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Hiperpotencia (política) para niños

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La hiperpotencia es un término que el diplomático francés Hubert Védrine usó en los años 1990. Sirve para describir un momento especial en la historia, justo después de que la Unión Soviética desapareciera. En ese tiempo, se refería a la situación de Estados Unidos.

Antes, el mundo tenía dos grandes potencias (Estados Unidos y la Unión Soviética), lo que se llamaba bipolaridad. Pero cuando la Unión Soviética dejó de existir, Estados Unidos se convirtió en la única potencia con una influencia muy grande en todo el planeta. Otros países importantes como China, Francia, India, el Reino Unido y Rusia tenían más bien una influencia regional.

Sin embargo, en los años 2010, el mismo Védrine dijo que el mundo estaba cambiando. Pensó que Estados Unidos ya no era la "hiperpotencia" de antes, porque el poder se estaba compartiendo más entre varios países.

Una hiperpotencia es como una superpotencia internacional que ya no tiene un rival tan fuerte. Estados Unidos es un gran ejemplo de esto. Su influencia se notaba en muchos campos: la economía, las finanzas, la tecnología, la diplomacia, el ejército, la educación y la cultura. Muchos expertos estudian cómo Estados Unidos ha influido tanto en el mundo.

¿Qué es una potencia en las relaciones internacionales?

Potencia es un concepto de las relaciones internacionales que designa al Estado que actúa en ellas con protagonismo propio y que dispone de los recursos y de las capacidades necesarias para movilizarlos en defensa de reglas establecidas por sí mismo. No obstante, para referirse a este concepto, la ciencia política utiliza los términos "potencia" y "poder" (idénticos en lengua inglesa -power-).

Para el realismo en política internacional el poder es el fin principal de los agentes que intervienen en ellas (Nicolás Maquiavelo, Hans Morgenthau). Sin embargo, el poder se entiende de diversas maneras: como un fin en sí mismo (capacidad de prevalecer en los enfrentamientos, de adquirir o retener territorio o recursos, de imponer la propia política, ideología o intereses nacionales, de alterar el statu quo en beneficio propio o de los aliados, o retornar al considerado favorable en caso de una alteración negativa), como una medida de la influencia o del control sobre los agentes o actores de las relaciones internacionales, o sobre los asuntos (affaires), crisis o conflictos internacionales; incluso a veces como prestigio.

En el estudio de las relaciones entre países, una potencia es un país que tiene un papel importante y que cuenta con los recursos para defender sus propios intereses. Los expertos en política a veces usan las palabras "potencia" y "poder" de forma similar.

Algunos piensan que el poder es lo más importante para los países. El poder puede significar muchas cosas: la capacidad de ganar en conflictos, de conseguir o mantener territorios, de imponer sus ideas o intereses, o de influir en otros países y en los problemas mundiales. También puede significar tener mucho prestigio.

¿Por qué Hubert Védrine creó el término "hiperpotencia"?

Archivo:Hubert Védrine
Hubert Védrine en 2008.

Hubert Védrine, quien fue Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, explicó que Estados Unidos era un ejemplo claro de hiperpotencia. Él decía que una hiperpotencia es una superpotencia que pierde a su principal rival, como le pasó a Estados Unidos cuando la Unión Soviética dejó de existir. La clave para saber si una superpotencia es una hiperpotencia es si tiene o no un rival de tamaño similar.

Védrine explicó en 1999 que la palabra "superpotencia" ya no era suficiente para describir a Estados Unidos. Pensaba que ese término estaba muy relacionado con la Guerra Fría y se enfocaba mucho en lo militar. Sin embargo, el poder de Estados Unidos en ese momento se veía en la economía, la moneda, la tecnología, el ejército, y también en la forma de vida, el idioma y los productos culturales que llegaban a todo el mundo. Por eso, él usó la palabra "hiperpotencia", aunque a algunos no les gustara.

Según Védrine, después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, Estados Unidos tenía una influencia muy grande en muchos aspectos. Por eso, el término "hiperpotencia" parecía el mejor para describir esa situación de gran dominio.

¿Ha cambiado el poder de Estados Unidos en el mundo?

Diferentes visiones y enfoques han sido propuestos por diferentes autores, a efectos de definir y caracterizar el poder en este periodo. Uno de los primeros en abordar esta temática fue el politólogo estadounidense Zbigniew Brzezinski, quien consideró que el mundo de la era posterior a la Guerra Fría constaba de dos categorías de estados: “los vasallos y los tributarios de Estados Unidos”. En su libro titulado El gran tablero de ajedrez: América y el resto del mundo (1997), describe a su país como la única potencia que tiene una supremacía incuestionable y simultánea en los cuatro más importantes dominios (militar, económico, tecnológico, y cultural), ya que luego de disolución de la Unión Soviética, Rusia no logró cubrir la laguna dejada por el gigante socialista desaparecido. Sin embargo, ya en los años 2010, Brzezinski pasó ha mostrarse partidario del orden tripolar con Estados Unidos, Rusia y China como solución a la supuesta anarquía en relaciones internacionales, como consecuencia de la decadencia de los Estados Unidos. Los tres principales poderes dominantes podrían de esta forma cooperar para lograr la estabilidad global. Según esta visión, Estados Unidos ya no tiene las condiciones que tuvo antes de imponer fácilmente su unilateralismo mundial.

Todos los organismos internacionales surgidos de la Segunda Guerra Mundial están en una encrucijada por los nuevos centros de poder, y Estados Unidos puede tener resistencias a aceptar ese nuevo orden. En este sentido, el autor estadounidense Michael Klare ha estimado que el nuevo orden mundial rompe con el paradigma de la Guerra Fría, porque las tres potencias pueden cooperar para hacer valer sus respectivas esferas de influencia, aunque como posibles riesgos señala el de la militarización. Así mismo, el politólogo estadounidense Graham Allison ha señalado que el siglo XXI será de un equilibrio de poderes como Estados Unidos no había conocido, China ahora es el principal motor de la economía mundial, con grandes proyectos de alto impacto como la Nueva Ruta de la Seda y del Collar de Perlas (geopolítica), y con varias de las principales empresas de tecnología en el mundo, por esto Allison asegura que muchos de los compromisos de Estados Unidos para con sus aliados no son sostenibles, tomando en cuenta su propia seguridad, para Allison seguir compromisos irrealizables es lo que ha causado los fracasos de la política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente. Además, cada vez es mayor el número de observadores que consideran a China como una superpotencia internacional, a la par que ven en los Estados Unidos indicios de deterioro y de retroceso. Tal es el caso del analista Timothy Garton Ash quien en 2020 aseguró que los Estados Unidos solamente podían aspirar a ser “un país líder en una red poshegemónica de democracias... he dicho un, no el país líder”. Garton Ash resaltó la “diferencia importante con el principio de este siglo, cuando la hiperpotencia estadounidense parecía dominar el planeta como un coloso”.

Sylvain Allemand y Jean-Claude Ruano-Borbalan por su parte, opinaban en 2008 que Estados Unidos no buscaba ni busca dominar intencionalmente al mundo, sino simplemente lo que por encima de todo quiere es proteger sus intereses y preservar su seguridad. Y dentro de esta lógica, los atentados del 11 de septiembre de 2001 lo que provocaron fue un reforzamiento de las intervenciones americanas en el mundo, con la finalidad casi exclusiva de mejorar la seguridad dentro de fronteras, llevando conflictos y fricciones a otras partes. Y es que la degradación del bloque comunista y la incapacidad de la Unión Europea para organizar su autonomía estratégica, de una u otra forma favorecieron la supremacía estadounidense hegemónica posterior a 1990.

Por su parte, el periodista británico Martin Jacques señaló en 2016 que las economías occidentales se encuentran en una fase de estancamiento, parecida a una “década perdida” que no tiene un punto de fin claro, por ello el reorden geoestratégico y geoeconómico sigue a las relaciones que se desarrollan entre las grandes potencias. La globalización, al inicio promovida por occidente, era a su juicio aprovechada por China mientras Estados Unidos y Europa resienten sus efectos negativos con consecuencias (por ejemplo el Brexit). Por último, el autor consideraba que desde China también se promovía el multilateralismo como solución a los problemas de la gobernanza global.

Jean-François Revel por su parte, enfatizó sobre lo inútil y lo superfluo del concepto de hiperpotencia, forjado en 1999 por el entonces Ministerio de Asuntos Exteriores francés Hubert Védrine, ya que el término « superpotencia » ya existía con anterioridad y se encontraba bien caracterizado, y ya que el prefijo griego « hyper » significa exactamente lo mismo que el prefijo latino « super ».

Entre tanto Rusia y China han aumentado su cooperación militar y económica en los últimos años, buscando su espacio de cooperación y alianzas regionales, esto a juicio de analistas, como Alfredo Jalife, se debe a la intención de promover un frente estabilizador que se contraponga a Estados Unidos, para pasar de la hegemonía estadounidense a un sistema multipolar, o de equilibrio de poderes, específicamente tripolar. Este sería el realineamiento geopolítico de las superpotencias más importante desde el acercamiento de Nixon a China en los años 70.

Muchos expertos han propuesto diferentes ideas para describir el poder de los países después de la Guerra Fría. Por ejemplo, el experto estadounidense Zbigniew Brzezinski dijo en su libro El gran tablero de ajedrez (1997) que Estados Unidos era la única potencia con un poder claro en lo militar, económico, tecnológico y cultural. Esto fue porque Rusia no pudo llenar el vacío que dejó la Unión Soviética.

Sin embargo, en los años 2010, Brzezinski cambió de opinión. Empezó a pensar que el mundo debería tener tres grandes potencias: Estados Unidos, Rusia y China. Creía que estos tres países podrían trabajar juntos para mantener la estabilidad global. Según esta idea, Estados Unidos ya no puede imponer su voluntad tan fácilmente como antes.

Las organizaciones internacionales que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial se enfrentan a nuevos desafíos debido a que ahora hay más centros de poder. Estados Unidos podría tener dificultades para aceptar este nuevo orden mundial. El autor Michael Klare cree que este nuevo orden es diferente a la Guerra Fría, porque las grandes potencias pueden cooperar.

El experto Graham Allison ha dicho que el siglo XXI tendrá un equilibrio de poderes que Estados Unidos no había visto antes. China es ahora un motor clave de la economía mundial, con grandes proyectos y empresas de tecnología importantes. Por eso, Allison piensa que algunos compromisos de Estados Unidos con sus aliados no son sostenibles.

Cada vez más expertos ven a China como una superpotencia internacional y notan que Estados Unidos muestra signos de un posible deterioro. Por ejemplo, Timothy Garton Ash dijo en 2020 que Estados Unidos solo podría ser "un país líder en una red de democracias", no "el" único líder. Él destacó la gran diferencia con principios de siglo, cuando Estados Unidos parecía dominar el mundo.

Sylvain Allemand y Jean-Claude Ruano-Borbalan pensaban en 2008 que Estados Unidos no busca dominar el mundo a propósito. Lo que más quiere es proteger sus propios intereses y su seguridad. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 hicieron que Estados Unidos interviniera más en el mundo, principalmente para mejorar su seguridad interna. La debilidad del bloque comunista y la dificultad de la Unión Europea para organizarse ayudaron al dominio de Estados Unidos después de 1990.

El periodista británico Martin Jacques señaló en 2016 que las economías occidentales están estancadas. Él cree que la globalización, que Occidente promovió al principio, ahora es aprovechada por China, mientras que Estados Unidos y Europa sienten sus efectos negativos.

Jean-François Revel pensaba que el término "hiperpotencia" era innecesario. Decía que la palabra "superpotencia" ya existía y estaba bien definida, y que los prefijos "hiper" y "super" significan lo mismo.

Mientras tanto, Rusia y China han aumentado su cooperación militar y económica. Buscan crear alianzas regionales, lo que algunos analistas ven como un intento de crear un frente que se oponga a Estados Unidos. El objetivo sería pasar de un mundo dominado por una sola potencia a un sistema con varios centros de poder, quizás tres. Este cambio en las relaciones entre las grandes potencias es muy importante.

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Hiperpotencia (política) para Niños. Enciclopedia Kiddle.