le aconsejaron paciencia y disciplina.

Durante el otoño, Galán y los oficiales y civiles que lo apoyaban organizaron los detalles del levantamiento. El general Emilio Mola, director general de Seguridad, se enteró de los planes de Galán. Mola, que conocía a Galán de la guerra en África, le envió una carta el 27 de noviembre. En ella, le advertía sobre los peligros de sus acciones y le recordaba su deber hacia la Patria.

¿Cómo se ocupó Jaca y se proclamó la República?

Los constantes aplazamientos de la fecha del levantamiento hicieron que la relación entre Galán y el "comité revolucionario" empeorara. Además, Galán supo por la carta de Mola que el Gobierno conocía sus planes. Galán se impacientó y, temiendo que la nieve bloqueara los caminos, decidió iniciar el levantamiento el viernes 12 de diciembre. El Comité Revolucionario envió a Casares Quiroga y otros delegados a Jaca para intentar detenerlo, pero llegaron tarde.

Galán decidió no esperar al 15 de diciembre. A las cinco de la mañana del 12, él y un grupo de militares se levantaron en Jaca contra el Gobierno. Detuvieron al gobernador militar y ocuparon los centros de teléfonos, correos y la estación de tren. En un enfrentamiento, un sargento de la Guardia Civil y dos carabineros perdieron la vida al oponerse. A las ocho de la mañana, la ciudad estaba en manos de los sublevados. Soldados y civiles marcharon por las calles gritando "¡Viva la República!" y "¡Muera el rey!". A las once, proclamaron la República en el Ayuntamiento y subieron la bandera republicana al balcón. Galán publicó un aviso en las calles de Jaca, declarando que cualquiera que se opusiera a la República sería juzgado rápidamente.

Para mantener el orden, se formó una Junta Provisional Republicana, presidida por Pío Díaz Pradas. En Jaca, se izó por primera vez en España la bandera tricolor (rojo, amarillo y morado), que había sido hecha por el sastre local Lucas Biscós.

El avance hacia Huesca

Una vez que Jaca estuvo bajo control, los sublevados formaron dos grupos para ir a Huesca: uno en tren y otro en camiones. El grupo de camiones, liderado por el capitán Galán con unos 800 soldados, salió de Jaca a las dos de la tarde del 12 de diciembre. Sin embargo, pronto encontraron una fuerte resistencia de las tropas leales al gobierno que venían de Huesca. El grupo que usó el tren iba al mando del capitán Sediles.

La falta de organización y la demora en conseguir los camiones causaron un gran retraso en la salida de Galán de Jaca. El mal estado de muchos vehículos hizo que la marcha fuera lenta y llena de problemas. La lentitud, el frío y el hambre desanimaron a los soldados.

¿Cómo reaccionó el gobierno?

El Gobierno del general Berenguer se enteró de lo que pasaba en Jaca gracias a una empleada de Telégrafos. Actuó rápidamente y ordenó a la Capitanía General de la V Región Militar, en Zaragoza, que organizara una respuesta. El general Fernández Heredia ordenó que dos grupos de tropas, uno desde Huesca y otro desde Zaragoza, salieran para detener a los sublevados antes de que llegaran a Huesca. Estas fuerzas, al mando del general Dolla, se reunieron al atardecer del día 12 cerca de Huesca. También se ordenó cortar la vía del tren para impedir el avance del grupo de Sediles, que tuvo que seguir a pie hasta Ayerbe.

Cerca del río Gállego, hubo un enfrentamiento con la Guardia Civil, donde el gobernador militar de Huesca, el general Manuel Lasheras, resultó gravemente herido y falleció días después.

Alrededor de las 11 de la noche, el grupo de Galán llegó a Ayerbe. Allí proclamaron la República y cenaron. Esperaron al grupo de Sediles, que venía a pie. Galán tuvo que cambiar sus planes, ya que todos tendrían que seguir por carretera, lo que sería difícil por la escasez y el mal estado de los vehículos.

De madrugada, salieron de Ayerbe hacia Huesca. Cerca del santuario de Cillas, a unos 3 km de Huesca, se encontraron con las tropas del Gobierno. Después de un intento fallido de los capitanes García Hernández y Salinas de convencer a los oficiales del gobierno, hubo un tiroteo y ambos capitanes fueron detenidos. El general Dolla ordenó a la artillería disparar contra los sublevados, que respondieron con ametralladoras y fusiles. Galán ordenó el alto el fuego, pero las fuerzas del gobierno siguieron disparando. Los sublevados, asustados, huyeron en desbandada. Galán se quedó inmóvil, sin dar órdenes. Sus oficiales decidieron huir, y lo subieron a la fuerza a un vehículo hacia Ayerbe.

A dos kilómetros de Ayerbe, Galán reaccionó y ordenó detener el coche. Fue a pie con otros dos oficiales al pueblo cercano de Biscarrués, donde se entregó y pidió que avisaran a la Guardia Civil para que lo detuvieran.

El mismo día que Galán y otros militares se entregaron, se declaró una huelga en Zaragoza y las Cinco Villas.

El juicio y la ejecución de Galán y García Hernández

Galán y los otros dos oficiales fueron llevados al Gobierno Militar de Huesca. Allí, en la madrugada del 13 al 14 de diciembre, fueron juzgados rápidamente por un Consejo de guerra, presidido por el general Arturo Lezcano. El juicio duró solo 40 minutos.

Los acusados mantuvieron una actitud valiente. Galán asumió toda la responsabilidad para intentar salvar a sus compañeros. A pesar de sus esfuerzos, el Consejo condenó a muerte a Galán y al capitán García Hernández, y a cadena perpetua al resto de sus compañeros.

El mismo 14 de diciembre, a las 2 de la tarde, a pesar de ser domingo (día en que no solían ejecutarse condenas), los condenados perdieron la vida en el polvorín de Fornillos, en Huesca. Galán, que rechazó la ayuda de un sacerdote, dio la orden de fuego al pelotón y cayó gritando "¡Viva la República!".

Ni el general Berenguer ni el rey Alfonso XIII aceptaron cambiar la pena de muerte, a pesar de las peticiones de clemencia de España y de otros países.

Ese mismo domingo 14 de diciembre, el "comité revolucionario", que se había declarado responsable del levantamiento, fue detenido. Entre ellos estaban Niceto Alcalá Zamora y Miguel Maura. Por su parte, Santiago Casares Quiroga fue detenido en Jaca. Él había viajado allí para detener el levantamiento, pero llegó muy cansado y decidió posponer la reunión con el capitán Galán para el día siguiente, cuando el levantamiento ya había ocurrido.

El levantamiento planeado para el 15 de diciembre tampoco tuvo éxito. Aunque el general Queipo de Llano y el comandante Ramón Franco lograron tomar por unas horas el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid, huyeron a Portugal al ver que las tropas leales al gobierno se acercaban y que la huelga general no se había declarado en Madrid.

¿Qué consecuencias tuvo la sublevación?

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Bandera republicana izada en el 77 aniversario de la proclamación de la República en Éibar.

La ejecución de los capitanes Galán y García Hernández causó una gran conmoción en todo el país. Despertó un fuerte sentimiento contra la monarquía que se extendió rápidamente. Los ejecutados se convirtieron en símbolos de la causa republicana, lo que aceleró los acontecimientos y llevó a la llegada de la Segunda República cuatro meses después.

Durante toda la República, los retratos de Galán y García Hernández se convirtieron en las imágenes de "Los mártires de la república". Manuel Azaña escribió en su diario que la monarquía cometió un gran error al ejecutar a Galán y García Hernández, lo que influyó mucho en la caída del trono.

El actual parque de la Constitución en Jaca se llamó "Paseo Fermín Galán" durante la Segunda República Española. Allí se empezó a construir un monumento ideado por Ramón Acín, que fue destruido en 1936.

Uno de los momentos más emocionantes en Jaca fue el 14 de abril de 1931, cuando los manifestantes fueron a la cárcel para liberar a los que habían sido encarcelados por la sublevación del 12 de diciembre.

Los hechos de la sublevación fueron llevados al cine en la película Fermín Galán, una de las primeras películas con sonido en España.

El poeta Antonio Machado escribió sobre el evento:

La primavera ha venido
de brazos del capitán.
Niñas, cantad a corro:
¡Viva Fermín Galán!
La primavera ha venido
y don Alfonso se va.
Muchos duques le acompañan
hasta cerca de la mar.

También se hizo popular una copla:

La Virgen del Pilar dice
Que no le gusta la monarquía
Que quiere ser republicana
Como Galán y García
Copla popular

En la localidad de Éibar, uno de los primeros pueblos en izar la bandera de la República, dos calles céntricas llevaron sus nombres:

  • Capitán Galán - Calle Bidebarrieta.
  • García Hernández - Calle Estación / Estaziño Kalea.

¿Qué se hace hoy en día para recordar estos hechos?

El Círculo Republicano "Galán y García" de Jaca organiza cada año una ofrenda floral y actividades para recordar estos eventos y lo que ocurrió después. Galán y García Hernández tienen un monumento en su calle, y otras calles de la ciudad llevan nombres de personas importantes de ese momento, como Pío Díaz, Antonio Beltrán "el Esquinazau" y Desideria Giménez "La Cazoleta". Existe una ruta histórica que recorre los lugares más importantes de este suceso.

Ver también

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Jaca uprising Facts for Kids

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Sublevación de Jaca para Niños. Enciclopedia Kiddle.