Ramón Matías Mella para niños
Datos para niños Matias Mella |
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![]() Ramón Matías Mella
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Información personal | ||
Nombre completo | Matias Ramon Mella Castillo | |
Nacimiento | 25 de febrero de 1816![]() |
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Fallecimiento | 4 de junio de 1864![]() |
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Nacionalidad | Dominicana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y militar | |
Años activo | 1838-1864 | |
Cargos ocupados | ||
Lealtad | Los Trinitarios, Causa Dominicana | |
Mandos | Tropas Restauradoras | |
Rango militar | General | |
Conflictos | Guerra de la Independencia Dominicana, Guerra de la Restauración | |
Distinciones | Padre de la Patria, Coronel del Ejército Dominicano, Héroe de la patria | |
Ramón Matías Mella Castillo (nacido en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816 y fallecido en Santiago de los Caballeros el 4 de junio de 1864) fue un importante militar y político dominicano. Es reconocido como uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana, junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.
Aunque a veces se le llama Matías Ramón Mella, sus documentos oficiales indican que su nombre era Ramón Matías Mella. No se sabe por qué se cambió el orden de sus nombres en algunos textos históricos.
Como parte del movimiento que buscaba la independencia, Mella fue una figura clave. Es famoso por haber disparado su trabuco la noche del 27 de febrero de 1844 en la Puerta de la Misericordia. Este disparo marcó el inicio de la revuelta por la independencia. De los fundadores de la República, Mella era el más hábil en asuntos militares. Su talento como estratega fue muy importante para lograr la independencia dominicana, poniendo fin a la ocupación haitiana. Más tarde, se unió al movimiento que buscaba restaurar la independencia contra la anexión a España, que fue impulsada por Pedro Santana en 1861.
Contenido
La vida de Ramón Matías Mella
Ramón Matías Mella Castillo nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo. Sus padres fueron Antonio Mella Álvarez y Francisca Javier Castillo Álvarez. Ambos tenían raíces principalmente españolas. Nació durante un período conocido como la España Boba. Tenía dos hermanos, Idelfonso y Manuela. En su árbol familiar se encuentran figuras importantes de la historia colonial de América. Entre sus antepasados están el conquistador Rodrigo de Bastidas y Gonzalo Fernández de Oviedo, el primer cronista de América.
Desde joven, se decía que Mella tenía un gran talento para manejar la espada. En su adolescencia, era conocido por ser valiente y atrevido. Se dedicó a trabajos productivos para su comunidad en sus primeros años.
Primeros años y actividades
En 1835, durante la ocupación haitiana, fue nombrado "Preposé" o encargado de la comunidad de San Cristóbal. Allí se dedicó a cortar madera para varios negocios. Compartió esta actividad con el futuro general Antonio Duvergé. Duvergé notó la habilidad de Mella con la espada. Esta habilidad, junto con su oposición al gobierno haitiano, creó una amistad entre ellos. Esta amistad sería muy importante en los años siguientes.
Sus años trabajando en el comercio de madera le permitieron conocer a muchas personas de diferentes grupos sociales. Esto le ayudó a entender cómo funcionaba la sociedad.
En 1836, Mella, con 20 años, se casó con Josefa Brea. Ella venía de una familia con buena posición económica. Tuvieron cuatro hijos: Ramón María, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso. Antonio Nicanor fue el padre de Julio Antonio Mella, un conocido activista cubano. Un documento legal mostró que el matrimonio no tenía muchas propiedades de ambos lados. Se cree que algunos de los bienes que Mella obtuvo durante su matrimonio fueron parte de una herencia de su padre.
¿Por qué hay confusión con su nombre?
En su acta de bautismo, matrimonio y testamento, así como en documentos oficiales, se registra que su nombre era Ramón Mella Castillo. No hay pruebas históricas que demuestren que su nombre fuera Matías Ramón Mella, excepto por algunos documentos que firmó como M.R. Mella o M. Ramón Mella.
En las cartas que compartió con sus amigos y colaboradores de la causa independentista, nunca se refirieron a él como Matías. De hecho, tampoco mencionaban su segundo nombre. Por eso, no se sabe cómo ni por qué, en algunos libros de historia, se han cambiado sus primeros nombres, lo que ha causado esta confusión.
Mella como líder revolucionario
Primeros pasos con Juan Pablo Duarte
Alrededor de 1838, Mella conoció a Juan Pablo Duarte, el líder revolucionario. Duarte estaba buscando nuevos miembros para La Trinitaria. Esta era una organización secreta que quería crear una nación independiente para liberar a los dominicanos del gobierno haitiano. Mella aceptó unirse con entusiasmo. También conoció a otros miembros como José María Serra de Castro, Félix María Ruiz y Francisco del Rosario Sánchez. Mella y Sánchez tendrían un papel muy importante en la historia dominicana.
Duarte vio en Mella a un hombre con gran disciplina y liderazgo. Pensó que estas cualidades eran perfectas para una misión importante. Mella fue enviado a la ciudad haitiana de Los Cayos. Su misión era buscar aliados para un movimiento de reforma que buscaba derrocar al gobierno haitiano. Allí, Mella se quedó en la casa de Jérôme-Maximilien Borgella, un general haitiano. En ese momento, el apoyo al gobierno haitiano estaba disminuyendo debido a los altos impuestos. Estos impuestos no beneficiaban a la gente, sino a Francia.
En 1843, la isla estaba muy frustrada con el gobierno haitiano. También hubo un terremoto un año antes y la respuesta del gobierno fue muy lenta. Por eso, se estaban formando grupos para derrocar al gobierno. Duarte pensó que esta situación podría ser una ventaja.
Mella se puso en contacto con el líder opositor haitiano Charles Hérard. Hérard lideraba el movimiento reformista. Él no sabía los verdaderos planes de los dominicanos. Juntos, lograron derrocar al gobierno haitiano en 1843.
Mella dejó Los Cayos y se fue al Cibao Central para seguir promoviendo su idea de una república. Sin embargo, Hérard, que ahora era el presidente de Haití, se enteró de los verdaderos planes de Mella y sus compañeros. Viajó a la parte oriental de la isla para arrestar a los conspiradores. Mella fue encerrado en Puerto Príncipe por dos meses. Pero en esa misma ciudad, hubo una rebelión contra Hérard. Hérard solo pudo controlarla con la ayuda de Mella y otros prisioneros que liberó. Con sus planes revolucionarios ya conocidos por los haitianos, algunos de sus seguidores sintieron que estaban en peligro. Mella respondió de inmediato gritando:
"No hay tiempo para volver atrás, tendremos que ser libres o morir… ¡Viva República Dominicana!"
Aprovechando el momento, Mella y sus seguidores marcharon hacia Santo Domingo. Capturaron la parte este de la isla, lideraron el ataque al Fuerte San Gil y declararon formalmente su independencia de Haití. Así se proclamó la República Dominicana en febrero de 1844.
La Primera República (1844-1861)
Se cuenta que la noche del 27 de febrero de 1844, mientras se reunía con otros patriotas en la Puerta de la Misericordia, Ramón Matías Mella disparó un tiro. Este disparo puso fin a la duda que amenazaba con hacer fracasar el plan. Disparó su trabuco y los patriotas marcharon hacia el baluarte de San Genaro (hoy Puerta Conde). Allí, otro patriota, Francisco del Rosario Sánchez, proclamó al mundo el nacimiento de la República Dominicana. Mella fue Ministro de Hacienda de la República Dominicana de 1849 a 1850.
Después de la proclamación de la Primera República, Mella participó en la Junta de Gobierno Central, con Sánchez como presidente. Por esa misma época, Mella fue al Cibao para reclutar al francés José María Imbert como segundo al mando del recién creado Ejército Nacional. Mella también fue gobernador de Santiago y representante de la Junta de Gobierno Central, actuando como jefe político y general del ejército.
En ese momento, Mella recibió noticias de Cabo Haitiano de que el nuevo presidente haitiano, Jean-Louis Pierrot, no aceptaba la independencia de República Dominicana y se acercaba a Santiago. Con esta noticia, Mella viajó por la región para advertir a sus compañeros y reclutar más soldados. Antes, dio instrucciones a Imbert, quien ahora estaba a cargo de combatir el ataque. Esto fue un éxito, ya que las fuerzas de Imbert lograron repeler el ataque y expulsar al ejército haitiano en la Batalla de Santiago.
Los eventos cambiaron después de la victoria en la Batalla de Azua. Una vez establecida la independencia de República Dominicana, Mella votó para elegir a Duarte como presidente de la Junta Central de Gobierno. Esto se hizo para evitar otra anexión por parte de alguna potencia extranjera. Aunque habían logrado expulsar a los haitianos, muchos en el país sentían que la nueva nación no podría sobrevivir sin ser anexada a una potencia colonial. Esto causó una división entre los trinitarios (que querían la independencia) y los que querían la anexión. Esto llevó a discusiones públicas, que a veces empeoraron.
Por ejemplo, Tomás Bobadilla, el presidente conservador de la Junta Central de Gobierno, intentó anexar la República Dominicana a Francia. Pero fue derrocado en un golpe de estado liderado por Sánchez y Mella. En respuesta, el general Pedro Santana inició otro golpe de estado y envió a Duarte, Mella y Sánchez al exilio. Estos enfrentamientos continuaron, lo que llevó a que más trinitarios fueran expulsados del país. Incluso muchos patriotas murieron, como María Trinidad Sánchez, tía de Francisco del Rosario Sánchez, y también su compañero Antonio Duvergé. La muerte de sus compañeros hizo que Mella sintiera mucha tristeza por el resto de su vida.
Finalmente, en 1848, Mella y Sánchez recibieron una amnistía del presidente Manuel Jimenes para regresar al país. A su regreso, ocupó muchos cargos importantes. Por ejemplo, se reincorporó al ejército y participó en la Batalla de Las Carreras durante una nueva invasión haitiana, logrando la victoria. Más tarde, fue secretario de Santana. Además, fue nombrado Comandante de Armas, Gobernador, e incluso fue enviado a España para gestionar el reconocimiento de la República. En julio de 1856, se le encargó redactar un proyecto de ley para organizar el ejército, mostrando de nuevo sus habilidades militares.
Durante este tiempo, la nación enfrentó problemas políticos y económicos. Buenaventura Báez, el nuevo presidente, no logró un acuerdo con Santana y gobernó el país con corrupción. Gastó el dinero del país para su propio beneficio y propuso que el país se uniera a los Estados Unidos. Santana, por su parte, gobernó el país como una dictadura militar. Finalmente, derrocó a Báez y lo envió al exilio. De 1849 a 1861, Santana siguió proponiendo la anexión del país a España, algo que Mella rechazó por completo.
Las constantes invasiones haitianas también afectaron la economía del país. Haití había intentado varias veces reconquistar la República Dominicana, pero cada intento fue frustrado por los dominicanos. Estos intentos se hicieron más fuertes cuando el nuevo líder de Haití, Faustin Soulouque, que se había declarado emperador, hizo intentos más desesperados por controlar la isla. De 1849 a 1856, Soulouque hizo muchos intentos de reconquistar la República Dominicana. En una ocasión, Soulouque, al frente de un ejército de 30.000 hombres, marchó hacia el este de la isla para restablecer el dominio haitiano. Sus esfuerzos fracasaron, su ejército se retiró con grandes pérdidas y Soulouque estuvo a punto de ser capturado por el ejército dominicano. Su apoyo disminuyó con los años, especialmente entre las mujeres haitianas, que temían perder a sus hijos, hermanos y esposos en estas invasiones fallidas. Más tarde fue derrocado en un golpe de estado, liderado por su ex general Fabre Geffrard, en 1859, y enviado al exilio en la colonia británica de Jamaica.
Últimos años y fallecimiento
A pesar de haber logrado la independencia, la nación seguía en crisis. Después de la guerra, Santana heredó un gobierno sin dinero y a punto de colapsar. La mala administración y los problemas del gobierno anterior habían agotado el dinero del país. Ante la crisis económica y el miedo a otra invasión de Haití, Santana buscó protección en una potencia extranjera. Finalmente, en 1861, llegó a un acuerdo con la reina Isabel II de España. A cambio de honores y ayuda militar y económica, Santana aceptó devolver la República Dominicana a su estado colonial. España, que estaba perdiendo el control de la mayoría de sus antiguas colonias, aprovechó esta oportunidad para recuperar el control en América Latina. Estados Unidos, ocupado con su Guerra Civil, no pudo intervenir.
Esta decisión causó un gran descontento entre la gente. Mella, por supuesto, no aceptó esto. Junto con sus compañeros patriotas, prometió oponerse totalmente a la anexión. Duarte salió de Venezuela y se unió a sus compañeros en la lucha por la independencia. Sánchez, con el apoyo del presidente haitiano Fabre Geffrard, lideró una invasión desde Haití hasta que fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861. Mella, aunque estaba enfermo de disentería, no dudó y se unió a la causa. Recorrió muchas zonas del sur, reuniendo tropas para el general Pedro Florentino. Por sus contribuciones, fue nombrado Ministro de Guerra. Su primer acto en este cargo fue crear un manual de guerra para los soldados en enero de 1864.
En el momento del Grito de Capotillo (16 de agosto de 1863), Mella ya estaba muy enfermo. Se desempeñaba como Vicepresidente de la República Dominicana en el gobierno de la Restauración. Continuaría en este cargo hasta el final de su vida. Antes de morir, Mella pidió a sus seguidores que el día de su muerte sus restos fueran envueltos en la bandera dominicana. Mella vivió sus últimos años en Santiago, y siguió cumpliendo con sus deberes.
La última visita de Duarte
El 7 de marzo, Mella recibió la visita de Duarte en su casa. Duarte aprovechó esta oportunidad para saludar a su compañero enfermo por última vez. El héroe Manuel Rodríguez Objío describió la visita de Juan Pablo Duarte a Mella con estas palabras: "Visitó el 7 de marzo al ilustre Mella, soldado de dos grandes eras, que estaba postrado en su lecho de muerte en una casa pequeña de madera, una de esas improvisadas tras el incendio y ubicada cerca del Fuerte San Luis. Duarte lo abrazó allí, luego de 20 años de separación, no sin dejar de manifestar su indignación por la extrema pobreza en que se encontraba aquel hombre que llegó a ser un gran líder militar, con categoría de patriota y héroe nacional. Mella le dijo a Duarte que ante la imposibilidad de vivir para ver a su patria libre de huestes extranjeras, quería ser enterrado en una fosa envuelto en la bandera nacional a modo de sudario. Este pedido conmovió a Duarte quien no pudo evitar derramar algunas lágrimas mientras le daba el último abrazo." El 4 de junio de 1864, justo un año antes del final de la guerra, Mella, el querido Padre de la Patria y honorable revolucionario, falleció en su pequeña casa cerca de la Fortaleza de San Luis. Tenía 48 años. Lo acompañaban su esposa, Josefa, familiares y algunos vecinos. De acuerdo con sus últimos deseos, su cuerpo fue envuelto en la bandera dominicana y enterrado como él quería.
El legado de Mella
Mella, un hombre con gran talento militar, logró ser una de las figuras más importantes en la historia de la República Dominicana. De los Padres de la Patria, Mella representó la acción y la decisión, siendo el más adecuado para las actividades políticas de su tiempo. Fue un hombre de respeto y dignidad. Su lealtad a sus compañeros y a la nación fue una fuerza que lo impulsó. Desde que se unió a los Trinitarios, a pesar de las batallas con Haití, los conflictos internos y la guerra de restauración contra España, Mella se mantuvo fiel a su palabra. Incluso durante el período difícil entre la Guerra de Independencia Dominicana y la ocupación española, su visión y deseo de una República Dominicana independiente lo acompañaron hasta el final. Antes de su muerte, durante la ocupación de España, se dice que Mella exclamó: "Todavía hay una patria, viva la República Dominicana" Además, Mella recibió muchos honores por su papel como revolucionario:
- Está sepultado en un hermoso mausoleo, el Altar de la Patria, en la Puerta del Conde, junto a Duarte y Sánchez.
- En la provincia de Independencia, la ciudad de Mella lleva su nombre en su honor.
- Muchas calles de la República Dominicana llevan su nombre.
- En la ciudad de Santo Domingo se han construido muchas estatuas en su honor.
- Mella aparece en el billete y la moneda de 10 pesos dominicanos; también aparece en el billete de 100 pesos dominicanos junto a Duarte y Sánchez.
- Un himno dominicano está dedicado a su legado.
Véase también
En inglés: Matías Ramón Mella Facts for Kids