Batalla de Monte Santiago para niños
Datos para niños Batalla de Monte Santiago |
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Guerra del Brasil Parte de Guerra del Brasil |
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![]() Batalla de Monte Santiago
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Fecha | 7 y 8 de abril de 1827 | |||
Lugar | ![]() |
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Coordenadas | 34°49′00″S 57°57′00″O / -34.8167, -57.95 | |||
Resultado | Decisiva victoria del Imperio del Brasil | |||
Beligerantes | ||||
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La Batalla de Monte Santiago fue un importante enfrentamiento naval que ocurrió el 7 y 8 de abril de 1827. Fue una de las batallas más difíciles para la Armada Argentina durante la Guerra del Brasil. En esta guerra, Argentina luchó contra el Imperio del Brasil por la independencia de la Banda Oriental (hoy Uruguay).
Aunque la flota argentina sufrió grandes pérdidas, el valor de sus marinos en un combate tan desigual fue muy reconocido. Un historiador militar, Brian Vale, comentó que esta batalla demostró la gran superioridad de la marina brasileña en el mar.
Contenido
Batalla de Monte Santiago
¿Por qué ocurrió esta batalla?
El inicio del conflicto
En 1825, con el apoyo de Buenos Aires, un grupo conocido como los Treinta y Tres Orientales llegó a la Banda Oriental. Su objetivo era liberar este territorio, que había sido ocupado por los portugueses y luego anexado por el emperador Pedro I de Brasil.
Los representantes de este movimiento pidieron unirse a las Provincias Unidas del Río de la Plata. El Congreso Argentino aceptó, y así comenzó la guerra. Brasil tenía una flota mucho más grande, con unas 80 naves, superando en número y poder de fuego a la pequeña flota argentina.
La flota brasileña rápidamente bloqueó el puerto de Buenos Aires. La República Argentina respondió con ataques de corsarios (barcos privados autorizados a atacar naves enemigas) y salidas audaces de su pequeña escuadra.
La situación en 1827
El año 1827 trajo victorias importantes para Argentina. El ejército imperial fue derrotado en la batalla de Ituzaingó. Además, en la batalla de Juncal, el líder de la flota argentina, Guillermo Brown, había vencido a una parte de la flota imperial.
Sin embargo, la flota argentina seguía siendo muy pequeña. No era lo suficientemente fuerte para enfrentar a las divisiones brasileñas restantes. Especialmente después de que la fragata 25 de Mayo quedó fuera de combate en el combate de Quilmes.
El puerto de Buenos Aires estaba bloqueado desde 1826 por una gran fuerza naval brasileña. Esta fuerza incluía una fragata, cuatro corbetas, cinco bergantines y cuatro sumacas. Aunque Brown era muy hábil y valiente, la flota enemiga tenía un poder de fuego enorme. Cualquier error podría poner en peligro a la pequeña flota argentina.
Mientras se esperaban barcos más grandes para fortalecer la flota, la mejor opción era continuar la campaña de corsarios. El objetivo era atacar las rutas comerciales de Brasil para que el emperador buscara la paz.
La misión de Brown
El 26 de marzo, Brown recibió órdenes secretas. Debía elegir sus cuatro mejores barcos y atacar las rutas marítimas de Brasil, especialmente cerca de Río Grande y Santa Catalina. La idea era presionar al emperador para que buscara la paz.
Brown preparó rápidamente cuatro naves: el bergantín República Argentina (su barco principal), el Bergantín Independencia, la Barca Congreso y la goleta Sarandí.
Los brasileños también estaban tomando medidas. Reforzaron el bloqueo de Buenos Aires porque sabían que una flota argentina podría intentar escapar. El 2 de abril, Brown supo que el enemigo conocía sus planes.
A pesar de esto, Brown confiaba en que la reciente victoria en Combate de Carmen de Patagones (donde se capturaron barcos brasileños) ayudaría. También tenía los planes de señales de la flota brasileña, lo que le daba una ventaja.
El 5 de abril, Brown se unió a su escuadra en Los Pozos. El 6 de abril, al anochecer, la flota de Brown zarpó, aprovechando que la línea de bloqueo brasileña estaba más débil. Dejaron otras naves en el puerto para que su partida no fuera notada de inmediato.
¿Quiénes participaron?
La flota argentina
La fuerza de Brown estaba compuesta por cuatro naves principales:
- Bergantín República Argentina' (barco principal): Tenía 16 cañones. Era un barco de tamaño mediano, comandado por Guillermo Enrique Granville.
- Bergantín Independencia: Era el barco más grande de la escuadra, con 22 cañones. Era lento, y su comandante era el mayor Francisco Drummond.
- Barca Congreso: Tenía 18 cañones. Su comandante era Guillermo Mason.
- Goleta Sarandí: Era más pequeña, con 7 cañones. Su comandante era el capitán John Halstead Coe.
En total, la flota argentina tenía 4 naves con 63 cañones.
La flota brasileña
La flota brasileña, bajo el mando de James Norton, era mucho más grande y poderosa. Incluía:
- División de vanguardia del bloqueo:
* Corbeta Marques de Maceió (18 cañones). * Bergantín Pirajá (18 cañones). * Lugre Príncipe Imperial (15 cañones). * Bergantín Goleta Providência (3 cañones).
- División principal de bloqueo:
* Fragata Doña Paula (40 cañones), el barco principal de Norton. * Corbeta Liberal (22 cañones). * Varios bergantines como el Caboclo, 29 de Agosto, Independência ou Morte y Rio da Prata (cada uno con 18 cañones). * Varias goletas como la María Theresa, Bella María, Conceição, Doña Paula, Athalante, Itaparica y Ríos (con entre 2 y 12 cañones). * Un Patache Pará (6 cañones).
En total, la flota brasileña tenía 18 naves de guerra con 229 cañones. Solo la fragata Doña Paula era más poderosa que toda la escuadra argentina junta.
¿Cómo fue la batalla?
Antes del enfrentamiento
Brown navegó sin problemas hasta la noche, cuando vieron la flota enemiga a unas 10 millas de Buenos Aires. Brown intentó pasar desapercibido, pero fue descubierto por un vigía brasileño. La corbeta brasileña dio la alarma y se retiró para observar.
Mientras los barcos brasileños se movían para bloquear el canal, Brown intentó acercar su flota a la costa sur. Pero el viento cambió y se hizo más fuerte, haciendo la maniobra imposible. La flota argentina se acercó peligrosamente a los bancos de arena del sur.
A las dos de la mañana, los brasileños abrieron fuego, tratando de atrapar a los barcos argentinos entre la costa y su línea. La flota de Brown quedó casi inmóvil por la marea baja, cerca del banco de Monte Santiago.
Debido a la oscuridad, el viento y la fuerte corriente, los bergantines argentinos encallaron en el banco Río Santiago. La barca Congreso se mantuvo a salvo, mientras que la goleta Sarandí, de menor calado, se colocó valientemente en línea con los barcos encallados para ayudar en la defensa.
El primer día: 7 de abril
Durante la noche del 7 de abril, las tripulaciones intentaron liberar sus bergantines, pero no lo lograron. Decidieron luchar si era necesario. Mientras tanto, los barcos brasileños se preparaban para lo que creían que sería el golpe final.
Brown, al ver la situación, decidió salvar lo que pudiera y luchar hasta el final. A las 8 de la mañana, ordenó a la Congreso que regresara a Buenos Aires si era posible, o que se mantuviera a salvo sin unirse al combate. También debía pedir refuerzos de cañoneras a Buenos Aires.
Al amanecer, solo tres corbetas y un bergantín brasileños permanecían frente a Buenos Aires. Después de verificar que no había naves importantes, se unieron a la lucha.
El viento seguía soplando fuerte del norte, y la línea brasileña comenzó a acercarse. La Congreso intentó regresar a Buenos Aires, pero los barcos brasileños la persiguieron, obligándola a refugiarse en Ensenada, bajo la protección de los cañones del fuerte.
Aunque Norton sabía que la situación de los argentinos era desesperada, el fuerte viento y el mar agitado hacían peligroso un ataque cercano. Decidió avanzar poco a poco y cañonear desde lejos.
A las 9 de la mañana, Norton formó la primera línea de ataque con la corbeta Liberal y varios bergantines, sumando 94 cañones. Comenzaron a disparar a los tres barcos argentinos, dos de los cuales seguían encallados. Luego se unieron naves más ligeras. El fuego brasileño se concentró en el República y la Sarandí.
Más barcos brasileños se unieron al ataque, sumando un total de 189 cañones imperiales contra solo 45 de los argentinos. Los argentinos mantuvieron el fuego, pero pronto sufrieron daños importantes y muchas bajas.
El mal tiempo y la decisión de los brasileños de disparar desde lejos, sin acercarse demasiado, permitieron que la lucha se prolongara. Brown ordenó economizar munición. Al anochecer, los barcos brasileños se alejaron y suspendieron el fuego.
Brown hizo que se arrojaran al agua víveres y objetos innecesarios para aligerar los barcos, pero no pudo liberarlos. Durante la noche, algunos barcos brasileños se acercaron para seguir disparando.
Decidido a no rendirse, Brown recordó a sus tripulaciones las leyes de la Armada. Estas leyes decían que quien abandonara su puesto en combate o se rindiera sin orden expresa del comandante, sería castigado severamente.
El segundo día: 8 de abril
En Buenos Aires, se había escuchado el cañoneo y se conocía la situación. Durante la noche, se preparó una pequeña flotilla de cañoneras para apoyar a los barcos encallados. Partieron a las 9 de la mañana, pero debido al viento y la corriente, no pudieron llegar.
Las condiciones meteorológicas seguían favoreciendo a los brasileños. El viento disminuyó y el tiempo mejoró.
A las 9 de la mañana, el combate se reanudó. Mientras los barcos más grandes disparaban desde lejos, Norton hizo avanzar a los barcos más pequeños en dos filas. Estos se colocaron cerca de los bergantines argentinos y comenzaron a cañonearlos a corta distancia.
El Independência ou Morte brasileño encalló al mediodía. El Independencia argentino concentró su fuego en él. Brown envió botes para intentar abordar el barco brasileño. Su capitán, Francisco Clark, ordenó arrojar 12 de sus cañones al mar para aligerar el barco y logró liberarse, retirándose con muchos daños.
En el República, un trozo de metralla hirió gravemente el brazo de Granville, que necesitó una operación. Brown estaba en el barco y se mantuvo al mando. Otro disparo cortó la cuerda de la bandera, y Brown, como en otras batallas, la hizo clavar para mostrar que no se rendirían.
Al mediodía, el Independencia argentino parecía que podría liberarse. Norton hizo avanzar la fragata Doña Paula, que encalló brevemente pero logró liberarse y acercarse al Independencia. La Paula sumó el fuego de sus 40 cañones pesados al de los barcos más pequeños.
El Independencia había disparado 3400 tiros y se quedó sin munición, por lo que empezó a usar eslabones de cadena del ancla. Su comandante, Drummond, sufrió una herida grave en la cabeza. Muchos de sus tripulantes estaban heridos o habían fallecido.
El República y la Sarandí también estaban muy dañados. Los brasileños también habían sufrido daños y bajas. La corbeta Liberal y el bergantín Rio da Prata se retiraron. En el 29 de Agosto, una bala de cañón hirió mortalmente a su comandante, Rafael José de Carvalho.
A las 4 de la tarde, con la mitad de la tripulación herida o sin vida y sin municiones, Drummond recibió órdenes de abandonar el destruido Independencia. Pero su tripulación quiso seguir luchando. Drummond dejó el mando al teniente Roberto Ford y fue en bote al República a pedir munición. Allí le dijeron que también escaseaba, así que fue a la Sarandí. Apenas subió, una bala de cañón lo hirió gravemente. Drummond falleció esa noche. Brown dijo que sus últimas palabras fueron: "Digan al almirante que he cumplido con mi deber y muero como un hombre".
Después de la caída de Drummond, los oficiales del Independencia decidieron rendirse por falta de municiones y las muchas bajas. El República envió botes para intentar rescatar a los tripulantes e incendiar el barco, pero los botes brasileños llegaron primero. Después de desembarcar a los heridos y prisioneros, incendiaron el casco del Independencia porque ya no servía.
Al acercarse la noche, sin munición y sin poder salvar el República, Brown ordenó abandonarlo y trasladar la tripulación a la Sarandí. Luego, el República fue incendiado. Al anochecer, los brasileños se alejaron y siguieron disparando a la Sarandí. Un cañón desde tierra también disparó a la flota imperial, pero sin efecto. La Sarandí hizo reparaciones rápidas y envió botes con tripulantes a la Congreso, que seguía en Ensenada, ordenándole ir a Buenos Aires. A las 10 de la noche, la Sarandí la siguió, y los barcos sobrevivientes lograron escapar de la flota enemiga.
La Sarandí llegó a Buenos Aires a las tres y media de la madrugada. La Congreso llegó horas después. Las pérdidas argentinas fueron de 25 fallecidos y 51 heridos, aunque algunos autores elevan las cifras a 62 fallecidos y 91 heridos y prisioneros. El propio Brown sufrió una herida leve.
Entre el 10 y 11 de abril, siete barcos brasileños llegaron al puerto de Montevideo con muchos daños. La corbeta Liberal había perdido el mástil principal y tenía muchas fugas. Varios bergantines y goletas también llegaron con graves daños y muchos heridos. Los brasileños declararon 8 fallecidos y 22 heridos, aunque se cree que las bajas fueron mayores.
¿Qué pasó después?
A pesar de la derrota, el coraje de la flota argentina en esta batalla tan desigual fue muy admirado. La gente de Buenos Aires recibió con aplausos a los marinos y organizó una colecta para ayudar a los prisioneros argentinos.
Observadores extranjeros también elogiaron la valentía de Brown y sus hombres. El cónsul inglés en Buenos Aires, Lord Ponsonby, escribió que sería difícil encontrar una acción más audaz, incluso en la historia naval británica.
Sin embargo, después de Monte Santiago, la flota argentina ya no pudo enfrentar abiertamente a grandes unidades enemigas. La flota quedó reducida a unas pocas goletas y cañoneras, suficientes solo para defender el puerto y apoyar a las tropas en el frente oriental.
El embajador británico en Río de Janeiro, Sir Robert Gordon, escribió que los recursos de Brasil eran inmensos y que Brown, a pesar de su grandeza, no podría destruir la armada brasileña con sus goletas. El bloqueo se restablecería con más fuerza.
Así, la lucha en alta mar se limitó a los ataques de los corsarios por el resto de la guerra. Montevideo y Colonia siguieron bajo control brasileño. Esta situación llevó finalmente a la firma de la Convención Preliminar de Paz, que dio origen a la independencia de la Provincia Oriental como el Estado Oriental del Uruguay.
Véase también
En inglés: Battle of Monte Santiago Facts for Kids