Fármaco para niños
Un fármaco es una sustancia especial que, por su forma y composición química, puede interactuar con partes muy pequeñas de nuestras células, llamadas receptores. Estos receptores suelen ser proteínas que se encuentran en la superficie, dentro o en el centro de la célula. Cuando un fármaco se une a un receptor, provoca un cambio en la célula que genera una acción y un efecto en el cuerpo.
Las enzimas, que son proteínas que aceleran reacciones químicas, también pueden actuar como receptores. Los fármacos se unen a estos receptores mediante uniones débiles y temporales, como las fuerzas de Van der Waals o los puentes de hidrógeno, no con uniones fuertes y permanentes.
Hoy en día, para crear nuevos fármacos, se usan herramientas informáticas avanzadas. Estas herramientas ayudan a diseñar las estructuras de las moléculas, considerando sus propiedades electrónicas, geométricas y termodinámicas.
Cuando un fármaco, que es el ingrediente activo, se prepara de una forma específica para ser usado (como una pastilla o un jarabe), se le llama medicamento. Los medicamentos incluyen la tecnología necesaria para su fabricación, lo que asegura que el cuerpo los absorba bien y que se mantengan estables sin degradarse. Esto permite que el fármaco llegue al lugar correcto en el cuerpo y en la cantidad adecuada para que funcione.
Los avances en el estudio de las proteínas están abriendo nuevas vías para investigar sustancias que puedan combatir virus, bacterias y el cáncer.
La definición de fármaco se refiere a sustancias que tienen un uso clínico. Es decir, se usan para prevenir, diagnosticar, tratar o curar enfermedades. Se usa el término tóxico para sustancias que no tienen un uso médico pero que pueden ser absorbidas por accidente o a propósito.
Los fármacos pueden ser creados por el ser humano o producidos por otros organismos. Por ejemplo, las hormonas, los anticuerpos y las vacunas se consideran fármacos cuando se administran con fines médicos. En resumen, para que una sustancia activa se clasifique como fármaco, debe ser introducida en el cuerpo desde el exterior y con un propósito de salud.
Los fármacos se venden y usan principalmente como medicamentos, que son recetados por un profesional de la salud.
Contenido
- Etimología: ¿De dónde viene la palabra fármaco?
- Historia de los fármacos y medicamentos
- Nomenclatura: ¿Cómo se nombran los fármacos?
- Medicamentos: ¿Qué son y cómo se presentan?
- Características de los fármacos
- Categorías terapéuticas: ¿Para qué sirven los fármacos?
- Plantas medicinales: ¿Son fármacos?
- Los fármacos como contaminantes: ¿Afectan el medio ambiente?
- Galería de imágenes
Etimología: ¿De dónde viene la palabra fármaco?
La palabra fármaco viene del griego phármakon. Esta palabra antigua tenía muchos significados, como "remedio", "cura", "veneno", "antídoto" o "receta".
Los fármacos pueden ser sustancias idénticas a las que produce nuestro cuerpo (como algunas hormonas hechas con ingeniería genética). También pueden ser sustancias químicas creadas en laboratorios que no existen en la naturaleza, pero que tienen partes similares a moléculas de nuestro cuerpo y que pueden cambiar la actividad de las células.
Historia de los fármacos y medicamentos
Desde hace mucho tiempo, se ha considerado una sustancia medicinal a cualquier producto que se creía que tenía efectos beneficiosos para los seres humanos. Estas sustancias, al igual que los medicamentos actuales, contenían uno o varios fármacos, que se conocen como principio activo o sustancia activa.
- En el papiro Ebers, del año 1500 antes de Cristo, ya se mencionaba el uso de muchas sustancias medicinales en el Antiguo Egipto.
- En el siglo I de nuestra era, Dioscórides escribió De Materia Medica, un libro con más de 700 sustancias usadas con fines médicos.
- Hoy en día, los fármacos se venden como medicamentos. Estos contienen uno o más principios activos, además de otras sustancias que no son medicinales, como los excipientes y los disolventes. Los laboratorios farmacéuticos usan nombres comerciales para sus medicamentos, mientras que el principio activo tiene un nombre oficial que es de dominio público.
Nomenclatura: ¿Cómo se nombran los fármacos?
Además de su nombre químico, los fármacos tienen un nombre oficial internacional llamado Denominación Común Internacional. Sin embargo, los fabricantes a menudo los venden con un nombre patentado o comercial, que puede ser diferente en cada país. Esto puede causar confusión.
Para evitar esto, las leyes de cada país tienen sistemas para controlar los nombres de los fármacos y medicamentos que se venden.
Medicamentos: ¿Qué son y cómo se presentan?
Un medicamento es la forma en que se presenta un fármaco para que sea fácil de usar y para que tenga el mayor beneficio posible con los menores efectos secundarios.
Un medicamento incluye el fármaco en su forma específica (como una pastilla o un líquido) y su empaque (envase, etiqueta, caja, prospecto).
El acondicionamiento primario es el envase que está en contacto directo con el fármaco (como un blíster o un frasco). El acondicionamiento secundario es el empaque exterior que contiene el acondicionamiento primario (como la caja).
Las formas farmacéuticas son el resultado de combinar los principios activos con los excipientes. Pueden ser:
- Líquidas: Jarabes, suspensiones, colirios, inyectables, emulsiónes, enemas.
- Sólidas: Polvos, granulados, comprimidos, cápsulas.
- Semisólidas: Cremas, pomadas, ungüentos, geles, supositorios.
- Otras: Emplastos, parches transdérmicos, inhaladores, implantes.
Los nombres comerciales de los medicamentos pueden variar mucho entre países, incluso si contienen el mismo fármaco. Por eso, a menudo se usa el nombre del medicamento junto con el nombre del fármaco.
Características de los fármacos
Los fármacos pueden ser creados en laboratorios o extraídos de organismos vivos. Si se extraen, deben ser purificados o modificados químicamente.
La acción de un fármaco depende de su tipo y de la cantidad que se ingiere o absorbe. Por ejemplo, los medicamentos para tratar el cáncer son muy potentes y se usan en cantidades muy pequeñas. Sin embargo, pueden causar muchos efectos secundarios y una dosis excesiva puede dañar las células sanas.
Categorías terapéuticas: ¿Para qué sirven los fármacos?
Los fármacos se clasifican según el problema de salud que tratan:
- Analgésicos: Para aliviar el dolor.
- Anestésicos: Para adormecer a los pacientes en cirugía.
- Ansiolíticos: Para reducir la ansiedad.
- Antibióticos: Para combatir infecciones causadas por bacterias.
- Antidepresivos: Para tratar la depresión.
- Antidiabéticos: Para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
- Antieméticos: Para evitar el vómito.
- Antiinflamatorios: Para reducir la inflamación.
- Antihistamínicos: Para tratar las alergias.
- Antipiréticos: Para bajar la fiebre.
- Antitusivos: Para calmar la tos.
- Antídotos: Para contrarrestar los efectos de los venenos.
- Broncodilatadores: Para abrir los bronquios, útiles en el asma.
- Cardiotónicos: Para fortalecer el músculo cardíaco.
- Citostáticos o quimioterápicos: Para detener el crecimiento de células, usados en el tratamiento del cáncer.
- Hipnóticos: Para ayudar a la relajación o a dormir.
- Hormonoterápicos: Para corregir desequilibrios hormonales.
- Relajante musculares: Para relajar los músculos.
Plantas medicinales: ¿Son fármacos?
Las plantas medicinales son productos hechos a base de hierbas. Su ingrediente activo puede ser el resultado de la interacción de varios componentes que actúan sobre un problema de salud o sobre el sistema de defensa del cuerpo.
A veces, el ingrediente activo principal en una planta medicinal no se conoce del todo, o hay varios componentes que trabajan juntos. Por ejemplo, la hierba de San Juan se usa a menudo, pero se sabe que no solo un componente es responsable de sus efectos. Muchos expertos en hierbas creen que el ingrediente activo es la planta entera.
Los fármacos como contaminantes: ¿Afectan el medio ambiente?
Contaminación del agua por medicamentos
Aunque no se conoce completamente el riesgo, se ha empezado a investigar cómo los fármacos pueden contaminar el agua.
Muchos productos que usamos, como analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, terminan en los ríos, lagos y otros cuerpos de agua.
Las cantidades detectadas hasta ahora no representan un riesgo directo para la salud humana, pero preocupa la posible interacción entre las diferentes sustancias.
Cuando tomamos un fármaco, una parte del compuesto activo es eliminada del cuerpo a través de la orina y las heces. Estas sustancias llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales. El problema es que los tratamientos actuales no siempre eliminan todos los residuos de fármacos, por lo que algunos terminan en ríos, lagos, mares y acuíferos, y en pequeñas cantidades, pueden llegar a nuestra agua potable.
Se estima que en las aguas residuales de muchos países se encuentran más de 20 tipos de fármacos. Por ejemplo, en España se han detectado fármacos para el colesterol, analgésicos como el ibuprofeno, y otros. Incluso la cafeína del café puede terminar en estas aguas.
Aunque las concentraciones no son peligrosas para los humanos, es preocupante que en cada litro de agua pueda haber varios fármacos que podrían interactuar entre sí.
Otro efecto importante es la acumulación en los ecosistemas. Existe el temor de que la exposición constante de los microorganismos a los antimicrobianos pueda generar bacterias resistentes a estos fármacos, lo que dificultaría el tratamiento de futuras infecciones.
También es importante considerar que ciertos tratamientos hormonales pueden seguir activos al llegar al medio ambiente y alterar el sistema de los organismos acuáticos.
Se están investigando métodos para eliminar los restos de fármacos del agua, como el tratamiento con ozono. Una medida importante que podemos tomar es no desperdiciar agua, para que las plantas de tratamiento puedan procesar un menor volumen de agua de manera más efectiva.