Tercer bloqueo del Callao para niños
Datos para niños Tercer bloqueo del Callao |
||||
---|---|---|---|---|
Parte de Campaña de Thomas Cochrane | ||||
![]() La escuadra chilena del almirante Thomas Cochrane bloqueando por tercera vez el puerto del Callao.
|
||||
Fecha | 30 de octubre de 1820 a 19 de septiembre de 1821 | |||
Lugar | Puerto del Callao, ![]() |
|||
Resultado | Victoria independentista. | |||
Beligerantes | ||||
|
||||
Comandantes | ||||
|
||||
Fuerzas en combate | ||||
|
||||
Bajas | ||||
|
||||
El Tercer bloqueo del Callao fue una importante operación naval durante la Independencia del Perú. Consistió en que la escuadra chilena, liderada por el almirante Thomas Cochrane, impidiera que los barcos entraran o salieran del puerto del Callao. Su objetivo era capturar o destruir los últimos barcos de guerra españoles y lograr que el Callao se rindiera.
Contenido
Antecedentes del Bloqueo del Callao
El 21 de agosto de 1820, la Expedición Libertadora del Perú zarpó de Valparaíso. Esta expedición, bajo la bandera del Ejército Unido Libertador de Chile, llevaba un ejército de 4.118 soldados. El 7 de septiembre, la Expedición Libertadora llegó a las playas de Paracas, en la bahía de Pisco, Perú. Al día siguiente, el 8 de septiembre de 1820, desembarcaron y ocuparon Pisco.
El 15 de septiembre de 1820, el virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela, anunció la restauración de la Constitución de Cádiz de 1812. Luego, le envió una carta a José de San Martín ofreciéndole negociar. San Martín aceptó, y desde el 25 de septiembre, los líderes independentistas (patriotas) y los realistas (leales a España) se reunieron en las Conferencias de Miraflores. Estas reuniones terminaron el 4 de octubre sin llegar a ningún acuerdo.
Después de esto, el general José de San Martín comenzó las primeras acciones militares en tierra. Mientras tanto, Thomas Cochrane, al mando de la escuadra naval, inició operaciones en el mar. Su plan era bloquear las costas peruanas, especialmente el puerto del Callao.
¿Qué barcos participaron en el bloqueo?
El objetivo principal de Cochrane era destruir los barcos de guerra españoles. Estos incluían:
- Las fragatas Esmeralda (44 cañones), Prueba (50 cañones) y Venganza (44 cañones).
- La corbeta Sebastiana (34 cañones).
- Los bergantines Pezuela, Guerrero y Maipú (18 cañones cada uno).
- El pailebot Aranzazù (8 cañones).
También había barcos mercantes armados para la guerra y 26 lanchas cañoneras.
Por su parte, el almirante Thomas Cochrane contaba con 8 barcos de guerra:
- El navío San Martín (64 cañones).
- Las fragatas O'Higgins y Lautaro (50 cañones cada una).
- La corbeta Independencia (28 cañones).
- Los bergantines Galvarino (18 cañones), Araucano (16 cañones) y Pueyrredón (16 cañones).
- La goleta Moctezuma (8 cañones).
Cochrane comenzó el bloqueo del Callao con las fragatas O'Higgins y Lautaro, y la corbeta Independencia. Las fragatas Prueba y Venganza no estaban en el Callao al inicio del bloqueo.
Acciones durante el Bloqueo del Callao
Primera fase: La captura de la Esmeralda
El 30 de octubre de 1820, Thomas Cochrane se quedó bloqueando el Callao con tres de sus barcos. El resto de la flota escoltaba a los barcos de transporte hacia Ancón.
Cochrane intentó que la flota española saliera a combatir, pero como se negaban y se quedaban dentro del puerto, ideó un plan audaz. Decidió atacar directamente el puerto para capturar los barcos españoles, especialmente la fragata Esmeralda, que era el barco principal de los españoles.
Esta operación era muy arriesgada. Los españoles habían reforzado las defensas del puerto con 300 cañones en la costa. La Esmeralda estaba llena de marineros y oficiales experimentados, y estaba protegida por cadenas, barcos armados y 27 lanchas cañoneras.
A pesar de todo, Cochrane, con 160 marineros y 80 infantes de marina en 14 botes, entró al puerto la noche del 5 de noviembre. Logró capturar dos cañoneras y asaltó la fragata Esmeralda, tomándola después de una valiente defensa. Intentaron abordar otros barcos, pero el intenso fuego de las baterías del Callao lo impidió. Al amanecer, Cochrane salió del puerto, engañando a las defensas con luces que parecían de barcos neutrales.
La pérdida de la Esmeralda fue un golpe duro para los españoles, tanto en barcos como en moral. La Esmeralda fue renombrada Valdivia y se unió a la armada chilena.
Las fragatas O'Higgins y Valdivia continuaron el bloqueo. El 10 de noviembre, el pailebot Aranzazù logró escapar del bloqueo para avisar a las fragatas Prueba y Venganza que se alejaran de las costas peruanas. Poco después, las fragatas O'Higgins y Valdivia tuvieron que dejar el bloqueo para escoltar barcos patriotas hacia Huacho.
Segunda fase: Reanudación y desafíos

El 15 de noviembre, el bloqueo se reanudó para cortar los suministros a la capital. Esto causó mucha preocupación al gobierno del virrey Joaquín de la Pezuela.
Cochrane intentó varias veces que los barcos españoles salieran de la protección de las baterías, incluso dejando la Valdivia en posiciones que parecían vulnerables. El 2 de diciembre, las cañoneras españolas salieron para intentar recuperar la Valdivia, pero se retiraron rápidamente al ver que la O'Higgins se acercaba, perdiendo algunas lanchas.
A mediados de diciembre, Cochrane dejó el Callao para buscar las fragatas Prueba y Venganza cerca de Arica. Dejó el navío San Martín y la corbeta Independencia bloqueando el Callao. Después de buscar sin éxito, Cochrane regresó al Callao.
En 1821, el bloqueo continuó. El 8 de enero, el pailebot Aranzazù, que venía de Panamá, fue capturado en el Callao por el bergantín Araucano. Días después, el 14 de enero, la lancha cañonera La Valparaíso fue atacada en Ancón por 9 lanchas realistas. El oficial al mando, Barragán, logró destruir su lancha para evitar que fuera capturada.
Durante estas acciones, los realistas tuvieron problemas internos debido a la ineficacia de sus defensas, enfermedades y el bloqueo. Esto llevó a que el 29 de enero de 1821, el virrey Pezuela fuera reemplazado por el general José de la Serna. Para justificar estos cambios en España, el bergantín Maipú logró escapar del bloqueo aprovechando la niebla. Sin embargo, este bergantín fue capturado cerca de Brasil por la fragata argentina Heroína.
Los patriotas también tuvieron problemas internos. Surgieron conflictos entre el almirante Thomas Cochrane y el general José de San Martín. Cochrane criticaba la inactividad militar de San Martín, y los marinos de la escuadra exigían sus salarios, ya que estaban en malas condiciones.
A pesar de los problemas, Cochrane convenció a San Martín de hacer una expedición al sur del Perú con 600 soldados. El 13 de marzo de 1821, Cochrane zarpó del Callao con tres barcos, dejando el resto de la escuadra bloqueando el puerto.
El 2 de abril, Cochrane regresó al Callao para un nuevo ataque. El 6 de abril, atacó los barcos enemigos bajo las baterías, usando cohetes Congreve que causaron daños. Después de esta demostración, regresó a Pisco para apoyar la expedición de Miller.
El 2 de julio, Cochrane volvió con el resto de la escuadra al Callao debido a un acuerdo de paz temporal entre San Martín y el virrey La Serna. También se consideraba la posibilidad de que La Serna abandonara Lima.
El 6 de julio, el virrey abandonó Lima y se retiró al interior del país. El 7 de julio, las primeras fuerzas patriotas entraron en Lima. Sin embargo, las fortalezas del Callao seguían en manos españolas. Su guarnición (los soldados que las defendían) se había reforzado con tropas que habían salido de Lima.
Como los fuertes del Callao seguían bajo control enemigo, Cochrane se preparó para atacarlos y destruir los barcos que estaban allí. Sabiendo esto, el 11 de julio, la guarnición española hundió la corbeta Sebastiana para que no fuera capturada. Al día siguiente, llegaron más barcos chilenos, y la escuadra se reunió por completo.
El 12 de julio de 1821, San Martín y el ejército entraron oficialmente en Lima. Al día siguiente, comenzó el cerco terrestre a la plaza del Callao, apoyado por el bloqueo naval de Thomas Cochrane.
El virrey había dejado una guarnición de 2.000 hombres para defender los castillos, al mando del mariscal José de La Mar. El 13 de julio, San Martín le pidió a La Mar que entregara la plaza, pero este se negó. Así comenzaron las acciones militares.
Mientras el ejército bombardeaba el Callao, Cochrane mantenía el bloqueo marítimo. Esto impedía la llegada de suministros al puerto y desanimaba a los defensores. Hubo frecuentes tiroteos entre la guarnición, los barcos y las tropas patriotas.
El 24 de julio, se recibieron en la plaza proclamas de independencia de San Martín, buscando que la guarnición realista se uniera a la causa patriota. Como esto no funcionó, Cochrane planeó un nuevo ataque.
Ese mismo día, Cochrane ordenó al capitán Thomas Crosby que fuera al Callao con botes para capturar todos los barcos enemigos que pudiera. Crosby ejecutó la orden el 25 de julio.
Por la noche, Crosby entró con ocho botes por una abertura en la barrera de madera y cadenas que protegía el puerto. Los fuertes abrieron fuego, y los barcos mercantes armados intentaron escapar. En medio de la confusión, los tripulantes de los botes abordaron los barcos españoles.
Después de un ataque feroz, Crosby se retiró al amanecer, llevándose las fragatas mercantes armadas Milagro y San Fernando, y la fragata de guerra Resolución. También capturó varias lanchas cañoneras y botes, e incendió dos barcos más que no pudo llevarse. Solo los bergantines Guerrero y Pezuela lograron salvarse.
Durante este tiempo, el descontento entre los marinos chilenos creció debido a la falta de pago. Además, el recién nombrado Protector del Perú, general José de San Martín, quería que la escuadra pasara a ser parte de Perú, y solo entonces pagaría los salarios. Esto causó muchos problemas y discusiones entre Thomas Cochrane y San Martín. Sin embargo, como los fuertes del Callao seguían en manos españolas, San Martín prometió que se pagarían los saldos a la escuadra.
Mientras tanto, el virrey La Serna, desde su cuartel en la sierra, planeó un ataque a Lima. El general José de Canterac, al mando de 3100 soldados, llegó cerca de la capital el 8 de septiembre. San Martín, con un ejército más grande, decidió no atacar, lo que fue criticado por Cochrane y otros oficiales.
Con la retirada de las fuerzas de Canterac, la fortaleza del Callao, ya sin provisiones, se rindió el 19 de septiembre de 1821. Con esto, los últimos barcos de guerra españoles en el puerto, los bergantines Guerrero y Pezuela, cayeron en manos patriotas.
Consecuencias del Bloqueo
La caída del puerto del Callao significó el fin de la presencia española en la costa y en el mar. Los realistas quedaron encerrados en el interior del Perú, donde tuvieron que reorganizar sus fuerzas. Estos eventos fortalecieron el protectorado de San Martín en Perú.
Los barcos españoles en el Callao fueron neutralizados. Solo quedaron en el mar las fragatas Prueba y Venganza, que se dirigieron a las costas de México al ver la fuerza de la escuadra chilena. De este modo, el mar del Perú quedó bajo control patriota.
Por otro lado, la relación entre Thomas Cochrane y San Martín empeoró. Debido a la falta de pago a la escuadra y a los intentos de San Martín de que la escuadra pasara a ser de Perú, Cochrane, viendo que no había solución y que se acercaba un descontento entre los marinos, tomó dinero público que San Martín había depositado en un barco en el puerto de Ancón.
Cochrane solo tomó el dinero necesario para pagar a los marinos y evitar un descontento, dejando el resto intacto. Pero San Martín, molesto, ordenó que la escuadra se retirara de las costas del Perú sin permitirles suministros. Sin poder quedarse en Perú, Cochrane se fue para perseguir a los últimos barcos de guerra españoles. El general San Martín, sin la escuadra chilena, organizó el 8 de octubre de 1821 la Marina de Guerra del Perú, usando barcos capturados y comprados, para mantener la seguridad de las costas peruanas.