Herman Braun-Vega para niños
Datos para niños Herman Braun-Vega |
||
---|---|---|
![]() |
||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Germán Braun Vega | |
Nacimiento | 7 de julio de 1933 Lima, ![]() |
|
Fallecimiento | 2 de abril de 2019 París, ![]() |
|
Nacionalidad | Francesa y peruana | |
Etnia | Mestizo | |
Educación | ||
Alumno de | Carlos Quíspez-Asín | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pintor y artista | |
Años activo | 1978-2019 | |
Sitio web | braunvega.com | |
Germán Braun Vega, conocido como Herman Braun-Vega, fue un talentoso pintor y artista peruano. Nació en Lima, Perú, el 7 de julio de 1933, y falleció en París, Francia, el 2 de abril de 2019.
Su estilo artístico siempre fue figurativo, es decir, representaba objetos y personas reconocibles. Sin embargo, al principio de su carrera, antes de 1970, sus obras se acercaban a la abstracción. Su vida artística cambió mucho cuando se mudó a París en 1968. Allí, al ver las obras de grandes maestros de la pintura, Braun-Vega desarrolló una forma de arte que usaba "citas" de otras pinturas.
Decidió que su arte no solo debía ser bonito, sino también tener un mensaje claro para todos. Sus obras a menudo tienen varios niveles de significado. En sus pinturas, llenas de referencias a la historia del arte, aparecen personajes, paisajes y frutas de su natal Perú. Él celebraba su origen mestizo (mezcla de culturas) a través de un arte que combinaba diferentes estilos, muy colorido y con mensajes importantes, a menudo usando recortes de periódicos. Braun-Vega se veía a sí mismo como un testigo que quería activar la memoria de quienes veían sus obras. Su arte se enmarca en las corrientes de la nueva figuración y la figuración narrativa.
Contenido
- ¿Quién fue Herman Braun-Vega?
- ¿Cómo evolucionó la obra de Herman Braun-Vega?
- Primeros años (1949-1968): entre Lima y París
- Inspiración en los grandes maestros (1968-1978)
- Retratos en colaboración (1978-1980)
- Memoria, mestizaje y sincretismo (1981-2014)
- Mestizaje y sincretismo cultural
- El tema Norte-Sur
- El arte como testigo
- Herman se convierte en Braun-Vega
- El desnudo y la diversidad
- La exposición retrospectiva de Madrid
- Bodegones y objetos sincréticos
- Colaboración con el Ministerio de Educación de Francia
- El maestro de la interpicturalidad
- El pintor de la memoria
- Los juegos de las filiaciones
- Reconocimientos y homenajes
- Exposiciones individuales destacadas
¿Quién fue Herman Braun-Vega?
Sus orígenes familiares
El padre de Herman, Francisco Braun Weisbrod, nació en 1902 en lo que hoy es Hungría. Fue el primer miembro de su familia en emigrar a Perú.
Su madre, Armida Vega Noriega, nació en Iquitos, una ciudad importante en la Amazonía peruana.
Herman Braun Vega nació en Lima. Tuvo cuatro hermanos: Max (quien también fue pintor), Berti (arquitecto), Álex (diseñador) y Aurora (pintora). Su herencia mestiza, que combinaba raíces europeas y peruanas, fue muy importante en su trabajo artístico.
Desde pequeño, su padre le mostraba reproducciones de obras de arte que compraba en París.
Su formación como artista
En 1950, Herman estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lima con el maestro Carlos Quizpez Asín. A principios de 1951, su hermano Max viajó a París para ser pintor. A finales de ese mismo año, Herman, con solo 18 años, también se mudó a París para seguir su sueño de ser artista.
En París, tuvo la oportunidad de ver por primera vez obras de arte originales de grandes maestros, que antes solo conocía por fotos. A partir de entonces, continuó aprendiendo por sí mismo, observando a otros artistas y estudiando las obras en los museos.
Vida entre Lima y París
En 1952, Herman tuvo un hijo llamado Eric. Por un tiempo, dejó la pintura para dedicarse al diseño de interiores. Trabajó para una empresa importante y regresó a Lima en 1955, donde abrió su propia agencia de diseño. Sin embargo, pronto sintió la necesidad de volver a pintar.
En Lima, conoció a Nicole Boussel, quien ya tenía dos hijos. La familia que formó con su hijo, Nicole y sus hijos, fue una fuente de inspiración para sus pinturas entre 1963 y 1966.
Un artista peruano en París
En noviembre de 1967, Herman regresó a París solo con su hijo. Allí conoció a Lisbeth Schaudinn, una funcionaria alemana de la UNESCO, quien se convirtió en su esposa y compañera de vida. En 1968, mientras visitaban el Museo Picasso de Barcelona, descubrieron la famosa serie de cuadros que Picasso había dedicado a Las Meninas de Velázquez. Este momento fue clave y cambió por completo la forma de pintar de Herman.
Lisbeth le dio a Herman el apoyo que necesitaba para dedicarse por completo a su arte. Aunque vivía en París, nunca olvidó Perú y viajaba con frecuencia a Lima. La prensa peruana pronto se interesó en el éxito de este artista en París. Expuso sus obras en ciudades como París, Lima, Nueva York y Bruselas. En los años 70, desarrolló nuevas técnicas y temas que enriquecieron su arte. A partir de los años 80, su obra reflejó su vida, dividida entre la cultura europea y sus raíces latinoamericanas.
Sus últimos años en Arcueil
En 1999, Herman se mudó a Arcueil, cerca de París, donde compró una antigua fábrica y la transformó en su casa y estudio. A pesar de este gran proyecto, siguió pintando mucho. Sin embargo, comenzó a tener problemas de salud.
En 2009, su esposa Lisbeth falleció. Después de este momento difícil, encontró una compañera, Violette Wojcik, quien también enfermó poco después. En 2014, a Herman le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, lo que hizo que pintar sus últimos cuadros fuera muy doloroso. Falleció el 2 de abril de 2019.
¿Cómo evolucionó la obra de Herman Braun-Vega?
Primeros años (1949-1968): entre Lima y París
De la figuración a la abstracción
El joven Herman Braun pintaba siguiendo las ideas del arte moderno. Se inspiró en movimientos como el cubismo y el impresionismo, lo que lo alejó de pintar de forma totalmente realista. Hay rastros de su primera estancia en París en obras como La Seine (1952). Sin embargo, la mayor parte de su trabajo de este período se realizó en Lima a partir de 1963.
Pronto adoptó una técnica muy libre y expresiva. Su estilo figurativo (que representa cosas reales) a veces se acercaba a la abstracción (formas y colores sin una representación clara), como en Bodegón con candelabro (1960). Pero las consideraciones puramente estéticas dejaron de ser suficientes para él; necesitaba expresar ideas y sentimientos a través de su pintura.
Pinturas que cuentan historias
Así, a veces sus personajes "hablaban" en los cuadros, o dividía sus pinturas en recuadros, como si fueran un cómic, para contar una historia. Un ejemplo es El artista y su modelo (1968).
En 1966, pintó un emotivo retrato de su hermano Max, quien había fallecido. El cuadro, titulado "MI HERMANO MAX", mostraba el rostro de su hermano con letras grandes y pinceladas que transmitían enojo. En la zona del corazón, una lágrima contenía las letras "IBIZA", el lugar del suceso. Este cuadro, aunque muy personal, mostraba su estilo vigoroso y lleno de emoción. También era una pintura que "hablaba" y daba testimonio de un evento.
En mayo de 1968, creó un tríptico (tres paneles) llamado Liberté ? Égalité ? Fraternité ?, que por primera vez en su obra, narraba un acontecimiento actual de su tiempo.
Inspiración en los grandes maestros (1968-1978)
En una entrevista de 1992, Braun-Vega dijo: "Picasso es mi padre, me hizo lo que soy. Velázquez es mi maestro, me formó como pintor". Fue Picasso quien lo inspiró a transformar su arte a partir de 1968. Él explicó: "Hacer mía la obra de otros es la gran lección que me dio Picasso". Cuando vio la serie de Las Meninas de Picasso en 1968, se dio cuenta de que no debía tener miedo de usar obras de otros artistas en las suyas.
La serie Velázquez (1968)

Al regresar a París, Herman Braun-Vega se propuso crear una serie de cuadros llamada "Velázquez desnudo acompañado de las meninas en cincuenta y tres cuadros". Lo hizo en solo dos meses y medio, como Picasso, pero sin imitarlo. Esta serie era como un "dibujo animado" que mostraba los momentos antes de que los personajes de Las Meninas de Velázquez posaran para el famoso cuadro. Usó la técnica del políptico (varios paneles) para lograr un efecto narrativo. La serie fue muy bien recibida por los críticos en París. El políptico principal, con 17 paneles, se encuentra en el Museo de Antioquia en Medellín, Colombia.
Picasso y Manet (1969-1970)
Después de inspirarse en Picasso para estudiar a Velázquez, Braun-Vega estudió al propio Picasso y su relación con Manet. En una exposición titulada "Por amor al arte", creó una serie humorística llamada “Picasso dans un déjeuner sur l’herbe” ("Picasso en un almuerzo sobre la hierba"). En estas obras, Picasso expresaba su amor por las mujeres al ocupar el lugar de uno de los personajes del famoso cuadro Le Déjeuner sur l'Herbe de Manet.
Braun-Vega comenzó a usar la "cita pictórica", reproduciendo elementos de cuadros de Picasso en sus propias obras. Por ejemplo, el espejo de "la chica frente al espejo" apareció en su cuadro "Picasso en la bañera". Los críticos elogiaron su "homenaje, lleno de amor, rendido a Picasso". Una de sus obras, "Les invités sur l'herbe", que combinaba ideas de sus series de Velázquez y Picasso, fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de París a finales de 1970.
Cézanne (1970)
Su estudio de Cézanne resultó en un gran tríptico donde cada panel funcionaba como una viñeta de cómic. En este tríptico, Braun-Vega conectó las manzanas de Adán y Eva con las manzanas de los bodegones de Cézanne. Así, puso a Cézanne en el papel de un "padre creador" y comparó la creación bíblica con la creación artística.
Cada panel del tríptico mostraba el mismo interior en diferentes momentos de la historia. En la pared, había una reproducción de un bodegón de Cézanne. La ventana mostraba un paisaje del Monte Saint Victoire, otra obra de Cézanne. Ambas obras se transformaban de un panel a otro, creando un efecto narrativo. Braun-Vega ya había puesto un cuadro dentro de otro, pero aquí usó una ventana para mostrar un paisaje, otra forma de incluir una pintura dentro de otra.
Ingres (1971-1972)
En su serie sobre El baño turco, Braun-Vega analizó cómo la obra de Ingres influyó en el arte moderno. Esta serie, expuesta en Nueva York, se tituló "El baño turco en Nueva York". Fue la primera vez que hizo referencia a la ciudad de la exposición en uno de sus cuadros, como en "Ingres y sus modelos en Manhattan".
En esta serie, Braun-Vega experimentó con nuevas técnicas, como marcos de madera pintada que formaban parte de la obra, y efectos de trampantojo (ilusiones ópticas). También incluyó recortes de prensa para mostrar la vida política y social de su tiempo. Los críticos destacaron su habilidad para equilibrar la espontaneidad con la planificación, llevando la caricatura a un nivel comparable al de Picasso.
Poussin (1973-1974)
Desde 1968, Braun-Vega continuó estudiando a los grandes maestros, añadiendo nuevas técnicas a su repertorio. Él se veía como un pintor que hacía de la pintura el tema de su cuadro. Explicó que quería que su arte fuera claro y accesible para todos. Con la serie “La abducción de las Sabinas a partir de Poussin”, un estudio del cuadro "El rapto de las sabinas" de Poussin, logró esa claridad.
En esta serie, con colores cálidos y un estilo "a la Poussin", Braun-Vega se burló de nuestra "cultura de consumo" insertando objetos cotidianos. Pero, sobre todo, al incluir recortes de prensa, mezcló la violencia del cuadro de Poussin (agresión a civiles) con la violencia de eventos actuales, como el golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende. Los críticos señalaron que su trabajo no era una parodia, sino una forma de transferir valores y mostrar la continuidad en el arte. Una de sus obras de esta serie, "Poussin au quartier de porc", forma parte de la colección del Fonds national d'art contemporain.
Rembrandt, Vermeer, Hals (1975-1977)
Continuando su exploración, Braun-Vega estudió las obras de Rembrandt en el Louvre y el Rijksmuseum. También estudió a Vermeer y Hals en Ámsterdam. Aunque ya usaba acrílicos desde 1966, esta vez se centró en técnicas diferentes.
Realizó un álbum de grabados titulado AGRESIONES... MUTILACIONES... Y FALSOS (REMBRAUN), que reflexionaba sobre las falsificaciones en el arte. También creó una serie de pinturas de técnica mixta sobre plexiglás llamada “El retrato de las cosas”. Con su álbum de grabados, Braun-Vega mostró un fuerte interés en temas sociales y políticos. Por primera vez, comparó la lección de anatomía de Rembrandt con la foto del Che muerto, una idea que retomaría más tarde. Confirmó que para él, usar obras clásicas era también una forma de criticar la realidad. El Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo tiene una copia completa de este álbum.
Retratos en colaboración (1978-1980)
En 1978, Braun-Vega comenzó a pintar retratos, invitando a sus amigos artistas a participar en la creación de los cuadros. Entre ellos estaban Vladimir Veličković, Wifredo Lam y Eduardo Arroyo. También retrató a escritores como Jorge Semprún y Julio Ramón Ribeyro.
Aunque ya había hecho retratos antes, esta vez buscaba una mayor claridad en su lenguaje pictórico, creando retratos muy realistas. Lo interesante de estos retratos era la colaboración entre el pintor y el modelo. No solo mostraban el aspecto físico, sino también la personalidad, el entorno y la historia del retratado. Por ejemplo, Arroyo organizaba los objetos en la mesa frente a él, y Fromanger pintaba directamente sobre su retrato. Durante dos años, Braun-Vega se dedicó casi por completo a los retratos.
Memoria, mestizaje y sincretismo (1981-2014)
Mestizaje y sincretismo cultural
El tema del mestizaje y la mezcla de culturas se hizo muy importante en la obra de Braun-Vega a partir de una exposición en Lima en 1981. En esta exposición, se vieron casi todos los elementos que caracterizarían su arte futuro:
- Un lenguaje pictórico claro y fácil de entender.
- El uso sistemático de obras de otros artistas como temas.
- La confrontación con la realidad política, social, económica y cultural de su tiempo.
- La inclusión de recortes de prensa que daban pistas sobre la historia que el pintor quería contar.
El uso de obras de grandes maestros ya no era solo un comentario sobre esas obras, sino que servía para transmitir otro mensaje, como una cita en un texto. Estas "citas pictóricas" se mezclaban con personajes, paisajes y objetos contemporáneos, a menudo latinoamericanos, creando un contraste de tiempo y lugar. Por ejemplo, en "Bonjour Monsieur Poussin", un tanque en la calle y el cuadro de Poussin representaban la agresión militar. En "Buenos días Vermeer", el mundo tranquilo de Vermeer se contrastaba con un barrio pobre de Sudamérica. Así, el pintor ofrecía una visión irónica y crítica de su época.
El tema Norte-Sur
A partir de 1981, los puntos cardinales Norte y Sur aparecieron en algunas de sus obras. A veces de forma sutil, como un grafiti en un muro, o de forma más evidente con letras rojas. En algunos dibujos, el eje Norte-Sur separaba a personajes de Ingres (representando el Norte) que disfrutaban de un baño, de personajes sudamericanos contemporáneos que realizaban tareas domésticas.
Estos dibujos eran alegorías de la relación Norte-Sur, donde los países del Norte se beneficiaban del trabajo de los países del Sur. Esta forma de comparar personajes de la pintura occidental con personajes de la vida diaria del pintor para simbolizar las relaciones Norte-Sur se convirtió en un tema recurrente. Por ejemplo, en Los tramposos (según La Tour), una campesina peruana reemplazaba a la sirvienta del cuadro de Georges de La Tour, simbolizando la situación de los países en desarrollo frente a los países ricos.
El arte como testigo
Braun-Vega quería que su arte fuera un testigo activo de su tiempo. Para él, no se trataba solo de pintar bien, sino de "no pintar para no decir nada".
En 1982, exploró una nueva técnica creando relieves sobre papel en una serie llamada "Testimonio". En estas obras, las huellas de ropa en el papel y los gráficos evocaban escenas de crímenes, dando testimonio de la violencia contra civiles en el mundo. Esta serie se expuso en Lima. Dos grabados, realizados en colaboración con su amigo el escritor Julio Ramón Ribeyro, llamaron mucho la atención.
El arte de Braun-Vega también era un testimonio de la memoria histórica. En 1983, creó un díptico (dos paneles) titulado "Bolívar, luz y penumbras" para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Bolívar.
Herman se convierte en Braun-Vega
A partir de 1984, Herman Braun comenzó a firmar sus obras como Herman Braun-Vega. Añadió el apellido de su madre peruana al de su padre europeo, como una forma de afirmar sus orígenes mestizos. El tema del mestizaje y la mezcla de culturas se mantuvo muy presente en todo su trabajo posterior.
Sus obras de gran formato de la serie "Paisajes de la memoria" se expusieron en París en 1984 y en la Bienal de Sao Paulo en 1985, donde fue muy aclamado. Entre estas obras se encuentran "Why not them", que mostraba la Gran Odalisca de Ingres a la curiosidad de los niños, y La lección... en el campo, inspirada en la analogía entre la lección de anatomía de Rembrandt y la fotografía de los restos del Che.
El desnudo y la diversidad
En 1987, su exposición "Memorias desnudas" exploró ampliamente el tema del desnudo. Aunque ya había desnudos en sus obras anteriores, esta vez también pintó a personas contemporáneas desnudas. Para Braun-Vega, era una forma de mostrar la diversidad étnica de la gente.
Por ejemplo, en Diane des tropiques, la Diana de François Boucher aparecía junto a dos mujeres mestizas desnudas, expresando el surgimiento de un mundo multirracial y multicultural. También usaba el humor, como en Don Alfredo o la Venus en el cuarto rojo, donde el novelista peruano Alfredo Bryce Echenique admiraba la Venus del espejo de Velázquez.
En una versión de Las meninas de 1987, reemplazó los reflejos del rey y la reina en el espejo por el Papa recibiendo a Kurt Waldheim y un periódico que hablaba de la condena de Klaus Barbie. Este cuadro, Doble enfoque sobre occidente, criticaba el poder de la Iglesia y mostraba la diversidad étnica en países como Francia.
La exposición retrospectiva de Madrid
En 1992, se organizó una gran exposición de sus obras en Madrid, España. Coincidió con el quinto centenario del descubrimiento de América, un evento que en América se ve como el encuentro de dos mundos. La obra de Braun-Vega, que ya mezclaba la pintura europea con la realidad peruana, era perfecta para conmemorar este acontecimiento.
Para la ocasión, creó una serie titulada Perú-España: memorias desnudas, que exploraba las consecuencias de este encuentro y el mestizaje cultural. El director de la UNESCO, Federico Mayor, destacó cómo las obras de Braun-Vega ayudaban a Europa a entender las realidades de América Latina.
En esta serie, aparecieron referencias al cronista peruano Felipe Guamán Poma de Ayala, quien documentó la vida de los indígenas bajo el dominio español. También se mezclaron referencias a los grabados de Goya con artículos de prensa actuales. Una de las pinturas de esta serie, dedicada a Inca Garcilaso de la Vega, se encuentra en la colección de la Casa de América de Madrid.
Bodegones y objetos sincréticos
Braun-Vega construyó su obra alrededor de la mezcla de culturas, arte y política. A principios de los años 90, introdujo muchos bodegones (pinturas de objetos inanimados) en sus obras, a menudo en paneles de madera con relieves. Retomó una técnica que había explorado en 1972, donde el marco era parte de la obra.
Algunos de sus bodegones dialogaban con los de Cézanne, como en Bodegón con Piña (1991). Otros se mezclaban con obras de Toulouse-Lautrec, Picasso o Goya. A través de estas composiciones de frutas y verduras exóticas, el pintor quería mostrar que muchos alimentos que nos parecen comunes en realidad provienen de otros continentes, destacando la dimensión sincrética de su arte.
Colaboración con el Ministerio de Educación de Francia
Entre 1995 y 1996, el Ministerio de Educación Nacional de Francia organizó una serie de exposiciones de las obras de Herman Braun-Vega en siete ciudades francesas. Su pintura, que ofrecía una visión de la cultura europea desde otra perspectiva, fue vista como una invitación a descubrir otras culturas y a valorar la diversidad.
Braun-Vega se involucró mucho en el proyecto. Le gustaba explicar sus cuadros a los estudiantes que visitaban las exposiciones. Hablaba de sus orígenes mestizos, explicando que el mestizaje cultural era evidente en sus obras. Defendía la importancia de recordar el pasado para evitar errores, haciendo de su pintura un medio de conocimiento. Muchos libros de texto de español en Francia han usado sus obras desde 1984, reconociendo su valor educativo.
El maestro de la interpicturalidad
A mediados de los años 90, Braun-Vega dijo que quería liberarse de sus referencias habituales a la pintura occidental, concentrándose en su propia herencia artística. Sin embargo, sus obras a partir de 1980 casi siempre contenían "citas pictóricas".
Por esta razón, algunos críticos lo llamaron el "maestro de la interpicturalidad". Su forma de usar obras de otros artistas no solo era sistemática, sino que creaba un diálogo con la imagen original, dándole un nuevo significado en un nuevo contexto. También era notable su habilidad para mezclar estilos, por ejemplo, combinando la pintura de Velázquez con la de Picasso en un mismo cuadro, siempre buscando la coherencia.
El pintor de la memoria
Según Braun-Vega, a la sociedad le falta memoria. Creía que los eventos trágicos de la actualidad mostraban que no aprendemos del pasado. Por eso, decidió plasmar la memoria de algunos de estos eventos en sus cuadros, usando recortes de prensa.
Quería transmitir esta memoria y, para llegar a la mayor cantidad de gente posible, buscaba activar la memoria del espectador usando lo que llamó "la estrategia de las tres memorias":
- Memoria cultivada o histórica: a través de las obras de los grandes maestros, accesible a personas con conocimientos de historia del arte.
- Memoria social y política: a través de situaciones contemporáneas y recortes de prensa, para quienes tuvieran curiosidad por descifrar los mensajes.
- Memoria de la experiencia individual o cotidiana: accesible incluso para niños, que reconocerían fácilmente lo que se representaba gracias a su lenguaje pictórico claro.
Los juegos de las filiaciones
Después de una serie de exposiciones tituladas Memorias (2005-2009), siguieron otras llamadas Memorias y filiaciones (2010-2015). Braun-Vega siempre se interesó por las conexiones artísticas entre los grandes maestros. En 1983, en su cuadro ¡Caramba!, ya había mostrado quiénes eran sus maestros en la pintura.
En sus últimos años, buscó destacar las relaciones entre las obras. Por ejemplo, su cuadro ¿Que tal? Don Francisco en Burdeos o el sueño del Novillero exploraba la influencia de Velázquez sobre Goya, y luego de ambos sobre Monet y Manet. En Paul retocando un cuadro de Henri, trataba las relaciones entre Gauguin y Matisse. Y en Don Pablo Baila un huayno (Danza Andina de la sierra Peruana) Bajo la Mirada sorprendida de Matisse, pintó la relación entre Matisse y Picasso. Braun-Vega consideraba que los pintores formaban una gran familia, y así lo mostró en su Autorretrato en familia, donde se representó junto a Picasso, Velázquez y Rembrandt.
Reconocimientos y homenajes
- 1976 — Medalla del Jurado en la 4ª Exposición Internacional de Grabado de Frechen, Alemania.
- 1981 — Mención en grabado de la IV Bienal Americana de Artes Gráficas de Cali, Colombia.
- 2009 — Doctor honoris causa por la Universidad Süleyman Demirel de Isparta, Turquía.
- 2010 — Gran Oficial de la Orden El Sol del Perú "Al Mérito por Servicios Distinguidos".
- 2017 — Gran Cruz de la Orden El Sol del Perú "Al Mérito del Servicio Diplomático del Perú José Gregorio Paz Soldán".
- 2019 — Treinta y tres artistas le rindieron homenaje con la exposición Herman Braun-Vega: vida y expresión de un artista del mestizaje en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Exposiciones individuales destacadas
- 1965: Galería Jueves, Lima.
- 1966: HB66 : pinturas acrílicas, Instituto de Arte Contemporáneo, Lima.
- 1969: Vélasquez mis à nu, Galerie 9, París.
- 1970: Pour l'amour de l'art, Galerie 9, París.
- 1971: Vélasquez, Manet, Cézanne, and Picasso Revised, Jack Misrachi Gallery, Nueva York.
- 1972: Le bain turc à New York d'après Ingres, Lerner-Misrachi Gallery, Nueva York.
- 1975: L'enlèvement des sabines d'après Poussin, Galería Isy Brachot, Bruselas.
- 1977: Rembraun: Agresiones, mutilaciones y falsificaciones, Galería Lucien Durand, París.
- 1980: Representó a Perú en la 39.ª Bienal de Venecia, Italia.
- 1981: Buenos días señor..., Galería Camino Brent, Lima.
- 1984: Paysages-Mémoires, Théâtre du Rond-Point, París.
- 1985: 18.ª Bienal de São Paulo, Brasil.
- 1987: Mémoires dénudées, galerie Pascal Gabert, París. Retrospectiva, Château et parc de la Louvière, Montluçon, Francia.
- 1992: Retrospectiva, Museo Español de Arte Contemporáneo, Madrid.
- 1994: Natures Mortes, Galerie Pascal Gabert, París.
- 1995: Académie Orléans-Tours, Orléans.
- 1999: Nohra Haime Gallery, New York.
- 2001: Ethnologisches Museum, Berlín.
- 2003: Artparis, Carrousel du Louvre.
- 2006: Museo del Castillo de Valderrobres.
- 2012: Museo Tessé, Le Mans.
- 2018: Sede de la Unesco, París.