Laberinto para niños

Un laberinto es un lugar diseñado para confundir a quien entra en él. Está formado por caminos y cruces que te hacen dudar sobre la dirección correcta. La palabra "laberinto" viene del latín labyrinthus y del griego labýrinthos. Se cree que su origen podría estar en Asia Menor.
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¿Qué tipos de laberintos existen?
Los laberintos más antiguos que conocemos tenían formas cuadradas o rectangulares. La primera imagen de un laberinto así se encontró en una tablilla de Pilos. También aparecían como sellos en las tumbas del antiguo Egipto, donde el famoso Laberinto de Fayum fue descrito por el historiador Heródoto.
Los laberintos redondos o circulares surgieron más tarde, a finales del siglo VII a. C. en la Italia etrusca. Después, se vieron en monedas de Cnosos a finales del siglo III a. C., y se piensa que eran como un mapa del famoso Laberinto de Creta.
Laberintos de un solo camino y de varios caminos
Los laberintos se dividen en dos grandes grupos, según cómo se llega al centro o a la salida:
- Laberinto clásico o univiario: Este tipo de laberinto tiene un solo camino. Cuando entras, sigues una única ruta que te lleva al centro. No hay bifurcaciones ni caminos alternativos, así que no puedes perderte. La salida es la misma que la entrada. Por ser tan sencillo, se usa a menudo en experimentos de robótica, especialmente en Japón.
- Laberinto multiviario (también llamado dédalo o laberinto de caminos alternativos): En este laberinto, sí puedes elegir entre varios caminos. Algunos te llevarán a la salida, y otros te dejarán en un callejón sin salida. Este tipo de laberintos se hicieron populares en los jardines de setos en la Inglaterra del siglo XII. Desde allí, se extendieron por toda Europa, especialmente en Francia e Italia. Algunos ejemplos famosos son los jardines laberínticos de André Le Nôtre en Versalles y el diseñado por Gerolamo Frigimelica en la Villa Pisani, cerca de Venecia.
¿Cómo se construyen los laberintos?
Dentro de estos dos grandes grupos, los laberintos también se clasifican por su forma de construcción:
- Laberinto clásico o cretense: Es un laberinto univiario con forma ovalada y un diseño muy simple.
- Laberinto romano: Un laberinto univiario que al principio era cuadrado, dividido en cuatro partes alrededor del centro. Más tarde, se hizo con círculos concéntricos.
- Laberinto barroco: Es un laberinto multiviario con muchos "caminos sin salida" y solo una ruta correcta para salir.
- Laberinto medieval: Son laberintos univiarios complejos, usados a menudo en el suelo de las catedrales.
- Laberintos modernos: En estos laberintos, todos los caminos están conectados entre sí y no hay "circuitos cerrados" (caminos que te devuelven al mismo punto de partida).
El famoso Laberinto de Creta
El laberinto más famoso debe su nombre a una historia de la mitología griega. Se dice que el inventor Dédalo lo diseñó para el rey Minos de Creta. Su propósito era encerrar al Minotauro, una criatura mitad hombre y mitad toro. El héroe Teseo logró entrar y matar al Minotauro, encontrando la salida gracias a un hilo que le dio la princesa Ariadna.
Aunque no se ha encontrado el lugar exacto del laberinto del Minotauro en Creta, sí se hallaron monedas de los siglos IV-III a. C. en Cnosos con el símbolo del laberinto. El diseño más común de esa época era un circuito con siete vueltas, conocido como el "laberinto clásico". Los ejemplos más antiguos de este tipo de laberinto no están en Creta, sino en petroglifos (dibujos en rocas) de la Edad del Bronce en Pontevedra, España.
El Palacio de Cnosos y el mito del laberinto
Una parte del mito del Laberinto podría venir del palacio de Cnosos. Este palacio era un lugar con muchas habitaciones y pasillos. Se dice que los invasores de Atenas tuvieron dificultades para encontrar al rey cuando lo atacaron.
Frente al palacio, había un espacio abierto con un dibujo de laberinto en el suelo. Allí se bailaba una danza especial de primavera. Se cree que este dibujo se inspiró en los laberintos de arbustos que se usaban para atraer a las perdices. Los bailarines imitaban los movimientos de estas aves.
El laberinto del que escaparon Dédalo e Ícaro podría haber sido este dibujo en el suelo, que debían seguir en la danza. En la antigüedad, se realizaba una danza similar en el Mediterráneo en honor a la diosa Luna, donde los bailarines usaban alas.
Danzas antiguas y laberintos
En Palestina, una ceremonia similar llamada Pesach (que significa ‘la renqueante’) se hacía en Beth-Hoglah (‘el Templo del Cojo’), donde la gente bailaba en espiral.
Una jarra de vino etrusca muestra a dos héroes a caballo. Uno lleva un escudo con una perdiz, y el otro con un pato. Detrás de ellos, hay un dibujo de laberinto, similar a los de las monedas de Cnosos y a los dibujos hechos en el césped que los escolares británicos seguían en Pascua de Resurrección hasta el siglo XIX.
Laberintos y la historia de los reyes
Según el historiador inglés Robert Graves, la idea del laberinto está conectada con los antiguos sistemas de reyes. En algunas tribus prehistóricas, se elegía al mejor hombre como rey, pero después de un tiempo (quizás un año), era asesinado. Solo un héroe excepcional, como Dédalo o Teseo, lograba salir vivo del laberinto.
En Cornualles, se encontró un laberinto cretense tallado en una roca. Se dice que este lugar está relacionado con la leyenda del rey Arturo.
Laberintos en Europa
Se cree que las danzas laberínticas llegaron a Britania desde el Mediterráneo oriental con los agricultores neolíticos hace unos 5000 años. Laberintos de piedra similares a los británicos se encuentran en Escandinavia y el noreste de Rusia. En el sudeste de Europa, hay laberintos en iglesias, que se usaban para actos de penitencia.
Los laberintos más antiguos que se conservan son pequeños petroglifos de unos 3000 años de antigüedad. Se han encontrado en muchos lugares del mundo, desde Siria hasta Irlanda.
Las danzas en espiral, donde jóvenes de ambos sexos giraban hacia un centro y luego se alejaban, eran muy populares en el siglo XIX. Las danzas laberínticas que aún se practican en Europa vienen de un antiguo baile llamado la danza de la grulla, o geranos. Se dice que Teseo y sus amigos la bailaron en la isla griega de Naxos para celebrar su victoria.
Laberintos "Ciudad de Troya"
A los laberintos hechos en el césped en Inglaterra se les llama «ciudad de Troya», y en Gales: caer-droia. Es probable que los romanos los llamaran así por su Juego de Troya, una danza laberíntica que hacían jóvenes aristócratas en honor a Eneas, un antepasado de Augusto. Según Plinio, los niños también la bailaban en la campiña italiana.
Los dos diseños principales de laberintos son el clásico y el medieval, y aunque hay muchas variaciones, su forma básica es fácil de reconocer.
Construcción de laberintos hoy en día
En los últimos años, ha vuelto el interés por los laberintos. Esto ha inspirado la construcción de nuevos y notables laberintos en lugares como el Parque Willen (Milton Keynes), la catedral Grace de San Francisco y el Parque Tapton de Chesterfield.
El laberinto como símbolo
El laberinto tiene un significado muy amplio y profundo como símbolo. Está presente en muchas culturas, épocas y lugares, y siempre se relaciona con lo espiritual. Por ejemplo, muchos laberintos dibujados en el suelo servían para atrapar a los malos espíritus. Esta función se conoce desde la prehistoria. Incluso en algunas iglesias católicas, se pueden encontrar laberintos en el piso, cerca del lugar donde se bautiza. En algunas casas, la imagen del laberinto se dibujaba en la puerta como protección.
Pero uno de los significados más importantes del laberinto es su relación con los rituales de iniciación. El laberinto simboliza la búsqueda de nuestro centro personal, de nuestro verdadero yo. Para encontrarlo, se necesita un viaje que implica superar pruebas en diferentes etapas.

Durante la Edad Media, el laberinto se asociaba con el difícil camino de los creyentes hacia Dios. El recorrido complicado y enredado hasta llegar al centro simbolizaba el sufrimiento de Cristo. El camino del laberinto representaba un viaje, una transformación. Encontrar el centro significaba un nuevo comienzo.
En el Renacimiento, el ser humano se convirtió en el centro del laberinto, reflejando las ideas humanistas que ponían al ser humano en el centro del universo.
Hoy en día, el laberinto sigue siendo un símbolo importante. Lo vemos en el arte (pintura, escultura, cine), en investigaciones de antropología y psicología, en gráficos, publicidad e incluso en videojuegos.
Véase también
En inglés: Labyrinth Facts for Kids
- Damero