Historia de Pamplona para niños
Pamplona, una ciudad con mucha historia, se encuentra en un lugar especial que ha atraído a las personas desde hace muchísimo tiempo. Los descubrimientos arqueológicos nos muestran que ya había gente viviendo aquí hace unos 75.000 años. Se han encontrado herramientas de piedra cerca del río Arga, y hasta un menhir (una piedra grande y alargada) en la plaza del Castillo, aunque no se sabe de cuándo es.
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Orígenes de Pamplona: De Iruña a Pompaelo
Hace unos 2.000 años, donde hoy está Pamplona, existía un poblado de los vascones, un pueblo antiguo. Este lugar pudo llamarse Iruña o Bengoda. Era tan importante que incluso acuñaba sus propias monedas. El nombre Iruña parece venir de la palabra vasca "Hiri", que significa "ciudad" o "villa".
La Fundación Romana de Pompaelo
Se cree que en el año 74 a.C., el general romano Cneo Pompeyo Magno fundó una ciudad llamada Pompaelo o Pompelo. Esto ocurrió durante una guerra contra otro general, Sertorio. Pompeyo estableció un campamento militar que, con el tiempo, se convirtió en la Pamplona que conocemos. Aunque las fuentes antiguas no lo mencionan directamente, se piensa que Pompaelo fue una pequeña ciudad construida por soldados romanos, donde se asentaron los vascones del antiguo poblado.
La ciudad era fácil de defender porque estaba en un lugar elevado y el río Arga la rodeaba. Solo necesitaban construir una muralla en uno de sus lados. Alrededor había bosques que les daban madera y alimento. Dentro de la ciudad, en el centro, estaba el Foro, que era como la plaza principal.
Pamplona en la Época Romana
Con el tiempo, Pompaelo creció en importancia. El escritor griego Estrabón la mencionó como la ciudad principal de los vascones. Los descubrimientos recientes en la Plaza del Castillo han revelado que la Pamplona romana tenía incluso termas (baños públicos), lo que demuestra que era una ciudad avanzada para su época.
La Edad Media en Pamplona
La Época Visigoda y Musulmana
En el siglo V, el poder romano fue reemplazado por los visigodos. A diferencia de los romanos, los visigodos no tuvieron una buena relación con los vascones. Pamplona fue una sede importante para la iglesia visigoda. También hubo presencia de musulmanes en la ciudad entre los siglos VIII y IX.
El Nacimiento del Reino de Pamplona
A partir de la segunda mitad del siglo IX, Pamplona se fortaleció como un centro cristiano. En el siglo X, la dinastía Jimena dio origen al Reino de Pamplona. Este reino mantuvo su nombre durante dos siglos, hasta que en 1164 pasó a llamarse Reino de Navarra. Este cambio de nombre buscaba destacar la independencia del territorio frente a otros reinos poderosos. La llegada de nuevos habitantes ayudó al crecimiento de la ciudad.
Las Guerras de los Burgos
Alrededor de la ciudad original, llamada Navarrería, surgieron nuevos barrios o "burgos": San Nicolás y San Cernin. Cada burgo tenía su propia administración y privilegios, aunque todos estaban bajo la autoridad del obispo. Esta situación causó muchos problemas y enfrentamientos, que llegaron a su punto más alto en 1276 con la destrucción de la Navarrería y un gran conflicto. Este lugar quedó abandonado por casi 50 años.
Después de ser repoblada, los conflictos continuaron hasta que el rey Carlos III «el Noble» puso fin a las disputas en 1423. Proclamó el Privilegio de la Unión, que unificó la ciudad y ordenó la destrucción de las murallas que separaban los burgos.
Conflictos Internos por la Sucesión
Cuando Juan II de Aragón tomó el trono tras la muerte de la reina Blanca I de Navarra, dejando de lado a Carlos de Viana, se desató una guerra civil en Navarra. Aunque no fue muy sangrienta, causó grandes pérdidas económicas. La nobleza se dividió en dos grupos: los beamonteses apoyaban al príncipe Carlos, y los agramonteses a Juan II. Pamplona apoyó principalmente a los beaumonteses. Esta situación llevó a que tropas de Castilla se instalaran en Navarra, incluyendo Pamplona.
La Edad Moderna en Pamplona
La Integración en Castilla
En 1512, Fernando II de Aragón decidió invadir el Reino de Navarra. Un gran ejército, al mando del duque de Alba, llegó a las puertas de Pamplona. La ciudad, que en ese momento no era una fortaleza tan grande como lo sería después, tenía entre 6.000 y 10.000 habitantes y poca artillería. El 25 de julio, Pamplona se rindió tras negociar.
Después de la ocupación, hubo tres intentos de recuperar el reino. En octubre de 1512, fuerzas navarras y francesas sitiaron Pamplona. Para defender la ciudad, se destruyeron edificios, viñedos y árboles alrededor para evitar que los atacantes se escondieran o consiguieran provisiones. El flanco sur, que no estaba protegido por el río, fue reforzado. A pesar de la resistencia, las tropas sitiadoras sufrieron por la falta de alimentos y el frío, y finalmente se retiraron a finales de noviembre.
En 1515, el Reino de Navarra fue anexado al Reino de Castilla en una reunión de las Cortes Castellanas en Burgos, sin la participación de ningún navarro.
Otro intento de liberar el reino ocurrió en 1521. Aprovechando que había menos soldados castellanos por otros conflictos, se organizó una expedición con apoyo de Francia. En Pamplona, la sublevación fue un éxito, y los soldados castellanos quedaron sitiados. Entre ellos estaba Ignacio de Loyola, quien fue herido durante el bombardeo. Sin embargo, el ejército de Carlos I de España se recuperó rápidamente, y en la batalla de Noáin el 30 de junio de 1521, las fuerzas navarras y francesas fueron derrotadas, perdiendo definitivamente Pamplona.
Después de estas batallas y asedios, Pamplona quedó muy afectada económicamente. El rey concedió a sus habitantes una exención de impuestos durante cinco años para ayudarles a recuperarse.
Cambios y Modernización en el Siglo XVIII
A principios del siglo XVIII, la mayoría de los habitantes de Pamplona se dedicaban a la agricultura, la ganadería o eran artesanos. También había algunas fábricas pequeñas. A partir de 1750, la ciudad comenzó a modernizarse. Se construyó un nuevo ayuntamiento, se mejoraron los servicios de agua potable y saneamiento, y se renovó la fachada de la catedral con un estilo neoclásico.
La Invasión Francesa
Durante la Guerra de la Convención en 1794, el ejército francés sitió Pamplona, pero no logró entrar. En 1808, las tropas de Napoleón tomaron el control de la ciudad y la mantuvieron hasta 1813. Pamplona fue un punto estratégico importante para ellos.
La Edad Contemporánea en Pamplona
Las Guerras Carlistas y la Defensa de los Fueros
A finales del siglo XIX, hubo un movimiento popular llamado «Gamazada» para defender los Fueros (leyes y derechos propios) de Navarra. Para recordar este evento, se construyó en Pamplona en 1903 el Monumento a los Fueros, pagado por la gente. Una de sus inscripciones dice: «Nosotros los vascos, que no tenemos otro señor que Dios, acostumbramos a dar acogedor albergue al extranjero, pero no queremos soportar su yugo. Oídlo bien vosotros, nuestros hijos».
Pamplona estuvo rodeada por sus murallas hasta principios del siglo XX. La ciudad no podía crecer y sus habitantes vivían en un espacio cada vez más pequeño. Por eso, en 1905, se empezaron a derribar partes de las murallas para permitir que la ciudad se expandiera hacia el sur. Así nació el Segundo Ensanche, un nuevo barrio con calles bien planificadas.
Pamplona durante la Segunda República
En las elecciones municipales de 1931, que llevaron a la II República, en Pamplona ganó inicialmente una coalición de partidos de derecha. Sin embargo, las elecciones se repitieron y el bloque de izquierda ganó, eligiendo a Mariano Ansó como alcalde. Más tarde, la composición del ayuntamiento cambió, y Tomás Mata, de ideología carlista, ocupó la alcaldía hasta 1940.
La Guerra Civil (1936-1939)
En julio de 1936, el golpe de Estado tuvo éxito en Pamplona. La ciudad no fue un frente de guerra directo, pero sufrió las consecuencias del conflicto. Muchas personas fueron asesinadas, incluyendo seis concejales.
Cerca de Pamplona, en el fuerte San Cristóbal, ocurrió un evento muy triste. Este lugar fue usado como prisión, y en 1938, 795 presos intentaron escapar en la mayor fuga de la historia de España. Solo tres lograron cruzar la frontera; muchos fueron abatidos y el resto recapturados.
La Dictadura Franquista
Durante este periodo, algunas calles de Pamplona cambiaron de nombre para reflejar la ideología del gobierno. Se construyó el Monumento a los Caídos, que rinde homenaje a los soldados fallecidos de las tropas sublevadas.
El ayuntamiento cedió terrenos para la construcción de la Universidad de Navarra y la Clínica Universitaria de Navarra, instituciones que tuvieron y tienen una gran importancia económica y social en la ciudad.
La creación del polígono industrial de Landaben en 1964 impulsó la actividad industrial de Pamplona, transformando la ciudad de una economía más tradicional y artesanal a una más industrial. La población de Pamplona se duplicó en poco tiempo, pasando de unos 72.000 habitantes en 1950 a 147.000 en 1970, un periodo de gran crecimiento económico en España.
La Transición a la Democracia
La Transición del gobierno anterior a la democracia fue un periodo intenso en Pamplona. Hubo muchos cambios políticos y sociales. Se produjeron disturbios en las calles y acciones violentas. Un evento destacado fueron los Sanfermines de 1978, que tuvieron un impacto significativo en el futuro de Navarra.
Algunos autores señalan que los privilegios fiscales de Navarra fueron clave para su desarrollo económico. Esto se acentuó con la Ley del Amejoramiento del Fuero en 1982, lo que ha llevado a Navarra a ser una de las comunidades autónomas con mayor riqueza en España.
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