Historia de Vigo para niños
La historia de Vigo nos cuenta cómo ha sido esta ciudad a lo largo del tiempo, desde sus primeros habitantes hasta hoy. Es un viaje fascinante por diferentes épocas.
Contenido
¿Cómo era Vigo en la Prehistoria?
Vigo y sus alrededores estuvieron habitados desde hace muchísimo tiempo. Aunque no se han encontrado asentamientos muy antiguos, sí se han hallado herramientas de piedra de la Edad de Piedra. Estas herramientas, hechas de cuarzo, se pueden ver en el Museo Municipal de Castrelos.
Monumentos antiguos y grabados en piedra
Durante el Neolítico, se descubrieron más herramientas. En esta época, la gente construía grandes monumentos funerarios llamados túmulos. Son como montículos de tierra que cubrían tumbas y datan de hace unos 3000 a 1800 años antes de Cristo. Se conocen al menos 37 de estos túmulos en las montañas alrededor de Vigo.
En la Edad de Bronce (entre 1900 y 800 a. C.), la gente de Vigo dejó muchos petroglifos. Son grabados en rocas con dibujos de formas geométricas, armas y animales. También se encontraron objetos de cerámica y armas de bronce, lo que demuestra que la zona seguía habitada.
La cultura castreña en Vigo
La cultura castreña se desarrolló en Galicia durante la Edad de hierro, desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo I d. C. En Vigo, esta cultura dejó muchas huellas, como 26 castros (poblados fortificados). Esto sugiere que Vigo fue una de las zonas más pobladas de Galicia en ese tiempo. El castro más grande estaba en el monte del Castro. Sus habitantes cultivaban la tierra, cazaban y pescaban. Eran muy hábiles trabajando el hierro y la piedra.
¿Qué huellas dejó el Imperio Romano en Vigo?
La influencia del Imperio Romano fue muy fuerte en Vigo. Desde el siglo II a. C., había mucha actividad en el puerto de Vigo, con comercio y navegación. La zona se fue haciendo más romana, especialmente después del siglo I d. C., cuando el territorio fue conquistado y llegó la paz romana.
Vestigios romanos en la ciudad
La época romana duró unos seiscientos años y dejó muchos restos que los arqueólogos han estudiado. Se encontraron villas romanas (villae) por toda la costa, como en Alcabre y Toralla. También hay restos de puertos, calles, fábricas de salazón (para conservar pescado) y lugares de enterramiento. Incluso los antiguos castros se hicieron más romanos.
Las excavaciones recientes en el Arenal y el Casco Viejo sugieren que hubo un importante asentamiento romano llamado Vicus entre los siglos III y VI d. C.
¿Cómo fue Vigo en la Edad Media?
Tenemos poca información sobre Vigo en la Edad Media, sobre todo en la primera parte. Fue un tiempo en el que las invasiones y los ataques de piratas del norte de Europa hicieron que la gente se mudara al interior para estar más segura.
La influencia de la Iglesia y los primeros registros
Con la llegada del cristianismo, la Iglesia tuvo mucho poder en la sociedad gallega. Vigo dependió durante mucho tiempo del Monasterio de Santa María de Melón (Orense).
Desde el año 1024, hay documentos que mencionan iglesias en la zona, como la de Bembrive. Se sabe que existieron quince iglesias románicas en el actual municipio de Vigo entre los siglos XI y XIII, lo que indica que la zona estaba bastante poblada. De la Edad Media, solo quedan tres iglesias: Santiago de Bembrive, San Salvador de Coruxo y Santa María de Castrelos, que tiene pinturas murales interesantes. También se conservan dos puentes y algunos restos románicos en otras construcciones.
El resurgimiento y la competencia
A partir del siglo XII, Vigo empezó a recuperar población, pero seguía bajo el control de la Iglesia y los señores feudales. La parroquia de Santiago de Vigo era la más importante. La villa de Bayona obtuvo permiso para comerciar por mar, lo que la convirtió en una fuerte competencia para Vigo y limitó su crecimiento económico. Fue en esta época cuando el poeta Martín Codax escribió sus famosas cantigas de amigo.
El primer texto conocido que menciona Vigo es de la época medieval. Está escrito en latín y es sobre una disputa entre vecinos.
¿Qué pasó en Vigo entre los siglos XV y XVIII?
A pesar de los ataques de los corsarios, Vigo siguió creciendo durante la Edad Moderna. La artesanía y la pesca se hicieron muy importantes, especialmente el gremio de los marineros. Documentos de la época muestran la importancia de la pesca de la sardina. En 1573, se creó la primera ley para regular la pesca en la Ría de Vigo.
Defensas y ataques
En 1587, Vigo tenía 868 vecinos. Sin embargo, las epidemias de peste y los ataques piratas frenaron el crecimiento de la población. Los marineros de Vigo organizaron la defensa de la ría y lograron repeler un ataque de una flota inglesa en 1589, liderada por Francis Drake. Incluso obtuvieron permiso de la Corona española para atacar barcos enemigos. Debido a los constantes ataques (como el de piratas argelinos en 1617) y las guerras con Portugal, se construyó una muralla en 1665. Esta muralla ayudó a dar forma a la ciudad y tenía seis puertas de acceso y once baluartes (puntos de defensa) con cañones.
La Batalla de Rande
En 1702, ocurrió la famosa batalla de Rande. Las flotas de Inglaterra y Holanda entraron en la ría para atacar a la Flota de Plata de España y a los barcos de guerra de Francia que la protegían. Esta flota, que traía muchas riquezas de América, fue destruida después de una dura batalla en el mar y en tierra. Todavía quedan restos de esta batalla en el fondo de la ría de Vigo.
Crecimiento económico y comercio
En 1760, llegó a Vigo Buenaventura Marcó del Pont, un joven empresario catalán. Él inició negocios muy exitosos de salazón de pescado, conservas y comercio. Su éxito atrajo a unas 200 familias catalanas de comerciantes e industriales, lo que impulsó mucho la economía de la ciudad. Surgieron muchas fábricas de salazón, jabón y productos de cuero y lino. La prosperidad de estos empresarios a veces causaba desconfianza entre la gente local, y en algunas ocasiones sus negocios fueron atacados.
En 1778, el rey Carlos III de España permitió que más puertos españoles, incluyendo Vigo, comerciaran con América. Esto benefició mucho a la ciudad. En esa época, Vigo estaba completamente rodeada por la muralla, que se había empezado a construir por temor a una invasión portuguesa. Cerca del mar estaba el bastión de Laxe, y en el lado opuesto, el Castillo de San Sebastián.

¿Cómo se transformó Vigo en el siglo XIX?
En 1809, Vigo fue ocupado por el ejército francés de Napoleón Bonaparte, como muchos otros lugares de España. La gente de Vigo se resistió y se levantó, liderada por militares como Pablo Morillo y Bernardo González del Valle Cachamuíña. Asaltaron las murallas y lograron expulsar al ejército francés. Este evento, conocido como la Reconquista de Vigo, hizo que Vigo recibiera el título de ciudad Fiel, Leal y Valerosa.
Homenajes a la Reconquista
Dos calles de la ciudad, la calle Victoria y la calle Reconquista, conmemoran estos hechos. También hay un monumento a los héroes de la Reconquista, que se inauguró en 1947 y luego se trasladó a la plaza de la Independencia.
Cada año, en el Casco Viejo de Vigo, se celebra la Fiesta de la Reconquista. Es un día festivo local con representaciones teatrales en la calle, música popular, puestos de comida y artesanía, como una gran feria.
Desarrollo y crecimiento
En 1833, se mejoró el camino real que conectaba Vigo con Madrid, conocido como carretera de Castilla. Un año después, se terminó la construcción de la Colegiata de Vigo, ya que el templo anterior había sido destruido en uno de los saqueos que sufrió la villa. A mediados de siglo, se abrió una sucursal del Banco de España y se construyó un nuevo muelle de piedra.
La segunda mitad del siglo XIX fue un período de crecimiento constante para Vigo, impulsado, entre otras cosas, por el aumento de las relaciones con América. Desde 1855, se establecieron servicios de barcos regulares con La Habana, Buenos Aires y Puerto Rico. Una década después, comenzó la construcción del ferrocarril y se rellenó parte de la ría para ampliar las instalaciones del puerto. Para que la ciudad pudiera expandirse y no quedarse limitada por sus muros, los gobernantes decidieron derribar la antigua muralla en 1869, después de 204 años en pie. La línea de tren Orense-Vigo se inauguró en 1881.
Durante este siglo, se siguieron abriendo fábricas de salazón y otros productos del mar, lo que hizo crecer la población trabajadora y también a una clase de empresarios y financieros. Vigo se expandió fuera de sus antiguas murallas con nuevas calles y edificios de piedra. En 1880, se creó la Caja de Ahorros de Vigo, y un año después, la Junta de Obras del Puerto. A finales de siglo, la ciudad tenía unos 15 000 habitantes.
¿Cómo fue el siglo XX en Vigo?
Este siglo marcó un período de increíble crecimiento económico. A principios de siglo, los empresarios y líderes de Vigo tomaron las riendas del poder económico y político. Se instalaron nuevas industrias, se mejoraron las comunicaciones y se crearon planes para expandir la ciudad. En poco más de diez años, la población se duplicó, llegando a 30 000 habitantes en 1910. A medida que avanzaba el siglo, Vigo incorporó los municipios vecinos de Bouzas (1904) y Lavadores (1940).
Emigración y cambios sociales
En el primer tercio del siglo XX, el puerto de Vigo se asoció con la imagen de miles de gallegos que se embarcaban hacia América. La emigración se debió en gran parte a la difícil situación económica de muchas familias, y el puerto de Vigo fue uno de los principales puntos de partida. Otro símbolo de la época fue el tranvía, que empezó a funcionar en 1914. La ciudad tuvo una intensa actividad social, con muchos periódicos, asociaciones y organizaciones.
Momentos difíciles en la historia
Este dinamismo social se vio afectado por el inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Vigo se resistió inicialmente a los cambios políticos durante unos 10 días, del 18 al 28 de julio de 1936. En Lavadores, la resistencia fue aún mayor. Tras la lucha, la ciudad sufrió momentos muy difíciles. Entre las personas afectadas se encontraba el alcalde Emilio Martínez Garrido, quien perdió la vida, así como muchos intelectuales, artistas, sindicalistas y políticos.
A finales de la década de 1930 y principios de la de 1940, a pesar de que España era neutral en la Segunda Guerra Mundial, las buenas relaciones del gobierno español de la época con Alemania permitieron que el puerto de Vigo sirviera para abastecer de combustible y alimentos a muchos barcos mercantes, petroleros y submarinos alemanes. Además, en la zona de Rande, varios barcos mercantes cargaban wolframio. Durante esa época, el Colegio Alemán, en la calle Pi y Margall, se usaba como lugar de descanso para militares y tripulaciones de barcos. Debido a estas actividades alemanas en la ciudad y su ría, el 11 de julio de 1943, un transatlántico inglés fue atacado por la aviación alemana y hundido al día siguiente por la marina británica para evitar atraer más submarinos alemanes. En este incidente, 27 personas perdieron la vida. Recientemente, se han descubierto en el sur de las Islas Cíes los restos de un submarino alemán, lo que muestra la fuerte presencia alemana en la ciudad y en su ría en ese tiempo.
Crecimiento y recuperación
En las décadas de 1960 y 1970, Vigo experimentó un crecimiento urbano muy rápido, a veces desordenado, debido al desarrollo industrial. La oferta de trabajo atrajo a mucha gente de las zonas rurales de Galicia, especialmente de la provincia de Orense. Estas personas se establecieron en barrios populares como Teis, Coia y el Calvario.
Las crisis del petróleo a partir de la década de 1970 afectaron mucho a la ciudad entre 1975 y 1985. Esto provocó más conflictos sociales y la pérdida de parte de la industria tradicional relacionada con el mar. Sin embargo, desde finales de la década de 1980, la economía de Vigo empezó a recuperarse. La comarca se consolidó como una zona industrial y de servicios moderna e importante, una tendencia que continúa hasta hoy.