Justo Sierra Méndez para niños
Datos para niños Justo Sierra Méndez |
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![]() Justo Sierra, en 1910.
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![]() Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes de México |
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25 de abril de 1905-24 de marzo de 1911 | ||
Presidente | Porfirio Díaz | |
Vicepresidente | Ramón Corral | |
Predecesor | Primer titular | |
Sucesor | Jorge Vera Estañol | |
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![]() Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación |
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1 de octubre de 1894-30 de septiembre de 1900 | ||
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![]() Diputado del Congreso de la Unión por Distrito 1 de Sinaloa |
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16 de septiembre de 1884-15 de septiembre de 1894 | ||
Predecesor | Bernardo Reyes | |
Sucesor | Federico Vicente Riva Palacio | |
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![]() Diputado del Congreso de la Unión por Distrito 2 de Sinaloa |
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16 de septiembre de 1882-15 de septiembre de 1884 | ||
Predecesor | Bernardo Reyes | |
Sucesor | Marcos Carrillo | |
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Información personal | ||
Nacimiento | 26 de enero de 1848![]() |
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Fallecimiento | 13 de septiembre de 1912![]() |
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Causa de muerte | aneurisma | |
Residencia | Barcelona y Roma | |
Nacionalidad | mexicana | |
Familia | ||
Padre | Justo Sierra O'Reilly | |
Cónyuge | Luz Mayora Carpio | |
Hijos | Luz, Concepción, María de Jesús, Justo, Manuel, Santiago y Gloria | |
Información profesional | ||
Ocupación | político abogado escritor |
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Partido político | Partido Reeleccionista | |
Miembro de | Academia Mexicana de la Lengua | |
Distinciones |
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Justo Sierra Méndez (nacido en San Francisco de Campeche, Campeche, el 26 de enero de 1848; fallecido en Madrid, el 13 de septiembre de 1912) fue un importante escritor, historiador, periodista, poeta, figura pública y pensador mexicano. Fue alumno de Ignacio Manuel Altamirano.
Se le conoce como un gran impulsor de la creación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También es llamado "Maestro de América" porque varias universidades de América Latina le dieron ese título. Es considerado una de las personas más influyentes en la historia moderna de México.
Contenido
Primeros años y educación de Justo Sierra
Justo Sierra nació en San Francisco de Campeche. Su padre fue Justo Sierra O'Reilly, un reconocido novelista e historiador. Su madre, Concepción Méndez Echazarreta, era hija de Santiago Méndez Ibarra, quien tuvo un papel importante en la vida pública de Yucatán en el siglo XIX.
Cuando su padre falleció en 1861, Justo Sierra Méndez era muy joven. Se mudó primero a Mérida, luego a Veracruz y finalmente a la Ciudad de México. Allí, después de estudiar mucho, conoció a los mejores poetas y escritores de su época. Entre ellos estaban Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Acuña, Guillermo Prieto y Luis G. Urbina.
Justo Sierra tenía dos hermanos: Santiago, quien también fue periodista y poeta, y Manuel José, quien se dedicó a la vida pública.

Desde joven, Justo Sierra se destacó en reuniones con escritores famosos como Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez. Se hizo conocido por sus escritos y por sus discursos en eventos importantes. Escribió cuentos, novelas y obras de teatro.
Sus primeros poemas se publicaron en el periódico El Globo. También escribió ensayos literarios y artículos de actualidad. Publicó en varias revistas y periódicos, como El Monitor Republicano y El Siglo Diez y Nueve.
En 1871, Justo Sierra se graduó como abogado. Fue elegido varias veces como diputado en el Congreso de la Unión. En 1881, propuso una ley para que la educación primaria fuera obligatoria, la cual fue aprobada. Ese mismo año, presentó un plan para crear la Universidad Nacional de México, pero tardaría 30 años en hacerse realidad.
En 1892, Justo Sierra habló sobre la idea de un gobierno que avanzara usando la ciencia para mejorar la administración pública. En 1893, dijo una frase muy famosa: "el pueblo mexicano tiene hambre y sed de justicia". Quería decir que México necesitaba más equidad y oportunidades para todos.
Impulso a la educación y cargos públicos
Justo Sierra apoyó mucho la educación. Quería que los jardines de niños fueran independientes y que los maestros tuvieran mejores oportunidades. También buscó mejorar las carreras universitarias como Medicina, Derecho e Ingeniería. Promovió la arqueología y un sistema de universidades en todo el país.
Además, impulsó la creación de una universidad para maestros, desayunos escolares y becas para estudiantes destacados. Su objetivo era que la educación enseñara a pensar, no solo a memorizar. Él creía que "la educación es la que genera mejores condiciones de justicia; educar evita la necesidad de castigar".

Fue Ministro de la Suprema Corte de Justicia en 1894, llegando a ser su Presidente. Después, ocupó cargos importantes en el gobierno de Porfirio Díaz, como Subsecretario de Justicia e Instrucción Pública y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, entre 1901 y 1911.
Gracias a su iniciativa, en 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, y él fue su primer titular. Desde este puesto, logró que la educación primaria fuera nacional, completa, laica (sin influencia religiosa) y gratuita. Justo Sierra fue amigo de Porfirio Díaz, quien siempre lo respetó por su inteligencia.
Obras escritas de Justo Sierra
Justo Sierra escribió varios libros de historia para la educación primaria y para el público en general. Dirigió la publicación de México, su Evolución Social (1900-1902) y la "Antología del Centenario" (1910).
Colaboró con otros escritores en la Revista Nacional de Letras y Ciencias, donde se publicó su libro La evolución política del pueblo mexicano. Otro de sus libros más importantes es Juárez, su obra y su tiempo.
Su trabajo incluye poemas, cuentos, novelas, discursos, ideas sobre educación, relatos de viajes, ensayos y artículos de periódico. Sus Obras completas, publicadas por la UNAM, tienen quince tomos.
Libros de historia
- Compendio de historia de la Antigüedad, 1880.
- Elementos de historia natural, 1888-1893.
- Elementos de historia patria, 1888-1893.
- Catecismo de historia patria, 1888-1893.
- Cuadros de historia patria, 1888-1893.
- Elementos de historia general, 1891.
- México, su evolución social (coordinador), 1902.
- Juárez. Su obra y su tiempo, México, 1905–1906.
- Evolución política del pueblo mexicano.
Pensamiento y proyecto educativo
La forma de pensar de Justo Sierra se ve en su vida y en cómo desarrolló su proyecto educativo. Él siempre buscó soluciones a los problemas de México. Quería que la cultura y la ciencia llegaran a todas las personas. Creía que esto ayudaría a formar el espíritu de la nación.
Un grupo de jóvenes escritores, conocidos como “El Ateneo de la Juventud”, compartía sus ideas. Con la ayuda de Justo Sierra, lograron impulsar la cultura y la ciencia en el país.
Justo Sierra fue el único que propuso ideas innovadoras para las futuras generaciones. Él pensaba que estas nuevas mentes serían clave para el desarrollo académico, cultural y científico de México. Un ejemplo de esto es la Ley Orgánica de 1945. Esta ley dio autonomía a la Universidad Nacional de México.
La autonomía académica de la educación pública, manteniendo un enfoque laico, era fundamental para Sierra. Él creía que el progreso material debía ir de la mano con el progreso intelectual. Esto era necesario para lograr una vida democrática en México.
La Universidad Nacional de México: Un sueño hecho realidad
Justo Sierra fue una figura clave en la reapertura de la Universidad en México. La Universidad había estado cerrada durante los conflictos entre diferentes grupos políticos. En ese tiempo, la educación se usaba para promover intereses de partido.
Los conservadores querían que la Universidad enseñara ciencias y humanidades junto con religión. Los liberales, en cambio, querían eliminarla. Justo Sierra, aunque era cercano a las ideas liberales, propuso en 1881 una ley para reabrir la Universidad.
Al principio, Sierra imaginaba una universidad que defendiera ciertas ideas científicas y que estuviera ligada al gobierno. Sin embargo, con el tiempo, su visión cambió. Quería que la educación fuera libre de influencias políticas.
La Universidad que Justo Sierra logró fundar en 1910 fue diferente a la que había propuesto en 1881. Ya no buscaba defender una sola idea científica. Ahora, su objetivo era explorar el conocimiento humano de una manera más amplia. Él creía que una facultad de Filosofía sería esencial para investigar lo fundamental. Así, la Universidad se convertiría en un gran centro educativo.
Últimos años y legado
En 1910, la Universidad Nacional Autónoma de México le dio a Justo Sierra el título de Doctor honoris causa. Este honor se otorga a personas muy destacadas.
Poco antes de que comenzara la Revolución Mexicana, Justo Sierra Méndez dejó su cargo como Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Dos años después, el presidente Francisco I. Madero lo nombró representante de México en España.
Falleció en Madrid el 13 de septiembre de 1912. Sus restos fueron traídos a México y recibió muchos homenajes. Fue sepultado con honores en el Panteón Francés.
En 1948, cien años después de su nacimiento, la UNAM lo nombró Maestro de América. Sus obras completas se publicaron en 15 tomos. Sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres, un lugar que él mismo había propuesto crear.
El 26 de mayo de 1999, su nombre fue grabado con letras de oro en el muro de honor del Palacio Legislativo de San Lázaro. En 2012, se conmemoró el centenario de su fallecimiento.
Familia de Justo Sierra
Justo Sierra tuvo hermanos: María Concepción, María Jesús, Santiago y Manuel José. Santiago también fue poeta y periodista.
En 1874, Justo Sierra se casó con Luz Mayora Carpio. Tuvieron varios hijos: Luz, Justo, Concepción, María de Jesús, Manuel, Santiago y Gloria. Su hijo Manuel fue diputado y diplomático. Santiago fue director de cine. Concepción fue presidenta de las Damas Voluntarias de la Cruz Roja mexicana por 40 años.
Entre sus descendientes se encuentran personas destacadas como el embajador Justo Sierra Casasús y el ingeniero Javier Barros Sierra, quien fue rector de la UNAM. Se dice que el matrimonio de Justo y Luz fue muy feliz. Él la describió como "una de las perlas de nuestra sociedad, hermosa como el primer sueño de la juventud".
En 1919, se le otorgó una pensión a su viuda para honrar la memoria de este gran educador.
Reflexiones de Justo Sierra
Sobre la historia, Justo Sierra dijo que debe analizar los hechos para entender el pasado. Aunque a veces la historia muestra errores repetidos, también puede haber esperanza.
Sobre el presidente Benito Juárez, Justo Sierra lo describió como un hombre con gran perseverancia. Creía que Juárez buscaba la mejora de la república. Pensaba que Juárez no era una persona sin emociones, sino que sentía mucho y sufría, aunque no lo mostrara.
Justo Sierra también reflexionó sobre la sociedad. Creía que la sociedad es como un organismo vivo que evoluciona. A medida que se une más, sus partes se especializan, lo que lleva al progreso.
Del general Porfirio Díaz, Justo Sierra mencionó que su gobierno tenía características únicas. Lo veía como un poder que ayudó al país a avanzar, no solo en lo material, sino también en lo moral. Creía que este avance era resultado del deseo de la nación de superar los conflictos.
En 1893, en la Cámara de Diputados, Justo Sierra expresó que el pueblo mexicano "tiene hambre y sed de justicia". Quería decir que, aunque había progreso, no había felicidad para todos. Él sentía la responsabilidad de hablar por la sociedad y buscar su bienestar.
Véase también
En inglés: Justo Sierra Facts for Kids