Gran Bretaña prehistórica para niños
Gran Bretaña prehistórica es el periodo que va desde que los primeros seres humanos llegaron a la isla de Gran Bretaña hasta la invasión romana en el año 43 d.C. Con la llegada de los romanos, se introdujo la escritura formal, lo que nos permite conocer más detalles de esa época.
Gran Bretaña Prehistórica: Un Viaje en el Tiempo
La isla de Gran Bretaña ha estado habitada de forma continua durante unos 12.000 años. Lo que sabemos de sus primeros habitantes y sus formas de vida lo descubrimos gracias a la arqueología. Esto se debe a que, hasta donde sabemos, no utilizaban la escritura. La primera vez que se mencionó Gran Bretaña y sus habitantes en un texto fue por un marinero griego llamado Piteas. Él exploró la costa británica alrededor del año 320 a.C.
A partir del Neolítico (la Nueva Edad de Piedra), la isla tuvo mucho intercambio comercial y cultural con el resto de Europa. Exportaban especialmente estaño, un mineral muy abundante en la isla. Gran Bretaña, al estar en los límites de Europa, recibió los cambios tecnológicos y culturales un poco más tarde durante la prehistoria. Aunque antes se pensaba que estos cambios se debían a olas de personas que llegaban de Europa, la arqueología ha demostrado que la relación entre Gran Bretaña y el continente era más compleja. Muchos de los cambios en las sociedades británicas vinieron de que los habitantes locales adoptaron costumbres o tecnologías de otros lugares.
La Edad de Piedra: Paleolítico
El Paleolítico (la Antigua Edad de Piedra) en Gran Bretaña abarca desde el año 750.000 hasta el 10.000 a.C. Durante este largo tiempo, hubo muchos cambios en el clima, como periodos de glaciaciones (cuando hacía mucho frío y había hielo) y periodos interglaciales (más cálidos). Los habitantes eran cazadores-recolectores que seguían a los animales por el norte de Europa.
Se han encontrado huesos y herramientas de sílice (un tipo de roca) en lugares como Happisburgh y Pakefield. Esto demuestra que el Homo erectus estuvo en Gran Bretaña hace unos 700.000 años. En ese entonces, el sur y el este de la isla estaban unidos a Europa por un gran puente de tierra. Esto permitía a los grupos humanos moverse libremente. Por donde hoy está el canal de la Mancha pasaba un gran río, que se dirigía al oeste y recibía agua de los ríos Támesis y Sena. Esta información nos ayuda a entender cómo los primeros habitantes de Eurasia llegaron a Gran Bretaña siguiendo el curso de este río, al que se le ha llamado Bytham.
Sitios arqueológicos como Boxgrove, en Sussex, muestran la llegada del Homo heidelbergensis hace unos 500.000 años. Esta especie humana fabricaba herramientas de sílice y cazaba grandes animales como elefantes, rinocerontes e hipopótamos. Es probable que las glaciaciones obligaran a la gente a emigrar. Sin embargo, en un periodo cálido llamado Hoxiense (hace 420.000 a 360.000 años), Gran Bretaña estuvo poblada por fabricantes de herramientas clactonienses, como las encontradas en Barnfield Pit.
Durante un periodo de mucho frío, hace unos 240.000 años, se introdujo una nueva forma de tallar herramientas llamada tecnología levallois. Esta tecnología pudo venir de África o de Europa. Fue muy importante para que los humanos pudieran vivir en zonas frías durante la Era glacial. Hay pocas pruebas de presencia humana en el siguiente periodo cálido, el Ipswichiano (hace unos 120.000 años). Parece que el hielo tardó más en derretirse en Gran Bretaña que en el continente. En general, la cantidad de restos arqueológicos sugiere que la población disminuyó entre el periodo Hoxniense y el Ipswichiano.
Hace 230.000 años, el Homo neanderthalensis llegó a Gran Bretaña y reemplazó al Homo heidelbergensis. Se han encontrado pruebas de herramientas de sílice hechas por neandertales en Kent, al sur de Inglaterra.
Los Homo sapiens (nuestra especie) aparecieron por primera vez en Gran Bretaña hace 30.000 años. También eran cazadores-recolectores. Permanecieron allí hasta la última glaciación, después de la cual la isla quedó deshabitada por un tiempo largo.
Hacia el 7500 a.C., se estableció un importante centro mesolítico (Edad Media de Piedra) en Star Carr, Yorkshire. Más tarde llegó la cultura tardenoisiense. Eran cazadores y recolectores, y los primeros ya conocían el hacha y cómo cortar árboles. Después llegó la cultura aziliense, con asentamientos en las costas.
Cuando Gran Bretaña se Convirtió en Isla
Un puente natural de tierra unía lo que hoy es Gran Bretaña con Francia hasta hace unos 450.000 años. El actual Canal de la Mancha era una zona de tierra seca en un paisaje helado de tundra, con pequeños ríos. Es probable que una serie de eventos naturales, como terremotos o desbordamientos de lagos glaciares, causaran una rápida erosión de esta franja de tierra. La erosión y el aumento del nivel del mar al final de la Edad de Hielo terminaron por inundar los valles, creando el actual estrecho de Dover. Esto cortó la conexión terrestre entre las islas y el continente hace unos 160.000 años.
Este cambio tan importante en la geografía de las islas hizo que su carácter de isla fuera más marcado. Esto podría explicar por qué la presencia humana en Gran Bretaña se detuvo de repente durante unos 120.000 años, a diferencia del resto de Europa.
La Llegada de la Agricultura: Primeros Asentamientos
Hacia el 4500 a.C., comenzaron a establecerse asentamientos agrícolas en Gran Bretaña, a medida que el conocimiento de la agricultura se extendía desde Europa. Para el 3500 a.C., ya había comunidades agrícolas en gran parte de la isla. El trabajo con la arcilla se conocía al menos desde el 4100 a.C.
En el 3800 a.C., llegaron por mar colonizadores agricultores. Se establecieron en Wessex y, durante décadas, convivieron con los maglemosienses de los bosques, los tardenoisienses de los valles de los ríos y los azilienses de las costas. Esta cultura de agricultores y pastores, llamada Windmill Hill (por un lugar donde se encontró un importante yacimiento), tuvo mucho éxito. Para el 3000 a.C., ya se había extendido por Gran Bretaña e Irlanda. La necesidad de sílex llevó a la primera explotación minera. Se han encontrado sepulturas en forma de largos túmulos de tierra y yeso.
En el 2800 a.C., se construyó el monumento megalítico West Kennet Long Barrow. Esto fue resultado de la llegada de un primer grupo de constructores, que se mezclaron con la cultura de Windmill Hill. Un segundo grupo desembarcó más tarde en el suroeste de Escocia y el norte de Irlanda, con asentamientos en la Isla de Man, Gales y Derbyshire.
La cultura de los pueblos del Neolítico secundario, llamada Peterborough, combinaba la caza y la pesca con la agricultura y la cerámica. Otros grupos culturales importantes fueron los de Rinyo-Clacton, en el norte de Escocia y el sureste de Inglaterra, y el de Dorchester, en el valle del Támesis. También surgieron lugares donde se fabricaban hachas. Hacia el 2600 a.C., se construyeron numerosos terraplenes circulares con una entrada, llamados henges, en el sur de Inglaterra. Alrededor del 2500 a.C., se construyó Stonehenge, en medio de un complejo que incluía un asentamiento de más de mil casas, que databa de 500 años antes y donde se encontró cerámica con decoraciones lineales.
La Edad del Bronce: Metales y Comercio

Después del 2500 a.C., una nueva cultura llegó a Gran Bretaña: la cultura del vaso campaniforme. Esta cultura, que se originó en la península ibérica, sabía cómo fabricar herramientas y armas de metal. Al principio usaban cobre, y a partir del año 2150 a.C., comenzaron a usar bronce, una mezcla de cobre y estaño. Así, el bronce reemplazó por completo a la piedra.
Gran Bretaña tenía grandes reservas de estaño en lo que hoy son Cornualles y Devon, en el sur de Inglaterra. Hacia el 1600 a.C., el suroeste británico experimentó un gran auge comercial, ya que el estaño de allí se exportaba a toda Europa.
La gente de esta cultura, conocida como la cultura Beaker, era muy hábil en la producción de adornos de oro. Estos adornos se han encontrado en las tumbas de personas importantes. Enterraban a sus muertos en túmulos de piedra, a menudo con un vaso al lado del cuerpo (beaker significa ‘vaso’ en inglés). Algunos creen que esta cultura fue la responsable de la construcción de Stonehenge, pero el complejo donde se construyó el monumento megalítico es, en realidad, anterior.
A partir del 1500 a.C., la cultura Beaker empezó a disminuir. Se discute si la gente de Beaker migró en masa de Gran Bretaña al continente o si la cultura Beaker provenía de una cultura común en Europa que se extendió hacia Gran Bretaña. La mayoría de los expertos apoyan la segunda idea.
La Edad del Hierro y los Celtas
Hacia el año 750 a.C., la tecnología del hierro llegó desde el sur de Europa. El hierro era más fuerte y más abundante que el bronce, y cambió muchos aspectos de la vida. Fue muy importante para la agricultura. El arado con punta de hierro permitía trabajar la tierra más rápido que el de bronce, lo que hizo que el hierro fuera muy popular en el campo.
¿Quiénes Eran los Celtas?
En el 900 a.C., un nuevo grupo de personas se estableció en Gran Bretaña. Hacia el 500 a.C., estos pueblos, conocidos como celtas, habían ocupado la mayor parte de Gran Bretaña. Eran artesanos muy hábiles que creaban desde joyas con diseños complejos hasta armas de hierro.
Los celtas vivían en grupos tribales muy organizados, generalmente dirigidos por un jefe de tribu. Tenían una "clase alta" de guerreros, que se distinguían por sus largos bigotes, y una "clase de trabajadores". Vivían en tiendas de campaña.
Los guerreros celtas eran conocidos por su valentía en la batalla, y no era raro encontrar mujeres guerreras. La más famosa de ellas fue Boudica.
Los celtas tenían creencias espirituales y sus sacerdotes eran los druidas. Los druidas eran una clase muy poderosa, tanto como la de los guerreros. La cultura celta no usaba la escritura, por lo que las leyes y los rituales se transmitían de forma oral, de generación en generación.
Fortalezas y Vida Tribal
Cuando los celtas aumentaron en número, sus conflictos con otros pueblos, como los pictos (a quienes llamaban Prydyn y que probablemente eran la población nativa anterior a los celtas), también aumentaron. Por eso, construyeron fortalezas. Aunque las primeras ya se habían construido en el 1500 a.C., las fortificaciones resurgieron y se multiplicaron en el periodo celta.
Estas fortalezas se construían en terrenos elevados, rodeadas por una zanja profunda y montones de tierra. Alrededor había una empalizada (una cerca de postes). Al principio, estas fortificaciones servían como refugio temporal durante los ataques. Pero con el tiempo, se hicieron permanentes y funcionaron como centros de comercio. Muchas se construyeron en el oeste y suroeste de Inglaterra, y otras al norte de Escocia.
Los Últimos Años Antes de los Romanos
El último siglo antes de la invasión romana estuvo influenciado por personas que llegaron de la Galia (lo que hoy es Francia y Bélgica), conocidos como belgas. A partir del 175 a.C., se asentaron en las áreas de Kent, Hertfordshire y Essex, y extendieron la habilidad para producir jarrones. Los belgas ya tenían algunas costumbres romanas y fueron los responsables de crear los primeros asentamientos lo suficientemente grandes como para ser considerados ciudades.
Este siglo antes de la invasión romana también vio un aumento en la sofisticación de la vida británica. Se usaban barras de hierro como moneda a partir del 100 a.C. El comercio dentro de la isla y con Europa continental floreció gracias a la producción de minerales. Por eso, a medida que Roma expandía su dominio hacia el norte, se interesó por Gran Bretaña.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Prehistoric Britain Facts for Kids
- Cronología de la prehistoria de Escocia
- Prehistoria de las islas Orcadas
- Picto
- Celta
- Idioma galés
- Stonehenge