Río Zapardiel para niños
Datos para niños Río Zapardiel |
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Vista del río a su paso por Salvador de Zapardiel
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Ubicación geográfica | ||
Cuenca | Cuenca del Duero | |
Nacimiento | Laguna de S. Martín de las cabezas (AV) | |
Desembocadura | Río Duero | |
Coordenadas | 41°29′07″N 5°02′17″O / 41.485158333333, -5.038175 | |
Ubicación administrativa | ||
País | España | |
División | Castilla y León Provincias de Ávila y Valladolid |
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Cuerpo de agua | ||
Afluentes | Río Valtodano | |
Longitud | 105,10 km | |
Superficie de cuenca | 1445 km² | |
Caudal medio | 1,14 m³/s | |
Altitud | Nacimiento: 1183 m Desembocadura: n/d m |
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Mapa de localización | ||
Localización del Zapardiel en la cuenca del Duero | ||
El río Zapardiel es un río español afluente del río Duero (Cuenca del Duero, subdivisión del Bajo Duero), de antiguo poblamiento y larga historia; aunque su caudal es escaso y actualmente muy contaminado, al menos en una buena parte de su recorrido, que afecta a las provincias de Ávila (donde nace) y Valladolid (donde desemboca).
Contenido
Toponimia
Se especula, aunque no hay pruebas al respecto, que el nombre pudiera proceder del hebreo «Tspardelh» que, en castellano, significaría «río de ranas» (el vocablo debió pasar a los musulmanes de la región, que también dieron nombre a Medina del Campo). En castellano viejo el nombre derivaría a Çapardielo y de ahí, perdiéndose la «o» final a la denominación actual.
Datos generales
El río Zapardiel nace en la laguna de San Martín de las Cabezas (sierra de Ávila), en el municipio de El Parral, pasa por Rivilla de Barajas y Fontiveros, también en la provincia de Ávila y, después por Medina del Campo, ya en la provincia de Valladolid; para desembocar, a una altura de 673 m sobre el nivel del mar, en la margen izquierda del Duero, cerca de Tordesillas. Aunque el Zapardiel nunca ha tenido un caudal permanente (salvo en invierno), en los últimos años se ha secado prácticamente del todo; es, por tanto, lo que se llama un río transitorio (está siempre seco excepto cuando hay grandes descargas torrenciales).
Actualmente está sumamente degradado debido a la escorrentía de nutrientes, pesticidas y herbicidas agrícolas, los vertidos urbanos e industriales, los escombros, la sobreexplotación de acuíferos para regadío, la industria o el consumo humano de los términos municipales por los que pasa. Tan sólo Fontiveros, Medina del Campo y Rueda poseen depuradoras municipales. Este río es uno de los que tienen peor calidad de agua de la zona, con altos grados de mineralización y grandes cantidades de materia orgánica, lo que implica aguas altamente eutrofizadas. En general, el Zapardiel es un triste ejemplo de la destrucción de un río: apenas tiene vegetación o arbolado, salvo algunos pinares y choperas de producción que han sustituido a los bosques tradicionales de ribera, la roturación ha sido desmedida en sus cercanías, a menudo se han habilitado caminos justo en sus orillas, han desaparecido las olmedas a causa de la grafiosis y otra serie de infortunios.
A pesar de su estado actual, Miguel de Cervantes menciona este río en su obra Viaje del Parnaso, diciendo: «Zapardiel, famoso por su pesca». Aparece descrito en el decimosexto volumen del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz de la siguiente manera:
ZAPARDIEL: r. que tiene su origen al pie del l. de Vista en la prov. de Avila; se dirige con rapidez al N., bañando los térm., de Crespos y Pascual Grande, Rivilla Barajas, Fontiveros, Cisla, Bercial, Mamblas, Barroman, San Esteban de Zapardiel y Castellanos; entra después en la prov. de Valladolid, bañando las mas ricas y abundantes tierras de granos de Castilla, hasta encontrarse con los muros de Medina del Campo; continúa después por los hermosos prados de Carrion, Dueñas, Torrecilla y otros, y desagua en el r. Duero en el térm. de Tordesillas y sitio que llaman los Cuartos de Zafraga: tiene un puente de madera junto á Barroman y dos junto á Medina; cria algunos peces, truchas y anguilas. Su corriente es de unas 15 leg. la cual se interrumpe en el verano quedando solo algunos charcos.(Madoz, 1850, p. 503)
La leyenda negra del Zapardiel
De todos modos, es sabido que el Zapardiel siempre ha causado problemas de insalubridad a la "Villa de las Ferias", dice López Ossorio (cronista de la villa en el siglo XVII que a Medina "la baña, o, por mejor decir, la infecta el riachuelo Zapardiel". Unas veces por la ausencia de una corriente (de agua regular que limpie el cauce); y, otras, por culpa de las periódicas avenidas destructivas (documentadas desde 1435): a pesar de su escaso caudal, este "aprendiz de río" sufre, cada cierto tiempo, esas riadas que destruían todo lo que había en la vega; después, el agua se estancaba en zonas de represamiento provocando insalubridad y enfermedades.
Ya en 1490 se encauzó el río para evitar ciénagas y fangos. Las obras no sirvieron de mucho, pues fue necesario repetirlas tras las inundaciones de 1591. Pero las avenidas se repetían y, con ellas (o sin ellas), los mortíferos efectos del estancamiento del agua corrompida no dejaban de sentirse. En el siglo XVI las Reales Carnicerías de Medina del Campo (en plena edad dorada de la ciudad) soltaban todos sus desperdicios al río; dado que en aquel tiempo la ciudad tenía 20 000 habitantes y el edificio en cuestión está en el centro urbano, no a las afueras, es fácil hacerse una idea del problema.
Era tan habitual el paludismo, o las fiebres tercianas, que no se les daba importancia; hasta que en 1788 provocaron 252 muertes (cifra muy superior a la de nacimientos). Ese mismo año la crecida fue tal, que la plaza Mayor se convirtió en una laguna, y sólo se salvaron las viviendas del cerro de La Mota (ya prácticamente abandonado). Algo parecido ocurrió en 1956, cuando muchas calles de la villa se anegaron. Una de las grandes avenidas del río tuvo lugar en diciembre de 1997: aunque el caudal no llegó a salirse de madre, la villa estuvo toda una noche en vela y alerta. Otra avenida, de menor importancia, tuvo lugar durante los días 18, 28 y 30 de marzo de 2013; en este caso el río tampoco se desbordó.
La escasez de caudal se debe, en parte, al carácter semiendorreico de muchas zonas de la campiña. Por eso, las lagunas de la tierra eran abundantes, de una importancia biológica incalculable, pero, intermitentes, descuidadas o convertidas en vertederos y, algunas de ellas, dentro del propio casco urbano, eran poco saludables, y los médicos medinenses dieron cuenta de ello en numerosas peticiones al consistorio. El desecado y terraplenado de esos llamados "lavajos" es muy antiguo (desde el siglo XVI), pero aún hoy, en el siglo XXI, siguen las quejas sobre los malos olores que desprenden los que quedan. De principios del siglo XX, cuando Medina estaba mucho más deprimida que en su época de esplendor, data este documento:
"Medina del Campo, ciudad de seis mil habitantes, nunca ha tenido agua limpia hasta que, por casualidad, se ha acertado hace poco con un pozo artesiano. Fue en sus tiempos la primera ciudad de Castilla y hoy es poco más que una aldea..." (Julio Senador Gómez, Castilla en Escombros, página 128)
Y es en 1925 cuando se hace la primera obra exitosa del encauzamiento del río, renovada en el siglo XXI, ya que el ayuntamiento de Medina del Campo, inscrito en la Agenda Local 21 (que, como se sabe, pone especial énfasis en la calidad de vida de los ciudadanos y el ambiente natural) entre sus actuaciones, destaca una controvertida obra para encauzar el Zapardiel a su paso por la ciudad. (por valor de 2.523.000 €) y la construcción una Depuradora de aguas que evite que los residuos urbanos viertan en el río directamente. Sin embargo, la ausencia de agua en el cauce impide su natural recuperación. Aún es pronto para juzgar la eficacia de estas y otras iniciativas.
ZEPA "Tierra de Campiñas"
Este espacio abarca todo el tramo del río que atraviesa los municipios de Cisla, Mamblas, Bercial de Zapardiel, Barromán, Castellanos de Zapardiel, San Esteban de Zapardiel, Salvador de Zapardiel, Muriel de Zapardiel, Honcalada, Lomoviejo y San Vicente del Palacio justo antes de entrar en Medina del Campo.
Esta área de meseta presenta materiales terciarios blandos (arcillas, margas y yesos) que junto con la erosión de los materiales calizos han conformado las campiñas actuales (arcillosas) con suaves ondulaciones. En algunos tramos de la zona hay bosques de ribera mejor conservados que aguas abajo. En algunos tramos hay junqueras de alto interés como las que aparecen en Salvador de Zapardiel declaradas como LIC y ZEC
Este tramo es especialmente interesante porque podemos encontrar la desembocadura de los principales afluentes del río Zapardiel, todos ellos por margen izquierda. El río Valtodano en Castellanos de Zapardiel y el río Viejo (que sirve como tranvase Las Cogotas-Zapardiel) en Salvador de Zapardiel (ambos dentro de la zona ZEPA), donde el caudal suele ser relativamente más elevado gracias al aporte de ambos ríos. Tanto el río Zapardiel como los ríos Viejo y Valtodano se encuentran dentro de una zona IBA con especies destacadas como el milano real (Milvus milvus), el sisón común (Tetrax tetrax), la avutarda (Otis tarda), la grulla (grus grus) o el alcaraván común (Burhinus oedicnemus).
Dentro de la ZEPA se encuentran las especies ya mencionadas y otras como el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el cernícalo primilla (Falco naumanni) y la calandria (Melanocorypha calandra) , la ganga ortega (Pterocles orientalis), la ganga ibérica (Pterocles alchata), el alcaraván (Burhinus oedicnemus) y la terrera común (Calandrella brachydactyla). Otra especie destacada es el águila imperial ibérica (Aquila adalberti).
Lo cierto es que Medina del Campo y las localidades por las que discurre el río Zapardiel no son las víctimas de su contaminación, sino sus causantes. De hecho, unos 15 km aguas abajo, cuando este sufrido afluente llega a la localidad de Torrecilla del Valle, comienza a tener aguas, no claras, pero sí más limpias (aunque siguen estando eutrofizadas). A partir de la citada localidad (pedanía de Rueda), de escasos habitantes, toda la margen izquierda del río ha sido declarada zona de especial protección para las aves (Z.E.P.A.), con la denominación La Nava-Rueda; y a partir de otra pedanía, Foncastín, también se incluye la margen derecha.
La mayor parte de esta ZEPA vallisoletana es una llanura cerealista con suaves ondulaciones y escarpes debidos a las terrazas cuaternarias del río Duero. Pero un 30 % de la misma lo constituyen hábitats de interés, sobre todo de agua dulce y matorral esclerófilo. En la parte del término municipal de Rueda también abundan, lógicamente, las explotaciones vitivinícolas (Denominación de Origen Rueda), sobre todo en los terrenos más pobres de las terrazas fluviales que quedan al margen de la ZEPA. También abarca una importante superficie de pinar en muy buen estado y de gran valor biológico (llamado Pinar de la Nava), y un reducido alcornocal (el único de la provincia) en Foncastín. En torno al Zapardiel hay bosques de ribera y densos carrizales, sobre todo en el represamiento de Foncastín.
- Además de la especie principal, la avutarda (con casi 100 ejemplares), la avifauna más significativa es esteparia: rapaces como el cernícalo primilla (Falco naumanni) y el milano real (Milvus milvus, prácticamente han desaparecido los ejemplares nidificantes, aunque hay muchos de invernada). El sisón (Tetrax tetrax) y la ganga común (Pterocles alchata) apenas se reducen a una decena de ejemplares. También son muy escasos el alcaraván (Burhinus oedicnemus) y la carraca (Coracias garrulus), pero las calandrias (Melanocorypha calandra) son abundantes en invierno.
- Hay especies de bosque en el Pinar de la Nava, con alguna colonia de milano negro (Milvus migrans); varias lechuzas campestres (Asio flammeus), chotacabras grises (Caprimulgus europaeus), etc.
- En el represamiento de Foncastín, en los carrizales y en los bosques de ribera del río Zapardiel no se descarta la presencia nidificante de cigüeñuelas (Himantopus himantopus) y martines pescadores (Alcedo atthis) y, en migración e invernada, avetorillos (Ixobrychus minutus) y esmerejones (Falco columbarius).
En general, la cercanía del espacio natural protegido de Riberas de Castronuño favorece la presencia de numerosas aves de paso, incluyendo gavilanes, águilas reales, ortegas, y muchas especies ripícolas (anátidas, zancudas...).
Véase también
- Agenda 21
- Río Valtodano
- Bajo Duero