Historia de la educación en México para niños
La educación en México ha cambiado mucho a lo largo de la historia. Siempre ha buscado adaptarse a las necesidades de las personas y de la sociedad en cada época. Esto ha ayudado al progreso y al enriquecimiento de la cultura.
Contenido
Educación en el México Antiguo
En las sociedades antiguas de México, como la mexica, la educación comenzaba en casa. Después de los cuatro años, los padres enseñaban a los niños y las madres a las niñas. Los niños ayudaban a sus padres en el campo, aprendiendo a recolectar maíz y frijol. También aprendían habilidades como la pesca, la caza y cómo manejar una canoa, además de otros oficios. Las niñas aprendían de sus madres a hilar, tejer, moler granos y mantener la casa.
La educación en casa no solo era práctica. También se ponía mucho énfasis en enseñar valores y buena conducta. Esto se ve en los "huehuetlatolli", que eran relatos orales o "pláticas de los viejos". En ellos se compartían las ideas de los mexicas sobre la vida, el destino de las personas y las virtudes que consideraban importantes.
Los pueblos de Mesoamérica sabían que todos debían recibir educación. Por eso, había escuelas para las familias importantes y escuelas para la gente común. En estas escuelas, la enseñanza también era diferente para hombres y mujeres. La información más conocida sobre la educación en el México antiguo viene del pueblo mexica.
Las escuelas más importantes de los mexicas eran el calmecac y el telpochcalli. Este modelo educativo no era exclusivo de los mexicas; otros pueblos mesoamericanos también lo usaban.
El Calmecac: Escuela para la Nobleza
El calmecac era la escuela para los hijos de gobernantes, sacerdotes y guerreros. Estaba dedicada al dios Quetzalcóatl. Allí se les enseñaba historia, astronomía, cómo medir el tiempo, música, filosofía y religión. También aprendían sobre limpieza, economía y gobierno. Lo más importante era la disciplina y los valores morales, ya que estos jóvenes estaban destinados a gobernar o a ocupar puestos importantes.
La vida en el calmecac tenía dos partes: la disciplina y la educación. La disciplina incluía entrenamiento físico y prácticas religiosas. La parte educativa buscaba formar personas capaces y preparadas para altos cargos en el gobierno, el ejército o el sacerdocio.
El Telpochcalli: Escuela para el Pueblo
Para la gente común, existía el telpochcalli. Había una de estas escuelas en cada barrio o calpulli. Estaba bajo la protección del dios Tezcatlipoca. Aquí se enseñaba a los jóvenes a servir a su comunidad y a la nobleza. Pero, sobre todo, se les preparaba para la guerra. El objetivo del telpochcalli era formar hombres valientes y buenos soldados, fortaleciendo su cuerpo y fomentando la obediencia.
Educación Femenina y el Cuicacalli
Las mujeres en el México antiguo eran educadas en casa por sus madres, aprendiendo las tareas del hogar y valores. Sin embargo, existía una escuela llamada ichpochcalli para las mujeres de la nobleza que querían ser sacerdotisas.
También había escuelas especiales llamadas cuicacalli, que significa "casa de cantos". Allí se enseñaba a cantar y otras actividades con un propósito religioso. Esta escuela no era solo para mujeres. El Cuicacalli era un lugar donde los jóvenes se reunían para ensayar cantos y bailes. Estas actividades eran parte del programa educativo del Estado, con un sentido político-religioso, y eran obligatorias para los jóvenes del telpochcalli. Faltar a ellas tenía consecuencias.
Educación en el Virreinato
En 1493, el Papa Alejandro VI indicó a España y Portugal cómo debían educar y enseñar la religión cristiana a los pueblos de los territorios que descubrieran. Les pidió enviar personas buenas y sabias para instruir a los habitantes en la fe y en buenas costumbres.
Esta tarea de enseñar la religión y buenas costumbres a los nativos era la condición para que España pudiera gobernar las nuevas tierras. Por eso, la educación de los indígenas estaba muy ligada al derecho de España sobre estos territorios.
La Corona española destinó dinero y personas para la educación de los indígenas durante la época colonial. La iglesia católica fue la principal responsable. Frailes franciscanos, dominicos y agustinos dirigían las parroquias de los indígenas, llamadas doctrinas. Ellos se encargaban de enseñar la religión y otras cosas. Usaron métodos como pinturas, catecismos con dibujos, danza, teatro y música. También enseñaron artes y oficios, y fundaron internados para indígenas en el siglo XVI, como los franciscanos en Tlatelolco y los jesuitas en Pátzcuaro.
Los franciscanos llegaron primero a la Nueva España entre 1523 y 1536. Su principal objetivo era enseñar la religión a los nativos, por lo que primero aprendieron sus idiomas.
En 1585, el III Concilio Mexicano estableció dos reglas sobre la educación indígena. Prohibió que los indígenas fueran sacerdotes y ordenó que los párrocos usaran la lengua indígena de cada región para enseñar la religión. A pesar de la prohibición para ser sacerdotes, algunos indígenas asistieron a la Real y Pontificia Universidad de México para estudiar filosofía, latín, derecho y medicina. Esta universidad, fundada en 1551, era para estudiantes españoles e indígenas.
Más tarde, en el siglo XVII, se insistió en que los sacerdotes de las doctrinas supieran las lenguas indígenas y que se fomentara la enseñanza del castellano a los indígenas. Durante el reinado de Carlos II de España, se ordenó la creación de escuelas para enseñar castellano, y también se impulsó la enseñanza de la lectura y escritura.
En 1693, el rey encargó a las autoridades civiles locales (alcaldes mayores) que promovieran las escuelas. Ellos supervisaban los fondos de las comunidades indígenas, de donde se pagaba a los maestros. Se fundaron colegios internos para indígenas en Parras (1622), San Luis de la Paz (1640) y Puebla (1751). Estos colegios probablemente preparaban a los alumnos nativos para puestos importantes.
Educación Femenina en el Virreinato
Para entender la educación de las mujeres en la Nueva España, hay que considerar la sociedad de la época, que era muy diversa, con indígenas, españoles y diferentes grupos sociales.
Los españoles trajeron una idea de educación cristiana medieval. Por eso, la educación para las mujeres seguía los modelos europeos. El objetivo era que las mujeres fueran virtuosas y tuvieran una cultura que les permitiera cumplir su papel en la sociedad: aprender y transmitir los valores cristianos, y ser pilares de la familia y la comunidad.
Según algunos historiadores, la educación de la mujer en el "Nuevo Mundo" comenzó con la llegada de fray Juan de Zumárraga, quien trajo a las primeras monjas a la Nueva España. Ellas se encargaron de la educación en los conventos y fundaron escuelas.
También se usaron manuales privados para instruir a las mujeres, que se extendieron por varios siglos.
Josefina Muriel propuso dividir la educación femenina en tres etapas:
- Catecismo
En esta etapa se enseñaban los valores del cristianismo. Para esto, era necesario aprender a leer y escribir de forma básica, especialmente para las mujeres indígenas, para que pudieran entender los principios cristianos. A esta educación podían acceder mujeres de todos los grupos sociales. En el siglo XVIII, las escuelas mejoraron y la alfabetización se hizo más importante, incluyendo no solo el castellano, sino también la lectura y escritura.
- Cultura Media
Este término, según Josefina Muriel, se refiere a la enseñanza de lectura y escritura con mayor fluidez, las cuatro operaciones básicas de aritmética y oficios para mujeres. También se fomentaban las virtudes para la vida en sociedad. Esta educación se daba en escuelas llamadas "amigas", colegios conventos y beaterios. No había planes de estudio fijos, sino que se enseñaba lo que la maestra sabía. Estaba dirigida a mujeres con recursos económicos suficientes y que vivían en ciudades importantes.
- Cultura Letrada
Estos estudios eran para mujeres que querían seguir aprendiendo, siempre con permiso de sus padres. Se estudiaba gramática, latín, griego, música y pintura. Los maestros eran contratados por las familias o los conventos. Su tarea era enseñar los fundamentos para que las alumnas pudieran seguir aprendiendo por sí mismas a través de la lectura y la práctica.
Solo un pequeño grupo de mujeres podía acceder a esta educación, si tenían los medios económicos. Eran principalmente españolas, criollas y mujeres de la nobleza indígena, que formaban la élite de la época. La mayoría vivía en ciudades, lo que facilitaba el acceso a maestros y libros.

A pesar de que la educación era para pocos, hubo intentos de ofrecer una educación más amplia a las mujeres en la Nueva España. Un ejemplo es el Convento del Pilar de la Enseñanza, un convento para mujeres de clases bajas y medias, donde se les enseñaba la riqueza de la educación de la Nueva España.
Creación de La Real y Pontificia Universidad de México
La primera idea para crear la Real y Pontificia Universidad de México surgió en 1547. El virrey Antonio de Mendoza y Pacheco la fundó oficialmente en 1551, siguiendo el modelo de la Universidad de Salamanca. El siglo XVI fue un periodo muy activo para la educación superior en la colonia, ya que se necesitaba personal capacitado para las tareas administrativas y de control del gobierno y la iglesia.
En 1573 se fundaron los primeros colegios universitarios para cumplir este objetivo. Se dividieron en tres tipos: el Colegio de Comendadores Juristas de San Ramón Nonato, que formaba a futuros funcionarios; los seminarios, que formaban a criollos para ser profesores y clérigos; y el Colegio Mayor de Santa María de Todos los Santos.
El Siglo XVII en la Educación
El siglo XVII marcó un cambio importante en la educación de la Nueva España. A finales de este siglo, el rey de España, Felipe IV de España, ordenó a las órdenes religiosas que fundaran escuelas para enseñar a los indígenas. Esta enseñanza debía incluir no solo el castellano y la religión, sino también la lectura y escritura.
Aunque las bases legales para la educación pública indígena ya existían en el siglo XVI, fue en el siglo XVII cuando la educación se convirtió en un proyecto más grande y masivo, gracias al trabajo de las órdenes religiosas. En este siglo se introdujeron las primeras escuelas de educación básica, llamadas "Escuelas de primeras letras".
En este siglo, las órdenes religiosas ya no tenían como función principal evangelizar a los indígenas. Muchas órdenes perdieron influencia y se mantuvieron con la educación privada en los conventos. Los conventos ofrecían una educación para la élite, pero gracias a los jesuitas, esta educación se abrió a la comunidad. Los jesuitas se destacaron en la educación pública, y las escuelas de primeras letras estuvieron en gran parte bajo su control. Las órdenes tuvieron que adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad de la Nueva España.
Los jesuitas se volvieron muy apreciados por la gente de la Nueva España. Su labor educativa era la más valorada, y estudiar con ellos era un camino para ser una persona importante.
El Siglo XVIII en la Educación
En el siglo XVIII, el modelo educativo en la Nueva España se mantuvo similar, con los jesuitas dominando el campo. Sin embargo, su enfoque estricto los llevó a perder influencia. Muchos historiadores creen que la Nueva España tuvo su mejor momento en la segunda mitad del siglo XVIII, una época de oro en todos los aspectos, incluyendo la educación.
En esta segunda mitad del siglo, la educación se volvió más competitiva. No solo los jesuitas ofrecían enseñanza; muchas organizaciones de ayuda social comenzaron a crear sus propias escuelas de primeras letras. Estas organizaciones recibieron apoyo de los gobiernos locales. La educación se volvió "pública" y, con la llegada de las ideas de la Ilustración europea, se buscó que fuera más abierta para todos los habitantes.
Los gobiernos locales se encargaron de financiar las escuelas. Las escuelas en las comunidades indígenas debían tener maestros no religiosos y ser financiadas por sus propios fondos. El proyecto educativo público creció mucho en esta época.
Las autoridades se preocupaban por la formación de los jóvenes, no solo para su bienestar espiritual, sino también para el orden y la paz de la sociedad.
La influencia de la Ilustración se notó en un mayor interés por enseñar habilidades técnicas y de trabajo. Se buscaba formar personas trabajadoras y organizadas, además de religiosas. Por eso, se recomendaba enseñar a los niños en las escuelas lectura, escritura y aritmética, pero sin imposiciones estrictas, buscando más tolerancia.
Al terminar la educación básica, alrededor de los once años, los niños de familias con recursos y algunos becados entraban a colegios mayores o seminarios. Allí estudiaban latín por dos años y luego humanidades y filosofía para obtener el título de bachiller. Después podían estudiar leyes, medicina, ingeniería, filosofía o teología a nivel universitario.
En la educación universitaria, los jesuitas intentaron renovar el modelo, pero se aferraron a ideas antiguas y rechazaron las nuevas ideas de la Ilustración. A pesar de los intentos de cambio, el proyecto educativo jesuita se interrumpió bruscamente en 1767 debido a las reformas Borbónicas. Sin embargo, para entonces, los gobiernos locales ya tenían un papel más importante en la educación que los jesuitas.
El Siglo XIX en la Educación
Al inicio de la vida independiente de México, la educación fue una de las primeras preocupaciones. Durante el Primer Imperio mexicano de Agustín de Iturbide, por falta de dinero, la educación elemental y normal se dejó en manos de la Compañía Lancasteriana.
Las escuelas Lancasterianas en México usaron un modelo educativo muy adecuado para la situación del país. Este modelo consistía en que los alumnos más avanzados enseñaban a sus compañeros menos experimentados. Esto permitía que la educación se extendiera más rápidamente. Las escuelas Lancasterianas fueron muy importantes en las ciudades mexicanas hasta mediados del siglo XIX.
El Instituto de Ciencias y Artes se fundó en Oaxaca en 1826. En la época de Gómez Farias, se impulsó el sistema público de educación. El Estado, y no la iglesia, se hizo responsable de las decisiones educativas. La educación superior se organizó en seis áreas: estudios preparatorios, humanidades, ciencias físicas y matemáticas, ciencias médicas, derecho y ciencias religiosas. También se organizó la Biblioteca Nacional y otras instituciones. Cada estado de la república podía adaptar las leyes educativas a sus recursos, lo que llevó a diferencias en los servicios educativos.
José Joaquín Fernández de Lizardi, un intelectual activo, criticó el antiguo sistema educativo y social. Su obra más importante fue El Periquillo Sarniento.
Durante gran parte de este siglo, la lucha entre liberales y conservadores afectó la educación. Ambos grupos propusieron ideas educativas, pero al final, las ideas liberales fueron las que se llevaron a cabo.
Escuela Nacional Preparatoria
La Escuela Nacional Preparatoria fue fundada por Gabino Barreda por orden de Benito Juárez, con el lema "Amor Orden y Progreso". Después de la reforma educativa de 1867, Juárez veía en la educación la forma de terminar con el desorden en México. Inició sus actividades el 1 de febrero en el edificio del Antiguo Colegio de San Ildefonso. Su plan de estudios se caracterizó por ser muy completo y por seguir estrictamente el método científico. Esto buscaba superar discusiones sin sentido y conflictos religiosos que habían causado problemas en el siglo XIX.
Los fundadores creían que era necesario enseñar los métodos de experimentación y deducción para que los mexicanos usaran la inteligencia y el método científico para entender el mundo. Por eso, los programas de estudio se basaron en el positivismo de Augusto Comte, quien propuso una clasificación de las ciencias, desde las matemáticas hasta la sociología.
El Siglo XX en la Educación
Universidad Nacional de México
El 20 de septiembre de 1910, el presidente Porfirio Díaz inauguró la Universidad Nacional de México, haciendo realidad una propuesta de Justo Sierra de 1881. El objetivo de esta institución era preparar un futuro para el pueblo mexicano con principios educativos y científicos.
Después de una huelga en la Universidad, el 28 de mayo de 1929, el presidente Emilio Portes Gil le dio autonomía. Esto significaba que la universidad podía decidir libremente sus programas de estudio y métodos de enseñanza, y administrar sus propios fondos, aunque el gobierno federal los proporcionaba. También se autorizó la construcción de Ciudad Universitaria. El primer rector fue Joaquín Eguía Lis.
Existe un debate sobre si la UNAM o la Universidad Pontificia de México es la sucesora de la Real y Pontificia Universidad de México.
Proyecto Postcardenista
Cuando Manuel Ávila Camacho llegó al poder, comenzó una nueva etapa en México. Con las reformas anteriores perdiendo fuerza, el nuevo modelo de unidad nacional se fortaleció, buscando la reconciliación entre las clases sociales. En educación, se inició un nuevo principio llamado la escuela del amor, que eliminó la educación socialista y puso énfasis en la unidad, la familia, los valores y la buena conducta.
En esta misma época, se fundó la Escuela Normal Superior de México en 1936, para profesionalizar a los profesores de secundaria que no tenían un título universitario. Se institucionalizó la profesión de maestro, dándoles el estatus de trabajadores del Estado. Esto llevó a la fundación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que se encargaría de proteger los intereses de los profesores.
Con la creación de estas organizaciones de maestros, el gobierno de Miguel Alemán promulgó la ley orgánica de educación en 1942. Su objetivo principal era unificar los contenidos de la educación primaria con un proyecto de escuela unificada, dando orden al sistema educativo. En los años siguientes, los sindicatos tuvieron conflictos con el Estado, lo que tuvo importantes consecuencias políticas y sociales.
Para 1958, el presidente Adolfo López Mateos inició una campaña para mejorar la educación primaria y responder a las demandas sociales. Se implementó el Plan de Once Años, liderado por Jaime Torres Bodet. Sus objetivos principales eran expandir la educación primaria, profesionalizar a los maestros y crear la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos para acelerar el crecimiento del sistema educativo.
Aunque el Plan logró su objetivo, recibió críticas de algunos sectores políticos que cuestionaban la calidad educativa. Se decía que el Plan creaba un monopolio educativo y que el currículo tenía deficiencias, lo que llevó a debates.
Durante el gobierno de Luis Echeverría, se inició una reforma educativa para cambiar los métodos, planes de estudio y libros de texto. El objetivo era impulsar una visión científica, histórica y de convivencia social.
También es importante mencionar la fundación de la Secretaría de Educación Pública en 1921, que reemplazó a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Más Mujeres en la Educación Superior en México (1970-2006)
Desde que se estableció la universidad moderna en México en 1940, el número de estudiantes aumentó mucho. Sin embargo, este crecimiento no fue igual para todos, ni por clase social ni por género.
Antes de 1970, había menos mujeres que hombres en las universidades. Esto se debía a que los roles sociales tradicionales asignaban a las mujeres el papel principal de ser madres, esposas o amas de casa. Esto limitaba sus oportunidades de ir a la universidad, un lugar donde los hombres eran los principales participantes, ya que se esperaba que ellos fueran los proveedores económicos. Culturalmente, no se veía tan necesario que las mujeres tuvieran educación superior.
Los cambios culturales alrededor de los años 60 permitieron a las mujeres decidir cuándo tener hijos. Esto, junto con la ausencia de muchos hombres que estaban en otras actividades, abrió el camino para que las mujeres pudieran dedicarse a otras cosas, como los estudios.
Así, antes de 1970, la universidad era un espacio donde los hombres tenían mucha más presencia que las mujeres.
A principios de los años 70, hubo un gran aumento en el número de estudiantes universitarios. Esto permitió que grupos sociales que antes no podían, tuvieran la oportunidad de entrar a la universidad. Uno de los grupos beneficiados fueron las mujeres, en un fenómeno llamado "feminización de la matrícula". Esto significa que las mujeres comenzaron a entrar en áreas de la educación superior donde antes no participaban.
En 1970, de 208,944 estudiantes universitarios, 176,491 (84.5%) eran hombres y 32,453 (15.5%) eran mujeres.
La entrada de las mujeres a la universidad fue un gran avance. Sin embargo, su participación se concentró en algunas áreas de conocimiento, como Ciencias Sociales y Administrativas (57.02%) y Ciencias (60.64%). En cambio, en Ingeniería y Tecnología, su participación fue solo del 29.8%.
Las mujeres se incorporaron especialmente en las áreas que tradicionalmente se consideraban "femeninas" (pedagogía, arte, danza, medicina, psicología). Esto se relaciona con las ideas tradicionales sobre cómo se socializa a las mujeres. Además, estas carreras podían prepararlas para los trabajos a los que podían acceder, lo que generaba una desventaja en comparación con los hombres, quienes ocupaban los trabajos más importantes y mejor pagados. Aunque hubo un aumento considerable de mujeres en la universidad en este periodo, esto no significó una igualdad total de género.
Olga Bustos señala al menos tres aspectos que han limitado la participación de las mujeres en la educación superior:
- La actitud de la sociedad hacia la mujer, que no fomenta su participación en la toma de decisiones.
- Los bajos porcentajes de mujeres en ciertas áreas de estudio.
- La falta de igualdad entre hombres y mujeres.
Esto muestra que el papel que la sociedad ha asignado a la mujer ha influido mucho en su educación, creando obstáculos para su desarrollo profesional.