Juan de Betanzos para niños
Datos para niños Juan de Betanzos |
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Información personal | ||
Nacimiento | años 1510juliano Betanzos (España) |
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Fallecimiento | 1 de marzo de 1576jul. Cuzco (Perú) |
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Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | Cuxirimay Ocllo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor e historiador | |
Conflictos | Conquista del Imperio Inca | |
Firma | ||
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Juan Díez de Betanzos y Araos (nacido en Betanzos, España, alrededor de 1510 y fallecido en Cuzco, Perú, el 1 de marzo de 1576) fue un importante explorador y cronista español. Participó en la conquista del Perú junto a Francisco Pizarro y Diego de Almagro.
Juan de Betanzos fue uno de los pocos españoles que aprendió el quechua general, el idioma oficial del Imperio inca. Esto le permitió ser intérprete y una persona de confianza para Pizarro. Además, se casó con la mujer que había sido prometida del líder inca Atahualpa, lo que le ayudó a ganarse la amistad de muchos nobles incas.
Cuando algunos conquistadores se rebelaron, liderados por Gonzalo Pizarro, Juan de Betanzos apoyó a Pedro de la Gasca, quien logró detener la rebelión. Por su lealtad, el emperador Carlos I le concedió una encomienda, que era un derecho a recibir tributos y trabajo de los pueblos indígenas. Falleció en Cuzco el 3 de enero de 1576.
Su obra más destacada como cronista es Suma y narración de los Incas. Este libro es una de las primeras historias del Imperio Inca escritas por un español. También se cree que fue el primer español en escribir en quechua y que creó un vocabulario básico español-quechua, aunque este último se ha perdido.
Contenido
¿Quién fue Juan de Betanzos?
Aunque no hay pruebas definitivas, se cree que Juan de Betanzos nació en la ciudad de Betanzos, en la región de Galicia, España. Durante mucho tiempo, su trabajo como cronista en Perú fue poco conocido. Fue a finales del siglo XIX, alrededor de 1880, cuando una parte de su obra fue descubierta en los archivos de El Escorial y publicada por el experto en estudios americanos Marcos Jiménez de la Espada.
En la segunda mitad del siglo XX, pocos historiadores se interesaron por Betanzos, a excepción del peruano Raúl Porras Barrenechea. Incluso investigadores importantes de la época no lo conocían bien.
En 1987, la Dra. Carmen Martín Rubio encontró en Palma de Mallorca una copia completa de la obra de Betanzos: Suma y Narración de los Incas. Este descubrimiento, junto con las expediciones para encontrar la ciudad perdida de Vilcabamba, ayudó a que la obra de Betanzos fuera más conocida. Sin embargo, hasta hoy, no se ha podido confirmar el lugar exacto de su nacimiento.
La llegada de Betanzos al Perú
La fecha exacta en que Juan de Betanzos llegó al Perú no está del todo clara. En 1538, la Real Audiencia de Santo Domingo nombró a Francisco de Castañeda como juez en la isla de Cubagua (Venezuela). Curiosamente, el escribano que lo acompañaba se llamaba Juan de Betanzos. Es posible que fuera la misma persona, lo que significaría que ya llevaba más de diez años en las Indias.
Se sabe que Juan de Betanzos regresó a Perú en 1539 como escribano del juez Castañeda. Después de trabajar en las islas de Cubagua y Margarita, Castañeda fue a Lima para continuar su labor como juez, y Betanzos lo acompañó, ejerciendo su cargo también en Perú y Nicaragua.
El papel de Betanzos como consejero
Betanzos dejó de trabajar con Castañeda y se convirtió en una persona de confianza para Francisco Pizarro durante los últimos dos años de su vida. Pizarro falleció en julio de 1541. En 1542, Betanzos se casó con Angelina Yupanqui, una noble inca que había sido compañera de Pizarro y era prima de Atahualpa. Pizarro y Angelina habían tenido dos hijos. Betanzos no solo era un buen escribano, sino que también era muy hábil en política, siempre buscando estar del lado de quien tenía más poder.
¿Cómo apoyó a Gonzalo Pizarro?
Cuando se promulgaron las Leyes Nuevas en 1542, Betanzos no estuvo de acuerdo con ellas. Como su protector, Pizarro, había muerto, buscó un nuevo líder y comenzó a servir a Gonzalo Pizarro. Cuando Gonzalo se rebeló, comenzaron los enfrentamientos con las fuerzas del rey. Betanzos, al darse cuenta de que la rebelión no tendría éxito, dejó a Gonzalo y se unió a Pedro de La Gasca. La Gasca era un clérigo que, con su habilidad para convencer y su valentía, logró poner fin al poder de los Pizarro y devolver la paz a Perú.
¿Cómo ayudó a La Gasca?
Gracias a sus habilidades, Betanzos fue de gran utilidad para La Gasca. Una vez que la rebelión de los Pizarro fue aplastada y la situación se normalizó, Betanzos fue recompensado con una rica encomienda en el pueblo de Azángaro. Según Ricardo Palma en sus “Tradiciones peruanas”, en Azángaro existía una propiedad conocida como Betanzos.
Juan de Betanzos, ahora un asesor leal al servicio de La Gasca y del obispo Jerónimo de Loayza, trabajó en la creación de leyes y normas. Colaboró en la búsqueda de soluciones justas para contentar a todos y asegurar que los nuevos repartos de tierras y recursos, promovidos por la Corona, fueran aceptados.
La historia del Perú antiguo
El segundo virrey, don Antonio de Mendoza, llegó a Lima en septiembre de 1551. Por recomendación de La Gasca, quien conocía las habilidades de Betanzos, el virrey le encargó una tarea muy importante: investigar y escribir la historia prehispánica del Perú.
Sin embargo, el cronista no tuvo suerte, ya que Mendoza falleció solo nueve meses después de asumir el cargo. Juan de Betanzos no pudo mostrarle los resultados de su trabajo histórico. A pesar de esto, no se rindió y continuó recopilando información de los parientes de la nobleza inca de su esposa. Tenía la esperanza de que el nuevo virrey aceptara su obra.
Betanzos como negociador
En junio de 1556, llegó a Perú el tercer virrey, don Andrés Hurtado de Mendoza. Traía una carta personal del rey Felipe II para el joven líder inca rebelde Sayri Túpac. En la carta, el rey le pedía que dejara la rebeldía, abandonara su refugio en Vilcabamba y se uniera a los españoles. Estas peticiones incluían garantías de seguridad para el Inca y su familia, además de prometerle regalos para que pudiera vivir cómodamente en Cuzco, manteniendo su alto rango.
Pero el joven Sayri Túpac pidió al virrey que enviara una misión para negociar los acuerdos. A principios de 1557, una misión partió hacia Vilcabamba. Entre otras personas, iba Juan de Betanzos, por ser experto en el idioma quechua y en asuntos de los pueblos nativos.
Como a Sayri Túpac le faltaban pocos meses para alcanzar la mayoría de edad, no se concretó nada, ya que la decisión dependía de sus consejeros. Entonces, la misión y un par de consejeros del Inca regresaron a Lima para informar al virrey sobre el acuerdo y discutir los bienes y beneficios que se le otorgarían al Inca.
Finalmente, el 5 de enero de 1558, Sayri Túpac entró en Lima. Fue recibido con gran ceremonia y agasajado por las autoridades de la ciudad. Aceptó el perdón real y dejó su lucha por la independencia para vivir tranquilamente entre los españoles, con las buenas rentas que le daban las encomiendas asignadas.
Una anécdota incaica
Durante un banquete ofrecido al Inca por el arzobispo Loaysa, ocurrió una anécdota curiosa. Al terminar la comida, un sirviente del clérigo entró con una bandeja de plata que contenía un documento del virrey. Este documento detallaba los bienes y beneficios que se le darían al Inca. Este gesto de orgullo no le gustó a Sayri Túpac. Arrancando un hilo del fleco del mantel, se lo mostró al arzobispo y le dijo con ironía:
“Todo este mantel y su adorno eran míos, y ahora me dan este pelito para mi sustento y el de mi familia”
Misión completada
Por esas fechas, Betanzos había terminado su diccionario incaico y su Historia del Perú, a la que llamó: Summa y Narración de los Incas. Como el virrey anterior había fallecido, se la dedicó al nuevo virrey, el marqués de Cañete. Sin embargo, este no le prestó atención o no tuvo tiempo de ocuparse de estos trabajos, ya que falleció en septiembre de 1560. Los manuscritos quedaron guardados y olvidados hasta que, primero, Jiménez de la Espada los publicó a finales del siglo XIX, y luego el descubrimiento de la Dra. Martín Rubio dio a conocer la obra de Juan de Betanzos.
Nuevas negociaciones
Juan de Betanzos, como experto en asuntos indígenas y persona de confianza del virrey, participó en las negociaciones sobre los beneficios concedidos a Sayri Túpac. Pero la paz que se buscaba con la llegada del Inca rebelde no duraría mucho, ya que Sayri Túpac falleció de repente a mediados de 1560.
Con la muerte inesperada de Sayri Túpac, la preocupación y la incertidumbre volvieron a inquietar a los españoles. Su hermano, Titu Cusi Yupangui, fue coronado como nuevo Inca, y nuevamente comenzaron los ataques y muertes de españoles que se aventuraban a viajar entre ciudades.
Las negociaciones tuvieron que empezar de nuevo, y Betanzos intervino otra vez en esta difícil tarea. Pero Titu Cusi era muy astuto y, con excusas inteligentes, alargó el asunto, intentando negociar una buena compensación para dejar su rebeldía. Esta vez, Juan de Betanzos no tuvo éxito en sus negociaciones, ya que no logró ningún resultado satisfactorio en su nueva visita a Vilcabamba.
En abril de 1561, llegó a Lima el cuarto virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva. Las negociaciones con Titu Cusi se reanudaron, pero como las exigencias del Inca seguían siendo muy altas, no se logró nada importante durante el corto mandato del virrey, quien falleció repentinamente en febrero de 1564.
Un tiempo de espera
El 30 de noviembre de 1569, llegó a Lima el quinto virrey, don Francisco de Toledo. Era un hombre de ideas firmes, con una forma de actuar decidida y un leal servidor de la Corona de Castilla. Se propuso acabar con el grupo rebelde que aún resistía en Vilcabamba. También buscó contactar con los nobles descendientes de los Incas que vivían en Cuzco para saber si alguno de ellos tenía intenciones de rebelarse contra el dominio español, ya que la mayoría de estos aristócratas incaicos solían conspirar en secreto.
La guerra contra el Inca
Titu Cusi también falleció alrededor de mayo de 1571. Le sucedió su hermano, el joven Túpac Amaru. Con la llegada de Túpac Amaru al trono, las diferencias se hicieron más grandes y los conflictos aumentaron.
Como el virrey tenía poca paciencia, las acciones de Túpac Amaru fueron suficientes para que decidiera invadir el territorio rebelde. Antes de tomar medidas de fuerza, el virrey envió un mensajero para averiguar las razones del silencio, pero este fue asesinado antes de que el Inca lo recibiera. Un sirviente contó lo sucedido.
Finalmente, se declaró la guerra a los rebeldes. El 14 de abril de 1572, 250 españoles y 2500 guerreros indígenas salieron hacia Vilcabamba. Mientras tanto, otro centenar de españoles tomaron un camino diferente para cortar la retirada a Túpac Amaru, en caso de que intentara escapar hacia la región del Amazonas.
Después de cinco meses, Túpac Amaru y sus capitanes fueron derrotados y hechos prisioneros. Ese lugar de resistencia, el último territorio que permaneció libre durante treinta y cinco años, había causado muchos problemas a los conquistadores. Ahora estaba en paz y se había unido a la Corona. El 24 de septiembre de 1572, el último Inca y sus generales fueron condenados y ejecutados en la plaza de Cuzco. Esto no le gustó a Felipe II, quien reprendió severamente la forma de actuar del virrey.
Los últimos años del cronista
Al envejecer, Juan de Betanzos se estableció en la ciudad de Cuzco. Fue testigo de cómo la capital del Imperio incaico se transformaba, un proceso que había comenzado en 1533. La ciudad adquirió una apariencia colonial debido a la influencia de ser la residencia de los Pizarro y de los soldados españoles. La antigua capital imperial sufrió grandes cambios después de ser afectada por las guerras, de las que sus viejos muros fueron testigos.
Pero el tiempo pasa para todos, y a Juan Díez de Betanzos también le llegó su momento. Después de sus servicios y contribuciones históricas, falleció en Cuzco en el año 1576, llevándose a la tumba el misterio de su origen.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Juan de Betanzos Facts for Kids