robot de la enciclopedia para niños

Trastornos de la conducta alimentaria para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Trastornos alimenticios
Especialidad Psiquiatría, psicología clínica
Síntomas Hábitos alimentarios anormales que afectan negativamente la salud física o mental.
Complicaciones Trastornos de ansiedad, depresión, arritmia, insuficiencia cardíaca y otros problemas cardíacos, reflujo ácido (enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE), problemas gastrointestinales, presión arterial baja (hipotensión), insuficiencia orgánica y daño cerebral, osteoporosis y daño dental, deshidratación severa y estreñimiento, ciclos menstruales detenidos (amenorrea), accidente cerebrovascular
Tipos Trastorno por atracón, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, pica, síndrome de rumiación, trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos, síndrome de alimentación nocturna
Causas Poco claro
Factores de riesgo Enfermedad gastrointestinales, ser bailarín o gimnasta
Tratamiento Asesoramiento, dieta adecuada, cantidad normal de ejercicio, medicamentos
Sinónimos
Trastornos de la ingestión de alimentos
Trastorno de alimentación
Trastorno de la conducta alimentaria
Archivo:Body image mirror
Representación artística en el que se ve una mujer delgada en un espejo, en el, ella se ve obesa

Los trastornos alimenticios o trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades crónicas que afectan la forma en que una persona se relaciona con la comida. Aunque se manifiestan a través de hábitos alimentarios poco saludables, en realidad son problemas complejos que involucran la autoimagen corporal y un gran temor a subir de peso.

Algunos trastornos alimentarios hacen que la persona coma demasiado, mientras que otros la llevan a restringir mucho lo que come. Los tipos más conocidos incluyen:

  • Trastorno por atracón: La persona come grandes cantidades de comida en poco tiempo.
  • Anorexia nerviosa: La persona tiene un miedo intenso a subir de peso y restringe mucho la comida o hace demasiado ejercicio.
  • Bulimia nerviosa: La persona come mucho (atracones) y luego intenta eliminar la comida (purgas).
  • Pica: La persona come cosas que no son alimentos.
  • Síndrome de rumiación: La persona devuelve alimentos no digeridos o poco digeridos.
  • Trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos: La persona come muy poco o de forma muy selectiva por razones psicológicas.

Es común que las personas con trastornos alimentarios también tengan trastornos de ansiedad o depresión. Estos trastornos no son lo mismo que la obesidad. Se calcula que entre el 20% y el 60% de los pacientes con un TCA también han tenido TOC.

Las causas de los trastornos alimentarios son complicadas. Incluyen factores biológicos, psicológicos y sociales. La presión social por tener un cuerpo delgado y cumplir con ciertos estándares de belleza puede influir mucho. Por ejemplo, algunos estudios muestran que las personas que han pasado por experiencias difíciles tienen más probabilidades de desarrollar un TCA.

El tratamiento puede ser muy efectivo. Varía según el trastorno e incluye asesoramiento (terapia), una dieta adecuada y ejercicio moderado. A veces se usan medicamentos para ayudar con los síntomas. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización. Aproximadamente el 70% de las personas con anorexia y el 50% con bulimia se recuperan en cinco años.

En los últimos 40 años, los TCA se han vuelto más comunes, especialmente en adolescentes. Afectan más a las mujeres jóvenes, aunque el número de hombres que los padecen ha aumentado. Generalmente, estos trastornos comienzan entre los 14 y los 20 años.

Historia de los trastornos alimenticios

Desde hace mucho tiempo, se han descrito prácticas de ayuno en diferentes culturas y religiones. Por ejemplo, en el siglo IV, algunas personas se retiraban a los desiertos para ayunar como una forma de purificación o devoción.

En la Edad Media, también hubo relatos de personas que ayunaban por motivos religiosos, lo que se conoce como "anorexia santa". Estas personas no buscaban la delgadez por belleza, sino por fe. Un ejemplo es santa Catalina de Siena, quien ayunó gran parte de su vida por motivos religiosos.

Fue en el siglo XVII cuando se empezó a ver la anorexia nerviosa como un problema médico. En 1874, William Gull en Londres y Charles Lasègue en París describieron este trastorno, al que llamaron anorexia nerviosa o anorexia histérica. Ellos notaron que las personas perdían el apetito y peso, y pensaron que era un problema de origen nervioso.

Más tarde, en 1914, un patólogo alemán llamado Simmonds describió un caso que llevó a confusión entre la anorexia nerviosa y un problema de la glándula hipófisis. A partir de 1940, las teorías psicológicas empezaron a explicar mejor estos trastornos.

El término bulimia apareció a finales del siglo XVIII. Se describía como una preocupación por la comida, con periodos de comer mucho y luego ayunar. En 1980, la Sociedad Estadounidense de Psiquiatría reconoció la bulimia como una enfermedad diferente a la anorexia.

Así como la anorexia se asoció con prácticas religiosas, la bulimia se relacionó con clases sociales que podían permitirse comer en abundancia y luego vomitar para seguir comiendo.

Trastornos alimenticios en México

En México, los trastornos alimenticios son un tema de estudio importante. Investigaciones han encontrado que muchos pacientes con TCA también tienen depresión o ansiedad.

Se han creado herramientas para identificar estos trastornos más rápidamente. También se han desarrollado programas de prevención, especialmente para niñas. Estudios en estudiantes de 14 a 24 años en México han mostrado que un porcentaje de jóvenes, tanto hombres como mujeres, presentan estas conductas.

¿Qué causa los trastornos alimenticios?

Los factores que pueden influir en el desarrollo de un trastorno alimenticio son variados:

Factores biológicos

Algunos estudios sugieren que niveles anormales de ciertas sustancias químicas en el cerebro (neurotransmisores) pueden hacer que algunas personas sean más propensas a tener pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos, lo que las hace más vulnerables a un TCA.

Factores psicológicos

Las personas con TCA a menudo tienen expectativas muy altas de sí mismas. Aunque sean exitosas, pueden sentirse incapaces o defectuosas. A veces, intentan controlar su vida enfocándose en su apariencia física.

Factores familiares

Las familias muy protectoras o con dificultades para resolver problemas pueden influir. Si no se expresan los sentimientos o hay expectativas muy altas, los niños pueden aprender a ocultar sus emociones y buscar control a través de la comida y el peso.

Factores sociales

Los medios de comunicación a menudo muestran la delgadez como sinónimo de éxito y belleza. Esto puede llevar a las personas a creer que deben tener un cuerpo "perfecto" para ser aceptadas o admiradas.

¿Cómo detectar un trastorno alimenticio?

Algunas señales de alerta pueden ser:

  • Obsesión con las dietas, incluso si son dañinas.
  • Pérdida de peso importante.
  • Comer a solas o evitar comidas.
  • Contar calorías y pesarse muy seguido.
  • Cambios de humor relacionados con la comida.
  • Verse "gordo" a pesar de estar muy delgado.
  • Encerrarse en el baño después de comer sin razón.
  • Hacer ejercicio de forma obsesiva.
  • Mirarse mucho al espejo sin decir nada.
  • Sentir nerviosismo al estar con gente o cerca de comida.

Tipos de trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios se agrupan bajo el nombre de trastornos de la ingestión de alimentos.

Trastorno por atracón

Una persona con trastorno por atracón come grandes cantidades de comida de forma impulsiva. Después, puede sentir culpa o falta de control. Aunque sabe que es dañino, la persona sigue con este comportamiento.

Bulimia

La persona con bulimia tiene episodios de comer mucho (atracones) seguidos de ayunos, vómitos o uso de laxantes para compensar. Hay una preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de culpa. Afecta principalmente a jóvenes, sobre todo mujeres, y puede estar relacionada con haber tenido anorexia o haber hecho dietas sin control.

Las consecuencias de la bulimia pueden incluir problemas dentales, pérdida de cabello y problemas cardíacos. Para evitar subir de peso, usan métodos como provocarse el vómito.

Los criterios para diagnosticar la bulimia nerviosa incluyen:

  • Atracones recurrentes (comer mucho en poco tiempo y sentir que no se puede parar).
  • Conductas para no subir de peso (vómitos, laxantes, ejercicio excesivo).
  • Que estos comportamientos ocurran al menos dos veces por semana durante tres meses.
  • Que la autoestima dependa mucho del peso y la figura.

Factores que pueden influir en la bulimia son la ansiedad, baja autoestima y una imagen corporal distorsionada.

Anorexia

La anorexia se caracteriza por un miedo intenso a engordar. Esto lleva a la persona a evitar comer, hacerlo en cantidades muy pequeñas o ayunar. A menudo, siguen dietas muy estrictas y hacen ejercicio excesivo. Estas personas ven su cuerpo de forma distorsionada, creyendo que son más grandes de lo que realmente son.

Esta conducta puede causar una pérdida de peso peligrosa para la salud. Existen dos tipos:

  • Anorexia nerviosa restrictiva: La persona apenas come y hace mucho ejercicio.
  • Anorexia nerviosa purgativa: La persona usa métodos como vómitos o laxantes después de comer muy poco.

Las víctimas principales son mujeres jóvenes, influenciadas a veces por las redes sociales y los estándares de belleza.

Los criterios para diagnosticar la anorexia nerviosa incluyen:

  • Rechazo a mantener un peso corporal normal para la edad y estatura.
  • Miedo intenso a subir de peso, incluso estando por debajo del peso normal.
  • Percepción distorsionada del peso o la figura corporal.
  • En mujeres, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos (este último criterio se ha eliminado en revisiones más recientes).

Otros factores que influyen son la baja autoestima, poca vida social y miedo a engordar.

Sobrepeso

El sobrepeso es un aumento excesivo del peso corporal. Puede llevar a otros problemas de salud. Es más común en niños y adolescentes con un estilo de vida sedentario.

Vigorexia

La vigorexia es una preocupación obsesiva por el físico y una imagen corporal distorsionada. La persona se ve débil o pequeña, aunque tenga mucha masa muscular. Esto lleva a hacer ejercicio de forma excesiva, especialmente musculación.

También implica una dieta desequilibrada, con muchas proteínas y carbohidratos, y muy pocas lípidos. Esto puede causar problemas de salud. Los hombres son los más afectados, pero también puede darse en mujeres.

Fatorexia

La fatorexia es lo contrario a la anorexia. Las personas con fatorexia son obesas pero se ven delgadas al mirarse al espejo. Por eso, no hacen dietas y comen mucha "comida chatarra" (alimentos con muchas calorías pero pocos nutrientes). Creen que el exceso de peso es señal de fuerza.

Se perciben sanos, aunque su salud esté en riesgo. Comen de todo en grandes cantidades, pero les faltan nutrientes esenciales.

Permarexia

Afecta a personas obsesionadas con el peso y el miedo a engordar, lo que las lleva a hacer dietas permanentes. Se preocupan mucho por las calorías de los alimentos. No llegan a extremos como dejar de comer o vomitar, pero su obsesión puede causar desequilibrios en el cuerpo.

El perfil de estas personas incluye baja autoestima, autoexigencia, relaciones sociales inestables y problemas emocionales. Las consecuencias pueden ser problemas de tiroides, hipoglucemia y deficiencias de vitaminas y minerales.

Ortorexia

Es un trastorno donde la persona se obsesiona con comer solo alimentos que considera "saludables", pero de una manera que no es realmente sana.

Pica

Es la ingestión de cosas que no son alimentos, como tierra o papel.

Hiperfagia

Es comer en exceso, incluso después de haber comido lo suficiente.

Síndrome del comedor selectivo

La persona rechaza muchos tipos de alimentos y, en casos extremos, solo come uno o dos. A menudo se les considera "quisquillosos" con la comida.

¿Qué es un trastorno alimenticio?

Un trastorno alimenticio es una enfermedad causada por la ansiedad y una preocupación excesiva por el peso y el aspecto físico. Esto cambia los hábitos alimentarios normales de una persona.

La comida se convierte en el centro de todos los pensamientos y acciones de la persona. Se sienten muy dependientes de esta idea. Estas conductas pueden ser difíciles de controlar y están influenciadas por la autoestima, presiones familiares o comparaciones con otros.

Además de los síntomas específicos de cada trastorno, las personas suelen aislarse, sentirse muy cansadas, irritables, avergonzadas, culpables y deprimidas.

Factores que influyen en los trastornos alimenticios

No hay una sola causa para los trastornos alimenticios. Son el resultado de una combinación de factores individuales, familiares y sociales. Estos factores hacen que una persona sea más vulnerable a desarrollar un TCA.

Los trastornos alimentarios no solo afectan la forma de comer. Se desarrollan por problemas en cómo una persona se ve a sí misma y cómo se relaciona con el mundo. La falta de nutrientes puede empeorar estos problemas.

Se estima que los trastornos de la conducta alimentaria afectan a entre el 5% y el 10% de la población entre 12 y 25 años. Es una de las enfermedades mentales más peligrosas por sus complicaciones físicas.

A continuación, se detallan los factores que pueden hacer que una persona sea más propensa a un trastorno alimenticio:

Factores personales

Algunos rasgos personales que pueden influir son:

Problemas digestivos

Las personas con enfermedades digestivas, como la celiaquía o la enfermedad de Crohn, tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios. Si los síntomas digestivos no se diagnostican o tratan bien, la persona puede sentir ansiedad y aversión a la comida.

A veces, la anorexia nerviosa aparece antes de que se diagnostique la celiaquía. Por eso, es importante buscar la celiaquía en personas con trastornos alimentarios.

Pubertad temprana

En las niñas, una pubertad temprana puede ser un factor de riesgo. Las presiones de la adolescencia se intensifican con los cambios corporales tempranos, lo que puede generar ansiedad sobre el cuerpo.

Antecedentes de sobrepeso

Haber tenido sobrepeso en la niñez, especialmente en hombres, y haber sufrido burlas, puede influir. Esto puede llevar a dietas sin control o ejercicio excesivo, que pueden terminar en un trastorno alimenticio.

Carácter y personalidad

Ciertos rasgos de carácter pueden predisponer a estos trastornos:

  • No aceptarse a sí mismo.
  • Sentir poco control sobre la propia vida.
  • Dificultad para expresar emociones.
  • Ser muy perfeccionista y autocrítico.
  • Tener baja autoestima.
  • Ser muy sensible a las opiniones de los demás.
  • Evitar situaciones estresantes.

Tendencias depresivas y trastornos de ansiedad

Las personas con tendencias depresivas o trastornos de ansiedad son más propensas a desarrollar TCA. La depresión es común en personas con trastornos alimentarios. Los trastornos de ansiedad, como las fobias o el trastorno obsesivo-compulsivo, a menudo aparecen antes del TCA.

Las personas con anorexia y vigorexia suelen ser obsesivas con el ejercicio, la dieta y la comida.

Elección de aficiones y carreras

Algunas carreras o aficiones, como el atletismo, el modelaje, el físico culturismo o la danza, valoran mucho la delgadez. Esto puede aumentar el riesgo de TCA.

En los atletas, el ejercicio excesivo puede llevar a la anorexia o la vigorexia. A veces, los entrenadores o profesores pueden empeorar el problema al presionar sobre el peso.

Los físico culturistas pueden desarrollar vigorexia debido a la exigencia de mantener un cuerpo musculoso, lo que puede llevar a cambios en la alimentación.

Factores familiares

Los problemas en la familia pueden influir en los trastornos alimenticios. Aunque no hay un tipo de familia específico que los cause, los conflictos familiares pueden volverse más importantes una vez que el trastorno ya ha comenzado.

Antecedentes familiares

Si hay antecedentes de sobrepeso o trastornos alimenticios en la familia, el riesgo es mayor. Las personas con bulimia tienen más probabilidades de tener familiares con sobrepeso.

Valoración de la imagen corporal

Si la familia le da mucha importancia a la comida, el peso y la apariencia física, esto puede predisponer a un TCA. También si los padres presionan mucho a los hijos para que "mantengan la figura".

Prejuicios y valores distorsionados

Los prejuicios sobre el cuerpo y la belleza pueden influir. Si a los niños se les enseña que la delgadez es sinónimo de éxito, esto puede ser un factor de riesgo.

Factores socioculturales

La presión social y de los medios de comunicación sobre la delgadez juega un papel clave. La moda y la publicidad a menudo incitan a adelgazar más que a mantener una buena salud.

El “mito de la belleza”

Desde los años 60, se ha promovido la idea de que ser delgado es saludable. Esto llevó al auge de la industria de las dietas y la obsesión por la delgadez. La delgadez se asocia con belleza, éxito y aceptación social. Muchas personas creen que tener una figura de modelo les dará la felicidad.

La sociedad actual valora mucho la apariencia física, creando una "cultura de la delgadez". Este "mito de la belleza" sugiere que la belleza es objetiva, que ha existido siempre y que está ligada a la salud.

Discriminación y rechazo social

El rechazo social hacia las personas con sobrepeso es un factor importante. A menudo se culpa a la persona obesa por su condición, como si fuera un "vicio". Esta discriminación se ve en la vida diaria, en el trabajo y en la moda.

  • Discriminación en general: Desde pequeños, los niños pueden asociar características negativas con las personas con sobrepeso.
  • Discriminación laboral: Las personas con sobrepeso pueden ser consideradas menos competentes. En el caso de las mujeres, a menudo se les pide "buena presencia" (ser delgadas) para ciertos trabajos.
  • Discriminación y moda: Las casas de moda a menudo no fabrican tallas grandes, lo que refuerza la idea de que la delgadez es el ideal.

Medios de comunicación y manipulación

Los medios de comunicación (prensa, revistas, televisión) difunden la idea de la delgadez como ideal. Esto puede manipular a las personas, haciéndolas creer que deben tener un cuerpo "ideal" decidido por expertos en marketing y diseñadores.

Existe una relación entre las imágenes de delgadez extrema en los medios y el aumento de los trastornos alimenticios. La publicidad y la difusión de modelos muy delgados como estereotipo contribuyen a esto.

Además, existen páginas en internet que promueven la anorexia o la bulimia como un estilo de vida. Estas páginas ofrecen consejos peligrosos sobre cómo ocultar la pérdida de peso o cómo hacer dietas extremas.

Prevención y detección temprana

Para prevenir los trastornos alimenticios, es importante:

  • Enseñar a los niños hábitos saludables de alimentación y ejercicio.
  • Fomentar la autoestima y la aceptación del propio cuerpo, rechazando estereotipos poco saludables.
  • Hablar con los niños sobre sus problemas y supervisarlos.
  • Vigilar a las personas en riesgo.
  • Aprender sobre el metabolismo humano y los hábitos alimenticios correctos.
  • Si hay sobrepeso, ir a un nutricionista; nunca hacer dietas sin supervisión médica.
  • Comer en familia, sin prisas y sin saltarse comidas. No castigar a los niños con la comida.
  • Informarse sobre los trastornos alimenticios y buscar ayuda profesional si aparecen síntomas.

¿Cómo ayudar a alguien con un trastorno alimenticio?

  • Ayudar a la persona a encontrar sus propios valores y metas.
  • Fomentar su autoestima.
  • No negar la situación si aparecen síntomas.
  • Buscar apoyo en grupos, psicólogos o personas de confianza.
  • Informarse sobre tratamientos y buscar ayuda.
  • Expresar claramente la preocupación y el deseo de ayudar.
  • Anotar el comportamiento del paciente.
  • Entender que la persona puede no aceptar el problema al principio.
  • Evitar comentarios sobre su aspecto físico, como "¡estás muy delgado!".
  • No obligar a la persona a comer (a menos que su vida esté en peligro) ni criticar sus actitudes. Hay que tener paciencia.
  • No comparar al enfermo con otros.
  • Intentar que la situación no afecte demasiado la vida familiar.
  • Evitar sentirse culpable o con autocompasión.

Tratamientos

Existen tratamientos efectivos para los trastornos alimenticios. Pueden ser terapias cognitivo-conductuales o sistémicas.

  • Tratamiento psicológico: Busca cambiar los pensamientos negativos y las emociones relacionadas con el peso y la imagen corporal. Ayuda a la persona a sentirse bien consigo misma sin depender de la comida. Puede ser individual, en grupo o con la familia.
  • Tratamiento nutricional: Ofrece consejos sobre hábitos alimentarios saludables y advierte sobre dietas innecesarias o sin control profesional.
  • Tratamiento farmacológico: Se usa en combinación con la terapia psicológica, especialmente en casos de bulimia o trastorno por atracón, o para tratar síntomas como la depresión o la ansiedad.

Objetivos del tratamiento

Los objetivos son:

  • Asegurar la recuperación física del paciente.
  • Controlar los comportamientos de purga, ingesta y ejercicio.
  • Que la persona sea consciente de su trastorno para que siga el tratamiento.
  • Mejorar las relaciones personales, sociales y familiares.
  • Lograr la autonomía y la curación.

La psicoterapia infanto-parental (PIP) busca ayudar a niños con problemas emocionales o alimentarios, y mejorar la relación entre padres e hijos. Se ha visto que es eficaz para mejorar el vínculo afectivo entre bebés y madres en situaciones difíciles.

|

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Eating disorder Facts for Kids

kids search engine
Trastornos de la conducta alimentaria para Niños. Enciclopedia Kiddle.