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Lectura para niños

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La lectura es la forma en que una persona, llamada lector o lectora, entiende el significado de la información o ideas que están guardadas en algún lugar, como un libro o una pantalla. Esta información se transmite usando un código, que casi siempre es un lenguaje (como el español o el inglés), pero también puede ser visual (como dibujos) o táctil (como el sistema braille).

La lectura nos ayuda a obtener información, aprender cosas nuevas, analizar ideas y comprender mejor el mundo. Es una de las habilidades más importantes que tenemos para descifrar letras, símbolos o cualquier otro sistema de comunicación.

Archivo:Enrique Simonet - Canónigo leyendo - 1889
Canónigo leyendo (1889), de Enrique Simonet.

Como dijo François Texier, "La lectura es un acto de formación cotidiano", lo que significa que leer nos ayuda a crecer y aprender cada día.

El sociólogo Max Weber explicó que leer puede significar varias cosas:

  • Saber pronunciar las palabras escritas.
  • Saber identificar las palabras y entender lo que cada una significa.
  • Saber extraer y comprender el mensaje completo de un texto.

¿Cómo funciona la lectura en nuestro cuerpo y mente?

Para entender cómo leemos, podemos verla desde diferentes puntos de vista:

La lectura y nuestro cuerpo

La fisiología nos ayuda a entender cómo nuestro cuerpo, especialmente nuestros ojos, nos permite leer. Estudia cómo funcionan nuestros ojos, qué tanto podemos ver y cómo fijamos la vista en las palabras.

La lectura y nuestra mente

La psicología nos explica los procesos mentales que ocurren cuando leemos. Esto incluye cómo nuestro cerebro descifra las letras, símbolos e imágenes, y cómo asocia lo que vemos con el significado de las palabras. Un científico llamado Emile Javal fue uno de los primeros en estudiar estos procesos a finales del siglo XIX.

La lectura y el aprendizaje

La pedagogía clínica se enfoca en cómo se enseña y se aprende a leer y escribir. También estudia las dificultades específicas que algunas personas pueden tener al leer y las habilidades necesarias para leer de forma efectiva.

El proceso de la lectura en el cerebro

Archivo:Reading girl by Repin
Muchacha leyendo (1876), de Ilya Repin.

La lectura es un proceso muy complejo que ha sido estudiado por las neurociencias, especialmente por la psicología cognitiva. Esta ciencia combina conocimientos del cerebro y de la mente para entender qué pasa en nuestro cerebro cuando leemos.

El proceso de lectura comienza cuando nuestros sentidos reciben un estímulo externo, como cuando miramos un texto escrito. Nuestros ojos, que son órganos que perciben la luz, envían señales a nuestro cerebro a través de los nervios ópticos. En el cerebro, estas señales llegan a una parte llamada lóbulo occipital, que las interpreta como símbolos. Luego, el cerebro descifra esos símbolos, los identifica y les da un significado.

Es importante saber que los órganos de los sentidos solo captan el estímulo. El significado se lo da el cerebro. Por eso, ya sea que leamos con los ojos, con las manos (como en braille) o escuchemos una historia, las mismas zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje y la imaginación se activan, evocando imágenes, ideas y sentimientos.

Aunque la lectura se activa principalmente en el lóbulo temporal (la zona del cerebro relacionada con el lenguaje), también hay mucha actividad en la corteza visual (en el lóbulo occipital), que no solo procesa lo que vemos, sino que también crea imágenes mentales. Muchas otras partes del cerebro también participan, lo que demuestra lo compleja que es la lectura.

Cuando leemos con los ojos, estos hacen movimientos rápidos llamados «movimientos sacádicos». Estos movimientos nos ayudan a obtener una imagen completa de lo que leemos, ya que nuestra visión central es limitada. Una persona sin problemas de visión o inteligencia tarda, en promedio, entre 200 y 300 milisegundos en fijar su atención en cada palabra y unos 69 milisegundos en saltar entre ellas.

El primer científico en identificar las bases neurológicas de la lectura y sus dificultades (como la alexia y la dislexia) fue el francés Joseph Dejerine. Él descubrió que estas dificultades estaban relacionadas con lesiones en una parte específica del hemisferio izquierdo del cerebro.

Tipos de lectura especiales

Leer escrituras diferentes a las de los idiomas occidentales, o sistemas especiales como el braille o la notación musical, es muy distinto a la lectura convencional.

Dirección de la lectura

Nuestros ojos y todo nuestro sistema de percepción se adaptan a la dirección en que se lee un texto. Por ejemplo, en el chino tradicional, que se lee de derecha a izquierda y de arriba abajo, los movimientos de los ojos cambian su dirección, y también lo hace la forma en que identificamos las palabras.

Caracteres especiales

Algunas escrituras no usan un alfabeto, sino caracteres especiales. Por ejemplo, en la escritura china, cada carácter representa una sílaba y tiene un significado propio. Aunque la forma de los caracteres es muy diferente a la de las letras occidentales, los principios básicos de la lectura, como la subvocalización (leer en voz baja para uno mismo) y las regresiones (volver a leer algo), son muy parecidos.

Braille

Archivo:Braille music
Música en Braille

El braille es un sistema de escritura táctil que usan las personas ciegas. Se lee con las manos, tocando puntos en relieve, en lugar de con los ojos. La lectura en braille es más lenta y se hace de forma más secuencial que la lectura visual.

Archivo:Clair de lune Debussy
Fragmento del Claro de Luna, de Claude Debussy (1890).

Notación musical

La Notación musical es el sistema para escribir música. Aunque se pueden cantar las notas, no se puede "vocalizar" la escritura musical directamente, sobre todo si hay varios sonidos a la vez (acordes). Generalmente, quien lee música no convierte las notas en palabras, sino en movimientos del cuerpo. Los movimientos de los ojos se adaptan al contenido: si hay una melodía, los ojos se mueven más horizontalmente; si hay armonía, se mueven más verticalmente.

Fórmulas matemáticas

La lectura de fórmulas matemáticas puede variar de una persona a otra. Aunque suelen leerse de izquierda a derecha, hay casos especiales, como las fracciones o las matrices. Leer fórmulas matemáticas es más abstracto que leer otros tipos de escritura: se pueden pronunciar, pero eso no siempre ayuda a entender su significado.

Fórmulas químicas

Leer fórmulas químicas requiere conocer las reglas de formulación química. Por ejemplo, la fórmula H2SO4 puede leerse de varias maneras, todas aceptadas por la IUPAC (la organización que establece las reglas de la química):

  • Ácido sulfúrico.
  • Ácido tetraoxosulfúrico (VI).
  • Tetraoxosulfato (VI) de hidrógeno.
  • Dihidróxidodióxidoazufre.
  • Dihidrogeno(tetraoxidosulfato).

Técnicas de lectura

Existen diferentes técnicas de lectura que nos permiten adaptar cómo leemos según lo que queremos lograr. Los dos objetivos más comunes al leer son leer lo más rápido posible o comprender el texto al máximo. Generalmente, estos objetivos son opuestos, y hay que encontrar un equilibrio.

Técnicas tradicionales

Entre las técnicas tradicionales, que buscan maximizar la comprensión, están la lectura secuencial, la lectura intensiva y la lectura puntual.

Archivo:Austria - Heiligenkreuz Abbey - 1707
Leyendo en la Abadía

Lectura secuencial

Es la forma más común de leer. El lector lee el texto desde el principio hasta el final, a su propio ritmo, sin saltarse partes ni repetirlas.

Lectura intensiva

El objetivo de la lectura intensiva es entender el texto por completo y analizar lo que el autor quiso decir. No es un cambio de técnica, sino de actitud: el lector analiza el contenido, el lenguaje y los argumentos del autor de forma neutral, sin identificarse con el texto o sus personajes.

Lectura puntual

Al usar la lectura puntual, el lector solo lee las partes del texto que le interesan. Esta técnica es útil para obtener mucha información en poco tiempo. También se usaba para leer obras completas hasta memorizarlas.

Técnicas para leer más rápido

Velocidad de la lectura

La velocidad normal de lectura depende de lo que queramos lograr y se mide en palabras por minuto (ppm):

  • Para memorizar: menos de 100 ppm.
  • Para aprender: 100-200 ppm.
  • Para comprender: 200-400 ppm.
  • Lectura veloz: 400-700 ppm.
    • Informativa: 500-800 ppm.

La lectura de comprensión es la más importante para la mayoría de las personas en su día a día. La lectura veloz es útil para revisar grandes cantidades de texto de forma superficial, pero no para una comprensión profunda. Es importante ser flexible y ajustar la velocidad: leer más despacio si el material es nuevo o tiene muchos conceptos, y más rápido si es familiar.

Entre las técnicas que buscan aumentar la velocidad de lectura están la lectura diagonal, el escaneo, SpeedReading y PhotoReading.

Lectura diagonal

En la lectura diagonal, el lector solo lee las partes clave de un texto, como títulos, la primera frase de cada párrafo, palabras en negrita o cursiva, resúmenes, conclusiones y términos importantes (como fórmulas o listas). Se llama diagonal porque la vista se mueve rápidamente de la esquina superior izquierda a la inferior derecha. Así se lee muy rápido, pero se pierden detalles y el estilo del autor. Esta técnica es muy usada al leer páginas web.

Escaneo

El escaneo es una técnica para buscar palabras específicas en un texto. El lector se imagina la palabra y mueve la vista rápidamente sobre el texto para encontrarla.

Lectura rápida

Las técnicas de lectura rápida comenzaron a desarrollarse a principios del siglo XX, cuando había mucha más información escrita.

Durante la Primera Guerra Mundial, se creó un método llamado «taquitoscópico» para que los pilotos identificaran aviones rápidamente. Se les mostraban imágenes por muy poco tiempo, y gradualmente se aumentaba la cantidad de imágenes y se reducía el tiempo de exposición. Esta idea se aplicó a los primeros cursos de lectura rápida, mostrando más palabras en menos tiempo. Sin embargo, este método por sí solo no creaba una nueva habilidad de lectura.

En los años sesenta, se descubrió que con el entrenamiento adecuado, los ojos pueden moverse más rápido, lo que aumenta la cantidad de palabras que se pueden leer por minuto.

Las técnicas modernas de lectura rápida buscan una "captación dinámica", es decir, leer directamente con la mente para ahorrar tiempo de vocalizar y escuchar las palabras, ya que no podemos hablar o escuchar más de 100 palabras por minuto. Para esto, se busca ver varias palabras o frases completas a la vez. Sin embargo, los estudios muestran que la lectura rápida es útil para procesar mucha información superficialmente, pero no es ideal para estudiar a fondo.

Técnica

La técnica conocida como speed reading (lectura veloz) combina varios aspectos para leer más rápido. Es similar a la lectura diagonal, pero incluye factores como la concentración y ejercicios para los ojos.

Algunos críticos dicen que es solo la lectura diagonal con otro nombre, combinada con cosas obvias como la concentración. No hay pruebas de que los ejercicios para los ojos mejoren la visión. Muchos han desarrollado la lectura rápida por sí mismos, y coinciden en que la clave es la concentración.

PhotoReading

El PhotoReading, inventado por Paul R. Scheele, propone que el lector "lea" una página completa. Primero, se obtiene una idea general del texto leyendo el índice, títulos y resúmenes. Luego, se miran las páginas una por una, deteniéndose unos segundos con la mirada desenfocada y en un estado mental relajado. Después de "leer" así, se "activa" el contenido cerrando los ojos y dejando fluir los pensamientos. Se compara con la memoria eidética.

Algunos dudan de esta técnica porque los experimentos muestran que los lectores no extraen información de pasajes no enfocados. Sospechan que la información obtenida viene de la lectura diagonal y de la imaginación del lector.

Para medir la velocidad de lectura, se usa la fórmula: Comprensión ÷ tiempo = Velocidad (V)

  • V = (Total de palabras leídas - porcentaje no comprendido) ÷ (segundos empleados) x 60.
  • Ejemplo 1: Una página de 600 palabras, leída en 4 minutos con 30% no comprendido: (600 - 180) ÷ 240 segundos = 1.75 palabras por segundo x 60 = 105 palabras por minuto.
  • Ejemplo 2: 2 páginas de 200 palabras cada una (400 en total), leídas en 2 minutos y 20 segundos (140 segundos), con media página mal comprendida (100 palabras): (400 - 100) ÷ 140 segundos = 2.14 palabras por segundo x 60 = 123 palabras por minuto.

Historia de la lectura

En la antigüedad

Los primeros jeroglíficos se crearon hace 5000 años, y los alfabetos fonéticos más antiguos tienen unos 3500 años. Al principio, las obras escritas a veces solo permitían tener una parte del texto.

Entre los siglos II y IV, la aparición del pergamino permitió crear obras con varias hojas largas que se podían guardar juntas y leer una tras otra. Los libros actuales siguen este principio, pero permiten ir directamente a cualquier parte del texto.

Alrededor del siglo X, las palabras se escribían una tras otra, sin espacios ni puntuación (esto se llamaba scriptio continua).

Aunque hay textos del siglo V antes de Cristo que muestran que en Grecia se leía en silencio, esta práctica fue poco común durante siglos. La lectura en voz alta era casi siempre la norma. El santo católico Agustín de Hipona se sorprendió mucho cuando vio al santo Ambrosio de Milán leer en silencio.

Edad Media y Renacimiento

Durante mucho tiempo, los lectores no eran libres de elegir qué leer. La censura de la Iglesia, por ejemplo, comenzó a exigir permisos para imprimir libros en 1485. El papa Alejandro VI extendió esta censura en 1501, y luego fue generalizada por el papa León X.

En España, la corona también exigió un permiso previo del Consejo Real para editar obras. En 1559, la Inquisición de la Iglesia católica creó el Index Librorum Prohibitorum (Índice de Libros Prohibidos), una lista de obras que los lectores no debían leer.

La frase Ad Adsum Delphini (para uso del príncipe) se refiere a ediciones especiales de autores clásicos que Luis XIV (1638-1715) autorizó para su hijo, en las que a veces se censuraban algunas cosas. Hoy en día, se usa para obras modificadas con fines educativos o políticos.

Época actual

Hoy en día, la lectura es la principal forma en que las personas obtienen información, incluso a través de una pantalla. Pero esto ha sido así solo durante los últimos 175 años. Antes de la Revolución industrial, solo un pequeño porcentaje de la población sabía leer.

La lectura se hizo una actividad común para muchas personas en el siglo XVIII. Entre los trabajadores, las novelas por entregas se seguían leyendo en voz alta hasta la Primera Guerra Mundial. En Europa, la lectura oral, el canto y la salmodia (canto de salmos) eran muy importantes, como aún lo son en las ceremonias religiosas judías, cristianas y musulmanas.

Durante el siglo XIX, la mayoría de los países occidentales buscaron que su población aprendiera a leer y escribir. Las campañas fueron más efectivas en los países protestantes, donde se considera un derecho importante poder leer la Biblia.

La lectura en línea

La tecnología ha cambiado mucho la forma en que leemos:

  • Libro-e o libro electrónico: Son versiones digitales de libros, que se pueden leer en dispositivos electrónicos.
  • El hipertexto: Es una forma de organizar la información usando enlaces (hipervínculos) que nos permiten saltar a diferentes temas o partes del texto.
  • Ezine o revista electrónica: Son publicaciones periódicas en formato electrónico, a menudo con hipertexto.
  • Blog: Es una página web que recopila textos, imágenes o sonidos de uno o más autores, organizados cronológicamente.
  • Biblioteca virtual: Son bibliotecas que ofrecen sus documentos digitalizados y libros electrónicos a través de Internet. Son muy útiles para la investigación.
  • Comunidades virtuales: Grupos de personas que interactúan en línea, a menudo compartiendo y leyendo información.

Enseñanza de la lectura

Archivo:Family Reading Hour
Un adulto leyendo con dos niños.

El objetivo de enseñar a leer es lograr una lectura mecánica correcta, es decir, que el alumno pueda interpretar los signos gráficos (letras) y darles un sonido de forma rápida. Esto lleva a la lectura comprensiva, donde no solo se asocian letras con sonidos, sino también palabras con su significado. Finalmente, se busca la lectura reflexiva, que permite pensar críticamente sobre lo que se ha leído.

Existen varios métodos para enseñar a leer:

  • El método fónico se basa en enseñar la relación entre los sonidos (fonemas) y las letras (grafemas). Se empieza con las vocales y luego las consonantes, para que el niño pueda entender cualquier palabra. Algunos critican este método porque retrasa la comprensión, que es lo más importante de la lectura.
  • El método global se enfoca en las palabras como unidades de significado. Se memorizan palabras al principio y luego se usan para formar frases. El significado de otras palabras se deduce del contexto (dibujos, conocimientos previos). Este método cree que no es necesario conocer todas las palabras para entender una frase.
  • El método constructivista, basado en la obra de Jean Piaget, propone que los niños desarrollan sus propias ideas sobre la escritura. Por ejemplo, aprenden que la escritura es diferente de los dibujos y que hay una relación entre lo que se habla y lo que se escribe.

Durante mucho tiempo hubo un debate sobre cuál método era mejor. Hoy en día, se ha demostrado que la conciencia fonológica (la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del lenguaje) es fundamental para aprender a leer y escribir. En general, se cree que lo mejor es combinar aspectos del método fónico y del global para un aprendizaje exitoso.

Promoción de la lectura

Se recomienda empezar a leer con libros pequeños que la persona elija, y a medida que se avanza, ir leyendo libros más grandes.

Comprensión de lectura

La comprensión de lectura es muy importante para el razonamiento y busca desarrollar la habilidad de leer de forma analítica. Es uno de los objetivos principales de las nuevas formas de enseñanza.

Los ejercicios de comprensión de lectura miden:

  • La capacidad de entender el significado de una palabra o frase en el contexto del texto.
  • La habilidad para identificar la idea principal de lo que se lee.
  • La habilidad para encontrar las relaciones entre las ideas para analizar y resumir la información.

Para mejorar la comprensión lectora, es clave considerar varios puntos:

1. Interacción entre el texto, la vista y el cerebro: La lectura es un proceso donde los ojos captan la información y el cerebro la interpreta. Es vital que la lectura sea clara y cómoda para los ojos, y que haya atención plena para que el cerebro procese bien la información.

2. Percepción y memorización: Comprender no es solo entender, sino también recordar. Ayuda mucho visualizar lo que se lee, creando imágenes mentales o conectando ideas abstractas con experiencias concretas.

3. Abstracción y generalización: Al profundizar en un texto, es importante poder extraer conceptos generales, encontrar patrones y relaciones entre diferentes elementos. Esto es muy útil en materias como las matemáticas.

4. Estado de lucidez: Para razonar bien sobre lo que se lee, necesitamos estar en un buen estado mental. Descansar bien, comer saludablemente, hacer ejercicio y tener buena salud física son fundamentales para mantener la mente clara y concentrada.

5. Técnicas de memorización: Para recordar lo aprendido, es útil: * Comprender: Entender el material es el primer paso. * Asociar: Relacionar ideas nuevas con lo que ya sabemos o con experiencias personales. * Repetir: Practicar y exponerse a la información varias veces ayuda a recordarla a largo plazo. * Usar: Aplicar lo aprendido en diferentes situaciones refuerza la comprensión y la memoria.

En resumen, mejorar la comprensión lectora implica cuidar tanto el cuerpo como la mente, usando técnicas que ayuden a memorizar, razonar y mantener la concentración.

Evaluación de la lectura

Como la lectura es clave para adquirir muchos tipos de conocimiento, hay diferentes pruebas de lectura. Estas pruebas varían según lo que se quiera evaluar y si son para niños o adultos. Las pruebas estándar se aplican a muchos lectores para determinar qué es normal para una persona de cierta edad. La habilidad para leer depende de muchos factores, no solo de la inteligencia. Además, la lectura es una práctica social que se adapta a diferentes situaciones y contextos.

Los tipos comunes de pruebas de lectura son:

  • Lectura visual de palabras: Se presentan palabras cada vez más difíciles hasta que el lector no puede leerlas o entenderlas.
  • Lectura de "no palabras": Se usan listas de sílabas que se pueden pronunciar pero no tienen sentido, y se deben leer en voz alta.
  • Lectura de comprensión: Se da un texto para leer (en silencio o en voz alta) y luego se hacen preguntas para ver qué se ha comprendido.
  • Fluidez de lectura: Se mide la velocidad con la que una persona puede nombrar palabras.
  • Precisión de lectura: Se evalúa la habilidad de nombrar correctamente las palabras de una página.

Algunas pruebas combinan varios de estos tipos. Por ejemplo, la prueba de lectura Nelson-Denny mide tanto la velocidad como la comprensión.

Beneficios de la lectura

Leer es muy bueno para nuestro cerebro. Estimula su actividad, fortalece las conexiones entre las neuronas y aumenta la "reserva cognitiva" del cerebro, lo que ayuda a protegerlo de enfermedades que afectan el cerebro.

Así, el cerebro funciona mejor, responde más rápido, estimula el pensamiento, ayuda a organizar ideas y conceptos, mejora la memoria y la imaginación. También facilita la interacción y las relaciones sociales, ya que nos da más temas de conversación.

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