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Batalla de Uclés (1108) para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Batalla de Uclés
Reconquista
Parte de conquista almorávide de al-Ándalus
Península Ibèrica 1100.png
Península ibérica hacia el año 1100
Fecha 29 de mayo de 1108
Lugar Uclés, Cuenca (España)
Coordenadas 39°59′00″N 2°51′00″O / 39.9833, -2.85
Resultado Victoria almorávide
Beligerantes
Reino de León Imperio Almorávide
Comandantes
Sancho Alfónsez 
García Ordóñez  
Álvar Fáñez
Martín Flaínez 
Fernando Díaz 
Alí ibn Yúsuf
Tamim ibn Yúsuf
Abu Abd Allah Muhámmad ibn Aysa
Abdallah ibn Fátima
Muhammad ibn Abi Ranq
Fuerzas en combate
Más de 3000 Alrededor de 2300
Bajas
Numerosas Pocas

La Batalla de Uclés de 1108 fue un enfrentamiento importante que ocurrió el 29 de mayo de 1108 en Uclés, Cuenca, España. En esta batalla se enfrentaron las tropas cristianas del Reino de León, lideradas por el rey Alfonso VI de León, y las fuerzas almorávides, dirigidas por Alí ibn Yúsuf. El resultado fue una derrota para el ejército cristiano.

¿Qué pasó antes de la Batalla de Uclés?

Los Almorávides y sus victorias

Antes de esta batalla, el líder almorávide Yúsuf ibn Tasufín ya había vencido a Alfonso VI en la Batalla de Sagrajas en 1086. Después de esa victoria, Yúsuf tuvo que volver a África por la muerte de su hijo.

Yúsuf cruzó el Estrecho varias veces más. En 1090, los almorávides tomaron el control de importantes ciudades como Granada, Córdoba y Sevilla. En 1097, Alfonso VI fue derrotado de nuevo en la batalla de Consuegra. Los almorávides también conquistaron Valencia en 1102, lo que les dio una ruta importante hacia el centro de la península.

El ascenso de Alí ibn Yúsuf

En septiembre de 1106, Yúsuf falleció y su hijo Alí ibn Yúsuf tomó su lugar. Alí decidió continuar las campañas militares de su padre. Después de atacar algunas zonas en Cataluña, decidió avanzar hacia el reino de León por el este, eligiendo Uclés como su primer objetivo.

¿Por qué Uclés era un lugar importante?

Uclés era un lugar estratégico desde tiempos antiguos. Fue un asentamiento celtíbero y luego romano, conocido como Pagus Oculensis. Cuando la ciudad de Segóbriga perdió importancia, Cuenca se convirtió en la capital de la región, y Uclés fue una de sus ciudades principales.

En el año 775, un líder llamado al-Fath b. Musa B. Du-l-Nun se rebeló en Uclés y construyó varios edificios. Más tarde, los líderes de Uclés se proclamaron reyes de Toledo.

Después de que Toledo fuera conquistada en 1085, Uclés y sus alrededores quedaron bajo la protección de Alfonso VI. El rey estableció una guarnición (un grupo de soldados) en Uclés, que estaba bajo el control de Álvar Fáñez.

El avance del ejército almorávide

Alí ibn Yúsuf nombró a su hermano Tamim ibn Yúsuf, gobernador de Granada, como el líder principal del ejército. En mayo de 1108, el ejército almorávide salió de Granada. En Jaén, se unieron las tropas de Córdoba. Luego, en Baeza, se sumaron las fuerzas de Murcia y Valencia.

El gran ejército avanzó por la Meseta, saqueando y quemando los pequeños pueblos cristianos que encontraban. Después de unos veinte días de marcha, llegaron a Uclés el miércoles 27 de mayo.

Llegaron rápidamente para sorprender a los habitantes. Cruzaron el río Bedija y tomaron la ciudad, que se extendía por la ladera del cerro donde estaba la antigua alcazaba árabe. Los habitantes no pudieron hacer mucho para evitar la destrucción de las defensas y el asalto. Los atacantes tomaron prisioneros a quienes no pudieron refugiarse en la alcazaba, que no fue tomada. En el pueblo, causaron muchos daños, destruyendo casas e iglesias. Los habitantes locales que eran mudéjares (musulmanes que vivían en territorio cristiano) ayudaron a los atacantes.

Durante el día siguiente, jueves 28, los almorávides intentaron tomar la alcazaba, pero no lo lograron.

La respuesta cristiana

Cuando un espía informó a Toledo que un ejército almorávide se dirigía hacia allí, el príncipe Sancho Alfónsez y los nobles enviaron mensajes para reunir tropas.

Las tropas cristianas se dieron cuenta de que el ejército almorávide iba hacia Uclés, no hacia Toledo. Así que se dirigieron a Uclés, llegando dos días después que los musulmanes. La ciudad ya había sido tomada, pero la alcazaba seguía resistiendo.

Alfonso VI no pudo ir a la batalla porque estaba recuperándose de una herida. El ejército cristiano estaba al mando de su hijo, el príncipe Sancho Alfónsez, acompañado por Álvar Fáñez y siete condes.

Sancho era el único hijo varón de Alfonso VI y había sido reconocido como heredero. Era muy joven, se cree que tenía unos trece años. Su tutor, el conde García Ordóñez, era el responsable de su seguridad.

El ejército cristiano tenía entre 3000 y 3500 soldados.

Tamim, el líder almorávide, pensó en retirarse. Pero la noche del jueves 28 al 29 de mayo, un joven que había desertado del ejército cristiano les dio información detallada. Tamim decidió presentar batalla, pero antes reforzó la guardia de su campamento.

El desarrollo de la batalla

Archivo:Campo batallas Uclés
El lugar de la batalla en una fotografía tomada en 2008.

No hay un acuerdo total entre los historiadores sobre cómo se desarrolló la batalla.

Al amanecer del viernes 29 de mayo, los musulmanes salieron al encuentro de los leoneses, al suroeste de Uclés. Las tropas de Córdoba iban al frente, las de Murcia y Valencia en los flancos, y el centro estaba dirigido por Tamim con los soldados de Granada.

Los almorávides también tenían arqueros que luchaban en filas ordenadas. Su táctica de usar grupos de soldados compactos y disciplinados era nueva para los cristianos, que estaban acostumbrados a combates más individuales.

Los principales líderes del ejército cristiano eran el príncipe Sancho, Álvar Fáñez y el conde García Ordóñez. Álvar Fáñez estaba en el centro, el príncipe Sancho y García Ordóñez en un flanco, y el resto de los condes en el otro.

Las tropas cristianas atacaron con su caballería pesada a los cordobeses, causando muchas bajas. Los soldados cordobeses retrocedieron en orden para buscar apoyo. Mientras tanto, la caballería ligera almorávide rodeó a las tropas leonesas. Los cristianos se encontraron con su campamento tomado y atacados por todos lados.

El ejército cristiano se desorganizó. Los esfuerzos se centraron en salvar al príncipe. Según algunas crónicas, el caballo del príncipe Sancho fue herido, y su tutor, el conde García Ordóñez, intentó protegerlo con su propio cuerpo.

Las tropas de Alfonso VI tuvieron que luchar mucho para sacar al príncipe de la batalla, lo que retrasó la retirada y aumentó el número de soldados que murieron para protegerlo.

Los musulmanes persiguieron a los que huían. El príncipe Sancho, posiblemente herido, no pudo escapar rápidamente. Los cristianos usaban caballería pesada, que era fuerte al atacar pero lenta al maniobrar o huir, mientras que los almorávides usaban caballería ligera, que era más rápida.

Al llegar a un lugar llamado Sicuendes, hubo otro enfrentamiento. Los siete condes y sus seguidores lucharon de nuevo contra los almorávides para proteger la huida del príncipe y algunos caballeros hacia el castillo de Belinchón. Mientras tanto, el resto del ejército, liderado por Álvar Fáñez, logró escapar hacia Toledo.

El príncipe Sancho Alfónsez, ya sea por su juventud, cansancio o heridas, no pudo seguir el camino hacia Toledo. Buscó refugio en el castillo de Belinchón, a unos 22,5 km de Uclés. Pero los musulmanes de Belinchón se rebelaron contra la pequeña guarnición cristiana y mataron al príncipe Sancho y a quienes lo acompañaban.

Cuando los que lograron huir llegaron a Toledo, no pudieron decirle al rey dónde estaba su hijo, ya que no sabían que había muerto en Belinchón.

El cuerpo del príncipe Sancho fue recuperado más tarde y enterrado en el monasterio de Sahagún (León) junto a su madre.

La pérdida de Uclés, la derrota del ejército y, sobre todo, la muerte de su hijo, fueron un golpe muy duro para el rey Alfonso VI. Falleció al año siguiente.

El río Bedija se tiñó de rojo y el campo quedó lleno de cuerpos. Los almorávides no tomaron prisioneros; a los heridos los remataron.

Los habitantes de Uclés se quedaron en la fortaleza sin apoyar a sus aliados. Tamim ibn Yúsuf regresó a Granada y dejó que los gobernadores de Murcia y Valencia terminaran de rendir la ciudadela. Como no tenían máquinas de asedio, fingieron retirarse. Cuando los sitiados salieron de la fortaleza, los sorprendieron, matando a algunos y capturando a otros.

Después de la rebelión de Belinchón y la toma de Uclés, se perdieron otras ciudades como Ocaña, Huete y Cuenca. Esto facilitó que el emir Alí emprendiera una campaña que terminaría con la incorporación de Zaragoza al imperio almorávide.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la Batalla de Uclés?

Las principales consecuencias de la Batalla de Uclés fueron:

Los musulmanes llamaron al lugar de la batalla Siete Puercos. Más tarde, el nombre cambió a Siete Condes, que hoy se conoce como Sicuendes. Allí se levantó un pequeño pueblo, que ya no existe, a unos 6 km al suroeste del castillo.

Uclés no volvió a manos cristianas hasta el año 1157.

¿Quiénes fueron los siete condes?

Los historiadores han investigado la identidad de los siete condes que acompañaron al príncipe Sancho Alfónsez y que murieron en Sicuendes protegiéndolo. Se cree que entre ellos estaban: Martín Flaínez, Gómez Martínez, Fernando Díaz, Diego Sánchez y su hermano Lope Sánchez. A ellos se suma el conde de Nájera, García Ordóñez, que era el tutor del príncipe.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle of Uclés (1108) Facts for Kids

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Batalla de Uclés (1108) para Niños. Enciclopedia Kiddle.