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Guerra de Sertorio para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Guerra Sertoriana
Parte de Guerras civiles romanas
Hispania during Sertorian War es.png
Hispania durante la guerra de Sertorio. En azul límite aproximado de la Hispania Citerior con la Ulterior. En negro ubicación identificada de ciudades y en rojo posibles.
Fecha 82 a. C.-72 a. C.
Lugar Península ibérica
Casus belli Primera guerra civil de la República romana
Conflicto Victoria optimate
Beligerantes
Populares rebeldes República de Roma (optimates)
Comandantes
Quinto Sertorio 
Lucio Hirtuleyo 
Marco Perpenna Ventón  Ejecutado
Quinto Cecilio Metelo Pío
Cneo Pompeyo Magno
Lucio Manlio
Marco Domicio Calvino
Fuerzas en combate
60 000 infantes y 8000 jinetes Metelo: 3-4 legiones
Calvino: 2 legiones Pompeyo: 5-6 legiones (30 000 infantes) y 1000 jinetes
Manlio: 3 legiones y 1500 jinetes en el 78 a. C.
Reciben 2 legiones de refuerzos en el 74 a. C.

La Guerra Sertoriana fue un conflicto importante que ocurrió en la Península ibérica (la actual España y Portugal) entre los años 82 a.C. y 72 a.C. Fue una consecuencia de la primera guerra civil romana. En esta guerra se enfrentaron dos bandos: por un lado, los seguidores de Quinto Sertorio, un general romano que se había declarado gobernador de la Hispania Citerior; y por otro lado, la República de Roma, representada por generales como Quinto Cecilio Metelo Pío y Cneo Pompeyo Magno.

¿Por qué comenzó la Guerra Sertoriana?

El contexto de las guerras civiles romanas

En el año 84 a.C., la República romana estaba dividida por una guerra civil. Había dos grupos principales: los populares, que buscaban más poder para el pueblo, y los optimates, que defendían los intereses de la nobleza. Los populares controlaban la capital, Roma, pero estaban perdiendo terreno en otras partes del Imperio.

Un líder importante de los optimates, Lucio Cornelio Sila, estaba regresando a Roma con un gran ejército. Mientras tanto, otros generales optimates como Quinto Cecilio Metelo Pío y Cneo Pompeyo Magno también estaban ganando batallas en diferentes provincias romanas.

La llegada de Sertorio a Hispania

Para fortalecer su posición, en el año 83 a.C., Quinto Sertorio fue enviado a la Hispania Citerior como pretor (un tipo de gobernador romano). Sertorio era un líder muy hábil y talentoso. Su misión era conseguir el apoyo de las tribus locales, como las de Cantabria y Lusitania, y preparar un refugio en Hispania para los populares si perdían la guerra en Italia.

Sertorio rápidamente se ganó la confianza de los líderes locales. Compró su lealtad, castigó a los funcionarios romanos que los trataban mal, bajó los impuestos y ayudó a construir barcos y máquinas de guerra. Cuando Sila finalmente venció a los populares y tomó Roma, muchos de los que lograron escapar buscaron refugio en Hispania con Sertorio.

Desarrollo de la Guerra Sertoriana

Primera fase: Los inicios del conflicto (82-79 a.C.)

Después de su victoria, Sila decidió enviar ejércitos para controlar los últimos territorios leales a los populares. El joven Cneo Pompeyo Magno fue enviado a Sicilia y luego a África, donde derrotó a los rebeldes.

En Hispania, Sertorio sabía que sería el siguiente objetivo. Ordenó a su lugarteniente, Livio Salinator, que defendiera los pasos de los Pirineos con 6.000 soldados. Sin embargo, en el año 82 a.C., un ejército romano al mando de Cayo Annio Lusco sobornó a un soldado para que asesinara a Salinator. Sin su líder, los defensores se rindieron, y Annio entró en la península sin problemas.

Archivo:Pompeo la granda
Un joven Pompeyo fue enviado a eliminar a los núcleos restantes de los populares al inicio de la contienda.

Sertorio y los 3.000 soldados que le quedaban huyeron al Reino de Mauritania (en el norte de África). Allí, se alió con piratas y exiliados romanos. En el año 81 a.C., logró una importante victoria contra un general romano llamado Gayo Paciano, lo que le permitió tomar la ciudad de Tingis.

En la primavera del año siguiente, Sertorio recibió una petición de ayuda de los lusitanos, lo que le dio la excusa perfecta para regresar a Hispania. Desembarcó con 2.000 soldados romanos, 700 jinetes mauritanos y 600 auxiliares hispanos. Los lusitanos lo recibieron con entusiasmo, creyendo que era un enviado de la diosa Diana debido a una pequeña cierva blanca que lo acompañaba. Sertorio les decía que la cierva le transmitía mensajes de la diosa. Rápidamente, 4.000 soldados de infantería y 600 jinetes lusitanos se unieron a él.

Sertorio logró una victoria importante a orillas del río Betis contra el gobernador de la Hispania Ulterior, Lucio Fufidio. Después de esto, se adentró en Lusitania y estableció su base en Calagurris.

Segunda fase: El auge de Sertorio (79-76 a.C.)

En el año 79 a.C., Sertorio ya controlaba una parte importante de Hispania. Sila envió al experimentado general Quinto Cecilio Metelo Pío con dos legiones para enfrentarlo. Metelo estableció su cuartel en Corduba. Como Sertorio tenía menos soldados (unos 8.000), decidió evitar las batallas grandes y usar la guerra de guerrillas, que consiste en ataques rápidos y sorpresivos.

Envió a Lucio Hirtuleyo a detener al gobernador de la Hispania Citerior, Marco Domicio Calvino, a quien Hirtuleyo derrotó cerca de Consabura. Sertorio también logró romper el asedio de Metelo a la ciudad de Lacóbriga, llevando agua a la ciudad y cortando los suministros de Metelo.

Archivo:Cabeza - Museo de Cáceres - 51879332501
Cabeza encontrada en Castra Caecilia, un campamento romano de Metelo durante la campaña.

Estas victorias hicieron a Sertorio muy popular. Decidió crear un Senado al estilo romano en Osca (actual Huesca), pero formado por nobles hispanos. Él se nombró gobernador y respetó las decisiones del Senado. Entrenó a los soldados hispanos como romanos y nombró gobernadores que trataban a la gente con justicia y bajaban los impuestos.

Además, fundó una academia en Osca para los hijos de las familias importantes de Hispania. Allí, maestros romanos y griegos les enseñaban, lo que llenaba de orgullo a los padres. Estos jóvenes eran importantes para asegurar la lealtad de sus familias y para formarlos como futuros funcionarios. Sertorio controlaba el Ebro y Tarraco gracias a su alianza con los celtíberos.

En el año 78 a.C., Marco Perpenna Ventón, otro líder popular que había estado resistiendo en Cerdeña, se unió a Sertorio con 20.000 soldados de infantería y 1.500 de caballería. Para entonces, Sertorio tenía un ejército de 60.000 soldados de infantería y 8.000 de caballería, aunque la mayoría eran locales.

En el año 77 a.C., Sertorio estaba en la cima de su poder, controlando casi toda la Hispania romana, excepto el sur.

Tercera fase: La llegada de Pompeyo y el final de la guerra (75-72 a.C.)

En el año 76 a.C., el joven Cneo Pompeyo Magno fue enviado a Hispania para derrotar a Sertorio. Pompeyo se preparó para atacar al año siguiente. Su plan era que Metelo impidiera que Sertorio se moviera, mientras él expulsaba a los rebeldes de la costa y del interior, acorralándolos en Lusitania.

Sertorio, con sus fuerzas mermadas, envió a un pequeño grupo a Mitrídates VI, rey del Ponto, a cambio de 3.000 talentos (una gran suma de dinero). Con ese dinero, pudo pagar a sus soldados.

Archivo:Mithridate VI Eupator en Héraklès coiffé de la léonté - Musée du Louvre AGER Ma 2321
Mitrídates VI pagó a Sertorio para que continuara la guerra, lo que le permitió a Sertorio pagar a sus soldados.

En el año 75 a.C., Metelo y Pompeyo unieron sus fuerzas. Metelo derrotó y dio muerte a Hirtuleyo, el lugarteniente de Sertorio, cerca de Itálica. Mientras tanto, Pompeyo avanzó hacia Sagunto y luego hacia Valentía, donde derrotó y dio muerte a Herenio, otro líder rebelde.

Sertorio se enfrentó a Pompeyo en la Batalla del río Sucrón. Fue una batalla muy reñida, donde Sertorio demostró su habilidad militar. Aunque sufrió algunas pérdidas, logró que Pompeyo se retirara.

A finales del verano, Sertorio se retiró a Pallantia para pasar el invierno. Metelo ofreció una gran recompensa a quien matara a Sertorio. Pompeyo, por su parte, fundó la ciudad de Pompaelo (Pamplona).

En el año 74 a.C., Sertorio usó la táctica de la tierra quemada (destruir los recursos para que el enemigo no pudiera usarlos) para evitar el combate directo. Pompeyo y Metelo atacaban ciudades para forzarlo a luchar. Una amnistía ofrecida por el Senado romano hizo que muchos oficiales abandonaran a Sertorio.

En el año 73 a.C., Pompeyo conquistó la Celtiberia y las ciudades costeras. Sertorio se vio cada vez más acorralado en el valle del Ebro. Sintiendo la traición de algunos líderes hispanos, tomó medidas severas contra los estudiantes de la academia de Osca, lo que puso fin a su proyecto educativo.

Finalmente, en el año 72 a.C., Marco Perpenna Ventón y otros oficiales invitaron a Sertorio a una cena y lo atacaron, causándole la muerte. Perpenna tomó el mando, pero fue rápidamente derrotado y capturado por Pompeyo. Pompeyo ordenó ejecutar a Perpenna para evitar más conflictos. Las ciudades leales a Sertorio se rindieron, excepto Calagurris, que resistió el asedio con una valentía extrema, incluso en las condiciones más difíciles. Si Sertorio no hubiera sido traicionado, la guerra no habría terminado tan rápido.

¿Qué pasó después de la guerra?

Pompeyo decidió no perseguir a los seguidores de Sertorio, lo que lo diferenció de Sila y le ganó el apoyo de la población hispana. Gracias a esto, años más tarde, durante la guerra civil contra Cayo Julio César, Pompeyo contó con la lealtad de los colonos romanos y las tribus hispanas.

Sertorio es recordado por su deseo de integrar a los habitantes locales en la civilización romana, tratándolos con respeto, a diferencia de otros romanos que solo veían las tierras conquistadas como una fuente de riquezas. Sertorio logró crear una especie de "República Romana en miniatura" en Hispania, una de las provincias más importantes para Roma en ese momento.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Sertorian War Facts for Kids

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