Julio Martínez Santa-Olalla para niños
Julio Martínez Santa-Olalla (nacido en Burgos el 23 de agosto de 1905 y fallecido en Madrid el 13 de febrero de 1972) fue un importante arqueólogo español. Se dedicó principalmente a estudiar el pasado celta y visigodo de España. Tuvo un gran interés por la arqueología alemana y colaboró con instituciones de ese país.
Datos para niños Julio Martínez Santa-Olalla |
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Información personal | ||
Nacimiento | 23 de agosto de 1905 Burgos (España) |
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Fallecimiento | 13 de febrero de 1972 Madrid (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Supervisor doctoral | Hugo Obermaier | |
Alumno de |
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Información profesional | ||
Ocupación | Arqueólogo e historiador | |
Área | Arqueología y estudios africanos | |
Cargos ocupados | Catedrático de universidad | |
Empleador | Universidad de Valladolid | |
Alumnos | Carlos Alonso del Real | |
Miembro de | Real Academia Gallega | |
Distinciones |
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Vida y Carrera de Julio Martínez Santa-Olalla
Julio Martínez Santa-Olalla fue hijo de José Martínez Herrera, un militar, y de Consuelo Santa-Olalla Cadiñaños. Su familia se mudó varias veces, viviendo en ciudades como Ronda, Sevilla, Madrid, Ceuta, Bilbao y Barcelona.
Primeros Pasos en la Arqueología
Desde joven, Julio se interesó por la historia, influenciado por el jesuita Eugenio Jalhay. A los 17 años, en 1922, ya era miembro de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria.
Estudió Arqueología en Madrid, Barcelona y Valladolid. Tuvo como profesores a Pedro Bosch y Hugo Obermaier, y terminó sus estudios universitarios en 1926.
Experiencia en Alemania
En 1927, se mudó a la Universidad de Bonn en Alemania, donde enseñó lengua y cultura españolas hasta 1931. Allí, aprendió sobre los métodos modernos de excavación y trabajo de campo usados en la arqueología alemana.
Durante su estancia en Alemania, estudió en el Museo Central Romano-Germánico de Maguncia. También conoció al arqueólogo Gustaf Kossinna, interesándose por sus estudios sobre los pueblos indoeuropeos.
Desde Alemania, empezó a colaborar en el Anuario de Prehistoria Madrileña, publicando reseñas y trabajos. Se especializó en la expansión de los pueblos germánicos, especialmente los visigodos, hacia Francia y España.
Su tesis doctoral, dirigida por Obermaier, se tituló Elementos para el estudio de la cultura de los talayots en Menorca.
Regreso a España y Carrera Académica
En 1931, tuvo algunas diferencias con otros académicos, lo que le llevó a dejar un puesto.
Fue profesor en varias universidades, incluyendo la Universidad de Madrid, la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Valladolid. Enseñó Arqueología, Historia Primitiva del Hombre, Numismática y Epigrafía. Uno de sus alumnos fue el conocido historiador Julio Caro Baroja.
En 1932, fue miembro del Seminario de Historia Primitiva del Hombre, fundado por Obermaier.
Investigaciones y Publicaciones
A principios de los años 30, realizó excavaciones de restos visigodos en Herrera de Pisuerga y Daganzo de Arriba.
En 1934, publicó dos de sus trabajos más importantes sobre la Alta Edad Media: Esquema de la arqueología visigoda y Notas para un ensayo de sistematización de la arqueología visigoda en España.
Su padre fue alcalde de Barcelona por un tiempo en 1934. Julio aprovechó esta oportunidad para visitar las excavaciones en la Plaza del Rey de Barcelona, donde se encontraron restos desde el Neolítico hasta la Baja Edad Media.
Periodo de la Guerra Civil Española
Durante la Guerra Civil Española, Julio Martínez Santa-Olalla fue detenido. En junio de 1937, encontró refugio en la embajada francesa en Madrid. Con la ayuda de los arqueólogos Henri Breuil y Manuel Heleno, pudo regresar a España en abril de 1938.
Contribuciones a la Arqueología Española
El 9 de marzo de 1939, fundó junto a Martín Almagro Basch la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas. Esta institución buscaba organizar y centralizar las actividades arqueológicas en España. La Comisaría desapareció en 1955.
Martínez Santa-Olalla defendió la idea de que los celtas, considerados pueblos indoeuropeos, llegaron a la península ibérica alrededor del año 1000 a.C., durante la Edad del Bronce, y que su llegada tuvo un impacto positivo en la civilización.
En 1940, dio una conferencia en Roma sobre arqueología hispano-romana. También habló en Radio Roma sobre las relaciones entre Hispania y Roma.
Publicó estudios sobre grabados rupestres en el Sahara Occidental en 1941 y 1944.
Una de sus obras más conocidas es el Esquema paleontológico de la Península Ibérica, publicado en 1946.
En 1952, organizó en Segovia una Comisión Internacional para el Estudio de los Pueblos Germánicos. El evento incluyó visitas a cementerios visigodos.
En 1953, fundó el Instituto Arqueológico Municipal de Madrid y el museo municipal, que dirigió hasta su fallecimiento.
En 1954, organizó el IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas en Madrid.
Entre 1955 y 1957, fue catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. Luego, fue catedrático de Prehistoria y Etnología en la Universidad de Valencia hasta 1969, para después volver a la Universidad Complutense de Madrid.
Falleció el 13 de febrero de 1972. La Universidad informó que sufrió un problema de salud tras un incidente en la facultad.
Colaboraciones con Instituciones Alemanas
Julio Martínez Santa-Olalla mantuvo contacto con arqueólogos e instituciones alemanas.
En 1933, publicó en la revista Germania un artículo sobre Fíbulas de lazo de los visigodos. También publicó en otras revistas alemanas como Nordische Welt y Mannus, con artículos sobre la arqueología visigoda y los primeros vestigios nórdicos en el arte franco-cántabro.
En 1939, dio una conferencia en Berlín sobre Los visigodos en España, invitado por el Instituto Iberoamericano y la Sociedad Hispano-alemana.
En 1940, Heinrich Himmler, un alto funcionario alemán, visitó España. Martínez Santa-Olalla le acompañó en su visita al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Toledo y los museos de Madrid, explicándole sobre los visigodos y la historia de España. Himmler se interesó mucho por los celtíberos y los visigodos.
Martínez Santa-Olalla fue invitado a Alemania en diciembre de 1940 para visitar la sede de una institución de investigación en Dahlem. El objetivo de su viaje era organizar conferencias, publicar sus libros en Alemania y fomentar la cooperación arqueológica entre España y Alemania.
Mantuvo correspondencia con Wolfram Sievers, director de esta institución, hasta 1945.
En 1941, el ministro español José Luis Arrese propuso que instituciones alemanas participaran en las excavaciones de Martínez Santa-Olalla en el cementerio visigodo de Castiltierra. Como resultado, el Archaelogisches Institut des Deutschen Reiches y la Römish Germanische-Komission enviaron al arqueólogo Joachim Werner a las excavaciones.
En febrero de 1942, Martínez Santa-Olalla envió piezas de Castiltierra a Alemania. Algunas de estas piezas se encuentran hoy en varios museos, como el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y el Museo Romano-Germánico de Colonia.
Hubo un caso de falsificaciones de piezas arqueológicas. En la década de 1930, se adquirieron piezas visigodas que resultaron ser falsas. Martínez Santa-Olalla y otros expertos confirmaron que eran falsificaciones. El falsificador fue detenido en 1941. Este incidente afectó la reputación de Martínez Santa-Olalla en algunos círculos alemanes.
En 1942, dio una conferencia en la Universidad de Berlín sobre la llegada de pueblos indoeuropeos a España.
En 1943, se creó el Instituto Arqueológico de Alemania en Madrid para colaborar en la investigación sobre los visigodos.
También se interesó por la teoría de la Atlántida y su posible relación con las Islas Canarias. Colaboró enviando copias de obras antiguas sobre el pasado canario a investigadores alemanes.