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Vikingos en Galicia para niños

Enciclopedia para niños

La presencia de los vikingos en Galicia ocurrió entre los siglos IX y XII. En ese tiempo, los pueblos de Escandinavia se dedicaron más a la navegación, el comercio y las expediciones. Lanzaron viajes de comercio, saqueo y conquista, principalmente hacia la costa del océano Atlántico. También subían por los ríos para llegar a los lugares que querían explorar.

A los vikingos se les llamaba también "hombres del norte". Llegaron a lugares tan lejanos como el Mediterráneo. Entre los sitios que visitaron estaba Galicia, a la que ellos llamaban Jakobsland (Tierra de Santiago).

Primeros encuentros con los vikingos

Archivo:Wikinger
Representación de una flota vikinga del siglo IX.

¿Cuándo llegaron los vikingos por primera vez a Galicia?

La primera vez que los vikingos llegaron a Galicia fue en agosto del año 844. Un grupo de vikingos daneses, que venía de una expedición, entró por el río Garona. Una tormenta los llevó hasta Galicia. Allí, saquearon algunas aldeas de la costa. Fueron detenidos cerca del Farum Brecantium, que es la Torre de Hércules en La Coruña. Los vikingos llamaban a este lugar Fár. En ese momento, Ramiro I de Asturias era el rey en Galicia. Después de ser derrotados, los vikingos siguieron su viaje hacia Lisboa antes de volver a su tierra.

La leyenda del obispo Gonzalo

Durante esta época, surgió una historia sobre el obispo Gonzalo de la diócesis de Bretoña. Cuando muchas naves vikingas llegaron a la entrada del río Masma, los habitantes buscaron la protección del obispo, a quien consideraban una persona santa. Gonzalo rezó pidiendo ayuda del cielo. Entonces, una gran tormenta se desató y hundió la mayoría de las naves invasoras.

Ataques importantes en el siglo IX

En el año 858, durante el reinado de Ordoño I, una gran flota vikinga apareció de nuevo en las costas de Galicia. Eran cien naves que venían de expediciones en las costas francesas y se dirigieron hacia la ría de Arosa. Después de saquear la diócesis de Iria Flavia, llegaron a Santiago de Compostela y rodearon la ciudad.

Los habitantes de Compostela pagaron un tributo para evitar el saqueo. Pero a pesar de eso, los vikingos siguieron intentando tomar la ciudad. Finalmente, un ejército liderado por el conde Pedro los derrotó y destruyó 38 de sus barcos. Los vikingos que sobrevivieron se fueron hacia el sur de la costa gallega, saqueando las poblaciones a su paso. Debido a esta expedición, la sede principal de la iglesia de Iria Flavia se trasladó a Santiago de Compostela.

Nuevas incursiones en el siglo X

En el año 951, los vikingos reaparecieron y saquearon la costa gallega. En los años siguientes, las ciudades se prepararon y se hicieron más fuertes para futuros ataques. En el año 964, los vikingos regresaron, y el propio obispo Rosendo de Mondoñedo tuvo que enfrentarse a ellos.

Grandes invasiones del siglo X

La llegada de Gudrød

En el año 968, el segundo duque de Normandía pidió ayuda a sus parientes daneses y noruegos. Una gran flota vikinga llegó. Después de ayudar al duque, los vikingos se quedaron en Normandía, causando problemas. Por eso, el duque los animó a ir a conquistar Galicia, "esa tierra tan rica de la que tanto hablan los peregrinos".

Unas doscientas naves llegaron a Galicia, al mando de Gudrød, conocido como Gunderedo en las historias gallegas. Cien de esas naves se quedaron en la costa cantábrica de Galicia y atacaron la diócesis de Bretoña. Las otras cien entraron en la ría de Arosa y desembarcaron en el puerto de Iuncariae (Xunqueira). Desde allí, se dirigieron por tierra a Santiago de Compostela.

La batalla de Fornelos

La llegada de los vikingos coincidió con el fin de las discusiones entre los obispos Rosendo y Sisnando II por el control de la diócesis. El obispo Sisnando, que acababa de expulsar a Rosendo de la ciudad, intentó detener a los vikingos cerca de Iria Flavia. Pero no lo logró y murió por una flecha durante la batalla de Fornelos el 29 de marzo.

Sin resistencia, los vikingos se extendieron por Galicia, llegando hasta el Courel. En Lugo, el obispo Hermenegildo logró defender la ciudad. Sin embargo, no pudo evitar que los vikingos destruyeran las tierras de Bretoña. Su antigua sede quedó destruida y fue reconstruida más tarde en el actual Mondoñedo.

La derrota de Gunderedo

Los vikingos estuvieron casi tres años en tierras gallegas, causando daños y saqueando. Pero cuando regresaban a sus naves cargados con lo que habían tomado y con prisioneros, fueron interceptados por un ejército liderado por el conde Gonzalo Sánchez. Él logró vencerlos cerca de la ría de Ferrol hacia el año 970. En esa batalla, Gunderedo murió y la mayoría de sus naves fueron quemadas.

Después de dejar Galicia, los vikingos siguieron navegando hacia el sur y saquearon la costa entre el río Duero y Santarém.

Últimas incursiones vikingas

Archivo:Wikingerschiff Oslo
Drakkar en el Museo de Oslo.

Desde el siglo X, los vikingos aparecieron en Galicia de forma menos frecuente. Sin embargo, en el año 1015, quizás liderados por el rey Olaf II, atacaron Castropol, Betanzos, Ribas de Sil y Tuy. En Tuy, desembarcaron de sorpresa subiendo por el río Miño. Atacaron al ejército del conde Menendo González, destruyeron la ciudad y tomaron prisionero al obispo Alfonso.

Rescates y defensas

De un documento del año 1026, sabemos que los nórdicos solían secuestrar personas para pedir rescate. En el documento, Octicio negocia la liberación de dos mujeres, Meitilli y Gocina, madre e hija. Por ellas, entregó una capa, una espada, una camisa, tres telas, una vaca y tres medidas de sal.

En el año 1028, durante el reinado de Bermudo III, Ulf el gallego también dirigió una expedición contra las costas gallegas, subiendo por la ría de Arousa. Pero fue rechazado por el ejército del obispo Cresconio de Compostela. El obispo también reforzó la ría de Arousa construyendo los Castellum Honesti, que hoy conocemos como las Torres del Oeste.

Con el fin de las invasiones vikingas, comenzaron a llegar peregrinos nórdicos a Santiago de Compostela, siguiendo el Camino de Santiago. Entre estos peregrinos estuvo el rey Sigurd de Noruega, en otoño de 1108. El camino por mar desde Escandinavia hasta Galicia duraba unos ocho días.

¿Qué dejaron los vikingos en Galicia?

La destrucción de las sedes principales de la iglesia en Iria Flavia y Bretoña hizo que se trasladaran a Santiago de Compostela y Mondoñedo. Esto cambió la forma en que se organizaba el poder de la iglesia en Galicia. Se construyeron varias fortificaciones, como las Torres del Oeste o la muralla de Santiago, para defenderse de los nórdicos.

Aunque la presencia vikinga en Galicia fue menor que en otras partes de Europa, se cree que hubo algunos asentamientos en el interior de la provincia de La Coruña y otro más fuerte y duradero en el norte de la costa gallega. Por esto, queda alguna influencia escandinava en Galicia, como algunos nombres de lugares, por ejemplo, Lordemanos (en la provincia de León) o en el norte de La Coruña. Sin embargo, estos nombres parecen estar más relacionados con las peregrinaciones que con las incursiones vikingas.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Vikings in Iberia Facts for Kids

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