Batalla de Bicoca para niños
Datos para niños Batalla de Bicoca |
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Guerra italiana de 1521-1526 Parte de guerra italiana de 1521-1526 |
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![]() Lombardía en 1522.
Se indica en rojo la localización de la batalla |
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Fecha | 27 de abril de 1522 | |||
Lugar | Bicoca, Ducado de Milán, (![]() |
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Coordenadas | 45°31′05″N 9°12′36″E / 45.518, 9.21 | |||
Resultado | Victoria de la Monarquía Católica | |||
Beligerantes | ||||
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La Batalla de Bicoca fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió el 27 de abril de 1522. Tuvo lugar cerca de un lugar llamado Bicoca, en lo que hoy es Italia. Esta batalla fue parte de un conflicto más grande conocido como la Guerra de los Cuatro Años.
En esta batalla, el ejército de Francia y la República de Venecia se enfrentó a las fuerzas del Imperio español y el Sacro Imperio Romano Germánico, lideradas por el general Prospero Colonna. Gracias a una estrategia inteligente, las tropas del emperador Carlos I lograron una victoria decisiva. Este triunfo fue muy importante y ocurrió antes de otra gran batalla, la de Pavía, en 1525.
Los mercenarios suizos, que eran soldados pagados, no habían recibido su dinero. Por eso, exigieron al líder francés, Odet de Lautrec, que atacara de inmediato. Lautrec se vio obligado a atacar una posición fortificada de Colonna en el parque de Bicoca, al norte de la ciudad de Milán. Aunque los franceses tenían más soldados, los suizos, conocidos por sus grandes formaciones de picas (lanzas muy largas), no pudieron superar las defensas enemigas.
Los suizos avanzaron, pero tuvieron que subir una pequeña cuesta, lo que los dejó expuestos. Los arcabuceros españoles, que usaban armas de fuego portátiles, les dispararon sin parar. Los suizos perdieron muchos hombres y tuvieron que retirarse sin siquiera tocar las líneas enemigas. Esta batalla demostró que las armas de fuego estaban cambiando la forma de combatir.
Contenido
¿Qué llevó a la Batalla de Bicoca?
Al inicio de la guerra en 1521, el emperador Carlos I y el papa León X unieron fuerzas contra el Ducado de Milán. Milán era un territorio importante que estaba bajo control francés en la región de Lombardía.
Un gran ejército del Papa, junto con tropas españolas y otros grupos de Italia, se reunieron cerca de Mantua. Las fuerzas alemanas enviadas por Carlos I pasaron por territorio veneciano sin problemas. Estas tropas, bajo el mando de Próspero Colonna, entraron en territorio francés.
Durante los meses siguientes, Colonna usó una estrategia de movimientos, asediando ciudades pero evitando una batalla directa. El ejército francés de Odet de Foix, vizconde de Lautrec, empezó a perder muchos soldados, especialmente los mercenarios suizos. Colonna aprovechó esto y avanzó, cruzando el río Adda. Lautrec, con menos soldados, se retiró a Milán.
Sin embargo, Colonna no se detuvo. La noche del 23 de noviembre, atacó Milán por sorpresa y venció a las tropas venecianas. Después de algunos combates en las calles, Lautrec se retiró a Cremona con sus soldados restantes.
En enero, los franceses ya habían perdido ciudades importantes como Alessandria, Pavía y Como. Mientras tanto, Francisco II Sforza, con refuerzos alemanes, se unió a Colonna en Milán. Lautrec, por su parte, recibió más de dieciséis mil piqueros suizos y tropas venecianas. También contrató a un líder militar llamado Giovanni de Médicis con sus Bandas Negras. Los franceses atacaron Novara y Pavía, esperando que Colonna saliera a enfrentarlos. Colonna se fortificó en un monasterio cerca de Pavía. Lautrec, para evitar un ataque frontal muy costoso, amenazó las rutas de suministro de Colonna.
¿Cómo se desarrolló la Batalla de Bicoca?
Lautrec se vio presionado por los mercenarios suizos, que eran la mayoría de sus tropas. Los capitanes suizos, como Albert von Stein, no habían recibido su paga y exigieron un ataque inmediato al ejército imperial. Si no atacaban, los suizos regresarían a sus hogares. Lautrec, aunque no quería, aceptó y marchó hacia Milán.
Preparación de las tropas
Colonna se había posicionado en un lugar muy fuerte: el parque de la casa de campo de Bicoca, a unos seis kilómetros al norte de Milán. El parque estaba entre un pantano al oeste y la carretera principal a Milán al este. Esta carretera tenía un dique profundo y un puente de piedra. El lado norte del parque estaba bordeado por una carretera hundida. Colonna la hizo más profunda y construyó un muro de tierra para protegerse. La artillería imperial, colocada en plataformas detrás del muro, podía disparar a los campos del norte y a la carretera.
El área norte del parque medía poco más de quinientos metros, lo que permitió a Colonna concentrar a sus tropas. Justo detrás del muro, se colocaron cuatro filas de arcabuceros españoles, liderados por Fernando de Ávalos. Detrás de ellos, estaban los piqueros españoles y alemanes, al mando de Jorge de Frundsberg. Más al sur, estaba la mayor parte de la caballería imperial. Otro grupo de caballería protegía el puente.
La tarde del 26 de abril, Lautrec envió una pequeña fuerza de reconocimiento. Informaron que el terreno era difícil para moverse, pero esto no detuvo a los suizos. Colonna, al ver que los franceses se acercaban, pidió refuerzos a Milán. Francisco II Sforza llegó a la mañana siguiente con seis mil cuatrocientos soldados, que se unieron a la caballería para defender el puente sur.
Lautrec comenzó el ataque al atardecer del 27 de abril. Las Bandas Negras quitaron las estacas españolas del campo. Dos columnas suizas, cada una con miles de hombres, avanzaron con cañones para atacar el frente fortificado del campamento imperial. Mientras tanto, Lescun dirigía un grupo de caballería por la carretera a Milán para rodear el campamento y atacar el puente trasero. El resto del ejército francés se formó detrás de las columnas suizas, y las fuerzas venecianas de Francisco María I della Rovere formaron una tercera línea.
El ataque de los suizos

Anne de Montmorency estaba al mando del ataque suizo. Él ordenó a las columnas suizas que esperaran a que la artillería francesa bombardeara las defensas enemigas, pero los suizos no obedecieron. Quizás pensaron que la artillería no serviría contra el muro de tierra, o estaban demasiado confiados. Los suizos avanzaron rápidamente, dejando atrás su propia artillería. Al parecer, había una competencia entre las columnas suizas.
El avance de los suizos los puso al alcance de la artillería imperial. Al estar en campo abierto sin protección, sufrieron muchas bajas. Se calcula que unos mil suizos murieron antes de llegar a las líneas enemigas.
Los suizos se detuvieron bruscamente cuando llegaron a la carretera hundida frente al parque. La profundidad de la carretera y la altura del terraplén eran mayores que la longitud de sus picas, lo que les impidió avanzar. Mientras avanzaban por la carretera, los suizos sufrieron muchas bajas por el fuego de los arcabuceros de Ávalos. A pesar de esto, los suizos intentaron romper las líneas enemigas con ataques desesperados. Algunos piqueros lograron llegar a la cima del terraplén, donde se encontraron con los lansquenetes (soldados alemanes), que estaban delante de los arcabuceros. Uno de los capitanes suizos fue muerto en combate. Las compañías suizas, incapaces de superar el muro de tierra, fueron rechazadas de nuevo hacia la carretera. Después de media hora de ataques sin éxito, los suizos se retiraron hacia la línea principal francesa. Dejaron más de tres mil muertos en los campos. Entre ellos, veintidós capitanes, incluyendo a Winkelried y Albert von Stein. De los nobles franceses que participaron en el ataque, solo sobrevivió Montmorency, quien resultó gravemente herido.
Por parte de los españoles, solo hubo un soldado muerto, y no fue por un arma suiza, sino por una patada de una mula.
El final de la batalla
Lescun, con cuatrocientos jinetes de caballería pesada, había llegado al puente al sur del parque. Luchó para cruzarlo y llegó al campamento imperial. Colonna respondió enviando un grupo de caballería con Antonio de Leyva para detener a los franceses. Mientras tanto, Francisco Sforza subía por la carretera hacia el puente para rodear a Lescun. Pontdormy detuvo a los milaneses, permitiendo a Lescun escapar del campamento. La caballería francesa regresó y se unió al resto del ejército.
Colonna se negó a ordenar un ataque a gran escala contra los franceses, a pesar de las peticiones de Ávalos y otros líderes. Señaló que la mayor parte del ejército francés, incluyendo su caballería, seguía intacta. Dijo que los franceses ya habían sido derrotados y pronto se retirarían. Frundsberg estaba de acuerdo. Sin embargo, pequeños grupos de arcabuceros españoles y caballería ligera intentaron perseguir a los suizos que se retiraban, pero fueron detenidos por las Bandas Negras, que protegían la retirada de la artillería francesa.
La decisión de Colonna fue correcta. Los suizos no querían volver a atacar y regresaron a sus hogares el 30 de abril. Lautrec, al ver que su ejército estaba muy debilitado sin la infantería suiza, decidió que no podía seguir la campaña. Se retiró hacia el este, cruzando el río Adda y entrando en territorio veneciano. Cuando llegó a Cremona, dejó a Lescun al mando de lo que quedaba del ejército francés y cabalgó solo hasta Lyon para informar al rey Francisco I.
¿Qué pasó después de la Batalla de Bicoca?
La partida de Lautrec significó el fin del control francés en el norte de Italia. Sin la amenaza del ejército francés, Colonna y Ávalos avanzaron hacia Génova y la conquistaron después de un breve asedio. Lescun hizo un acuerdo con Francisco Sforza al enterarse de la pérdida de Génova: evacuó a los soldados franceses del Castello Sforzesco de Milán y retiró las fuerzas restantes del norte de Italia. Los venecianos, bajo el mando del nuevo Dogo Andrea Gritti, perdieron interés en seguir la guerra. En julio de 1523, Gritti firmó el Tratado de Worms con Carlos V, por el cual la República de Venecia se retiraba del conflicto. Francia intentó recuperar Lombardía dos veces más antes del final de la guerra, pero no lo logró. El Tratado de Madrid, que Francisco I se vio obligado a firmar después de su derrota en Pavía, estableció que Italia quedaría bajo control español.
Otra consecuencia importante de la batalla fue el cambio en la forma de ver a los suizos. Aunque los mercenarios suizos siguieron participando en las guerras italianas, ya no realizaron los ataques frontales masivos que habían hecho antes. Su actuación en la batalla de Pavía de 1525 sorprendió por su falta de iniciativa.
En general, la batalla de Bicoca demostró la importancia de las armas de fuego portátiles en el campo de batalla. Aunque no se usaron al máximo en esta batalla, los arcabuceros españoles e italianos, bajo el mando del marqués de Pescara, causaron muchas bajas a las tropas francesas y suizas. Ellos usaron una técnica donde la primera fila de arcabuceros se arrodillaba para que la segunda pudiera disparar mientras recargaban, y así sucesivamente, lo que se conoce como fuego de volea. El arcabuz se convirtió en un arma indispensable. Aunque los piqueros siguieron siendo importantes, su relevancia se igualó a la de los arcabuceros. Juntos, estos dos tipos de infantería se combinaron en unidades mixtas que duraron hasta la invención de la bayoneta a finales del siglo XVII. La forma de atacar de los suizos, solo con picas y sin apoyo de armas de fuego, quedó anticuada. Las estrategias ofensivas en general fueron reemplazadas por otras más defensivas. La combinación de arcabuces y fortificaciones de campo hizo que los ataques frontales a posiciones protegidas fueran demasiado costosos, por lo que no se repitieron en el resto de las guerras italianas.
Desde entonces, en español, la palabra «bicoca» se usa para describir una ganancia fácil o algo que se consigue sin mucho esfuerzo. En francés, sin embargo, tiene el significado de «casa en ruinas».
Galería de imágenes
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Anne de Montmorency, retratado por Jean Clouet (h. 1530). Montmorency dirigió el asalto suizo y fue el único superviviente de los nobles franceses que participaron en él.
Véase también
En inglés: Battle of Bicocca Facts for Kids