Juan Arias Dávila para niños
Datos para niños Juan Arias Dávila |
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Título | Obispo de Segovia Señor de Turégano y Mojados |
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Información personal | ||
Nacimiento | c. 1436, Segovia | |
Fallecimiento | 1497, Roma | |
Alma mater | Universidad de Salamanca | |
Juan Arias Dávila (nacido alrededor de 1436 en Segovia y fallecido en 1497 en Roma) fue una figura importante en la historia de España. Fue un eclesiástico y político español que llegó a ser obispo de Segovia. También fue parte del Consejo Real de los reyes Enrique IV de Castilla y los Reyes Católicos.
Juan Arias Dávila era una persona muy educada, con una gran biblioteca. Apoyó mucho las artes y las letras, lo que significa que ayudó a artistas y escritores. Él encargó la construcción del claustro gótico de la catedral de Segovia, una obra que realizó Juan Guas. Se le considera la persona que trajo la imprenta en España a España, gracias a Juan Parix de Heidelberg, quien imprimió en Segovia el Sinodal de Aguilafuente en 1472. Al final de su vida, tuvo que irse a Roma, donde falleció, debido a problemas relacionados con investigaciones sobre sus antepasados en Segovia.
Contenido
¿Cómo fueron los primeros años de Juan Arias Dávila?
Juan Arias Dávila nació en Segovia hacia el año 1436. Su familia era muy influyente. Su padre, Diego Arias Dávila, se había convertido al cristianismo de niño y llegó a ocupar puestos importantes en la corte de los reyes Juan II de Castilla y Enrique IV de Castilla. Su madre era Elvira González. Juan fue el menor de cuatro hermanos.
Desde pequeño, Juan fue preparado para seguir una carrera en la Iglesia, algo común para los hijos menores en aquella época. Recibió sus primeras lecciones en casa. Luego, se fue a estudiar a la Universidad de Salamanca, donde se especializó en derecho de la Iglesia. En 1455, ya era sacerdote y fue nombrado capellán del rey Enrique IV. Más tarde, en 1458, obtuvo cargos importantes como oidor (juez) de la audiencia real y abad de Froncea. Para 1460, ya era deán de Segovia y canónigo en varias ciudades importantes.
¿Cómo fue su tiempo como Obispo de Segovia?

En 1461, el Papa Pío II, a petición del rey Enrique IV, lo nombró obispo de Segovia. Como solo tenía 24 años, no pudo asumir el cargo de inmediato, así que fue administrador de la diócesis de Segovia hasta 1466, cuando finalmente se convirtió en obispo. También formó parte del Consejo Real del rey.
Como obispo, se enfocó en cuatro puntos clave: fortalecer su autoridad, controlar el cabildo de la catedral (el grupo de clérigos que la administraba), asegurar las propiedades de la diócesis y mejorar la conducta del clero. Para lograr esto, organizó tres reuniones importantes llamadas sínodos: el primero en Aguilafuente en 1472, el segundo en el palacio episcopal en 1478 y el tercero en Turégano en 1483. El sínodo de Aguilafuente fue muy importante porque sus decisiones se recogieron en un libro, el Sinodal de Aguilafuente, que fue el primer libro impreso en España por Juan Párix ese mismo año.
Juan Arias Dávila también se interesó mucho en encontrar los restos de San Frutos, el patrón de la diócesis, que se creía estaban en la catedral pero se habían perdido. Finalmente, los encontraron, y hoy en día se siguen venerando en la catedral. Además, encargó a Juan Guas la construcción del claustro para la antigua catedral de Santa María, que luego fue trasladado a la catedral actual.
Sus relaciones con el cabildo de la ciudad fueron a menudo difíciles. Apoyó firmemente los cambios que los Reyes Católicos querían hacer en las órdenes religiosas. En 1486, por deseo de la reina Isabel la Católica, unió dos conventos franciscanos de Segovia en uno solo, el convento de San Francisco. También intentó recuperar la villa de Riaza, que había pertenecido al obispado. Aunque no la recuperó, obtuvo una importante suma de dinero anual como compensación. Además, reconstruyó el castillo de Turégano, que estaba en ruinas.
¿Por qué viajó a Roma al final de su vida?
En 1490, un tribunal especial comenzó una investigación sobre los antepasados de Juan Arias Dávila, incluyendo a sus padres y su abuela. Él intentó detener el proceso, pero no lo logró. Los Reyes Católicos no intervinieron, a pesar de su amistad con el obispo. Este proceso afectó a gran parte de su familia. Juan Arias Dávila incluso desenterró los restos de sus padres para protegerlos. En 1490, viajó a Roma para intentar detener la investigación. Allí, consiguió que sus padres y su abuela fueran absueltos de los cargos.
Juan Arias Dávila no regresó a Segovia. Hizo su testamento en Roma el 20 de octubre de 1497 y falleció poco después en la misma ciudad. Su cuerpo fue llevado a la catedral de Segovia, donde está enterrado cerca del altar del Crucifijo.
¿Cómo apoyó Juan Arias Dávila el arte y la cultura?

Durante el tiempo que fue obispo, hubo un gran desarrollo artístico y cultural en la diócesis de Segovia. Lo más destacado fue la llegada de la imprenta a España. En 1469, Juan Arias Dávila encargó a Juan López que el impresor Juan Párix se estableciera en Segovia. Así, en 1472, se imprimió el primer libro en España, el Sinodal de Aguilafuente. Este libro era una colección de documentos del sínodo provincial que se celebró en la iglesia de Santa María de Aguilafuente en junio de ese año. Además de esta obra, Juan Párix imprimió otras ocho obras en Segovia bajo la protección del obispo, todas ellas sobre leyes y derecho de la Iglesia.
Una de las razones principales por las que Juan Arias Dávila trajo la imprenta a España fue para tener libros para el Estudio General que fundó en Segovia antes de 1466. Este centro de estudios servía para formar a los clérigos en temas como gramática, lógica y filosofía moral.
Juan Arias Dávila era un gran amante de los libros. No solo compró muchos códices (libros antiguos escritos a mano) e incunables (primeros libros impresos) para la catedral, sino que también donó toda su biblioteca personal. En ella había obras de pensadores importantes como Aristóteles, Santo Tomás de Aquino y San Gregorio Magno.
También tuvo una importante actividad musical. Construyó la sillería (los asientos) del coro de la catedral. En sus sínodos, insistió en que los religiosos debían aprender a cantar el canto llano. En 1484, mandó componer el libro Liber consetudinarius Ecclesiae segoviensis. Además, creó una capilla musical con maestros, cantores, organistas y jóvenes cantores. Finalmente, compuso el Cancionero de la Catedral de Segovia, que contiene 204 piezas de música religiosa y popular de su época.
En cuanto a la arquitectura, en 1472 encargó la obra del claustro al maestro Juan Guas, en la que también trabajaron otros artistas. También mandó construir el palacio episcopal y reconstruyó el castillo de Turégano.
Predecesor: Fernando López de Villaescusa |
Obispo de Segovia 1461 – 1497 |
Sucesor: Juan Arias de Villar |