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Leucocito para niños

Enciclopedia para niños
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Linaje de las células sanguíneas.
Datos para niños
Leucocito
Red White Blood cells.jpg
Imagen tomada con un microscopio electrónico en la que se observa, de izquierda a derecha: un eritrocito, una plaqueta y un leucocito.

Representación tridimensional de los cinco tipos de glóbulos blancos.
Nombre y clasificación
Sinónimos
Glóbulo blanco
Latín Leucocytus
TH H2.00.04.1.02001
TH H2.00.04.1.02001
Información anatómica
Sistema inmunitario
Archivo:SEM blood cells
Una imagen de microscopio electrónico de barrido de la sangre humana en circulación normal. Además de los leucocitos de forma irregular, también se ven células rojas de la sangre y plaquetas pequeñas.

Los leucocitos o glóbulos blancos son células de la sangre que forman parte de nuestro sistema inmunitario. Su trabajo principal es defender el cuerpo contra sustancias extrañas o agentes que pueden causar enfermedades. Se originan en la médula ósea y en el sistema linfático.

Estas células se producen a partir de células madre hematopoyéticas en la médula ósea. Los glóbulos blancos son las únicas células sanguíneas que se encuentran en todo el organismo.

Existen cinco tipos diferentes de leucocitos, que se dividen en granulocitos y agranulocitos. Varios de ellos, como los monocitos y neutrófilos, pueden "comer" partículas extrañas (son fagocíticos). Cada tipo tiene características y funciones distintas.

El número de leucocitos en la sangre puede indicar si hay alguna enfermedad. Normalmente, hay entre 4.000 y 11.000 glóbulos blancos por microlitro de sangre. Constituyen aproximadamente el 1% del volumen total de sangre en un adulto sano. Si el número de leucocitos es muy alto, se llama leucocitosis. Si es muy bajo, se llama leucopenia.

¿Qué son los glóbulos blancos?

Los leucocitos, también conocidos como "glóbulos blancos", reciben su nombre del griego "leukós" (blanco) y "kytos" (bolsa). Se les llama así porque, al centrifugar una muestra de sangre, forman una capa delgada y blanquecina entre los glóbulos rojos y el plasma sanguíneo. Esta capa se conoce como "capa leucocítica". A veces, si hay muchos neutrófilos, esta capa puede verse verdosa debido a una enzima que contienen.

Características de los glóbulos blancos

Los glóbulos blancos son células que se mueven por la sangre de forma temporal. Son parte de los componentes celulares de la sangre. A diferencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), no tienen pigmentos, por eso se les llama "blancos".

Son células completas con núcleo, mitocondrias y otros orgánulos. Pueden moverse libremente usando "pseudópodos" (extensiones de su cuerpo). Su tamaño varía entre 8 y 20 micrómetros. Su tiempo de vida puede ser desde unas pocas horas hasta meses o incluso años. Estas células pueden salir de los vasos sanguíneos mediante un proceso llamado diapédesis, lo que les permite llegar a los tejidos del cuerpo para combatir infecciones.

Tipos de glóbulos blancos

Todos los leucocitos tienen núcleo, pero son diferentes en su forma y función. Se dividen en dos grupos principales:

Según su origen, los glóbulos blancos se clasifican en:

Funciones de los glóbulos blancos

Tipo de célula Porcentaje aproximado en adultos Función principal Vida media
Neutrófilo 62 % Defienden contra bacterias, hongos y virus. Son los primeros en llegar a una infección. 6 horas a unos pocos días
Eosinófilo 2,3 % Combaten parásitos grandes y participan en las reacciones alérgicas. 8–12 días
Basófilo 0,4 % Liberan histamina para iniciar respuestas inflamatorias y alérgicas. Pocas horas a pocos días
Linfocito 30 % Son clave en la inmunidad. Las células B producen anticuerpos y las células T atacan células infectadas o anormales. Semanas a años (para células de memoria)
Monocito 5,3 % Limpian restos de células muertas y atacan microorganismos. Se convierten en macrófagos en los tejidos. Horas a días

Neutrófilos: Los primeros en la batalla

Los neutrófilos son los defensores más numerosos contra infecciones causadas por virus, bacterias u hongos. Suelen ser los primeros en llegar a la zona de una infección. Cuando muchos neutrófilos actúan y mueren, forman lo que conocemos como pus. Tienen un núcleo con varias partes, lo que les da un aspecto especial. Su citoplasma (el interior de la célula) puede parecer transparente. Los neutrófilos "comen" bacterias y son muy abundantes en el pus. No pueden renovar sus herramientas internas para digerir microbios, por lo que mueren después de combatir algunos agentes dañinos. Son el tipo de célula más común en las primeras etapas de una inflamación. Constituyen del 60% al 70% de todos los leucocitos en la sangre humana.

Eosinófilos: Contra parásitos y alergias

Los eosinófilos se encargan principalmente de combatir infecciones por parásitos, como los gusanos. También son muy importantes en las reacciones alérgicas. Si tienes asma, rinitis alérgica o urticaria, es probable que tus eosinófilos estén más activos. Su núcleo suele tener dos partes. El citoplasma está lleno de gránulos que se tiñen de un color rosado o anaranjado característico.

Basófilos: Los activadores de la inflamación

Los basófilos son responsables de las respuestas alérgicas. Liberan una sustancia llamada histamina, que provoca que los vasos sanguíneos se dilaten. Su núcleo puede tener dos o tres partes, pero es difícil de ver porque está cubierto por muchos gránulos grandes de color azul oscuro.

Linfocitos: Los especialistas de la inmunidad

Los linfocitos son más abundantes en el sistema linfático que en la sangre. Se caracterizan por tener un núcleo grande y poco citoplasma. Incluyen:

  • Células B: Producen anticuerpos que se unen a los agentes dañinos para bloquearlos y ayudar a eliminarlos.
  • Células T:
    • CD4+ cooperadoras: Ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria del cuerpo.
    • CD8+ citotóxicas: Destruyen células del cuerpo que están infectadas por virus o que son anormales.
    • Células T γδ: Comparten características con otras células inmunitarias y se encuentran más en los tejidos.
  • Células Natural Killer (NK): Son capaces de destruir células del cuerpo que no muestran ciertas señales normales, o que muestran señales de estrés, como las células infectadas por virus o las células anormales.

Monocitos: Los "aspiradores" y presentadores

Los monocitos, al igual que los neutrófilos, tienen la función de "limpiar" (fagocitar) partículas. Pero son más duraderos y tienen una función adicional: presentar partes de los agentes dañinos a los linfocitos T para que estos puedan reconocerlos y eliminarlos. Los monocitos salen de la sangre para convertirse en macrófagos en los tejidos, donde se encargan de eliminar restos de células muertas y atacar microorganismos. A diferencia de los neutrófilos, los monocitos pueden renovar sus herramientas internas, por lo que su vida activa es más larga. Su núcleo tiene forma de riñón y no tienen gránulos.

Glóbulos blancos en los tejidos

Algunos glóbulos blancos se mueven a los tejidos del cuerpo para vivir allí de forma permanente, en lugar de circular en la sangre. A menudo, estas células tienen nombres específicos según el tejido donde se establecen. Por ejemplo, los macrófagos fijos en el hígado se llaman células de Kupffer. Estas células siguen siendo muy importantes para el sistema inmunitario.

Problemas con los glóbulos blancos

Existen dos tipos principales de problemas relacionados con los glóbulos blancos: los trastornos en los que hay un aumento de su número (trastornos proliferativos) y aquellos en los que hay una disminución (leucopenias).

Leucopenias: Cuando los glóbulos blancos disminuyen

Una leucopenia es una disminución en el número de glóbulos blancos en la sangre. El tipo de célula que más a menudo disminuye es el neutrófilo, lo que se llama neutropenia. En casos menos comunes, puede haber una reducción de linfocitos, llamada linfocitopenia.

Neutropenia: Menos neutrófilos

La neutropenia puede ser causada por diferentes factores, como ciertos medicamentos (por ejemplo, algunos usados en tratamientos médicos), radiación, o toxinas. También puede deberse a problemas de salud específicos o infecciones graves. Los síntomas de la neutropenia están relacionados con la causa que la provoca. Un riesgo importante de la neutropenia es que aumenta la posibilidad de contraer infecciones.

Linfocitopenia: Menos linfocitos

La linfocitopenia se define como tener menos de 1.0x109 linfocitos por litro de sangre. Las células T CD4+ son las más afectadas. Al igual que la neutropenia, puede ser causada por problemas de salud hereditarios, enfermedades infecciosas (virales o bacterianas), ciertos medicamentos, radiación, cirugías importantes, o problemas de nutrición. Los síntomas y el tratamiento de la linfocitopenia se enfocan en la causa subyacente.

Trastornos proliferativos: Cuando los glóbulos blancos aumentan

Un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre se conoce como leucocitosis. Esto suele ser causado por una inflamación o una infección. Puede afectar a uno o varios tipos de glóbulos blancos, como neutrófilos, eosinófilos, basófilos, monocitos o linfocitos.

Neutrofilia: Más neutrófilos

La neutrofilia es el aumento de neutrófilos en la sangre. Los valores normales varían con la edad. Puede ser causada por problemas directos en las células sanguíneas o, más comúnmente, como consecuencia de otra enfermedad, como una infección o una inflamación crónica. El estrés, el tabaquismo o ciertos medicamentos también pueden causarla.

Eosinofilia: Más eosinófilos

Tener una cantidad de eosinófilos mayor a 0.65×109/L se considera eosinofilia. Este aumento nunca es normal y puede ser causado por infecciones (bacterianas, parasitarias, fúngicas), reacciones alérgicas, enfermedades de la piel, o ciertos tratamientos médicos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: White blood cell Facts for Kids

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Leucocito para Niños. Enciclopedia Kiddle.