Constructivismo (arte) para niños
El constructivismo ruso fue un movimiento artístico muy importante que surgió en Rusia a principios del siglo XX. Se desarrolló entre 1921 y 1932, especialmente después de los grandes cambios sociales y políticos que ocurrieron en 1917. Los artistas de este movimiento empezaron a usar el término "arte para construcción" en la década de 1920, después de que Naum Gabo y Antoine Pevsner publicaran el Manifiesto Realista. Curiosamente, antes de eso, Kazimir Malévich ya había usado la palabra de forma un poco negativa para describir las obras de Aleksandr Ródchenko.
El constructivismo buscaba darle una imagen visual a las nuevas ideas que surgían en la sociedad rusa. Su objetivo principal no era crear arte para exponerlo en galerías, sino hacer que el arte fuera útil y cercano a la gente común. Querían combinar la arquitectura, el diseño y la pintura para construir un futuro ideal. Usaban el arte para transmitir mensajes importantes y educativos.
A diferencia de otros estilos de arte de la época en Europa, como el Neoclasicismo o el Art nouveau, los constructivistas crearon un estilo basado en la simplicidad, las formas geométricas, los colores vivos y las líneas limpias. Se inspiraron en el Cubismo y el Futurismo. Su meta era que el mensaje de cambio social se entendiera en toda Rusia.
Además del constructivismo ruso o soviético, que está relacionado con el Suprematismo y el Rayonismo (o Cubismo abstracto), también existe un "constructivismo holandés". Este último incluye el Neoplasticismo de artistas como Piet Mondrian, Theo van Doesburg y el grupo De Stijl.
Las obras constructivistas se usaron para difundir ideas de cambio. Creaban carteles, fotografías, ilustraciones y otros materiales. Visualmente, sus imágenes se caracterizaban por el uso predominante de formas geométricas y líneas rectas.
Contenido
¿Cómo empezó el constructivismo?
La palabra "constructivismo" se usó por primera vez de manera positiva en el Manifiesto Realista de Naum Gabo en 1920. Alekséi Gan también la usó como título de su libro Constructivism, publicado en 1922. Gan aplicó el constructivismo a su propio trabajo, y su estilo de formas geométricas abstractas se inspiró en parte en el Suprematismo de Kasimir Malévich.
La base para enseñar este nuevo movimiento artístico fue establecida por el Comisariado del Pueblo de Educación del gobierno de la época, dirigido por Anatoli Lunacharski. En 1918, esta institución cerró las antiguas academias de arte de Petrogrado y Moscú. La sección artística del Comisariado funcionó durante la Guerra Civil rusa y fue dirigida principalmente por artistas futuristas, quienes publicaron una revista llamada Iskusstvo Kommuny (Arte de la Comuna). El centro del constructivismo en Moscú estaba en Vjutemás, una escuela de arte y diseño fundada en 1919. Más tarde, Naum Gabo comentó que la enseñanza en esta escuela se enfocaba más en debates sobre ideas sociales que en la creación artística.
Tatlin y el arte útil
Una obra muy importante del constructivismo fue la propuesta de Vladímir Tatlin para el Monumento a la Tercera Internacional (1919). Este diseño combinaba una estética de máquina con partes que se movían, como reflectores y pantallas de proyección, celebrando la tecnología. Gabo Diem criticó el diseño de Tatlin, diciendo que "o se crean casas y puentes útiles o arte puro, pero no ambos". Esto causó una división en el grupo de artistas de Moscú en 1920. El Manifiesto Realista de Naum Gabo y Antoine Pevsner defendía que el movimiento tenía un lado más espiritual. Esto se oponía a la idea de un constructivismo práctico y útil que defendían Tatlin y Ródchenko. La obra de Tatlin fue muy admirada por artistas en Alemania, quienes la vieron como una revolución en el arte.
El constructivismo en el cine y el diseño
Los artistas constructivistas en Rusia se organizaron en la década de 1920 en el Frente de Izquierda de las Artes, que publicaba una revista muy influyente llamada LEF. Esta revista buscaba mantener las ideas de vanguardia frente a las críticas y los cambios económicos de la época. Para LEF, el cine era un medio más importante que la pintura tradicional. Muchos constructivistas importantes participaron activamente en el cine. Por ejemplo, Vladímir Mayakovski actuó en la película La joven y el gamberro (1919), Aleksandr Ródchenko hizo diseños para la película Cine-Ojo (1924) de Dziga Vértov, y Aleksandra Ekster diseñó los escenarios y el vestuario para la película de ciencia ficción Aelita (1924).
Los teóricos Ósip Brik y Serguéi Tretyakov también escribieron guiones para películas como Tormenta sobre Asia (1928) y Turksib (1929). Cineastas como Dziga Vértov y Serguéi Eisenstein, así como la documentalista Esfir Shub, consideraban que su estilo de cine, con cortes rápidos y montaje, era constructivista. Las primeras películas de Grigori Kózintsev y Leonid Trauberg también tenían ideas de vanguardia y se interesaban por la cultura estadounidense de la época del jazz, admirando a actores de comedia como Charlie Chaplin y Buster Keaton. Al igual que los fotomontajes del constructivismo, el cine ruso de esa época buscaba crear un efecto que inspirara a la gente a través del montaje y la "extrañeza".
Diseño gráfico constructivista

Los diseños de libros de Ródchenko, El Lissitzky y otros artistas como Solomon Telingater y Anton Lavinsky fueron una gran inspiración para diseñadores en otros países. Muchos constructivistas trabajaron en el diseño de carteles para diversas actividades, desde películas hasta mensajes importantes para la sociedad. Ejemplos de esto son los carteles geométricos y de colores vivos de los hermanos Stenberg (Georgui y Vladímir Stenberg), y los fotomontajes de Gustav Klutsis y Valentina Kuláguina.
En Colonia, Alemania, a finales de la década de 1920, surgió el Constructivismo Figurativo, un grupo que tenía conexiones con los constructivistas rusos. A través de su colaboración con Otto Neurath, artistas como Gerd Arntz y Peter Alma influyeron en el desarrollo del Método de Viena, un sistema de comunicación visual.
Aunque al principio los constructivistas tuvieron apoyo, con el tiempo el gobierno empezó a preferir un estilo de arte más tradicional. Sin embargo, muchos constructivistas siguieron creando obras de vanguardia para el Estado, como los diseños de Lissitzky, Ródchenko y Varvara Stepánova para la revista Soviet im Bauwesen.
Fotografía y fotomontaje
El fotomontaje, aunque se originó en Alemania, fue una forma de arte muy popular entre los constructivistas. Les permitía crear imágenes impactantes y transmitir ideas de cambio. Los constructivistas fueron pioneros en desarrollar las técnicas del fotomontaje. Obras como "Ciudad dinámica" y "Lenin y la electrificación" (1919-20) de Gustav Klutsis son ejemplos tempranos de este método, que combinaba fotografías de noticias con partes pintadas. El "Constructor" de Lissitzky es otro ejemplo de fotomontaje que usa el collage de fotos para crear una composición con varias capas. Esto mostraba la visión artística del "Constructor" y su forma de usar el espacio bidimensional con la tecnología disponible. Los montajes constructivistas eran menos "destructivos" que los del Dadaísmo. Quizás los más famosos fueron las ilustraciones de Ródchenko para el poema Acerca de eso de Mayakovski.
La revista LEF también ayudó a popularizar un estilo de fotografía único, con ángulos y contrastes inusuales y un uso abstracto de la luz, similar al trabajo de László Moholy-Nagy en Alemania. Entre los principales fotógrafos de este estilo estaban Ródchenko, Borís Ignatóvich y Max Penson. Valentina Kuláguina, junto con Gustav Klutsis, usó el fotomontaje para crear carteles sobre temas sociales y personales, desde mujeres trabajadoras hasta sátiras sobre el gobierno local.
Arquitectura constructivista
El constructivismo ruso surgió en un momento en que los grandes cambios sociales y políticos hacían que las nuevas formas de arte reflejaran la nueva identidad que la sociedad necesitaba. Después de la Revolución Rusa de 1917, el arte se orientó hacia las nuevas necesidades sociales y las tareas industriales del nuevo sistema. Surgieron dos corrientes principales: una, resumida en el Manifiesto Realista de Antoine Pevsner y Naum Gabo, se centraba en el espacio y el ritmo; la otra representaba una discusión entre quienes defendían el arte puro y quienes querían un arte útil. Por eso, la arquitectura tuvo un papel muy importante, ya que debía mostrar la nueva imagen del país. En los periodos de formación de una nueva cultura, la tarea del arquitecto es inventar y dar forma a los espacios sociales de su época y construir nuevas estructuras que sirvan a su tiempo. Moiséi Guínzburg, líder del movimiento en arquitectura, escribió un manifiesto llamado “Estilo y época” donde proponía tres ideas centrales para las obras constructivistas:
- El papel de la arquitectura en la transformación del entorno.
- Que fuera construida para el cambio social.
- La necesidad de un método organizado para que el diseñador pudiera responder de forma lógica, dejando de lado la intuición.
En 1922, hubo una separación cuando Pevsner y Gabo se fueron. El movimiento entonces se desarrolló siguiendo líneas más útiles para la sociedad. La mayoría de los artistas que buscaban un arte útil obtuvieron apoyo y más tarde se convirtieron en la influencia principal del grupo arquitectónico Unión de Arquitectos Contemporáneos (OSA), dirigido por Aleksandr Vesnín y Moiséi Guínzburg.
Entre 1930 y 1950, el estado organizó concursos públicos para transformar Moscú, con el objetivo de plasmar las ideas sociales en edificios monumentales que representaran la grandeza de la gente común y el nuevo sistema. Aunque muchos de estos proyectos nunca se construyeron, son ejemplos de las grandes ideas arquitectónicas que Moscú imaginó.
El arte al servicio del cambio
Además de crear objetos útiles para la industria, los constructivistas trabajaron en festivales públicos y diseños de carteles callejeros para el gobierno después de los grandes cambios de 1917. Quizás el ejemplo más famoso fue en Vítebsk, donde el grupo UNOVIS de Kazimir Malévich pintó carteles y edificios. El más conocido fue el póster de El Lissitzky: Golpea a los blancos con la cuña roja (de 1919). Inspirados por la frase de Vladímir Mayakovski «las calles son nuestros pinceles, las plazas son nuestras paletas», artistas y diseñadores participaron en la vida pública durante la Guerra civil rusa.
Un evento importante fue el festival propuesto para un congreso internacional en 1921 por Aleksandr Vesnín y Liubov Popova, que incluyó construcciones de una exposición y trabajos para el teatro. Hubo una fuerte conexión en este periodo entre el constructivismo y el Proletkult, que buscaba crear una cultura completamente nueva. Además, algunos constructivistas participaron activamente en las «Ventanas ROSTA», una campaña de información pública de la época. Uno de los más famosos en esto fue el pintor y poeta Vladímir Mayakovski.
Legado del constructivismo

Varios constructivistas dieron clases o conferencias en las escuelas Bauhaus de Alemania, y algunos de los métodos de enseñanza de Vjutemás fueron adoptados y desarrollados allí. Gabo estableció una versión del constructivismo en Inglaterra en las décadas de 1930 y 1940, que fue adoptada por arquitectos, diseñadores y artistas después de la Primera Guerra Mundial (como Victor Pasmore y John McHale). Joaquín Torres García y Manuel Rendón ayudaron a difundir el constructivismo por Europa y América Latina. El constructivismo influyó en muchos artistas modernos de América Latina, como Carlos Mérida, Enrique Tábara, Aníbal Villacís, Theo Constanté, Oswaldo Viteri, Estuardo Maldonado, Luis Molinari, Carlos Catasse, João Batista Vilanova Artigas y Oscar Niemeyer, entre otros. También tuvo seguidores en Australia, siendo el pintor George Johnson el más conocido. En Nueva Zelanda, las esculturas de Peter Nicholls muestran la influencia del constructivismo.
En la década de 1980, el diseñador gráfico Neville Brody usó estilos basados en los carteles constructivistas, lo que revivió el interés popular. También en los años 80, el diseñador Ian Anderson fundó The Designers Republic, una exitosa empresa de diseño que aplicó los principios constructivistas.
Deconstructivismo
La arquitectura llamada deconstructivista comparte algunas ideas con el constructivismo (su nombre se relaciona más con un enfoque literario llamado Deconstrucción). Fue desarrollada por arquitectos como Zaha Hadid y Rem Koolhaas a finales del siglo XX y principios del Siglo XXI. Zaha Hadid, con sus bocetos y dibujos de triángulos y rectángulos abstractos, recuerda la estética del constructivismo. Aunque formalmente son similares, las ideas sociales y de cambio del constructivismo ruso son menos marcadas en el deconstructivismo de Hadid. Los proyectos de Rem Koolhaas recuperan otro aspecto del constructivismo: las estructuras que parecen andamios o grúas, representadas por muchos arquitectos constructivistas, se usan en las formas finales de sus diseños y edificios.
Artistas importantes del constructivismo
- Ella Bergmann-Michel (1896-1971)
- Yákov Chernijov (1889-1951)
- Theo van Doesburg (1883-1931)
- Naum Gabo (1890-1977)
- Ilyá Gólosov (1883-1945)
- Moiséi Guínzburg (1892-1946)
- Gustav Klutsis (1895-1938)
- Lidia Komarova
- El Lissitzky (1890-1941)
- Berthold Lubetkin (1901 - 1990)
- Vadim Meller (1884-1962)
- Konstantín Mélnikov (1890-1974)
- Dmitri Chechulin (1901-1981)
- Iván Nikoláyev (1901-1979)
- Antoine Pevsner (1886-1962)
- Liubov Popova (1889-1924)
- Aleksandr Ródchenko (1891-1956)
- Oskar Schlemmer (1888-1943)
- Vladímir Shújov (1853-1939)
- Hermanos Stenberg: Vladímir (1899-1982) y Gueorgui (1900-1933)
- Varvara Stepánova (1894-1958)
- Serguéi Eisenstein (1898-1948)
- Vladímir Tatlin (1885-1953)
- Leonid Vesnín (1880-1933) (véase Hermanos Vesnín)
- Víktor Vesnín (1882-1950)
- Aleksandr Vesnín (1883-1959)
- Vasyl Yermýlov (1894-1967)
- Hans Dieter Zingraff (1947-)
Véase también
En inglés: Constructivism Facts for Kids
- Arquitectura constructivista
- Deconstructivismo
- Unión de Arquitectos Contemporáneos (OSA)
Plantilla:Ficha de movimiento artístico
Galería de imágenes
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Constructivism.jpg
Cartel de la película El acorazado Potemkin (1925), de Serguéi Eisenstein.